|35| El Nuevo Orden
"Ha pasado un año, ella dijo que no tardaria un año"
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E L O T R O M U N D O
La escuela Alfea para hadas y especialitas habia empezado un nuevo año, por ende, un nuevo semestre tambien empezaba. El patio principal de la academia se llenaba de muchos nuevos alumnos, unos timidos y otros enseguida agarraban confianza, tambien estaban aquellos alumnos que se reencontraban luego de un largo verano sin verse, pero contentos de volver a empezar juntos.
Aisha ayudaba a los nuevos estudiantes de primer año con su papeleo y habitaciones, mientras que Bloom los guiaba en un tour historico, relatando cada momento importante para Alfea y para ellas tambien, incluso. Y nunca faltaba los coqueteos por parte de los alumnos de tercer años hacia las nuevas de primero, ya diciendole que habra una fiesta cuando se termine el semestre para festejar en una zona perdida del bosque, lejos de quemados.
Las cosas habian vuelto a un principio, ¿no?
Rhaegal y Azriel TrueBlood, principes de Ignis y de la Corona tambien, habian decidido abandonar la escuela para este semestre, debido a las nuevas tareas que tenian en Ignis como asistir a las reuniones del Consejo de la Corona, para hablar del futuro de su dinastia y de tambien del Otro Mundo. Ademas de que Rhaegal ya entrenaba con la guardia Real y era la Mano Derecha de Dohaerys Monteros, el actual lider de la guardia. Por otro lado, Azriel permanecia dentro del castillo leyendo y aplicandose en las reuniones, para luego tambien entrenar con su hermano. Pero nunca se negaban a dar una visita por Alfea.
La Corona y el Consejo de los TrueBlood aun mantenia en pie el encantamiento que usaron en algunos alumnos de Alfea para agarrar los recuerdos que tenian de Annelisse y encerrarlos en un cofre dentro de su mente para hacer que se olviden de ella. Habia pasado un año ya de aquel hecho, pero sabian que fue lo correcta, para proteger la vida de ellos, y la de la joven.
Volviendo a la historia, Azriel bajaba lentamente los escalones del santuario que se encontraba totalmente vacio y en silencio. El polvo se habia hecho presente con las semanas, y tambien uno que otro bichito.
«Voy a volver... voy a volver por ustedes»
La voz temblorosa de su hermana habia inundado su cabeza, recordando aquel dia hace un año, antes que ella se sometiera dentro del portal hacia el Reino de la Oscuridad, en busca de respuestas. Ella se habia enterado de su verdadero originen, de su estado de stasis durante mil años y como ella llego a manos de la familia Trueblood.
-Ay, Ann... -suspiro Azriel: era todo mas sencillo antes que Sebastian aparezca y le diga su verdadero origen. Aun recuerda cuando ya no pudieron verla y el portal se habia cerrado cuando ella cruzo, dando origen al Nuevo Orden.
-Sabia que te encontraria aqui -el castaño giro la mitad de su cuerpo hacia las escaleras, tambien viendo al principe Rhaegal llegar hacia su posicion- El abuelo dijo que habias usado su anillo de portal -e indico el dedo indice de Azriel. Otro hecho que habia ocurrido ese dia, era que el anillo de portal que Annelisse cargaba se cayo al suelo cuando ella cruzo el portal: resulta que los anillos de portales no son bienvenidos en ese mundo, por lo que Azriel habia decidido usarlo.
-Hoy se cumple un año -le replico volviendo a ver la pared vacia (que hace un año la tapaba un portal magico)- Un año de su partida.
-Lo se... pero recuerda que fue ella quien decidio irse, quien decidio buscar respuestas y cerrar el unico medio de entrada a este mundo -su hermano mayor se posiciono junto a el, tambien viendo la pared vacia llena de polvo.
-Ha pasado un año, ella dijo que no tardaria mucho -su hermano Azriel lo miro con preocupacion y enojo tambien. Rhaegal no le contesto, solo lo miro en silencio- Sabes como es el tiempo en el Purgatorio, Rhaegal... sabes lo lento que avanza el tiempo alli.
Rhaegal asintio, Rhaegal sabia como se manejaba el tiempo alli mismo, porque el habia estado alli tambien un año luego de que Farah y Silva le inscrustaron una daga del sueño en el pecho y luego lo encerraron tambien en el santuario. Para Rhaegal su partida habia sido de diez horas (estando en el purgatorio) pero para el otro mundo su ausencia se habia convertido en un año.
-Lo se -volvio a repetir despues de un silencio- Pero tambien se, que no podemos abrir un portal de aqui para alla -le indico con firmeza, sabiendo que tampoco era buena idea hacerlo- Ella decidira cuando volver y mientras tanto... -golpeo el hombro de su hermano menor con algo de fuerza- Tenemos que volver a Ignis, antes que las chicas se den cuenta y no nos dejen escapar -solto una risa burlona, haciendo referencia a Bloom y Stella.
Rhaegal empezo a subir las escaleras a los trotes mientras reia, dejando a Azriel aun frente a aquella pared llena de polvo y vacia, pensando.
-¿Vienes o prefieres que Bloom te depile las cejas? -exclamo Rhaegal a la lejania de su hermano ya. Azriel no tuvo otra opcion que darse media vuelta y subir los escalones con tristeza y lentitud.
[...]
E L P U R G A T O R I O
-¡Agh! -grito Annelisse esquivando una bola de energia negra bastante viscosa, la joven casi tropieza contra el suelo pero pudo mantener el equilibrio y seguir corriendo.
La muchacha corría por todo el bosque mientras era perseguida por distintas criaturas, entre ellos, los leviatanes: criaturas de forma humana pero con enormes dientes en todo su rostro (ya que no tienen ni nariz ni ojos), que pueden estirar sus extremidades y lanzar bolas de quien sabe que.
Habia gritos distorsionados provenientes de todas las direcciones, gritos entre cortados de bestias y cosas raras. Annelisse ponía a prueba todo lo que había leído por tantos años.
Y Rhaegal tenia razón, no es lo mismo leer de criaturas que enfrentar esas mismas.
Mientras corría, Annelisse abrió su mano derecha y giro la mitad de su cuerpo en su segundo, lanzando una bola de fuego de fenix hacia una criatura que no pudo ver pero cuando siguio corriendo, pero escucho un grito ahogado, creo que le había dado.
Annelisse no se percato bien del camino cuando entonces piso mal y cayó unos diez metros sobre una cascada rodeada de piedras. Ella pego un chillido de imprevisto cuando sus rodillas chocaron dentro del agua. Quedo con sus rodillas y manos dentro del agua, mientras giro su cabeza hacia de donde cayó, viendo una criatura de unos tres metros sin rastros faciales.
No dudo ni dos segundos en empezar a arrastrarse para cruzar esa mini laguna mientras chapoteaba con desesperación pero en ese momento, algo enredo todo su tobillo derecho y tironeo del mismo, logrando que caiga como plancha al agua y volteo su cuerpo hacia la criatura.
Annelisse empezó a armar una pelota de fuego de fenix y se la lanzo con tal de cortar aquel brazo largo, pero rápidamente se volvía a transformar en un brazo. El brazo empezó a tironear para arrastrarla.
En ese momento, una filosa espada se interpuso entre Annelisse y aquella criatura que estuvo en las visiones de la joven, partiendolo a la mitad. La ojiazul vio a su "salvador": un joven de aspecto serio e inexpresivo, también de ojos claros y una gran chaqueta, no podia creer, era la primera y única persona que encontró además de la otra mujer en la torre.
-¿Que...?
-¡Vamos! -grito el chico levantandola de un tirón y ambos empezaron a correr en dirección contraria, subiendo unas montañas para alejarse lo más rápido posible. Ambos se metieron en otra parte del bosque, escabullendose entre las ramas y los arbustos altos, el joven misterioso agarro la muñeca de Annelisse con fuerza para no perder la.
Otra vez el ruido de un rugido extraño llego a las orejas del dúo, a lo que Annelisse uso su mano libre para invocar otra llama del fenix y lanzarla a sus espaldas.
-¡No uses tu magia! ¡Solo le dices donde estas! -grito el pelinegro y Annelisse se quedo perpleja, su magia ya no era útil como creyó- ¡Vamos! -y se metieron por el lado izquierdo, pasando unos matorrales y escondiéndose en una mini cueva debajo de una pequeña montaña. Annelisse entró primera, luego el muchacho.
-¿Que...? -pero fue callada por los "sh" del chico, ambos se callaron y empezaron a escuchar.
El bosque quedo en completo silencio, ambos escucharon como arriba de su escondite habian fuertes pisadas, acompañadas de un sonido crujiente de una mandibula. Annelisse se agacho con mucho cuidado.
Aquel ruido era como de huesos, chillando, como si aquella cosa moviera sus huesos como si fuera un ruido de señal, acto seguido, dio un gran rugido que seguro se escucho en todo el bosque para luego alejarse de esa posición lentamente. El joven espero unos segundos antes de salir de ese escondite, mirando a todas las direcciones para luego mirar a Annelisse y tenderle la mano.
La joven lo miró insegura, pero el la rescato, era lo mínimo que podía hacer. Entonces decidió tomar su mano y ambos salieron de la cueva.
-¿Adonde se fue? -pregunto Annelisse con la voz agitada y la respiración cortada. Hacia mucho tiempo que no corría de esa forma.
-No muy lejos, pero tenemos que movernos -le aseguro abriendo más sus ojos y viendo de donde vinieron- Vamos
-Wow, wow -dijo ella deteniendolo y se soltaron las manos, el la miro sin entender- ¿Quien eres? ¿Que era esa cosa? -señalo a sus espaldas- ¿Y que paso aqui?
-Tu viniste del Otro Mundo, del Reino de las Hadas -le recordo el- Cuando cruzaste el portal, tu esencia y tu magia despertaron a los leviatanes, todas las criaturas que estaban aqui ahora sienten tu aroma, te quieren aqui.
-¿Leviatanes? -pregunto ella y recordo la primera vez que llego, escuchando aquel rugido y presintio la misma descripcion que habia en los libros. Annelisse no podia creerlo, su hermano tenia razon, no es lo mismo leerlo que verlo con tus propios ojos.
-...Y mientras mas quieto nos quedamos aqui -siguio hablando el joven- Mas ventaja le damos a ellos, tu llama del fenix aqui es inutil, solamente les das tu ubicacion para que vengan, aqui es distinto -su tono era brusco y bastante frio, pero era sincero con la joven. Annelisse observo como el saco de su espalda otra espada de grosor fino y bastante liviana- ¿Sabes como usarla?
Annelisse lo miro un segundo, luego bajo su mirada a la espada. Con amargura, la tomo con su mano derecha.
-Tienes suerte que mi padre era un especialista -dijo tras tomar la espada y moverla, era bastante ligera y comoda para ella- ¿Quien eres?
-Soy Dean... es todo lo que tienes que saber -le respondio el joven de ojos claros y ambos se miraron, la noche parecia eterna en aquel lugar, jamas vieron un rayo de luz asomarse- Vamos, tenemos que ocultarnos. -y comenzo a caminar cruzando el pequeño rio frente a ellos. Annelisse lo miro unos segundos, era claro que no confiaba en el, pero por el momento, era la unica persona que buscaba sobrevivir al igual que ella y debian mantenerse juntos por aquello.
[...]
E L O T R O M U N D O
Rhaegal y Azriel habian fracasado al venir a la escuela sin ser detectados por sus novias. Ahora, los dos eran arrastrados por ellas a todos lados, ya que no los veian desde hace un mes, la Corona los mantiene ocupados y lejos de su vida de adolescentes, incluso tampoco podian comunicarse como antes. Rhaegal estaba sentado en el sillon de la suite de las hadas, mientras esperaba que su novia estaba buscando algo en su habitacion: la habitacion que compartia anteriormente con Annelisse.
-¿Cuanto tiempo tengo que someterme a esta tortura? -exclamo Rhaegal con amargura y aburrimiento, mientras tiraba su cabeza para atras sobre el sillon, estaba seguro que preferia estar rodeado de quemados a sufrir las consecuencias de su novia Stella.
-Deja de quejarte, no te veo hace un mes, ¿y es lo que dices? -pregunto ella saliendo de su habitacion, con ambas manos detras de su espalda y Rhaegal giro su cabeza con lentitud, mas aburrido- No sabes los chismes que tengo.
-¿Me interesan esos chismes? -pregunto el con ironia, mientras que Stella se acercaba mas al sillon donde reposaba- ¿Que querias mostrarme? -volvio a preguntarle una vez que ella se sento a su lado, sin mover sus manos de su espalda.
-Estaba limpiando mi habitacion y... no se porque jamas habia visto esto, por un momento pense que era un regalo tuyo -empezo a hablar mientras sacaba de su espalda un marco de color blanco con algo de polvo y una fotografia de hace unos años. Pero Rhaegal no dejaba de ver los ojos de su novia- Pero entonces vi y la foto y dije, ¿quien es? -ahora si, Rhaegal bajo su mirada a la foto, en ese momento sintio que un balde de agua fria cayo sobre su cabeza- Digo... recuerdo a Daeron -señalo a a un joven de pie detras de los demas, abrazando a los que estaban sentado delante suyo. Daeron siempre mantenia su rostro de modelo- Aqui estan Az y tu -ahora señalo a ambos nombrados que estaban a los costados, sentados con una sonrisa en los labios- Pero ¿ella? -y señalo a una joven pelirroja en medio de los tres hombres Trueblood, de grandes ojos azules- No recuerdo que ninguna de tus primas sea asi.
Rhaegal se quedo perplejo al ver la fotografia que Annelisse tenia en su habitacion, estuvo seguro hace un año su hermano Azriel habia sacado todas las pertenencias de Annelisse de la habitacion, pero resulta que aquella fotografia de los hermanos Trueblood habia quedado entre las cajas.
-Parece que ustedes eran o son, muy cercanos a ella -Rhaegal la miro, incluso detecto el tono celoso de su novia hacia su cuñada.
-No te entiendo, te escucho, ¿celosa? -pregunto el con un tono burlon, esquivando el comentario de ella. Stella levanto una ceja, pero Rhaegal le arrebato aquel cuadro de las manos y se levanto de golpe, dejandola mas confundida- Tu eres mi novia, no deberias preocuparte.
-Rhae...
-Tengo que irme -la interrumpio, escondiendo el cuadro detras de su espalda. Stella se levanto del sillon y en ese momento, las puertas de la suite se abrieron, dejando ver a Bloom arrastrando a Azriel de forma desesperada. Los cuatro se quedaron de pie y en silencio, mirandose- ¡Justo a tiempo! -grito hacia su hermano, que no entendia que le queria decir, el estaba comodo en ese momento con su novia- Tenemos que volver a Ignis, Dohaerys nos matara si llegamos tarde a entrenar.
-A-acaban de llegar... -dijo Bloom cabizbaja, luego de escuchar a su cuñado pero a este no le intereso y se apuro mas. Bloom miro a Azriel, rogando que el se quede pero ni este entendia que estaba sucediendo.
-¿Entrenar? -pregunto Azriel por primera vez- Pero si entrenamos temprano...
-¡Y tenemos que volver! Somos los señores de Ignis, y nuestro abuelo quiere que seamos los mejores -lo interrumpio su hermano mayor- Asi que, adios, te amo -empezo a apresurarse y le dio un beso rapido a Stella y paso por alado de Bloom tomando a Azriel de la camisa y tironeandolo con fuerza fuera de la suite, antes que las muchachas pregunten. Las puertas se cerraron con ellos y empezaron a caminar- ¿¡Que es esto?! -exclamo alterado y le entrego el cuadro a su hermano- Stella lo encontro.
-¿Que? Estuve seguro que lo empaque hace un año -pregunto atonito tambien Azriel viendo la fotografia y Rhaegal se la arrebato de la mano.
-Pues parece que no fue asi -y suspiro- Ahora Stella no parara de hacerme preguntas estupidas, agh...
Y tal como habia dicho su Majestad, Stella se habia quedado inmovil con una expresion pensativa mirando la puerta, mientras que Bloom la analizaba sin entender que habia ocurrido hace segundos nomas. Stella iba a llegar al fondo de esto, y si no era con sus amigas, iba a ser sola.
[...]
E L P U R G A T O R I O
Annelisse y Dean habian caminado por mas de dos horas en completo silencio, ella lo seguia por atras mientras lo analizaba de pies a cabeza, le resultaba extraño que despues de unas horas (en realidad, despues de un año para el Otro Mundo) recien encuentre alguien ahi mismo, habia permanecido segura que le dio vuelta a ese pequeño mundo y no encontro nadie.
-¿Donde estamos? -pregunto al ver el lugar: ya no se encontraban en el bosque, ahora estaban en un campo de largos pastizales y quemados, con un enorme viento y sin nada para poder descansar un rato. Anne podia oler aquel aroma campestre.
-Podremos descansar aqui, si es lo que quieres -le contesto el otro muchacho, revisando el perimetro a la lejania y guardo su espada dentro de la funda correspondiente- Nos hemos alejado bastante.
-¿Que, mi esencia no los atraera? -volvio a preguntar con inquietud, su acompañante miro por encima de su cabeza para comprobar algo.
-No por unas horas, al menos que prendas una fogata -le respondio con sarcasmo, ella lo miro con seriedad pero el aun asi, esbozo una sonrisa para luego instalarse sobre el pastizal seco- Aquellas cosas estan sueltas, pero si no tienen que perseguir, estaran por ahi.
-¿Por cuanto? -giro su cuerpo en la direccion en la que vinieron, frunciendo su ceja.
-Annelisse... -e hizo una pausa para que lo mire- Calmate...
-No, no me puedo calmar cuando acabo de llegar y nomas ya me querian matar y tuve que escapar de esa... COSa horrible -ella lo interrumpio y se acerco a el rapido, hablando rapido mientras movia sus manos y señalaba la direccion a sus espaldas- Y ahora, me encuentro escapando de leviatanes y otra cosas de alli mismo porque casi me matan en la torre negra...
-¿Que? -el la interrumpio, sorprendido de todo lo que escucho- ¿Fuiste a la Torre Negra? -abrio aun mas sus ojos claros.
-Es lo primero que vi cuando llegue, pense que, habria alguien para ayudarme o algo... -comento ella, abrazandose a si misma y recordando toda la escena de la torre negra- Pero... fue peor de lo que pense...
-Asi que viste a Thin Man... -entendio el por fin y ella fruncio mucho mas sus cejas, sin entender.
-¿Thin que? -musito con sus labios- Como sea, fue peor porque luego fui al bosque y todos olieron mi esencia y empezaron a correrme y ahi apareciste tu, Dean. En medio de esa tormenta. -el nombrado parecia estar pensando lo peor de lo peor, sus ojos se movian de un lado a otro con inquietud y luego parecia explotar dentro de si mismo.
Se quedaron en silencio.
-¿Lo.. viste? -Annelisse lo miro sin entender, su acompañante movia sus manos para describir una persona muy alta con sombrero, brazos y piernas largas, con traje- A Thin Man.
Annelisse reprodujo aquellas escenas de la torre oscura en su mente, habia sido todo tan rapido, creyo haber encontrado a la unica persona que le podia dar respuesta de lo que ocurrio hace mil años, en esas tierras que ahora son un reino oscuro, pero sin embargo todo se cambio de un momento a otro. Los fragmentos estan dispersos, recuerda que de un momento a otro, estaba huyendo de la torre directo al bosque, con algo pisandole los talones y ella usando su poder de hada.
Y luego, ella encontro a su angel.
Continuando con la escena, ambos se giraron a espaldas de Annelisse, donde se escucho un gran rugido de huesos y una poderosa voz extraña, no se podia ver a la perfeccion al dueño de la voz, pero si que los estaba buscando a ellos. El clima cambio tambien, de las nubes comenzaron a brotar grandes gotas de agua que cayeron de inmediato al sueño, acompañado de truenos y relampagos.
-Es tarde... esta aqui... -dijo Dean a espaldas de Annelisse, pero ella aun estaba hipnotizada por la criatura que la venia persiguiendo. Dean vio el shock de la pelirroja, a lo que tomo de su mano y la tironeo con fuerza- ¡Vamos! -grito, guiandola entre los pastizales altos. Tenian que esconderse cuanto antes.
[...]
E L O T R O M U N D O
Rhaegal y Azriel habian abandonado la escuela Alfea tras el incidente con sus parejas, pero aun se mantenian por las instalaciones y alrededores del campus, ya que tenian tiempo hasta la medianoche para volver a Ignis o sino los irian a buscar para que vuelvan obligados, por medida de seguridad.
-¿Que piensas? -pregunto Azriel al ver a su hermano sentado sobre una roca mientras observaba la luna sobre el cielo nocturno.
Rhaegal nego de lado a lado, distraido.
-Nada... no pienso en nada -y ahora lo miro, con lentitud- Me siento en paz, sin nadie que me diga que hacer o que decir.
Azriel chasqueo su lengua, entendia su sufrimiento. En ese momento, el anillo de Annelisse (que en ese momento lo estaba portando Azriel) empezo a titilar varias veces un brillo rojizo, como si fuera un foco a punto de fallar. Rhaegal miro su mano derecha y se quejo.
-Este estupido anillo, ya esta fallando -se quejo y prosiguio a sacarse el anillo de su hermana para verlo con mas detalle.
-No, no, no... -Azriel se acerco rapido a el y tambien vio el anillo titilar, robandoselo de las manos- Dicen que si los anillos titilan es porque presienten a sus dueños originales.
-Annelisse esta a kilometros de aqui, en otro plano terrenal -le recordo con amargura y le arrojo el anillo a Azriel, que lo atrapo enseguida en el aire- Es estupido -ambos miraron el anillo que ahora parecia una bomba a punto de explotar por la rapidez que titilaba el brillo y se intensificaba su velocidad.
-Annelisse... -y Azriel salio corriendo directo a la escuela, con un presentimiento en la mente y por eso queria ir directo al santuario. Rhaegal se quedo perplejo, pero decidio ir tras el.
[...]
E L P U R G A T O R I O
Annelisse y Dean entraron corriendo a una granja abandonada en medio de aquel campo, la cabaña estaba en ruinas y a punto de caerse a pedazos, aun esa cosa (o Thin Man) los estaba acechando, y la queria a ella, a la llama del fenix. En la lluvia no se podia ver quien mas los perseguian, pero sabian que era mas de uno.
-Estamos atrapados... -sisario Annelisse, con la respiracion agitada y mirando en todas las direcciones, venian de todos lados- Esta aqui. Me quiere a mi, el quiere esto -y le mostro la llama del fenix en la palma de su mano.
-No, no te van a tener -dijo seguro su compañero mientras caminaba por toda la habitacion, viendo por la enorme ventana la lluvia que habia llegado a su zona. Annelisse lo miro preocupada, por su culpa el estaba en aprietos tambien.
-No, Dean... vete -dijo ella rapido- Vete de aqui.
-¿Que?
-¡Vete! -exclamo elevando su voz- No voy a arriesgar a un soldado que me salvo, yo puedo contra ellos.
-¿Estas loca? -insinuo y en ese momento, escucharon que la puerta de la casa se abrio de golpe, a tres habitaciones de ellos dos- En el momento que te vea, no puedes hacer nada.
-¿Y que vas a hacer? -pregunto ella nerviosa, escuchando las pesadas pisadas que se estaban acercando- No voy a arriesgar a un soldado que me salvo varias veces este día.
Habian roto otra de las puertas, ya estaban a punto de acercarse a su habitación. Annelisse se pego a la única ventana de allí mismo, abriendo sus manos con dos llamas dentro.
Entonces Dean, de ojos azules y grandes ojeras la miro con lentitud.
-Nos vemos en el otro lado -dijo y sin que ella reaccione, el extendió todo su brazo derecho hacia ella, causando que una gran fuerza la levante y la empuje a sus espaldas. Donde previo se había abierto un portal al mundo de las hadas, el mismo portal que Sebastian habia abierto hace un año exacto.
Annelisse sintió que rompió varios cristales a su espalda y cruzo un portal, dejando a su nuevo amigo ahí mismo, con esa cosa que la quería a ella. Solo pudo ver a aquel hombre azulado largo de traje y sombrero entrar a la habitación y luego todo se volvió negro.
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