"Alguien... me arrastro y me llevo... No se como acabe ahi mismo..."

——⚜——

H A C E  U N  A Ñ O

《Annelisse》

No puedo escuchar lo que me dicen, solamente veo a las personas moviendo sus labios mientras que me ven con preocupacion, esperando que les diga que acaba de pasar.

Puedo escuchar solamente el sonido de mi corazon latir a mil por segundo, que parece que se me va a salir del pecho como un alien. 

Veo todo como si fuese una camara lenta: mi hermano Azriel y yo somos llevados por mi padre y otras personas de la escolta real de Ignis lejos de la barrera, mientras que otros especilistas como Silva estaba con nosotros, pero decidio entrar al bosque para investigar.

Mi padre me ve con preocupacion, pero sigo sin poder oir que me estaba diciendo.

Parpadeo con lentitud, cuando de un momento a otro, ya no estoy en el campus de Alfea, sino que ahora estoy en la enfermeria de la misma, mientras que los doctores curan mis rasguños en toda la cara y la sangre que tengo en el pomulo y la frente, debido a las caidas.

Una cobija cubre mi espalda, mientras que enfrente tengo unos especialistas y a mi padre.

-¿Como acabaste en el bosque? -pregunto uno de los hombres que pedian saber que paso exactamente. Pero no podemos decirle que nos fuimos diez kilometros lejos de Alfea para realizar una fiesta de comienzo de vacaciones, nadie de los adulto debe saber eso, eso acordamos antes de ir.

-Alguien... me arrastro... y me agarro... y... -comence con las cejas fruncidas y de una forma muy confundida, como si no recordara que paso ahi mismo. Y me detuve cuando fingi llorar del miedo.

-¿Que fue lo que viste? -me interrumpio ese mismo hombre de traje, con una voz intacta.

Yo mire hacia otro lado, con los ojos llorosos.

-No lo se... No-no se... -dije sin entender que habia pasado. Puras mentiras.

[...]

-El quemado... no se muy bien como describirlo... -ahora veo a mi hermano Azriel contestar de la misma manera que yo. Este tenia su mirada perdida y estaba nervioso, yo lo miraba por la ventanilla desde el exterior de la habitacion, ya que lo estaban interrogando.

-Dijiste que al principio escucharon un ruido, ¿alguien mas de ustedes lo habia escuchado?

-S-si... claro -respondio mi hermano, titubeando.

-¿Es posible que alguno de ustedes haya causado todo eso? -yo lo miro confundida, ¿quien de nosotros seria tan hijo de puta que mandaria quemados a matarnos? Nadie nos traicionaria, conozco a los amigos de mis hermanos.

Mi hermano se quedo en blanco.

-¿Que? ¡No!. No que va... No... no lo entiende. No lo entiende -respondio mas confundido Azriel.

-Si uno de ustedes fue... -replico nuevamente una mujer que era quien lo estaba interrogando, mientras que yo lo fui por un hombre. La mujer mantuvo su teoria en pie, dejando que mi hermano niegue rotundamente.

-Jamas nos traicionarian... lo juro por la tumba de mi madre -aseguro el, señalando su pecho con su dedo indice.

[...]

-Tu hermano Azriel... nos dijo que Yenna te oyo gritar.. -ahora yo volvi a ser interrogada por aquel hombre de traje. Yo me tense en mi lugar, enderezando un poco mi espalda.

-No...

-Dijo que ella te escucho gritar.

-No... no a mi -respondi casi susurrando, y agachando la mirada como si no tuviese mucha fuerza para mantenerme derecha.

Ahora los dos nos quedamos en completo silencio, mientras veo que el hace unas anotaciones en su pequeña libreta de bolsillo, como si fuera el mismisimo FBI.

Tengo que decir algo mas... sino sonara como que Azriel es un mentiroso.

-Rhaegal... -nombre levatando mi cabeza con algo de fuerza, de forma pensativa. Y logro llamar la atencion de mi interrogador.

-¿Que recuerdas? -dijo y dejo de escribir, para prestarme atencion.

-El vino a rescatarme... me cargo en brazos... -digo con una pequeña sonrisa, recordando la escena de terror que pase en el ultimo trayecto hasta Alfea- ¡Vino a buscarme...! ¡Si, vino! -exclame, casi sin energias.

-¿A buscarte? -pregunto el hombre confundido.

-¿Donde esta...? -pregunte esta vez sin fingir, ya que tengo miedo de que algo pueda pasarme a el. Yo miro a los demas compañeros que estaban con este hombre, pero ninguno sabe responderme con certeza- ¿Esta vivo...? -y mire a mi interrogador, que estaba haciendo una mueca, volviendo a escribir.

[...]

Las interrogaciones habian terminado, ahora solamente habia que esperar que pasaba y donde estaba el cuerpo de mi hermano.

Mi padre y mi abuelo son los mas desesperados. Ellos mandaron a Crius con Silva, Dowling y Harvey para buscar el cuerpo de mi hermano, pero pasaron casi tres horas desde las dos de la mañana y todavia no han regresado.

Azriel y yo vemos todo en silencio, mi padre intervino en las interrogaciones cuando vio y escucho que casi nos estaban estrangulando para sacarnos informacion, pero por poco lo lograron.

-Maldicion, Crius -musito nuestro padre, mientras camina de esquina a esquina con ansiedad y desesperacion. Este tiene su telefono en su mano, esperando que Crius le devuelva una de las cien llamadas que mi padre le hizo. 

Mi padre ya perdio a su esposa y a su primogenito. No toleraria perder a uno mas de nosotros.

-Habra que mandar mas tropas a buscarlo -indico mi abuelo, antes de colocarse su sombrero oscuro y disponerse a salir por la puerta. Dejandonos solo a nosotros tres, mi padre parece no estar del todo convencido de nuestras declaraciones contra aquellas personas hace rato.

-Si tienen que decirme algo, pueden decirmelo ahora -dijo el, cuando nos quedamos los tres solo- Conozco sus gestos y su forma de hablar, no querian decirselo a esas personas.

Yo levanto la mirada, con algo de preocupacion.

-Papa...

-Yo fui adolescente tambien, Ann -me detuvo mi padre, intentando hacerme entender- Ya vivi la epoca rebelde de hacer fiestas en Alfea y emborracharme hasta no recordar que paso. Conozco esas fiestas, porque nosotros las creamos.

Ahora me callo, mientras espero que mi padre termine de darnos el sermon.

-Ahora es el momento de decirme la verdad, soy su padre, muchachos -insistio papa, inclinandose hacia nosotros dos. Yo lo miro inexpresiva, ¿que quiere que le digamos? Acabamos de ver a nuestro hermano y amigos sacrificarse y muriendo uno tras uno, en fila- Hay algo que no me estan diciendo, pueden confiar en mi.

Ya no se que decirle, si mi padre se enterase que fuimos diez kilometros a proposito para hacer una fiesta, estando rodeados de quemados. El se caeria, literalmente.

-No los voy a juzgar... pero necesito que me cuenten la verdad -y termino por fin, mirandonos de forma comprensiva y tocando mi mejilla lentamente, mientras que yo miro hacia otro lado.

No tenemos mucha escapatoria, papa nos conoce y el no es tonto, sabe cuando le mentimos a alguien que no confiamos por miedo de lo que pueda llegar a pasar con nuestras palabras en un futuro.

Parece que yo voy a tener que decirle todo.

-Papa, nosotros...

-Maxwell desaparecio.

Azriel me interrumpio, a lo que yo lo mire rapido. ¿Que va a decirle? No creo que papa vaya a creerle eso que es una verdad.

-¿Que? -le pregunto mi padre. A lo que mi hermano toma aire, mirando hacia el suelo.

-Cuando fuimos por Ann, los chicos se quedaron afuera, mientras que Rhaegal, Jess y yo entrabamos -comienza mi hermano, mientras lo dos lo vemos atentamente. Yo lo veo con nervios de lo que pueda decir- Escuchamos gritos... creimos que ellos nos molestaban, pero cuando escuchamos a Yenna gritar, todo termino.

Yo cierro mis ojos, todavia tengo el grito de Yenna en mi cabeza.

-Rhaegal salio y todos habian desaparecido, V fue el primero en morir, luego Yenna aparecio... -continua mi hermano, con un tono delicado- Ella dijo que Max se fue... y que Victorio fue tras el, ahi comenzo todo.

-¿Que hay de los demas? ¿Dusan, Eric, Michael? -pregunto mi padre, insistiendole mas, tensando mas a su propio hijo y poniendolo algo incomodo. Mi padre todo asiento junto a el, para escucharlo mejor.

-Michael estaba clavado contra un arbol, muerto -le contesto, luego de hacer una pausa de algunos segundos para reincorporarse- Corrimos para huir cuando varios quemados aparecieron, seis en total... Eric se nos aparecio en el camino, se estaba convirtiendo en un quemado mas... el nos salvo, nos dio tiempo -Azriel toma mi mano izquierda, haciendo que yo abra los ojos y tense toda mi mandibula con fuerza- Y Dusan... el estaba muerto, totalmente quemado.

-¿Y que hay de tu pie, Annelisse? -pregunto mi padre al verme el tobillo, que estaba rodeado de heridas ya que todavia no estaba sanando bien como de costumbre- ¿Que paso?

-Trampa de oso infectada con sangre de muerto -le respondi con mi mirada perdida en un punto negro de la pared frente a mi- Despues de perder a Jess y a Yenna, los tres nos separamos y una trampa me agarro el pie.

Ahi mismo, interrupimpiendo el interrogatorio por parte de nuestro padre. La puerta del lugar se abrio de golpe, dejando ver a Crius un tanto apresurado y tambien con el pecho jadeando, como si hubiese venido corriendo.

Vaya hora de aparecer, casi son las seis.

-Majestad... -nombro Crius con la voz jadeando, a lo que Azriel y yo nos levantamos de nuestros lugares con nuestras cejas fruncidas.

Mi padre no duda en salir casi corriendo del lugar, yendo junto a Crius, que nos cerro la puerta en la cara cuando quisimos seguirlos.

Yo mire a Azriel algo preocupada y tambien confundida, ¿que paso?

[...]

No ibamos a dejarnos con la ansiedad y queriendo saber que estaba pasando, por lo que salimos directo hacia donde estaba mi padre: en el despacho de la directora Farah Dowling.

Y no estaba solo el, Farah tenia a Hayvey y Silva parados de pie junto a ella como si le estuvieran haciendo defensa. Mientras que Crius y mi abuelo estan con mi abuelo, pero Crius sabe lo que paso cuando fueron a investigar.

Todos se encuentran tiesos, y que casi se asustaron cuando abrimos la puerta de golpe.

-¿Que, que pasa? -pregunto Azriel caminando hacia ellos- ¿Donde esta nuestro hermano?

-Azriel...

-¡No, no me digas que me calme! -Azriel le grito de forma amenazante a Crius, mientras lo señalaba de forma amenazante. A lo que Crius no dice nada- ¡Vi a mi novia y mis amigos morir! Necesitamos saber que pasa con Rhaegal.

Los ojos se me llenan de lagrimas, sintiendo el nervio sobre mi corazon y la palpitacion rapida, de miedo y panico a su vez.

Farah, lo unico que hace es tender un anillo por encima de su escritorio, para que todos lo veamos, a lo que yo me quede congelada.

-Lo siento mucho, altezas.

Esas palabras terminaron por romperme, veo el anillo de Rhaegal sobre el escritorio de Farah, el anillo de la familia, nuestra familia.

Tengo el corazon palpitando a mi, los nervios apenas me dejan moverse, sentia todo ese miedo y panico dentro de mi que no me podian dejar tranquila. Las lagrimas salian una tras otra, de dolor.

-No... -dije y rapidamente mi hermano me agarro, ya que estaba perdiendo la estabilidad y no podia mantenerme de pie- No, no, no... no es real...

-Solo encontramos su anillo, princesa -me respondio Crius, mientras yo me desmorono mas entre los brazos de mi hermano mayor, estando en una gran negacion acerca de eso- No habia nada mas de el.

-Ann... Ann... -me pide mi hermano que intente calmarme.

-No... el no esta muerto, ¡mienten! -grite con dolor, mirando directo a las cuatro personas que fueron a investigar lo que paso cuando entramos tras la barrera.

-Annelisse, calmate -pidio mi padre con una mueca de dolor, pero yo lo miro sorprendida, moviendo mi cabeza de lado a lado. ¿Como puede esta asi de tranquilo? ¡El es el rey, y su hijo le dicen que murio.

-¡Es tu hijo! -le grite con dolor en mis palabras, sintiendo que las lagrimas recorrian mis mejillas ya- ¡Mi hermano, nuestra sangre...!

Ahora me callo cuando alguien me agarra mas bruscamente y me toma del rostro para que lo vea directamente, poniendose delante de mi padre y todos los demas para que no los vea.

-Annelisse... Annelisse, mirame -me pide varias veces cuando no quiero. Pero Azriel toma mi mandibula para lo vea fijamente con fuerza, viendo que sus ojos estan rojos y tambien desprenden lagrimas- El se fue...

Ahora Azriel me suelta la mandibula y todo el cuerpo, para que pueda afrontar mi dolor en silencio, y no como una nena chiquita.

No puedo creerlo, mi padre el Rey, y mi hermano el Principe, deberian estar igual que yo porque ¡es su familia, su sangre! No... no puedo creerlo, me decepcionan.

-No... el esta con nosotros... -digo con los ojos ardiendome de dolor, por tanto llorar- ¡El sigue en el bosque, Azriel -grito encaprichada.

-¡Annelisse, escuchame! -me grito el- Lo siento...

Mis labios tiemblan cuando Azriel me levanta y me abraza, escondiendo mi cara en su pecho y yo me quedo sin reaccionar.

No... Rhaegal no murio.

Empujo fuertemente a Azriel lejos mio, usando la fuerza de mi poder, mientras lloro mas fuerte. Luego de eso, empece a correr para salir de la oficina dejando todo en tension, porque siento que me ahogo entre esos buitres.

[...]

Mi corazon me duele, me ahogo en mi llanto, no puedo respirar porque el mismo pecho me duele. No me puedo calmar tampoco

En mi cabeza se reproduce el ultimo grito de Rhaegal y sus palabras antes de sacrificarse por nosotros dos, lo cual me aturde y eso me causa mas dolor, mis manos se ponen en mi pecho porque siento que miles de estacas de madera perforan mi pecho.

Llego al patio de especialistas de Alfea, agarrandome la cabeza mientras siento que el corazon me duele. Siento el fuego en mis venas, no puedo controlarme, estoy perdiendo el control.

Las emociones me desbordan, siento miles de emociones negativas sobre mi cuerpo y eso provoca que no puede mantenerme recta con el control sobre mis manos.

-Annelisse, necesito que te calmes -pidio mi hermano Azriel, intentando venir hacia mi.

Me gire cuando escuche a Azriel a mis espaldas, llegando ya que me persiguio cuando hui y ahora se encuentra a metros de mi, para evitar que lo lastime y yo tambien me lastime. Detras de el, esta mi padre y mi abuelo, incluyendo a Crius, Farah, Silva y Harris.

Azriel intenta acercarse a mi, pero yo niego rapidamente y el para.

-¡No, no, no! -digo llorando mas fuerte, moviendo mis brazos para tapar mis ojos y caigo de rodillas fuertemente contra el piso- No puedo, no puedo... no puedo... -sigo llorando con dolor, tocando mi pecho e intentando respirar- Yo... no puedo, no puedo... -me agarro la cabeza fuertemente mientras mis lagrimas aun salen- No... duele, duele... solo detenganlo...

Yo sigo llorando mientras que mis manos bajan a mi corazon de vuelta.

-Por favor hagan que pare... Duele, ah... -me quedo de dolor, pidiendoles que alguien pare esto por favor, necesito a Rhaegal, quiero a mi Rhae-Rhae.

Abri mi boca para dar un fuerte grito de dolor y de forma desgarrante, desatando que unas rafagas de fuego salgan disparadas en todas las direcciones como dagas de fuego. Yo senti todo el fuego que salia de mi y me rodeaban levemente.

El circulo de fuego se baja de inmediato y mi hermano viene corriendo hacia mi, cayendo de rodillas frente a mi para abrazarme fuerte.

Mi hermano Azriel se arrodilla alado mio y me envuelve en sus brazos, atrayendome hacia su pecho, tocando mi cabello como cuando eramos niños.

-Yo... -digo llorando y me aferro a sus brazos, llorando mas fuerte.

-Puedo ayudarte. Solo dejame ayudarte, Annelisse -me dice el, con una voz muy lenta y tranquila.

Yo intento respirar, tomando aire. Azriel toma mi rostro y ambos nos vemos, mientras el corre los pelos de mi cara para verme mejor.

Que lo detenga, por favor...

-Deja que te ayude.. -me pidio el.

[...]

A L  D I A  S I G U I E N T E

Los guardias de Ignis escoltan todo el equipaje que habia en mi habitacion, para llevarselo directos a los autos. Dejandome completamente pelada la habitacion que compartia con Evie.

Suspire cuando mi hermano Azriel me esperaba en la puerta de mi suite y tomo de mi mano, para que ambos nos marchemos hacia la entrada principal.

Cuando salimos afuera, nuestro abuelo y padre ya nos estaban esperando con los autos ya cargados y toda la seguridad ahi mismo.

Nuestro padre discutio con Farah, y decidio sacarnos por este año de la academia Alfea, por lo que no sabemos si volveremos el año que viene.

Mi padre nos hace guia para que entremos, por el primero en subir es Azriel.

Yo estaba por subirme tambien al auto, cuando subi la mirada hacia las habitaciones de la fortaleza roja y ahi los vi:

Sky, Riven y Stella. Los tres juntos en la habitacion de los muchachos, viendome mientras hablan entre ellos, y Stella suelta una ligera risa que me hizo hervir las venas.

-Annelisse. -llamo mi padre, para que entre al auto asi ya nos marchamos.

Yo lo mire y volvi mirar hacia arriba. Ante de subirme al auto, uso mi poder mental para explotar la ventana que estaba detras de donde estaban ellos, sorprendiendolos a los tres por igual. Y me dedique a entrar al auto.

Volveremos a casa, a Ignis...

Lejos de todo el dolor, que esta academia causo este año.