—¿Aún percibes su aroma?

—El jazmín está presente en mi nariz – Jimin detuvo un momento su caballo – pero no puedo escuchar a nadie.

—¿Habrá sido una trampa o me equivoqué en esto? – Jungkook suspiró – ni siquiera veo movimiento de personas.

El trío de chicos habían emprendido su búsqueda, sus olfatos y vistas se agudizaron en beneficio de la situación, el bosque era inmenso y el lago estaba recóndito, Jimin no recordaba como es que había llegado anteriormente, mientras que los otros dos no reconocían el lugar. Escucharon el galopeo de un caballo merodear por ahí, así que desenvainaron las espadas que previamente tomaron del palacio, colocándose a la defensiva. Bajaron su guardia cuando reconocieron la cabellera rizada de Taehyung dirigirse a un lugar, Jimin posó su índice en su boca pidiendo silencio, procediendo a seguirlo con discreción, la intriga los estaba matando a medida que avanzaban, el chico frente a ellos notó rastros de las pisadas de un caballo, así que las siguió hasta que llegaron al punto ciego del lugar. 

Taehyung se bajó del animal caminando entre las ramas que tapisaban el suelo procurando ser lo más silencioso posible, escuchó como algunas ramas crujieron detrás de su persona, por lo que se quedó estático y sacando de su funda su espada giró su cuerpo apuntando a quien aparentemente quería atacarlo, sin embargo, bajó la guardia al ver a Jimin junto a SeokJin y Jungkook.

—Tranquilo, somos nosotros – el castaño alzó sus manos – no queremos hacerte daño.

—¿Me siguieron?

—Casualmente te vimos merodear la zona – el beta habló – y cuando te desviaste lo hicimos.

—¿Encontraron algo?

—Extrañamente Jimin puede percibir el aroma de BonHwa – Jungkook se acercó a Taehyung – con eso nos hemos guiado para llegar hasta aquí.

—Supongo que es por su embarazo, en realidad no lo sé – el chico los miró – pero creo que este es el camino correcto.

—Son más inteligentes de lo que creí – la voz de Kyrell detrás de ellos les hizo voltear – no me dieron tiempo de hacer nada, caballeros.

—¿Dónde está BonHwa? – Jimin frunció su ceño apuntándole con su espada – habla, bruja.

—¿No vas a darme un beso primero, cariño? – se dirigió a Jungkook ignorando al castaño – hace un tiempo me jurabas hasta bajarme las estrellas.

—Y me equivoqué con ello, sólo alimenté más tu obsesión – el alfa tenía ganas de abalanzarse sobre ella, sin embargo, guardó sus fuerzas para lo que vendría – responde, ¿Dónde está ella?

—¿Qué tiene de especial que todos la buscan? – masculló con sarcasmo – ¿Es buena en la cama? Bueno, Jimin puede confirmarnos ese dato, ¿Sabías que está embarazada?

—Eso es lo menos importante – el chico avanzó hacia estar frente a frente con la mujer y colocar el filo en su cuello – no voy a preguntarte de nuevo, ¿Dónde está mi omega?

Ella comenzó a reír en su rostro, inconscientemente la rabia se estaba apoderando de su cuerpo por lo que estampó su puño en el rostro de la mujer.

—Vuelve a tocar un solo de mis cabellos, alfa inútil – habló intimidante – que yo misma me encargaré de que esa estúpida omega muera frente a tu cara.

Tronó sus dedos y en cuestión de segundos decenas de hombres lograron rodearlos, arqueros, espadachines e incluso soldados en preparación estaban ahí. Entre todos ellos, SoRa hizo acto de aparición, esta vez no estaba sola, traía del brazo a BonHwa, quien aún seguía con sus manos atadas a la espalda y su boca cubierta, tenía algunos raspones en su rostro y un hilo de sangre comenzando a secarse. 

El corazón de Jimin se estrujó justo cuando BonHwa hizo contacto visual con él, sus ojos rojos al igual que su nariz, su respiración entrecortada y los restos de lágrimas en sus mejillas hicieron que algo dentro de su cuerpo se encendiera.

Su mirada transmitía el terror y el miedo que inundaba su ser.

Bajó su vista hacia el vientre de la chica sin percibir algún cambio en ella, no obstante, sabía de sobra que justo ahí su cachorro se estaba gestando, sumando una preocupación más a su persona.

—¿No es impresionante que ahora los papeles se invirtieron? – SoRa rió obligando a la omega a arrodillarse – ¿Por qué no tienes el mismo coraje que ella? ¿Será porque desciendes de un omega cobarde? 

—Cierra la boca, mamá...– susurró – cierra la maldita boca.

Una flecha atravesó la cabeza de un hombre que rodeaba el lugar, todos giraron su vista hacia el lugar de donde provenía dicha arma, Taehyung aguantó una sonrisa al ver a su omega encabezar una tropa proveniente de Hilgrand.

—Mucha charla por hoy, señores – bajó su arco dejando ver su rostro completo – quiero acción.

—¿Eres tan patética y estás tan urgida de atención que necesitas hacer todo este espectáculo? – RyuJin rió – sé más creativa, Kyrell. Los tiempos cambian.

Jungkook aprovechó la distracción que ambas chicas habían creado para comenzar a atacar hacia su derecha, siendo seguido por los demás, el sonido de los metales chocar, los gemidos de dolor y la sangre comenzó a ser derramada a plena luz del día, Kyrell desapareció del frente de Jimin dejándolo rodeado de alfas que combatir, los hombres fueron cayendo uno a uno ante la habilidad de alfa, algunos cortes en sus brazos no fueron impedimento para seguir adelante. Jungkook giró su vista hacia el frente y pudo divisar como Kyrell junto a SoRa arrastraban a BonHwa hacia un lugar, buscó a Jimin con la mirada encontrándolo debajo de un hombre, quien lo trataba de asfixiar, corrió hacia el hombre enterrando su espada en su espalda baja logrando atravesar su abdomen. 

—Vamos, levántate – el pelinegro lo ayudó haciendo a un lado al hombre sobre Jimin para después agarrarlo de la mano y ponerlo de pie hasta estabilizarlo – eso es.

—¿Dónde están? – jadeó agarrando sus costillas – la perdí de vista.

—Yo ví a donde se la llevaron, vamos.

Tomaron un poco de aire antes de correr y adentrarse al bosque en su totalidad, sus corazones latían desenfrenados ante la posibilidad que tenían de perder a la chica, quien se resistía a ser lanzada al lago.

—¡Maldita sea, BonHwa! – Kyrell le abrazó por la cintura jalándola hacia atrás – ¡Coopera!

Ponía todo de su parte para que aquella acción fuese postergada lo más que se pudiera, había logrado romperle la nariz a la alfa cuando intentó sujetar sus pies, por lo que se detuvo en un árbol a esperar a que el sangrado de su nariz disminuyera. Jimin y Jungkook pudieron encontrar el lago gracias al rastro de las zapatillas de la omega, ambas mujeres estaban al borde del agua forcejeando, por lo que Jimin se apresuró a llegar dejando salir su forma lobuna para obtener ventaja de Jungkook, el cual se quedó combatiendo con SoRa.

—Basuras como tú no merecen vivir – a este punto, el alfa tenia sometida a la mujer, estando él detrás de ella – hazle un favor a este reino y no nos robes más oxígeno.

Con un solo movimiento, tronó el cuello de la alfa dejándola totalmente inmóvil en el suelo. Por otro lado, Jimin había tomado con su hocico a Kyrell, trayendo consigo a su omega, así que procuró no ejercer mucha presión y lanzarla lejos del lago cayendo abruptamente en el suelo, BonHwa jadeó en cuanto sintió su vientre y cadera doler, cerró sus ojos tratando de aminorar el dolor, sintiendo aún más pánico cuando un líquido combinado con sangre empezó a descender por sus piernas manchando su ropa, el dolor en su abdomen y en su espalda baja incrementaba a medida que avanzaban los segundos. Jimin volvió a su forma humana, tomando a Kyrell del cabello hasta azotarla en el árbol más cercano y someterla en el suelo.

—No te vas a salir con la tuya esta vez – Jimin le miró con rabia e indiferencia – se acabó tu juego.

—¿Crees que podrás salvarla y sacarla de esto ilesa? – la mujer rió – ¡¿De verdad piensas que ella vivirá?!

—Eres una escoria que se aprovecha de la vulnerabilidad de los demás – enrolló sus manos en el cuello de la mujer – morir es poco comparado con lo que hiciste, mereces algo peor.

Comenzó a ejercer presión sin piedad, las venas sobresalían de su cuello, sin embargo, detuvo su accionar un momento girando su vista al escuchar un grito y el sonido del agua al mismo tiempo, la risa ronca de Kyrell le hizo voltear nuevamente, esta ocasión con lágrimas en los ojos y una expresión asustada.

—Tú decides, príncipe...– sonrió con burla – mi muerte o su vida.

En ese instante, la imponente figura de Jungkook empujó a Jimin lejos de Kyrell, aterrizando cerca del lago. 

—¡Sálvala! – gritó sosteniendo las manos de la mujer encima de él – ¡Vamos Park, no te quedes ahí parado!

Jimin se aventó sin pensarlo al lago, nadaba con pesadez buscando a BonHwa entre la oscuridad del agua, pudo divisar a su omega luchar contra las ataduras mientras se hundía con velocidad, dejando salir burbujas de aire en búsqueda de respirar, sus movimientos eran cada vez más lentos y estaba muy lejos de él. Quiso confiar en su magia y con sus manos formó una esfera dorada, lanzándola hacia ella.

La magia envolvió el cuerpo de la Omega ayudándola a flotar, Jimin retrocedió hasta llegar a la superficie y poco después la burbuja se rompió, tomando entre sus brazos a BonHwa, subió primero a la chica para después subir él. Desató con rapidez sus manos y luego bajó la tela de sus labios, colocó sus dedos en su cuello intentando encontrar su pulso, pudo respirar un poco mejor en cuanto lo sintió, aunque era algo lento y su respiración era pesada, vió su ropa tintada de sangre y temió por la salud de su cachorro, sin embargo, su prioridad era sacar toda el agua que ella se había tragado, así que procedió a darle respiración de boca a boca hasta que comenzó a toser escupiendo el agua.

BonHwa abrió sus ojos parpadeando con lentitud para acostumbrarse a la luz del sol, en su campo visual lo primero que apareció fue el rostro de su alfa viéndole con preocupación, inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas y los cerró dejando caer lo que trataba de retener.

—Jimin...– él negó abrazándola con suavidad.

—Estoy aquí, cariño, estoy aquí – sollozó en silencio – estás bien.

—El bebé, Jimin, el bebé – BonHwa comenzó a desesperarse – estoy sangrando mucho, voy a perderlo.

—Calma, eso no sucederá – pasó su brazo por debajo de sus muslos para después colocarla con cuidado sobre sus piernas – primero debo sacarte de aquí.

—¿A dónde tan rápido, tortolitos? – Kyrell avanzaba hacia ellos con el rostro magullado y una sonrisa perversa – ¿Por qué se van si la fiesta apenas va a comenzar?

—Lárgate, maldita sea – musitó Jimin abrazando a BonHwa – ¡Lárgate y desaparece!

—¡No voy a hacerlo hasta verlos muertos! – la mujer alzó sus manos formando una gran nube negra – ¡Ustedes no merecen ser felices! ¡No lo merecen!

BonHwa se escondió en el pecho de Jimin, ambos cerrando sus ojos esperando lo peor, no obstante, eso nunca llegó, cuando abrieron sus ojos de nuevo, Jungkook se encontraba parado inmóvil frente a ellos, el alfa había combatido con Kyrell para darle tiempo a Jimin de poder salvar a BonHwa, los vió salir totalmente indefensos y en desventaja ante la gran mujer, su parte racional le pedía que huyera de ahí, pero su corazón dictaba lo contrario, así que cuando notó que Kyrell tenía la firme intención de matarlos, no dudó ni un segundo y se posó frente a ellos, sacrificándose y recibiendo todo el impacto.

—¿Qué hiciste, Jungkook? – murmuró Kyrell en un hilo de voz – ¡¿Qué demonios hiciste?!

—Lo correcto...– cayó al suelo sintiendo como su pecho dolía en demasía – lo que mi c-corazón pedía.

Todos los demás llegaron al lugar rodeando a los cuatro adultos que protagonizaban la escena, se quedaron estupefactos al ver cómo la piel de Jungkook se iba tornando negra y cómo la mujer gritaba ante lo que sucedía.

—¡No, no no! ¡Jungkook, Jungkook! – comenzó a jalar su cabello intentando deshacer su hechizo pero sólo se engañaba a sí misma, no había marcha atrás – ¡Por favor, no!

BonHwa y Jimin lloraban en silencio la muerte tan cruel que su amigo estaba teniendo, el alfa cayó al suelo girando su rostro hacia ellos, su cuello comenzaba a tornarse de color negro, escondiendo aquella piel tan tersa que poseía, sonrió mientras su respiración poco a poco se iba parando.

—Sean felices...– su rostro terminó de colorearse, marcando el final de su vida.

Kyrell comenzó a gritar hasta que su garganta dolió, había entrado en una especie de locura que nadie podía aplacar, se acercó al cuerpo de Jungkook y lo sacudió esperando alguna respuesta del chico.

—¡Despierta, por favor, despierta! – rasguñó su propia piel – ¡Yo no te maté, yo no te maté!

Divisó en el suelo la espada que pertenecía a Jungkook, así que la tomó para después enterrarla en su abdomen en repetidas ocasiones mientras seguía gritando el nombre de Jungkook y que no era su culpa, todos en el lugar veían la escena horrorizados, demasiada sangre estaba siendo derramada en ese instante, la conmoción se hizo presente en ellos, especialmente en la pareja, quien esperó el momento en el que Kyrell dejó de respirar, cerró sus ojos y cayó en el suelo para poder respirar con regularidad.

Definitivamente todo se había terminado.

Quiero llorar, gente, sólo falta el epílogo y adiós a mi trilogía favorita :c

Pero, tengo buenas noticias, vendrá una historia nueva, a la cual le den mucho amor como a esta, les prometo que en el siguiente capítulo les daré todos los detalles.

Espero hayan disfrutado este intenso final y como siempre, ¡Gracias por su amor y apoyo! ❤️