S E I S
Jimin se encontraba en el establo del castillo, cepillaba con suavidad a su caballo, tomando un poco de aire. La tranquilidad en su hogar había estado habitando desde hace algunos días, lo cual no le daba buena espina. Su madre estuvo saliendo sin dar razón de lugar al que iba, la notaba extraña y misteriosa, no volvió a tocar el tema de BonHwa ni tomó represalias contra su persona.
Nada parecía tener sentido para él.
A lo lejos observó como una mujer de cabello negro llegó al castillo, tenía una capa sobre su cabeza impidiéndole ver su rostro, se escondió detrás de su caballo para poder observar todo sin ser descubierto, por un momento pensó que podría ser BonHwa, pero su idea fue descartada al ver a SoRa salir hasta donde estaba la mujer.
Un remolino de emociones se impregnó en el cuerpo del alfa al ver que aquella extraña se quitó la capa sobre su rostro, Kyrell se tomó de las manos de su madre muy sonriente mientras la otra le saludaba con efusividad. Comenzó a hiperventilar, a sentir mareos y náuseas que no podía controlar, se sentó en el suelo tratando de calmarse.
—¿Estás bien? – una mano sobre su hombro le hizo asustarse – ¿Todo bien?
—S-Si, Namjoon – contestó nervioso – todo bien.
—Estás muy pálido – el beta colocó su mano en al frente del alfa – y frío, ¿Seguro que estás bien?
Se levantó viendo al beta fijamente.
—Si, Namjoon, nada de que...– Jimin se desvaneció en los brazos de su amigo, quien lo sostuvo con fuerza.
Lo cargó mientras caminaba con rapidez hasta llegar a su alcoba, Taehyung se dió cuenta de ello y no dudó en ir hasta donde el alfa se encontraba, abrió las puertas de la habitación de Jimin y notó a Namjoon tomando su pulso.
—¿Qué sucedió?
—Estaba en el establo – relató – pero lo encontré raro, como nervioso, intercambiamos algunas palabras y se desmayó.
Taehyung tomó un papel del tocador de Jimin y comenzó a moverlo de un lado a otro generando aire para el castaño, sabía que algo estaba escondiendo, algo lo estaba consumiendo internamente pero no sabía que era, no obstante, sospechaba que tenía algo que ver con la reina de Hilgrand.
Jimin comenzó a removerse, abrió sus ojos con lentitud topándose con la imagen de Namjoon y Taehyung a sus costados.
—¿Cómo te sientes? – el alfa miró a Jimin formar un mohín – ¿Ocurrió algo?
—Creo que no desayuné bien – intentó fingir una sonrisa – me dió mucho el sol y no tomé agua, eso fue todo.
—No quieras engañarme, Park – Taehyung frunció el ceño – ¿Qué está pasando?
—Nada, Taehyung – su corazón latía muy rápido – no está pasando nada, puedes despreocuparte.
—¿Es por esa dichosa mujer? ¿Por eso estás así, exponiendo tu salud?
—Taehyung, creo que no es momento de reclamos – intervino Namjoon – debe descansar al menos unos minutos.
—Si es por BonHwa o no, es mi maldito problema, no tuyo – Jimin fijó su mirada en Taehyung – así que no intervengas en lo que no te corresponde.
Taehyung asintió tratando de retener las lágrimas que instantáneamente se formaron en sus ojos.
—Te estás volviendo exactamente igual a tu madre – retrocedió algunos pasos – eres una basura, Jimin.
Un recuerdo se instaló en la memoria de ambos, la situación era tan parecida que sentían que la estaban viviendo nuevamente.
—¿Qué sucede contigo? – ladeó su cabeza – te comportas extraño, ni siquiera puedes sostenerme la mirada.
—No quiero hacerlo – Jimin mordió su labio – me prometí no llorar más, y si te veo a los ojos me volveré frágil.
—Jimin, mírame – él negó con lentitud, así que tomó su mentón elevando la vista del castaño – si necesitas llorar, házlo.
—Por favor, vete – los ojos de Jimin no podrían retener más las lágrimas – vete, y no vuelvas.
—¿De qué estás hablando? – notó como la mirada de Jimin se desviaba hacia algo o alguien, así que giró su vista, topándose solamente con la oscuridad – vamos, dime qué te sucede.
—¿Qué parte de vete no puedes comprender? – Jimin carraspeó mientras intentaba endurecer su expresión – no te quiero ver más.
Taehyung retrocedió unos pasos sorprendido por la actitud de Jimin, topó su lengua con el interior de su mejilla y asintió con efusividad.
—¿Vas a tirar una vida entera de amistad por tus tontas inseguridades? – un nudo en la garganta se instaló en Taehyung – bien, respetaré tu decisión, pero olvídate que tú y yo alguna vez nos conocimos.
Para cuando abrió sus ojos, solo Namjoon le veía con tristeza, hizo una reverencia y se retiró de su habitación, Jimin golpeó su cama intentando liberar la frustración e impotencia que sentía. Nuevamente quería proteger a Taehyung de la maldad de Kyrell pero esta vez todo era más difícil, la única persona que podría ayudarlo estaba muy lejos de él.
Por su parte, Taehyung estaba confundido, ¿Qué habían sido todas imágenes en su cabeza?
No quiso pensar en nada más y regresó a realizar sus deberes, sin embargo, le fue imposible dejar de lado la actitud tan extraña de su amigo, no tenía sentido que de la noche a la mañana todo hubiese cambiado, además de que la reina no había tomado represalias contra nadie después de lo sucedido.
—Taehyung – SoRa se acercó a él – necesito que hoy mandes a todos a sus habitaciones temprano.
—Si, majestad – hizo una reverencia notando como una mujer que jamás había visto se encontraba a lado de la alfa – ¿Algo más?
—Busca una mucama para arreglar una habitación para la señorita Kyrell – la señaló con una sonrisa en el rostro – es nuestra invitada de honor.
—Como lo desee, reina.
Kyrell miró con una sonrisa burlona al alfa que se mantenía con la cabeza gacha ante la presencia de su reina. Se acercó un momento a él, dejando que SoRa avanzara sin ella, tomó el mentón de Taehyung y lo vió fijamente a los ojos.
—Dile a tu príncipe que se considere muerto dentro de unas horas – apretó más la piel del chico haciéndolo jadear – y a su linda BonHwa también.
La mujer se fue sin dejar que Taehyung pudiera decir algo, estaba aún más confundido que antes y ahora con una preocupación extra.
La vida de su amigo.
—Iremos a cazar, alista tus cosas.
—BonHwa – SeokJin notó como la Omega lo ignoraba mientras guardaba algunas cosas en su bolso – estoy hablándote.
—¿Tiene que ver con el reino?
—Tu sabes que no...– ella asintió deteniendo su caminar.
—Entonces no tenemos que conversar de otra cosa, ¿Entendió, consejero Kim?
Desde aquel día todo se había vuelto tenso en el castillo, BonHwa pareció haber entrado en una especie de psicosis, su actitud cambió drásticamente confundiendo a todos en Hilgrand, sin embargo, ella tenía totalmente presente lo que JiHwan había realizado en contra de su pueblo y no se iría sin dejarlos totalmente protegidos.
—Escúchame – SeokJin tomó suavemente su brazo – lo lamento, no quise lastimarte ese día.
—Todos dudaban de mi trabajo como reina porque era joven, menos tú – BonHwa se soltó con brusquedad – pero veo que solo era tu deber como consejero alentarme a seguir adelante.
—No fue así, en verdad sigo creyendo en tí y me enorgullece ver lo extraordinaria que eres como reina de Hilgrand – suspiró – pero no quiero que pongas tu vida en riesgo por una persona desconocida para mí, intenta comprenderme.
—Eso es justo lo que necesito, que me comprendas, SeokJin – la Omega entrecerró sus ojos – Jimin es una parte fundamental de mi presente y daría hasta mi vida con tal de verlo libre del yugo de su madre.
—Entiendo que aprecies mucho a ese príncipe, pero...– ella lo miró con molestia.
—Si no vas a decir algo reconfortante, mejor guarda silencio – tomó su arco – vamos, que la noche no tardará en caer y necesitamos reservas.
Maratón 1/2.
Me estoy esforzando por hacer esta historia lo más emocionante posible, así que disfruten tanto como yo. ❤️
En unos segundos subiré el segundo capítulo.
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