Escena XXVII: El encuentro entre Ornedo junto al equipo policial de Rojuno con la pandilla llamadas los Huracanes de San Miguel

Lugar: La entrada de la casa de Cobrutno

Fecha: 13 de marzo del 2020 (Tarde)

Personajes:

· Ornedo Lurena Binte

· Cobrutno Rutkio

· Murlobo Jolun

· Artio Jutio

· Lundro Kilo

· Jiko Humo

· Moxto Furto

· Rojuno

· Policía mujer 1

· Policía mujer 2

· Policía varón 1

· Policía varón 2

(Descripción del lugar: La entrada de la casa de Cobrutno es un espacio amplio que contiene los siguientes rasgos. En el lado izquierdo, se puede apreciar un garaje que tiene una puerta de color marrón de forma rectangular. En el lado derecho, se observa una puerta marrón que se encuentra sobre el piso de arcilla. El escenario contiene dos pisos, pero la entrada se encuentra en el piso.)

(Se abre el telón) (Ingresan Cobrutno Rutkio, Murlobo Jolun, Artio Jutio, Jiko Humo y Moxto Furto) (Todos los chicos conversan entre ellos)

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Murlobo, ¿Sabes en qué parte de San Miguel? ¡Quiero encontrarlo lo más antes posible para que no me delate a mí o cualquier otro integrante de este grupo! Cuando me lo encuentre, ojalá implore por su vida, porque lo apuntaré mi pistola hacia su cuello.

Murlobo Jolun: (agotado a Cobrutno) No me acuerdo en dónde estaba. Probablemente se encuentre en la comisaría así que podríamos ir con nuestras pistolas recargadas para intimidar a los policías y hablar con Ornedo. Yo no tengo ganas de hablar con él, pero veo que tú tienes motivos para conversar con ese chico.                                                  

Artio Jutio: (sincero a Cobrutno) Cobrutno, ¿Y si cada uno de nosotros va buscando a Ornedo por cada parte de San Miguel? Aunque ya me siento cansado y con ganas de dormir en la cama. No obstante, yo estaré atento a cualquier indicación que me digas para que lo haga. Creo que tampoco he comido nada hoy día, pero la verdad no me acuerdo.

Jiko Humo: (honesto a Cobrutno) Compañero, es muy tarde para seguir caminando por la calle. Me están empezando a doler los pies de tanto caminar y solo quiero ir a tu habitación para acostarme y reposar hasta el día siguiente. (Jiko Humo empieza a cerrar los ojos y a bostezar) ¿Cuánto más tiempo tenemos que estar parados aquí en la vereda hasta que Ornedo aparezca?  

Moxto Furto: (impaciente a Murlobo) Estimado, se me hace peculiar que tú retes a Cobrutno. De esta manera, sospecho de ti, ya que parece que tú se estás volviendo cómplice de Ornedo. No hubiera sido raro si no hubieras pedido que ese chico te acompañara a tu lado. Nunca te habías mostrado tan apegado a alguien y eso se me hace peculiar.

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Murlobo, creo que es muy tarde para que intentes convencer a cualquiera de nosotros sobre el odio que sentimos por Ornedo. Ese chico solo trajo problemas y se merecía que estuviera alejado de nuestro grupo. Sin embargo, ese traidor puede delatarnos y por eso lo andamos buscando para impedir que informe sobre nuestra ubicación.

Murlobo Jolun: (agotado a Cobrutno) ¿Has reconocido a uno de los policías que iban con Moxto? Ellos son los mismos que estaban acompañando a Ornedo, Cobrutno. Si no me crees, entonces cuando veas a Ornedo te darás cuenta que no te estaba mintiendo. De todas maneras, un líder como tú puede comprobar lo que estoy diciendo.

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Murlobo, más te vale que no me mientas en mi cara. Si me entero que me engañaste, te castigaré de la peor forma posible. Sacaré el cuchillo y te arrancaré la piel para que veas a mí como un ser superior a ti. Puedo destruirte o masacrarte si se me antoja.

Murlobo Jolun: (agotado a Cobrutno) Cobrutno, recuerda que conozco a Ornedo más que tú. Me contó sobre los problemas graves que tiene con su familia. Podemos utilizar esa debilidad de siempre como un arma de doble filo. Cuando lo encontremos, podemos amenazarle de revelarle a su familia sobre su situación a cambio de lo que quieras.         

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Tienes una mente brillante, Murlobo. Creo que subestimé un poco tu intelecto, porque aportas ideas muy beneficiosas para el bienestar de la pandilla. No obstante, creo que podría plantear un plan mejor que tu propuesta. Podemos ir a la comisaría y extorsionar a los policías para que nadie del grupo quede detenido.     

Murlobo Jolun: (agotado a Cobrutno) De acuerdo, Cobrutno. Solamente recuerda que utilizar a la familia de Ornedo como una razón para chantajear a ese chico imbécil es conveniente para nosotros. De todas maneras, pienso que escoges un buen plan, aunque también hay una posibilidad para que falle.

(Música de pelea) (Ingresan Ornedo Lurena Binte, Rojuno, el policía varón 1, el policía varón 2, la policía mujer 1 y la policía mujer 2) (Todos los personajes comienzan a charlar entre ellos)                                                                         

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Cobrutno) ¡Otra vez estás apareciendo en mi vida ¡No puede ser! ¡Ojalá fuera un sueño! ¡Esto es una pesadilla! ¡Verte a los ojos solo me hace querer borrarte de mi memoria, pero no puedo hacerlo o almenos por ahora no! Espero que no quieras maltratarme de nuevo, Cobrutno.

Cobrutno Rutkio: (malvado a Ornedo) Me alegro haberte hecho daño, pero ahora sí acabaré contigo. Vienes rodeado de gente traicionera como tú y debería darte vergüenza. ¡No puedo creer que permití tu incorporación a la pandilla sin pensar en el peligro que eres para nosotros! ¡Me arrepiento totalmente de haber tomado esa decisión!

Rojuno: (calmado a Murlobo) Ornedo me ha contado todo y ahora tengo las pruebas siguientes para llevarlos a todos directo a la comisaria. Después, cada uno de ustedes responderá con sus acciones que desencadenaron en robos, deterioros y hasta muertes humanas. No pongan resistencia, porque no les conviene para nada.

Murlobo Jolun: (agotado a Rojuno) Mejor encárguese de alejar a Ornedo de nosotros. Seguro que les mintió diciendo que nosotros lo reclutamos, pero él me encontró a mí primero antes que a los demás chicos. No es mi problema si Ornedo dice la verdad o no. Eso no me compete a mí y ni siquiera me molestaría que se lo lleven a la cárcel.

Policía varón 1: (sincero a Moxto) Es irónico pensar que te volvería a ver. Aprende la próxima vez a ser más respetuoso cuando un oficial quiera arrestarte por ser tan malcriado. ¿No has cambiado nada de tu actitud? ¿Verdad o por lo menos eres más empático con las autoridades policiales de San Miguel?

Moxto Furto: (honesto a el policía varón 1) Oficial, que ingenuo es usted para marginarme a mí como si fuera un niño mimado de mis padres. Nunca pude tener riqueza, pero si me entrega la suya entonces me apropiaré de ella para siempre le agrade o no. Si me quiebra la paciencia, le apuntaré con mi pistola y será su fin.

Policía varón 2: (atento a Artio) Joven, veo que ni siquiera usa protector facial y eso es completamente obligatorio para que usted ande en la calle. Me temo que se irá conmigo a la comisaría para que pague su multa como un buen ciudadano que asume sus consecuencias.

Artio Jutio: (altanero a el policía varón 2) Yo no iré a ningún lado con usted. No tiene el gusto ni siquiera de saludarme y eso me decepciona. Además, observo que no tiene decencia para pedirme permiso. No sabes con quién se estaba metiendo, oficial. Le sugiero que no me haga enojar.

Policía mujer 1: (preocupada a Lundro) Muchacho, veo que usted no le interesa la sana distancia entre nosotros. Debería informarse de las últimas palabras del presidente en referencia al toque de queda, porque si lo encontramos en la calle a las seis o las ocho entonces lo llevaremos detenido.

Lundro Kilo: (alterado a la policía mujer 1) No sabe lo que dice, señorita. Veo que ni siquiera sus hijos pueden estar felices de tener una madre tan mala que no quiere dejarlos jugar afuera. Tan solo podrían salir con mascarilla y perfectamente disfrutar de su infancia, pero usted lo impide. 

Policía mujer 2: (malhumorada a Jiko) ¿Piensas que ganarte la vida robando o matando personas en la calle es divertido? ¡Qué patético! ¡Yo utilizaría mi tiempo en casa para fortalecer mis fortalezas y no mis debilidades! ¡Me das lástima y ganas para arrestarte!

(Ornedo se comienza a enojar y le tira una cachetada a Cobrutno) (Cobrutno apunta su arma hacia el cuello de Ornedo)

Ornedo Lurena Binte: (enojado a Cobrutno) Cobrutno, estoy harto de tu temperamento. Siempre me habías demostrado que era inferior a ti, pero no es cierto. Mi libertad no merece estar sometida por tu culpa. Yo no soy perfecto y tú tampoco lo eres. Si no reconoces tus errores, entonces la cárcel te los mostrará.

Cobrutno Rutkio: (malvado a Ornedo) Te conté el deseo de mi padre para mí. Quería que fuera más inteligente y dominante que él. Yo formé esta pandilla para sentirme invencible y fuerte siendo el líder. Me has desobedecido y ahora te toca pagar por ello.

(Artio Jutio, Jiko Humo, Lundro Kilo, Murlobo Jolun y Moxto Furto apuntan sus pistolas hacia los policías y Ornedo) (Todos los personajes se acercan entre ellos para comenzar a pelear)

(Ornedo Lurena Binte empieza a pelear con Cobrutno Rutkio) (Murlobo Jolun empieza a pelear con Rojuno)

(El policía varón 1 empieza a pelear con Moxto Furto) (El policía varón 2 comienza a pelear con Artio Jutio)

(La policía mujer 1 empieza a pelear con Lundro Kilo) (La policía mujer 2 comienza a pelear con Jiko Humo)

(Ornedo le quita el arma a Cobrutno y le apunta a su frente) (Ornedo dispara hacia arriba del escenario y Cobrutno se asusta)

(Cobrutno se aleja de Ornedo por el temor y Artio, Jiko, Moxto y Lundro lo siguen)

(Murlobo se queda al lado de los policías)

(Cobrutno, Artio, Jiko, Moxto y Lundro se retiran corriendo del escenario por el pasillo derecho)(El policía varón 2 agarra a Murlobo)  

(Murlobo Jolun, Ornedo Lurena Binte, el policía varón 1, el policía varón 2, la policía mujer 1, la policía mujer 2 y Rojuno se retiran caminando por el pasillo izquierdo del escenario)

(Cierre del telón) (Fin de la escena XXVII)