A causa del clima frió y de ensoparme en la lluvia me enferme. Por unos tres días estuve con fiebre. Hoy me levante aun un poco desanimada pero por suerte me surgió un trabajo. Jun me dijo que vendrían a la estación de trenes hoy un vagón que necesita mantenimiento. Ademas estaría hoy todos muy ocupados con La llegada de un tren de pasajeros. La mayoría de los viajantes eran personas adineradas y algunos burócratas en pociones altas del gobierno.
En resumen personas acomodadas que tienen que complacer. Los ricos y sus lujos innecesarios...
Bum Bum Bum.
Jun me toco la puerta mientras me gritaba — ¡Avanza que llegamos tarde!—

— Si ya voy— me termine de preparar lo mas rápido posible. Baje las escaleras corriendo. Jun se encontraba recostado en la pared con un cigarro en la boca sin encender.

—¡Ja! Que bueno que no puedes fumar aquí. Maria te tiene controlado— El me miro de reojo y comenzamos a caminar. El pobre no puede ni negarlo. Aun el sol no salía y solo se veían en  las calles los obreros que empezaban su día y algunas personas que terminaban sus noches de trabajo.
— te hubieras pasado un cepillo por esa cabeza , si Maria te ve salir así de la casa infarta— me dijo despeinándome aun mas, algo que pensé que no fuera posible.
—¡Bah! Te voy a echar la culpa. No son ni las 4:00 de la mañana aun— le contesté. Total para estar limpiando las vías y restregando los pisos no necesito estar peinada. Para disimular con una banda me sujete el cabello haciéndome un moño desgreñado.

Nuestra caminata hacia la estación siguió silenciosa. Jun había prendido su cigarro cosa que lo mantenía entretenido. Yo me aleje de el un poco ya que no me agradaba el olor a cigarro. Mientras observaba el humo. Tuve una sensación furtiva en ese momento. Va a pasar algo.

  Quiero que este día termine ya. Todos los empleados de la estación an estado de arriba para bajo poniendo las cosas en orden, Brillando todas las superficies del lugar.
Me toco ir a limpiar las vías cosa que no me molesto en lo absoluto, menos personas con quien interactuar. Lo único negativo an sido las sabandijas que me e encontrado, pero prefiero lidiar con cucarachas que con personas creídas.

Para hacer el día mas largo e tenido la sensación De que algo va a pasar e tratado de ignorar ese sentimiento pero a sido inútil. Esto que siento va más allá de lo racional y lo lógico. Casi ni pude comer en el almuerzo por eso.
¡Fuui!... El ruido de un silbado nos llamo la atención. Me vire de repente y uno de los trabajadores nos llamo haciéndonos señas  para que nos saliéramos de la via. El túnel que limpiamos era exclusivo para trenes privados de pasajeros no había pasado ni un solo tren en todo el día que pasamos limpiando. Por aquí pasarían la tan esperada visita.

Track track... el ruido se acercaba cada vez mas y se sentía la vibración cada vez mas violenta. Se notaba que ese tren debía ser grande.
Nos dirigimos hacia una de las puertas conectoras de los túneles internos. Los demás subieron los escalones que daban para la puerta. Yo me quede para lo ultimo quería ver el dichoso tren  y que tan diferente seria de los de la gente común. Chu chu...
—wao...— El ruido del tren era tan fuerte que no pude ni escucharme. Era enorme, negro y tenia detalles dorados que resplandecían.
Me dió un escalofrío que me torno la piel de gallina. Jun me halo por el brazo para que avanzaras y cerro la puerta. —No te quedes pensado en pajaritos preñados— eso hizo que me saliera del trance que me encontraba. Lo seguí hacia afuera en donde Me quite el mameluco que tenía puestos y trate de limpiarme las manos y cara los mejor posible con la manguera como hacían todos.   
—Aquí tienes— me dijo Jun pasándome un sobre. Era el pago por mi labor del día me lo eche inmediatamente en el bolsillo y cerré de el zipper . —Te puedes ir yo me tengo que quedar hasta las cinco— De camino a la casa me quede pensando en la sensación que sentí hoy. Solo quería llegar para bañarme y dormir.
  Llegue a las 4:45, me bañe con agua caliente y me acoste un rato arropada de arriba abajo. A las 6:30 baje para el apartamento de Jun y Maria para comer.
— De lo que te salvaste— me dijo Jun al entrar.
— deja que les sirva la comida y entonces nos cuentas lo que paso Jun— dijo Maria poniéndome un plato al frente y sentándose con el de ella.
— ya puedes continuar con tu chisme— ordeno Maria.
—Bueno. Solo digo que tuviste suerte. Por que después que te fuiste llamaron a todas las mujeres a la oficina. Por lo que me contaron las hicieron alinearse y un vampiro las miro por dos segundo para decirle que se podían ir. Parece que estaba buscando a alguien — termino de contar Jun.
Maria meneaba la cabeza molesta —Esos vampiros se creen que por que tienen dinero pueden hacer lo que le de la gana—
Maria y Jun mientras comían se mantuvieron hablando. Yo solo escuchaba y asentía con la cabeza.

Creo que me pude escapar una vez mas.