|28| El Rescate
"Despues de tantos años, tenemos respuestas de lo que paso"
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《Narrador Omnisciente》
Rhaegal y Riven llegaron a aquella cabaña abandonada, cargando con sus armas con el objectivo de buscar a Beatrix y sacarla de ahi, tenian que llevarla de vuelta a la escuela para curarla. El mayor iba a la cabeza con Riven y Musa atras, este vigilaba que no haya nada sospechoso.
En silencio subieron las escaleras hacia una de las habitaciones de la cabaña en ruinas, encontrandose con el cuerpo de una muchacha insconciente sobre el suelo, con varias heridas en su cuerpo y cabeza.
-Oh dios, Beatrix... -exclamo Riven de ver a su ex pareja ahi tendida, de inmediato Musa se acerco a ella y toco su frente, empezando a usar sus poderes de meterse en su mente.
-Esta viva -afirmo el hada y Rhaegal empezo a examinar toda la zona, habia algo que no le cerraba de aquel lugar, fue demasiado facil encontrarla sin que haya nadie que los ataque o una señal para detenerlos.
-Levantala y llevatela de aqui -ordeno Rhaegal a Riven. Pero en ese momento, nuevas pisadas se escucharon en toda la zona, el hada especialista invoco un arco y flecha con su don del fuego, aunque los tres se llevaron una sorpresa cuando Andreas de Eraklyon habia entrado en la habitacion, de forma muy lenta y casi insegura de su caminata. Los ojos de Andreas examinaban todo el lugar- Andreas, ¿que carajos...?
-No es Andreas, hay algo mas dentro suyo -musito Musa con cierto miedo, entrando a su mente y sintiendo que habia alguien mas en ella guiandola. Los ojos de Andreas pasaban a teñirse de un rojo sangre, que se notaba con el reflejo de la luna.
-Corre -indico Riven hacia el hada y Musa no dudo dos segundos en empezar a hacerlo, Andreas saco su arma con intenciones de atacar a sus alumnos. Los muchachos tambien habian desafundado sus armas, fue Andreas quien lanzo su primer ataque hacia Rhaegal, pero este lo esquivo en un segundo, poniendo su arma frente a el para evitar que Andreas lo lastime.
Andreas empujo a Rhaegal hacia el suelo e iba con intenciones de atacarlo a el en especifico, pero Rhaegal invoco un latigo de fuego que enredo en todo el brazo de Andreas y lo tironeo hacia el y le proporciono un golpe con el mango de su espada.
-¡Riven, saca a Beatrix! -le grito Rhaegal en medio de una pelea con Andreas, las espadas empezaron a chocar una tras otra vez, siendo lo unico que se podia escuchar entre ellos. Andreas solamente queria a Rhaegal, no le importaba Riven en lo absoluto.
Por otro lado de aquella cabaña, Musa se encontraba encerrada en una habitacion con el brazo mordido por la culpa de una raspadora, la muchacha llamo asustada a sus amigas mientras que su espalda era golpeada por la puerta que se intentaba abrir.
-¿Estas bien?
-Encontramos a Beatrix, pero tenias razon era una trampa -contesto Musa al joven Trueblood que se encontraba junto a las demas chicas, escuchando la llamada.
-¿Que, estas herida? -pregunto Terra con preocupacion.
-Raspadoras, una me mordio. Pero fue un segundo. Pero... algo le pasa a mi magia -le contesto el hada de la mente, intentando concentrarse pero le era imposible, tensaba su brazo mordido para detener el sangrado pero parecia que era peor.
-Es normal que tu magia flaquee, pero si te mordio un segundo sera temporal -le aseguro Flora junto a las demas, segura de sus palabras- Las raspadoras deben drenarte para que el efecto sea permanente.
-¿Que paso con mi hermano, donde esta?
-Andreas salio de la nada y empezo a pelear con el y Riven, pero... hay alguien mas -asintio Musa intentando recordar la sensacion de leer la cabeza de Andreas, siento a otra persona ahi mismo- Alguien lo esta controlando.
-Bruja de sangre -nombro Bloom de inmediato- Hay que romper la conexion, Musa. ¿Que mas pudiste sentir?
-Enojo -nombro ella con dolor- Años y años de enojo, un rencor por algo que los separo y por algo que no pudo tener -comenzo a explicar mejor, parpadeando varias veces- Celos por una persona que no pudo tener... eso lo llevo a tal locura de cometer algo... Y la persona que controla a Andreas lo conoce muy bien...
Mientras Musa hablaba con sus compañeras, en el piso de arriba, Riven habia desaparecido con Beatrix en brazos mientras que Rhaegal se encargaba de pelear con un Andreas controlado y lleno de rencor con otra persona.
-Pase mas de veinte años... culpandote de eso, por tu culpa ella se fue -le decia Andreas al muchacho, tratandolo de otra persona. Andreas lanza un golpe que Rhaegal esquiva pero su brazo se llevo un corte por aquella arma- ¡Ella era mia y tu te la llevaste!
Rhaegal gimio cuando esquivo un golpe que casi se clava en su corazon, a lo que respondio el golpe dos mas del mismo tipo, pero Andreas rapidamente lo esquivo.
-Yo la amaba... y tu te la llevaste -protestaba con mas enojo, empezando a arrinconar a Rhaegal, el mayor lanzaba golpes mientras avanzaba pero Rhaegal se defendia y retrocedia varios pasos- ¡Yo la amaba!
-¡Andreas, estas confudido! -exclamo Rhaegal cuando ambas espadas se encontraron en medio de ellos dos pero este las desvio a otra direccion y empujo a Andreas.
-¡Tu lo sabias, yo te lo habia confesado! -Andreas no escuchaba a Rhaegal, pues el parecido del muchacho era mucho cuando su padre era mas joven- ¡Te pedi que no lo hagas, pero aun asi te casaste con ella! ¡La alejaste de mi lado!
Andreas golpeo bruscamente a Rhaegal y este cayo al suelo totalmente insconciente sin saber que habia pasado, pero el mayor se subio encima suyo y empezo a golpearlo con mas brusquedad, pero el que estaba abajo no podia defenderse mucho.
-¡Yo la amaba... y no quise hacerlo, pero fue tu culpa! -seguia diciendo, mientras Rhaegal se cubria el rostro con ambos brazos y trataba de conjugar algo de magia para expulsarlo- ¡La ame toda la vida, Rhysand!
En ese momento, Rhaegal dejo de defenderse para mirar con mas shock a Andreas de Eraklyon que seguia golpeandolo y en ese momento, Rhaegal conjuro una bola de fuego para empujarlo lejos suyo y este se puso levantar como pudo, invocando una espada para seguir peleando. Andreas tambien se levanto como si nada, levanto su espada del suelo para mirar al muchacho, cuando observaba a Rhaegal podia ver a Rhysand Trueblood a su edad.
-Yo no soy mi padre, Andreas.... y no se que problemas tienes con el -insistio pero Andreas fue de vuelta hacia el levantando su espada, pero este lo esquivo agilmente y se dio vuelta para verlo como un perro rabioso- Estas confudido...
-Rhysand... tu sabes mas que nadie lo que yo pensaba -dijo y volvio a atacar a Rhaegal, logrando que ambas espadas choquen en el centro de la habitacion y con ayuda de su pie, empujo a Rhaegal de vuelta hacia atras- ¡Rhysand, yo la amaba!
Rhaegal se tambaleo en el lugar, la espada de Andreas rozo la pierna del muchacho, causandole un corte en esa zona y el gimio de dolor.
-Yo no queria hacerlo... queria que estemos juntos... -ahora, Andreas comenzo a llorar con mas dolor y las lagrimas brotaban por sus mejillas una tras otra, totalmente adolorido- No queria hacerlo... no queria lastimarla... -seguia chillando de dolor, Rhaegal lo empujo y lanzo varios golpes que Andreas esquivo.
-Andreas, escuchame, saldras de esto -Andreas nego de lado a lado con las palabras del muchacho. Rhaegal cayo al suelo por otros golpes que Andreas le proporciono, ya sin fuerzas para levantarse se quedo observando como Andreas lloraba de dolor, angustia y sin palabras.
-Yo amaba a Sophie Anne... yo no queria que muera... -en ese momento, Rhaegal abrio aun mas sus ojos y sintio todo un escalofrio que recorrio toda su columna hasta su corazon que empezo a bombear con nervios, eran mil latidos por segundos y sentia que no podia hablar. Cuando nombro a su madre sintio que una daga atraveso su corazon y lo dejo sin aire por completo.
-¿M-mama...? -fue lo unico que salio de sus labios temblando, las lagrimas se acumularon en sus ojos claros y permanecia quieto.
Andreas dejo caer su arma al suelo, comenzando a llorar peor que antes, soltando varios quejidos de dolor y comenzo a retroceder hasta chocar con una pared y deslizarce hasta quedar sentado en el suelo con las rodillas contra su pecho.
-Mama... ¿qu-e paso con e-lla? -le pregunto mas nervioso y levantandose del suelo, pero Andreas negaba de lado a lado y se agarraba de la cabeza, cerrando sus ojos cuando empezaron a arder. Andreas se encontraba totalmente arrepentido con mucho dolor y recordando todo lo que paso hace años.
-No queria lastimarla, Rhysand... Ni tampoco a Daeron... -seguia hablando, llorando de dolor mientras que Rhaegal caminaba a el con pasos apresurados, se sentia mas shockeado que antes. Andreas nombraba lo que paso con su madre y su hermano, lo que nadie sabia que paso realmente con ellos- Yo amaba a Sophie Anne... pero Daeron vino a buscarla y... no tuve otra opcion...
Rhaegal llego a el y lo tomo del cuello de su camiseta con fuerza y lo levanto del suelo.
-¡¿QUE PASO CON MI MADRE?! -le grito con las lagrimas deslizandose por sus mejillas y sintiendo sus ojos arder, escuchando que solamente Andreas lloraba arrepentido. En ese momento, Silva habia llegado y presenciado toda esa ultima discusion.
-¡Rhaegal! -el nombrado giro su cuello y se encontro con Silva, quien vino de inmediato y agarro a Andreas con ambas manos detras de su espalda, mientras que Rhaegal se habia quedado totalmente shockeado y se dedicaba a llorar viendo toda esa escena.
-Mama... -susurro llorando, Silva le dio una mirada tensa mientras escuchaba a Andreas llorar y musitar perdones a un Rhysand ausente ahi mismo, nombrando tambien a la difunta Reina Sophie Anne y todo el amor que le tenia a ella desde adolescentes. Como tambien el nombre de Daeron Trueblood y que por su culpa paso lo que paso ese dia hace muchos años.
[...]
Del otro lado de la ciudad, Azriel llego a la tienda de Sebastian con sus armas de fuego en sus manos, abriendo la habitacion donde habian ocultaod a Silva con una patada, viendo que Sebastian tenias los ojos de color rojo sangre y se encontraba controlando algo a la lejania.
-No puedo creer que confie en ti... -le dijo Azriel al ver a Sebastian ahi mismo.
-Si... soy muy confiable -dice el contrario levantandose perezosamente de la silla, estirando sus piernas- Deberias preguntarle a mis amigos, menos a Crius... el si que es un completo idiota -aseguro señalandolo y con los ojos bien abiertos- Que valiente fuiste al venir tu solito hasta aqui.
-No te tengo miedo -le dijo convocando una llama en su palma derecha, mostrandosela y luego como invoco una espada en su mano izquierda, con intenciones de pelear.
-Ay no halagues, Azriel... -exclamo con amargura el brujo de sangre, pasando por detras de un estante para comer moras con total normalidad y tranquilidad- Conozco todo sobre los Trueblood y su increible poder del fuego, en especial el de las cuatro hadas especialistas de Rhysand y Sophie Anne.
-Supuse que las raspadores eran obra tuya en la cabaña, y ahora no dudaran en venir hasta aca luego de eso -le dije apoyando mis dos manos sobre la mesa de madera, mirandolo- Pero seremos mas rapido en un portal directo a Alfea para llevarte. Lastima que no tengas poder, tu magia no es compatible con la nuestra.
-Si es cierto... sin embargo -hizo una pausa para meterse mas moras azules en su boca- Estuve trabajando en ese problema -y de todo su cuerpo comenzaron a brotar venas blancas, al igual que el iris de sus ojos para mostrarle al muchacho su verdadero don y este estiraba sus manos para canalizar su nueva magia aun mas rapido- ¿Que crees que hice con la magia de esas hadas? ¿Guardarla en un frasco en caso de emergencia? Las primeras fueron un fiasco... hadas de luz... de agua -y cuando iba nombrado, iba conjurando pequeñas muestras de esas hadas como un rayo de luz y una burbuja de agua- Pero despues de mediocres hadas de mente y luz... encontre muy buenos poderes -y todas las venas blancas se tiñeron de rojo y azul electrico, mostrando un rayo y una llama en su palma derecha- La llama de fenix si que es interesante...
Azriel abrio mas sus ojos.
-¿Donde esta Annelisse? -pregunto mas precavido, lanzando una bola de fuego que Sebastian canalizo dentro de una burbuja de agua, apagando la llama. En ese momento, Azriel empezo a incendiar toda la tienda a su alrededor, encendiendo todo su poder en un brazo para tomarlo a Sebastian por la fuerza- ¿¡Donde esta mi hermana?!
-Deja de halagar, ¿quieres? Ella esta bien... que digamos -añadio y le mostro su anillo de portal, Azriel intento tomarlo pero una corriente electrica se desato en todo su cuerpo y eso lo hizo quejarse del dolor- Se todo sobre su llama del fenix en su interior, su inmortalidad como esas mitologicas criaturas... todo, querido. Pero lo mas interesante que se... es lo que paso con tu hermano Daeron y la Reina Sophie Anne.
Con tan solo nombrar esos dos ultimos nombres, todos los poderes de Azriel se anularon y desapareciendo, mirando a Sebastian con los ojos mojados.
-¿Sabes de eso? -pregunto nervioso y su acompañante asintio.
-Quien los mato... aunque creo que tu hermano ya se habra enterado -dijo suponiendo y mirando al techo- Andreas y su estupido rencor con tu padre por Sophie Anne, un cliche demasiado estupido para mi... pobre de ellos y su destino. Aunque si vienes conmigo, podras saber mas cosas de las que te imaginas, como los padres de tu novia Bloom... el poder de Annelisse en su interior y lo que se acerca...
Azriel lo miro en silencio, pero antes de que reaccione, la tienda se apago por completo por chorros de agua y todo se convirtio en vapor, impidiendo ver que habia pasado realmente, Azriel empezo a mirar para todos los lados pero no veia nada.
Sebastian se habia esfumado cuando Aisha llego al rescate.
Lo unico que habia quedado era el anillo de portal perteneciente a Annelisse Trueblood, tendiendo sobre la mesa junto a las moradas que Sebastian estaba comiendo previamente al ataque sorpresa.
[...]
Mas tarde y de vuelta en Alfea, Azriel llego a pasos apresurados a las instalaciones y con el objectivo de buscar a su hermano mayor, esquivando a todas las personas que se paraban a preguntarle que habia pasado en Blackwitch.
-¡Rhaegal! -grito cuando vio al nombrado llegar con una mirada neutra y totalmente perdido a uno de los pasillos. El mayor no se dedicaba a mirarlo, estaba totalmente perdido en sus pensamientos- ¡Rhae!... -Azriel se iba acercando lentamente al nombrado que nisiquiera volteaba a verlo, solamente podia apreciar la espalda del muchacho- Hermano...
Con cuidado, Azriel puso la mano en el hombro de su hermano y se puso delante suyo, encontrandose con los ojos llorosos y rojos de su hermano, con las lagrimas deslizandose por su mejilla y todo el rostro golpeado por lo que ocurrio en la cabaña hace unas horas.
Rhaegal se percato de quien era y de inmediato se avalanzo sobre su hermano para abrazarlo, dejandolo totalmente atonito y sin saber que hacer. Rhaegal comenzo a llorar en el hombro de su hermano, solamente queria abrazar a alguien conocido.
Azriel abrazo a su hermano, mientras escuchaba sus llantos y tenia la vista perdida en Bloom, quien los observaba desde la lejania y recordando todo lo que le habia dicho Sebastian antes de desaparecer.
[...]
-¿Andreas mato a mama y a Daeron? -pregunto Azriel totalmente tenso con los brazos cruzados sobre su pecho, mirando a su hermano mayor que aun se encontraba en un trance.
Ambos hermanos se encontraban en la habitacion del mayor, solos. Rhaegal estaba sentado sobre su cama con los brazos sobre sus piernas y la espalda jorobada mirando al suelo, mientras que Azriel estaba de pie en la otra punta de la habitacion, cruzado de brazos y junto a la ventana, viendo la lluvia caer.
-Dijo que la amaba... que la amaba y papa sabia... -repitio una vez mas, Rhaegal se habia transformado en un repetidor de todo lo que paso, estaba todavia en aquel trance de no procesar que habia pasado en la cabaña- Dijo que la amaba y papa se la llevo... el dijo que papa sabia...
Azriel lo miro con preocupacion, el tambien estaba shockeado pero se encontraba con una postura fuerte, todo lo contrario a su hermano mayor.
-Dijo que no queria hacerlo... pero Daeron llego y todo se complico... un quemado fue tras Daeron y... -se callo por el nudo que se le habia formado en la garganta, tragando saliva con dificultad.
-¿Y que? -le pregunto girando su cuerpo para apreciar la ventana.
-El quemado llego a el y lo ataco -con esas palabras, Azriel cerro sus ojos con lentitud- Dijo que mama no merecia ser lastimada... y paso... ella...
Los dos hermanos quedaron en silencio, en medio de un momento tenso e incomodo, ambos lloraban en silencio y sin emitir un solo sonido, se encontraban en sus pensamientos.
Sebastian tenia razon, Andreas de Eraklyon habia asesinado a la Reina Sophie Anne y a su primogenito Daeron por un viejo rencor entre Rhysand y el, no habia mentido ni una sola palabra. Ahora los dos ya sabian lo que paso con su madre todos estos años y como nadie habia encontrado a un sospechoso de aquello.
-¿Que paso con Andreas? -musito Azriel, en ese momento queria encontrar a Andreas y matarlo el mismo por tanto sufrimiento que vivieron los hermanos durante cinco años y nadie les habia dado una respuesta clara. Azriel giro su cuerpo para ver a Rhaegal- ¿Donde esta Andreas?
-Silva lo escolto a Ignis... para papa... -dijo asintiendo varias veces con la mirada perdida y apagada- Papa va a escoger la pena de muerte... y debemos ir hacia alla.
[...]
Rhaegal y Azriel se encontraban fuera del Red Keep en Ignis, junto a su abuelo y su padre, observando a aquellas personas que los habian mandando a llamar de emergencia. Frente a las puertas del Red Keep, un auto se estaciono y de el se bajo Saul Silva escoltando a Andreas de Eraklyon, quien seguia llorando y perturbado por el recuerdo que hizo hace años.
-Majestad... le traigo respuestas -le dijo Silva, mientras que forcejaba con Andreas que aun estaba en shock y dentro de su mente totalmente hipnotizado- Acerca de lo que paso con la Reina y el Principe Daeron.
Rhysand TrueBlood fruncio sus cejas al ver a Andreas de Eraklyon esposado y sin saber donde se encontraba, era la primera vez que lo veia en aquel estado tan poseible.
-Hablar de la reina y su hijo difunto es un acto de traicion si no sabe lo que dice, Saul Silva -le recordo Rhadamenthus Trueblood junto a su familia, mientras que Silva sube los escalones con Andreas que parecia empezar a darse cuenta de su paradero.
Ahi mismo, Silva arrojo a Andreas al suelo y este cayo de rodillas frente al Rey.
-Lo se, Milord -asintio Silva, tambien con los nervios en todo su cuerpo- Pero le aseguro, que le traigo justicia por la Reina Sophie Anne y su hijo Daeron, porque he traido al causante de todo...
Los cuatro hombres miraron a Andreas tendido en el suelo, quien habia empezado a murmurar por su vida sabiendo que ahora un hacha colgaba de su cabeza y era cuestion de tiempo para que se caiga sobre el.
Una justicia iba a ocurrir por fin.
[...]
Los hermanos caminaban por los pasillos de Alfea en total silencio, siendo observados por todos los alumnos que se encontraban en los pasillos y demas salas de la escuela, pero nadie se atrevia a hablarles en lo mas minimo sabiendo lo que habia pasado hace unas noches.
Ambos llegaron al patio principal, donde sus amigas se encontraban hablando algo preocupadas y que cuando Terra noto la presencia de ellos dos, rapidamente exclamo sus nombres y las muchachas se acercaron a ellos, con mucha preocupacion.
-¿Que, que paso? -pregunto Stella con preocupacion, agarrando la mano de su pareja con sus dos manos y esperando que le pueda responder.
Pero cuando Rhaegal iba a responderle, unos gritos empezaron a escucharse en todo el patio que se iban acercando con velocidad a todos ellos, exclamando una ayuda urgente para que lo ayuden de inmediato. La voz masculina se acercaba y cada vez era mas reconocida al instante sobre su dueño.
El grupo giro a las espaldas de los hermanos Trueblood cuando la voz estaba a sus espaldas, encontrandose con un agitado Sky de Eraklyon, cargando un cuerpo en sus brazos que estaba totalmente desvanecido y bañado de sangre con multiples cortes.
-¡Ayuda, por favor! -pedia exclamando Sky, pudiendo encontrar a alguien conocido quienes eran el grupo de Bloom. Sus ojos se encontraban mojados y sus labios temblaban, sin saber que mas decir para que lo ayuden.
Rhaegal, Azriel y todas sus amigas vieron al cuerpo en brazos de Sky, que desprendia una larga cabellera pelirroja totalmente desvanecida con cortes y heridas en todo su cuerpo, añadiendo la sangre por todos lados y su ropa desgarrada.
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