BonHwa arreglaba el tocado de flores en su cabeza, los pajarillos cantaban acompañando a la futura novia, sonreía mientras se veía en el espejo, sus mejillas y labios eran rosados gracias al trabajo de algunas mucamas de moler frutos rojos para formar aquella tinta especialmente para ella. Su vestido blanco el cual se ajustaba a la perfección con su cuerpo le hacía sentirse especial, además de que muchas cosas pasaban por su mente, JiHwan estaba muerto y SoRa junto con Kyrell se habían esfumado, su sueño de ser feliz con Jimin se haría vuelta realidad en tan solo unos minutos más.

Alguien tocó su puerta y con un suave adelante le dió el acceso a pasar, un aroma parecido al suyo invadió el lugar haciendo que girara su vista. Sintió que el alma había abandonado su cuerpo al ver a SoRa ahí con una sonrisa perversa en el rostro.

—¡Querida BonHwa! ¿Me extrañaste? – la alfa escaneó con la mirada a BonHwa – hueles de manera muy particular, cariño.

—¿Qué haces aquí? – evadió su pregunta – tu estás exiliada de este reino, puedo llamar a los guardias para que te lleven.

—Eres tan ilusa – rió – tus débiles alfas no pudieron contra nosotras, mucho menos tu, una tonta Omega en cinta.

Ella retrocedió algunos pasos buscando la daga que siempre tenía sobre su tocador, temía por su vida y la de su pequeño cachorro, sin embargo, no la encontró.

—¿Buscabas esto? – SoRa le mostró el arma mientras sonreía – por cierto, ¿Jimin ya sabe de tu embarazo?

—Lárgate...– susurró BonHwa – y no vuelvas a buscarnos.

Un brazo rodeó su cintura jalandola hacia atrás mientras una mano se posaba sobre su boca. Intentó liberarse del agarre pero no pudo.

—¡No te preocupes! – cambió la expresión de su rostro – que tú eres la que no volverás a este lugar.

SoRa se hizo a un lado dando paso a la persona que estaba escondida en su armario, el destello púrpura en sus ojos hizo que BonHwa comenzara a removerse con más desesperación.

—¿Acaso no soy hermosa, SoRa? – sonrió mientras contoneaba sus caderas – el blanco me sienta bien.

—Totalmente de acuerdo contigo, Kyrell – la alfa volvió a reír – o debería llamarte, ¿BonHwa?

Kyrell se había convertido en una réplica exacta de BonHwa, su facciones, su aroma, su voz, todo. La mente de la Omega voló a la velocidad de la luz y pensó muchas razones por las que habían decidido hacer eso con ella, uno de ellos era matarla y desaparecerla del mapa como si nunca hubiera existido, otro era que ella era su medio de transporte para quedarse con la corona en su nombre, sin embargo, todas aquellas teorías fueron desechadas cuando se lo confesaron sin pena alguna.

—¿Sabías que me costó mucho trabajo analizarte todo este tiempo? – Kyrell se acercó intimidante – pero no me importó, todo sea por verte en la ruina total.

BonHwa logró quitar la mano de su boca, enfrentando a ambas mujeres frente a ella.

—¿Lo haces porque Jungkook te rechazó esa noche en Phoenix? – jadeó – ¿O porque SoRa te lavó el cerebro para hacer todo esto?

—Lo hago porque te odio, BonHwa, te odio con todas mis fuerzas – sus ojos comenzaban incrementar su brillo – mi hermana prefirió estar de tu lado que del mío, sólo por una maldita profecía y Jungkook siempre te puso primero aún cuando lo rechazaste.

—No puedes mandar en lo corazones ajenos, Kyrell – BonHwa forcejeó – eso es caer tan bajo.

—¡Incluso estuvo a punto de morir, sólo por defenderte! – tomó la mandíbula de la Omega con brusquedad apretándola – yo también estaba dispuesta a morir por él.

—Estás loca...– la chica miró con lástima a la mujer.

—Loca de amor...– rió – sólo Jungkook me hace hacer esto.

—Jimin se dará cuenta que no eres auténtica – forcejeó una vez más – tu juego no tiene mucho futuro, Kyrell, ¡Entiéndelo de una buena vez!

—Bon, ¿Estás lista? – Taehyung tocó detrás de la puerta – la ceremonia no tarda en comenzar.

—Tae...– su boca fue cubierta nuevamente por aquel alfa, dando paso a que la mujer frente a ella hablara.

—En unos minutos, Tae.

—¿Puedo pasar?

Kyrell giró su vista hacia el hombre que sujetaba a la chica y a SoRa.

—Escóndanla allá y que no haga ningún ruido o todo se vendrá abajo – indicó Kyrell sonriendo ampliamente – ¡Adelante!

BonHwa negaba con su rostro lleno de lágrimas pues era arrastrada con brusquedad hacia el lugar que les habían dicho, no pudo hacer nada por liberarse, pues su fuerza no era la misma de siempre, aunado con el cachorro que llevaba en su vientre, sus emociones eran demasiado cambiantes, complicando más la situación.

Observó como Taehyung entró a la habitación y le rogaba al cielo que notara algo distinto en ella, sin embargo, sólo le abrazó y la vió con una sonrisa en el rostro.

—Te ves hermosa, Bon – el alfa sonrió – Jimin se quedará boquiabierto al verte.

—Espero que sí – la Omega se sintió más desesperada al escuchar a Kyrell con su voz totalmente idéntica – me emociona saber que por fin mi sueño se hará realidad.

—Todos estamos felices por ustedes.

Reunió todas sus fuerzas para morder la mano que le prohibía hablar y así lograr captar la atención de Taehyung, además golpeó su espinilla con una de sus zapatillas intentando escapar.

—¡Taehyung, ayúdame, por favor! – jadeó en cuanto sintió que SoRa tomó su cabello jalandola hacia atrás – ¡Taehyung!

Kyrell comenzó a toser fingiendo que se había atorado con su propia saliva.

—¿Estás bien?

—Si, sólo son los nervios – rió – no hay de que preocuparse.

—Escuché algo...– ella lo interrumpió.

—Son una familia cerca de aquí – hizo una mueca – tienen muchos problemas y la chica constantemente es agredida por su alfa, incluso estamos tomando cartas en el asunto.

—De acuerdo...– asintió no muy seguro, sin embargo, extendió su mano para tomar la de ella – ¿Nos vamos?

—Claro, sólo déjame buscar mi ramo.

—Te esperaré afuera.

El chico salió dejando sola nuevamente a Kyrell, se acercó hasta donde estaba BonHwa y pudo notar que se encontraba sometida en el suelo mientras su pecho se contraía agresivamente debido a su llanto y a la mano de SoRa sobre su boca. Se agachó hasta estar a su altura y con una sonrisa burlona en el rostro, acarició la cabeza de la Omega.

—¿Desesperada, cariño? – miró a SoRa y luego a BonHwa – déjala hablar.

La alfa asintió quitando su mano de la boca de BonHwa.

—No le hagas daño a mi cachorro...– masculló en un hilo de voz – t-te lo suplico.

—No te preocupes, que ambos desaparecerán como si nunca hubiesen existido – se levantó acomodando su cabello – ya saben que hacer.

—¡Kyrell, por favor!

Un golpe en la nuca de la Omega hizo que todas sus súplicas fueran calladas abruptamente, dejándole ver nada más que oscuridad.

Taehyung se había despedido de la chica optando por llevarla hasta donde se hallaba SeokJin y sus amigas, corrió hasta el interior del palacio en búsqueda de su amigo, sintiendo alivio cuando lo vio frente a un espejo acomodando su traje azul rey. Jimin miró al alfa y sonrió emocionado, giró su cuerpo para prestarle toda su atención, sin embargo, ver a su amigo sudoroso y con una expresión de susto causó intriga en él.

—¿Qué ocurre? – cuestionó dudoso – ¿Por qué estás tan agitado?

—No puedes casarte...– recargó sus manos sobre sus rodillas – no lo hagas, por favor.

—Dime que pasa, Taehyung.

—BonHwa...– alzó su vista – no es ella, es Kyrell.

Jimin se quedó estupefacto ante aquella confesión.

—¡Eso es absurdo! – comenzó a sentir que su corazón latía más rápido de lo normal – esa mujer no se ha aparecido en meses, ¿Por qué vendría hasta ahora y en este día?

—Jamás se fue de su lado, los estuvo espiando todo este tiempo y lo planeó junto con tu madre – tragó saliva – yo mismo escuché todo, tienes que creerme.

—Ella estaba bien esta mañana, ¿Cómo pudo haber pasado esto?

—La escuché gritar por ayuda, Jimin...– un nudo en la garganta le dificultaba hablar – no pude hacer nada porque sabía que intentarían asesinarme y se saldrían con la suya, pero ahora podemos hacer algo.

—Yo no...– Taehyung posó sus manos sobre los hombros del alfa.

—BonHwa está en cinta, Jimin – el castaño se quedó petrificado en su lugar – tu futura esposa y tu cachorro están en peligro.

—Eso no puede ser posible...– negó con la cabeza – nunca anudamos, ni siquiera la marqué.

—¡Maldición, Jimin! – ésta vez lo tomó con fuerza del traje – ¡Deja de comportarte como un idiota y reacciona!

—La boda está por celebrarse – ChungHa se acercó a ellos sintiendo la tensión – ¿Todo bien?

—Si algo llega a pasarle a BonHwa – lo soltó con brusquedad – no quiero que estés como un perro llorando, porque estoy advirtiéndote lo que está pasando y prefieres seguir en tu burbuja mágica sin peligros.

—Taehyung, entiéndeme, todo esto es tan sorpresivo.

—Y olvídate que yo esté presenciando esa farsa llamada boda – ignoró las palabras de Jimin – iré a buscarla, porque a mí sí me interesa el bienestar de mi amiga.

Les dije que el drama todavía no terminaba uwu

Dejaré esto aquí y desapareceré lentamente. ❤️