"Es nuestra hermana, y no podemos dejar que siga experimentando con ella"

——⚜——

《Azriel》

-¿Ignis? ¿Perdiste la cabeza? -empiezo a retractarle a mi hermano mayor mientras lo persigo por atras y este camina como si nada, preparando sus cosas para la locura que estariamos a punto de cometer- No podemos dejar que entre, las hadas lo captaran enseguida.

-Es la unica opcion que tenemos, Azriel -me respondio mi hermano sin verme, este vigilaba por la ventana y no se podia ver mas que la misma noche, parece que ya se viene el primer cambio de la guardia nocturna- Es lo ultimo que debemos hacer.

-Si alguien de Ignis se entera que llevamos a un brujo de sangre, la misma especie que se llevo a nuestra hermana, nos van a matar -le volvi a repetir con miedo, incluso nuestra propia familia nos daria la espalda si se enteran de lo que estamos por hacer- Rhaegal, piensa con la cabeza fria, por favor.

-Lo hago, hermano -e hizo una pausa, para voltear a verme con sus frios ojos cafe, su boca esta tensada al igual que toda su mandibula, mostrandome una posicion segura de sus palabras- Y no se daran cuenta, entraremos por la ruta de escape y los subsuelos del castillo.

-No lo estas haciendo por mama o por Daeron -ahora detuve a mi hermano quien estaba a punto de abandonar el pasillo por el que caminabamos para internarse en las escaleras hacia la fortaleza roja de los especialistas. Yo me detuve a medio pasillo y mi hermano aun seguia dandome la espalda- Lo haces por Annelisse -reconoci finalmente, viendo la espalda tensa de Rhaegal- Siempre fue por ella.

Ahora el se giro lentamente, evitando mirar mi persona.

-Yo extraño a mama y a Daeron tambien -confeso, despues de segundos en completo silencio, sus ojos estaban cerrados- Pero no quiero que a Annelisse le pase lo mismo que a ellos.

-Pero jamas olvidaste el segundo lugar, ¿no? -dije por fin, logrando que abra sus ojos y me mire. El tema que jamas debes tocarle a Rhaegal Trueblood es ese mismo y su segundo puesto que vivio toda su vida. El segundo puesto, ser la sombra del primero y del primogenito, queriendo ser los ojos de nuestra madre y esforzandose dia a dia, noche a noche para ser el mejor de los cuatro y que ella voltee a verlo y que lo felicite por sus logros, su disciplina y su trabajo, algo que jamas ninguno tres logro- Jamas olvidas el rencor que le tuviste a nuestro hermano mayor por mama.

-Azriel... -y cuando me nombro, solto una risa incredula- No se de que estas hablando.

-Si, lo sabes y muy bien -lo interrumpi, empezando a caminar hacia el con pasos apresurados- Recuerdas con dolor como todos los dias mama y Daeron permanecian juntos, como ella lo felicitaba por tocar un maldito arpa mientras que a ti no te felicitaba por ganar una pelea o aprender a usar tus poderes de hada. Recuerdas que jamas te volteo a ver porque Daeron era sus ojos -mis palabras se clavan como mil agujas en su corazon, puedo ver como su expresion cambio por completo a una de dolor mezclada con enojo- Era el abuelo quien nos alejaba y nos felicitaba por aquello, mientras que mama cuidaba a su niño especial como el unico que tenia.

-¿Y a ti no te dolia? -ahora el me interrumpio, logrando que ambos nos enfrentemos y estemos a centimetros del cuerpo del otro, nuestras cejas se encuentran fruncidas. No es el momento ni el lugar para hacerlo ahora- ¿No te dolia sangrar y que ella no lo reconozca? ¿No te dolia que ella misma te decia que tenias que ser el mejor cuando ni ella te miraba? ¿O que el abuelo tenga que alejarnos y entrenarnos el para que no suframos la ausencia de ella? Dime, Azriel... ¿no sentias el mismo rencor por alguien que no peleaba ni usaba su poder de fuego?

Claro que lo sentia, y todos los dias, pero eso no me impedia seguir entrenando para ser mejor y que algun dia, mi madre voltee a verme para que pueda sonreirme con esa gran sonrisa que tenia y escuchar como su voz me felicitaba.

-Dime que Annelisse no nos importa y matare a Sebastian hoy mismo -me dijo. Yo no le respondi, claro que me importa mi hermana, es lo unico que me importa en estos momentos- Lo haremos.

[...]

《Rhaegal》

La luna iluminaba el cielo nocturno, acompañado de las estrellas, y una enorme rafaga de viento venia del norte directo al sur. Esta parecia ser la noche completa. Viajamos en una camioneta por la ruta de escape de nuestro hogar, ya que ingresariamos por los subsuelos del castillo para infiltrarnos en la capital.

Sebastian se dio cuenta de nuestra incomodidad al momento que llego a la escuela, pero sabia que si seguia preguntando o haciendo chistes de aquello solo seria cuestion de tiempo para que lo queme vivo y terminemos con esto mas rapido.

-¿Cuanto tardaremos? -pregunte con un tono amargado, prefiero estar en Alfea que parecer alguien que va a robarle a la corona. Aunque creo que lo haremos.

-Lo que tenga que tardar, dependiendo si Andreas quiere colaborar conmigo o no -respondio con franqueza y en ese momento Azriel lo detuvo, agarrandolo del cuello de su camisa y eso me hizo parar a mi.

-¿A que te refieres? Andreas esta bajo hechizo de las hadas de mi padre -le recordo, a la par que soltaba al brujo y este se acomodaba la ropa. Eraklyon esta sometido a la hipnosis de las hadas de Ignis, para evitar que se mate en su propia celda o sea capaz de hacer algo, y asi lo tendran hasta el dia que lo maten.

-Voy a meterme en su cabeza, par de idiotas -y me miro a mi tambien, logrando que frunza mis cejas- Y es Andreas quien si quiere, me puede sacar de su cabeza. Al menos que quiera colaborar y ayudarme a recuperar sus recuerdos, quien sabe quien se los habra borrado. Seguramente alguien que lo conoce bien y sabia que esto podria pasar en un futuro. -sus palabras tienen razon, un hada se los habra borrado para evitar este problema en un futuro, pero la respuesta es quien se los saco- ¿Adonde nos dirigimos? -ahora solo me miro a mi, con una mala cara.

Continuamos todo el camino silencioso por nuestro hogar, evitando a los guardias que merodiaban por los pasillos mientras que mi abuelo y mi padre dormian en sus respectivas habitaciones, por lo que tuvimos que tomar un pequeño atajo hacia la prision de Ignis, donde estaban los prisioneros mas peligrosos y que ya estaban sentenciados a la muerte en solo dias, donde no habia salida tampoco. Al final nos infiltramos en la prision, pero ahora seria mas dificil porque aqui hay guardias en cada rincon.

Tuvimos que meternos por una vieja celda y de ahi directo a los tubos de ventilacion, ya que era la unica forma de que Sebastian pase sin ser detectado por su magia. Cuando entramos en la celda, vimos a Andreas de Eraklyon tendido en el suelo, atado de manos, tobillos y cuello a una pared, con sus ojos grises: sometido por un hada.

-Mira esto... si tuviera mi telefono le sacaria una foto -bromeo el brujo de sangre, aguantando una risa y acercandose a Andreas para verlo de distintos angulos- Pobre Andreas...

-Terminemos con esto -hablo Azriel con un tono seco y cruzado de brazos, el estaba igual que yo, no queremos meternos en mas problemas del que ya estamos. Sebastian lo miro y luego al prisionero, entendiendo lo que tenia que hacer de inmediato. Yo me encontraba en una esquina, apoyando mi espalda en la fria pared de metal.

-Antes ustedes dos eran mas divertidos, ¿que les paso? -acoto Sebastian con amargura y rodo sus ojos, para empezar a mover sus manos frente a Andreas y empezar con lo que queremos. Yo suspire por lo bajo.

Muerte, eso nos paso.

Vemos como Andreas empieza a mover su cabeza en circulos como si estuviera mareado, acompañado de distintas expresiones confundidas y luego como sus ojos se tiñen de un color rojo sangre, tal como los tiene Sebastian. Aunque Andreas se quiere resistir, Sebastian pone mas fuerza de voluntad para entrar en su cabeza.

-Aquel dia... la Reina caminaba por los pasillos de su castillo en medio de la noche cuando alguien la sorprendio por detras... la durmio, y escaparon por la ruta subterranea del red keep -comenzo a contar Sebastian, llamando nuestra atencion- La llevo a una cabaña en medio del bosque, atandola y comenzando a torturarla... mientras que dos niños miraban con atencion todo, ella suplicaba y peleaba pero nada... unos meses despues, ella murio en manos de Andreas de Eraklyon por accidente, y fue ahi cuando Daeron Trueblood llego a rescatarla pero fue muy tarde. Daeron quiso escapar, pero un quemado lo encontro primero y lo convirtio, dejando su anillo para que lo encuentren. -ojala pudieramos ver lo que Sebastian veia, vemos que Andreas empieza a retorcerse de dolor una vez mas, mientras que las lagrimas desprendian de sus ojos y negaba de lado a lado, no queria volver a vivir eso- El quemado fue enviado por el niño de Andreas... Maxwell...

Las lagrimas tambien invadieron a mi hermano menor, que se encontraba tieso sin poder reaccionar, escuchando todo con atencion. Estaba en shock, no reaccionaba ni emitia un solo ruido.

-Ese fue el frabulloso dia para Ignis, los dias que cambiaron al Otro Mundo por completo -seguia relatando el brujo de sangre, peleando dentro de la cabeza de Eraklyon contra Andreas- Agh, quedate quieto... -le dijo al sometido, haciendo mas presion con su magia contra el.

-Cuidado, si esta atado a un hada ella puede sentir lo que el siente -le adverti, mirando con odio a Andreas, estoy contento que mañana al amanecer sea su muerte verdadera, para hacer justicia por nuestra familia.

-Y aquella noche del accidente... donde el y Marco los atacaron por sorpresa y ustedes cayeron por el sendero totalmente insconcientes, ellos fueron a buscarlos, querian la llama del fenix -siguio contando, apretando sus dedos donde le salian un humo rojo mientras arrugaba su nariz- Ellos fueron enviados por alguien mas, ademas de Crius... ellos fueron enviados por...

En ese momento, Sebastian se callo porque todos empezamos a escuchar una alarma en todo el edificio, que se escuchaba en el pasillo y los demas pisos de la construccion, era la alarma de emergencia. Al igual que se podia escuchar los pasos alejados que se acercaban.

-La alarma... el hada sabe que a alguien aca -le dije con el corazon en la boca, tenemos que salir de aca de inmediato- Sebastian, dejalo.

-La misma hada que los envio fue la que mato a Farah -confeso y nosotros dos nos quedamos aun mas shockeados, no nos podemos mover, siento que todo el oxigeno se me fue del cuerpo- ¿No lo sabian? -y nos miro rapido- Farah Dowling esta enterrada fuera de Alfea, tambien es esa hada que secuestro y tiene a su hermana, para conseguir la llama del fenix y armar una guerra.

-¡Sebastian, dejalo! -exclamo Azriel sobresaltado, empezando a acercarse a el para irse porque los pasos del exterior se iban acercando cada vez mas, y tenian que abandonar la celda esta vez por el anillo de portal- Tenemos que irnos ahora.

-Rosalind... -fue lo unico que dijo y volteo a vernos lentamente, nosotros nos congelamos en nuestro lugar y el suelta a Andreas, dejando que caiga insconcientemente sobre el suelo, desmayado- Rosalind...

-¡Abran la puerta! -se escucho del lado de afuera, uno de los hombres de la guardia real exclamo y ordeno que le abran la puerta. Se escuchaba la artilleria junto a el, estaba acompañado.

Fue en ese momento que abri un portal con mi anillo y empuje a Sebastian dentro suyo y a mi hermano con el, siendo el ultimo en cruzar el portal antes de que la puerta de hierro se abra y nos vean. Saliendo del portal directo en blackwitch una vez mas, en medio de la noche.

Siento que ahora si puedo respirar tranquilo, pero todavia tengo el corazon en la boca por todo lo que nos enteramos, ahora si sabemos todo y tenemos respuestas a lo que paso realmente con todo.

-Rosalind... -dije y mire a Azriel con preocupacion, ella tiene a Annelisse- ¿Por que Rosalind tiene a nuestra hermana? -y me dirigi al brujo, con odio, el puede ser mentiroso solamente para manipularnos como ya lo hizo antes.

-Ella quiere la llama del fenix, la que tengo anhelo por mucho tiempo -me respondio abriendo sus brazos- La reina Sophie Anne sabia con extremo el poder dentro de su unica hija, pero no se lo quiso decir a Andreas y entonces el la mato, por eso fue secuestrada hace años -empieza a mover sus manos de un lado a otro, tambien exaltado- Rosalind quiere una guerra contra Ignis y el otro mundo. Y Annelisse es un As bajo la manga.

-No es cierto -intervine yo dando un paso adelante- No es capaz de armar una guerra por poder.

-Es lo que Rosalind siempre quiso -me corrigio el brujo de sangre- Ella mato a Dowling, y una vez que tenga la llama del fenix... Annelisse morira por ella, o sera su arma contra todos ustedes.

Yo no puedo creer todo lo que nos enteramos, todo lo que paso en nuestra vida y a nuestra familia estaba planeado, todo para conseguir informacion de lo que tiene nuestra hermana en su interior, todo fue planeado. Si mi mama les hubiera dicho aquel dia hace años, todo esto seria un campo de batalla.

-Ella nos dijo que nosotros tambien tenemos la llama del fenix en nuestro interior, ¿por que no nos agarro a alguno de nosotros? -le pregunto mi hermano menor, algo desesperado tambien.

-Annelisse tiene la vieja llama del fenix, una magia muy concentrada y peligrosa si cae en manos equivocadas, a diferencia de la de ustedes que no es tan potente como la de ella -explico el brujo de sangre- El fenix original era una mujer hace millones de años, y su descendencia cayo en otra mujer de sangre real con el poder del fuego, osea, Annelisse. Ustedes no tienen el potencial de ella.

-Debemos buscar a Rosalind...

[...]

Tan pronto como dejamos a Sebastian, nos dirigimos a mas alla del muro de la escuela Alfea, dirigiendonos al lugar donde se puede abrir un portal al mundo humano, un edificio en ruinas y abandonado, rodeando de flora y fauna, pero que en medio de la noche no se puede apreciar nada de aquello.

Al momento que llegamos, vimos a Rosalind sentada en un banco de cemento, con las piernas cruzadas y esperando por nosotros dos. Ya no podemos confiar en ella, ella es la que arruino nuestra vida desde niños, aunque ella estaba encerrada en el sotano de la escuela, seguia manipulandonos a todos nosotros junto a Andreas.

-¿El brujo de sangre se encuentra a salvo? -pregunto una vez que nos vio llegar, tanto Azriel como yo habiamos invocado nuestras armas de fuego, pero ella no estaba asustada en lo mas minimo.

-Se encuentra lejos tuyo -respondio Azriel, mientras que el y yo nos separamos pero caminamos a la directora de Alfea.

-Oh... es una lastima... -dijo, haciendo pausas de segundos y mirandonos con decepcion, pero eso no nos va a hacer cambiar de opcion- Seria un caos si su padre y toda la corona se enterara que los principes llevaron al brujo con Andreas de Eraklyon.

-Al igual que seria un caos si mi padre se entera que usted mato a Farah Dowling y la escondio aqui mismo -y toque el piso con mi pie derecho, marcando que abajo mio se encuentra Dowling, debido a las flores marchitadas que habia en el piso- Y fue usted quien arruino nuestra familia.

Rosalind parpadea varias veces, pero eso no cambia su semblante de completa seguridad.

-¿Se dejaron llevar por las mentiras de ese brujo mentiroso? Me decepcionan, ambos -contesto sin mucha importancia, levantandose con cuidado de donde estaba sentada anteriormente- Los creia mucho mas inteligente, mis niños.

-Usted tiene a nuestra hermana, y fue usted quien nos hizo esto aquella noche -dijo Azriel, empezando a acercarse lentamente hacia ella, llamando la atencion de la directora- Usted arruino nuestra familia, y quiere usar a Annelisse como su arma contra el Otro Mundo.

A continuacion, Azriel quiso atacar a Rosalind, pero esta con levantar su mano derecha nada mas lo inmovilizo en su lugar y lo levanto del suelo, viendo como de la boca de mi hermano empezaba a brotar una sustancia gris en su piel como si fueran escamas que se iba extendieron por sus mejillas y bajando por todo su cuello, dejandolo inmovilizado y empezando a convertirlo en algo.

-¡No, dejalo! -grite corriendo a ella pero con su otro brazo tambien me inmovilizo y empezo a hacerme lo mismo, siento como aquella cosa se empieza a expandir por todo mi cuerpo y me prohibe respirar, solo puedo verla mientras todo empieza a bajar por mi cuello directo a mi pecho, mis armas se deshacen y solo puedo ver a Rosalind.

Rosalind levanta sus pies de suelo, a la par que sentimos que gran parte de nuestro cuerpo ya nos responde y solo podemos dedicar a mirar sus ojos blancos, y empezo a hablar:

-Nadie tiene pruebas de aquello, y es una lastima que le crean a un brujo de sangre, el mismo que su padre cree que los atacaron y se llevaron a Annelisse -comenzo a hablarnos, mirandonos uno por uno- Su padre cazara y matara a Sebastian, un complice de la verdadera bruja de sangre y asi nadie pensara eso de mi -añadio, cerrando sus puños con fuerza y en ese momento solte un gemido ahogado cuando senti una punzada a mi corazon- Y cobrara venganza por sus cuatro hijos, y seguira buscando solo a Annelisse cuando se entere que sus dos hijos varones murieron tragicamente por Sebastian.

Mis dedos dejan de responderme, solo me puede entregar al dolor para dejar de sentirlo. Rosalind inmovilizo tambien nuestra magia de hada, por lo que no podemos hacer nada para defendernos.

-Los principes Rhaegal y Azriel seran recordados por sus grandes hazañas y honores, jamas los olvidaremos... 

En ese momento cuando ya estaba por cerrar los ojos, Rosalind dejo de hablar y de un momento para otro, todo mi cuerpo cayo directo al frio suelo rodeado de hojas secas, yo empiezo a toser con rapidez y desesperacion, buscando aire mientras intento mover todo mi cuerpo dormido. Estiro mis dedos al punto de clavarnos en el suelo pero no puedo levantarme.

Levante la cabeza con pesadez para mirar a Rosalind que esta inmovil, y detras de ella habia un individuo que la detuvo por completo, tambien inmovilizandola.

-A-nn-e-llise.... -fue lo unico que salio de mi boca, viendo como mi hermana estaba en cuerpo y forma detras de ella, mi hermana esta totalmente bañada de sangre, con cortes en toda su piel blanca y herida en distintos lados, al igual que tiene una herida en medio de su pecho por la flecha de aquella noche. Esta tiene los ojos neutros, mirando a Annelisse con mas odio. Mi hermana parece un zombi.

Annelisse no me hizo caso, pude ver que ella habia metido su mano derecha dentro de la espalda de Rosalind y dentro de su pecho, dejandola sin poder respirar y sin poder moverse porque tenia su corazon en sus manos. Acto seguido, vimos como Rosalind empezo a arder y cayo al suelo frente a nosotros dos, su piel se tiño de un color negro tras las llamas, y nosotros nos arrastramos para evitar ser quemados tambien.

Luego de eso, el cuerpo de Rosalind se convirtio en cenizas dispersas en el suelo y una enorme rafaga de viento se disparo para todas las direcciones, provocando un golpe en todos los que la rodeaban.

Cuando vi a mi hermana menor, esta empezo a temblar y perdio la estabilidad de sus piernas, pero yo entonces reaccione y la atrape en el suelo antes de que caiga completamente, mientras Azriel y yo vemos el cuerpo calcinado frente a nosotros.

-Por dios, Ann... -exclamo Azriel con el corazon en la boca, viendo el estado de nuestra hermana en mis brazos y luego el cuerpo sin vida de Rosalind hecho cenizas- ¿Que hiciste?