Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|17| El Renacer

"Recuerdo a mama... su hermosa forma de ser, y como era conmigo de niña"

——⚜——

A L D I A S I G U I E N T E

《Narrador Omnisciente》

Todos se habian quedado en un shock al ver la accion de la Princesa Fenix.

Annelisse atraveso las llamas, entrando dentro de la casa de hierba seca, para tambien ser consumida por las llamas junto a su hermano Daeron.

Sus amigas estaban en blanco, no pudieron reaccionar a tiempo, ya que nadie tenia pensando que eso pasaria realmente.

El Rey Rhysand gritaba el nombre de su hija, pero ella no hacia caso. Incluso, intento correr hacia las llamas, para poder apagarlas, pensando que era un suicidio por parte de ella y un pensamiento suicida por parte de ella. Pero sus dos hijos lo detuvieron, para que no haga nada estupido.

Por lo general, las Despedidas de Fuego duran toda la noche, ya que quieren ver que el fuego consuma todo por completo y solo queden cenizas ahi mismo. Las llamas jamas se apagaron en toda la noche, alarmando a la Familia Real en su accion.

Y aun asi, dejaron que toda la noche, el fuego consumiera todo.

Cuando el sol salio, todos vieron que ya no quedaba nada de la hierba, solamente montañas de cenizas. Incluso el cuerpo de Daeron, estaba hecho cenizas finalmente.

Rhysand se solto de sus dos hijos bruscamente, comenzando a correr directo hacia los restos de cenizas, con ellos dos detras suyo.

Las amigas de Annelisse aun estaban en su lugar, sorprendidas. Stella era la mas shockeada, ya que tenia su boca tapada con ambas manos.

-Ella... ¿se fue? -pregunto Bloom sin entender mucho este nuevo mucho, ya le parecia una locura la Despedida de Fuego y el Reino Ignis, ¿pero esto?

Musa, quien era la mas pensativa, movia su cabeza para intentar ver algo desde su posicion.

-Esperen... -dice la chica, con sus ojos morados.

En cambio, los cuatro hombres TrueBlood llegaron hasta las cenizas, donde vieron que detras del altar de madera, habia algo hecho una bolita sobre el suelo.

La bolita se movio, cuando sintio prensencia de los demas y entonces levanto la mirada, encontrandose con los cuatro hombres de su vida.

Era Annelisse... y estaba ahi, viva. Las llamas no pudieron consumirla, porque ella era el Fenix Original ahora.

-Annelisse... -suspiro de muerte su padre.

La joven se levanto como pudo del suelo, mientras aun venia sus venas doradas y su cabello comenzar a flotar, los hombres observaron sus amarillentos ojos.

Todos vieron como Annelisse se levanto como si nada, sin ningun rastro de quemadura o marca rara, estaba en perfecto estado.

Automaticamente, todos empezaron a caer de rodillas sobre ella, todas las personas que estaban desde anoche, se comenzaron a arrodillar ante Annelisse, con sus cabezas agachadas.

Las amigas de Annelisse tambien se inclinaron lentamente hacia el suelo, con la cabeza agachada y su vista hacia el suelo. Los caballeros reales hicieron lo mismo, clavando sus espadas de fuego sobre la tierra, jurandole lealtad a ella.

Sus hermanos, su padre y su abuelo, tambien se inclinaron.

Y todos se inclinaron, ante el Fenix... y su renacer entre las cenizas.

[...]

H A C E  S I E T E  A Ñ O S | I G N I S

《Annelisse》

Me encuentro de espaldas a mi madre: La Reina Sophie Anne de Ignis, quien peina mi cabello naranja con mucho cuidado, y hace unas largas trenzas cocidas que llegan hasta las puntas de mi largo cabello.

Ella se dedica a tararear una cancion, mientras que yo miro las tres lunas que hay sobre el cielo, ya que si, en Ignis es costumbre que haya mas de una luna por las noches.

-Mi pequeño fenix... -susurro mi madre, cuando termino de peinarme y yo me gire a verla, con una gran sonrisa en mis labios.

Se me hace raro que el cabello de mi mama sea oscuro como la noche, como el resto de mis tres hermanos mayores y padre. Yo soy la unica con el cabello naranja, como una zanahoria.

-Cuando seas mayor, todo este Reino, este castillo... este pueblo -relataba ella con una dulce voz, acariciando mi rostro con simplemente sus yemas- Todo sera tuyo, princesa. Seras la Reina de Ignis.

-¿Y que pasara con mis hermanos? -pregunte confundida, mis hermanos son mucho mas grandes que yo, ellos deben heredar el Trono de Ignis antes que yo.

-Tu eres nuestra unica hija, Annelisse Eris Habren TrueBlood -respondio ella con una voz suave, agarrando mi pequeño pajaro de madera, que mi padre tallo hace muchos años, cuando apenas era una bebe, para que no tenga miedo- Tu eres la Reina, tus hermanos seran tus especialistas, ellos estaran ahi siempre, para protegerte. 

Ahora le veo mas sonriente que antes, no quiero defraudar a mi mama cuando me coronen como la Reina de Ignis, quiero verla feliz, como ahora.

-Seras la Reina Fenix -nombro ella. Ya que cada Rey o Reina que goberno Ignis anterior a nosotros, tenian un apodo de Legado, con eso eran recordados ademas de sus grandes acciones para el Reino y nuestro apellido.

Mi madre se acerca y deja un beso en medio de mi cabeza, apoyando sus labios ahi unos segundos, mientras yo cierro mis ojos con lentitud. Al cabo de segundos, ella se separa y yo abro mis ojos.

-Recuerda, hija mia -mama tomo mis manos con mucha lentitud, y yo miro las suya- Este anillo, algun dia sera tuyo -y me mostro su anillo de portal, una de las tantas joyas de la familia y la Corona de Ignis- Y debes cuidarlo con tu vida, porque perderlo desataria un guerra entre Reinos y hadas...

Yo miro el brilloso anillo de piedra fenix sobre el dedo indice de mi madre, con ese anillo, mi padre le propuso matrimonio a la Princesa del Dominio, y ella acepto de inmediato. Ambos se enamoraron de inmediato, fue un amor a primera vista.

-Annelisse, debes prometerme, que jamas lo perderas -ahora ella esta seria y con un tono de adulto, mirandome de la misma forma. Esperando que le diga que si- Debes jurarlo, como la futura Reina de Ignis.

Yo tomo aire, viendola e intentando tener la misma postura de seriedad de ella, pero me es imposible que lo haga.

-Lo prometo, mama -dije luego de tomar el aire- Por la Corona de Ignis... y mi corona.

[...]

C U A T R O  A Ñ O S  D E S P U E S | I G N I S 

Junto a mis cuatro hermanos, nos encontrabamos desayunando en Ignis, como todos los dias junto a mi padre y mi abuelo.

Todos estan tensos, por la desaparicionde mi madre.

La Reina Sophie Anne, nuestra madre, desaparecio hace un mes extrañamente. Nadie todavia puede entender como pasaron la alta seguridad del Reino y a los peligrosos guardias que hay en cada punta, rodeando el castillo y las murallas del Reino.

Mi padre es el mas alterado, casi no podemos hablarle porque nos grita o nos ignora. Entendemos su dolor y preocupacion, nosotros tambien estamos igual porque nuestra mama desaparecio.

Escuche unas teorias en los pasillos de nuestro castillo, dicen que fue un hombre que conoce Ignis como la palma de su mano; como sus pasadillos secretos y las formas de entrar y salir de forma subterranea, ya que abajo del castillo, hay catacumbas y pasillos que llevan a un garage subterraneo, que tiene autos equipados de emergencia y que tienen una salida a la superficie directo a una vieja ruta perdida en medio del bosque, cerca de Alfea.

Yo no creo esas teorias... nadie sabe de esos pasillos subterraneos, y las unicas personas que sabian, estan muertos. Todos ellos.

Solamente habia un muy cercano amigo a mi padre, que sabia todo esto ya que de niños corrian por esos pasillos, pero murio. Un hombre, proveniente del Reino de Eraklyon.

Todos estabamos en un silencio incomodo como todos los dias, cuando de pronto, nos interrumpen el desayuno entrando directo al comedor Real; era Crius, la mano derecha de nuestro padre.

Papa se levanta rapido de su asiento al verlo, casi tirando su silla hacia atras.

Nuestras cabezas se giraron, para ver lo apresurado que estaba Crius:

-Majestad... Han escontrado a la Reina... -dijo apresurado y jadeando.

Al escuchar esas pocas palabras, todos nos quedamos sorprendidos... ¿donde esta mama entonces si la encontraron? Deberia cruzar el marco de la puerta para poder vernos y nosotros a ella.

Veo el nudo en la garganta de nuestro padre, antes de que sus ojos se mojen y salga disparado como un rayo para Crius, logrando que ambos se vayan de la habitacion, dejandonos sin entender a nosotros.

-¿Abuelo? -pregunto Azriel confundido, cuando el mismo se quedo mirando la puerta por donde su hijo salio. El abuelo evitaba que nosotros cuatro salgamos.

-Deben quedarse tranquilos, su padre arreglara todo y... -el abuelo se callo cuando Daeron se safo de su agarre y salio corriendo detras de nuestro padre, ya que era el mayor y tenia veinte años, el era parte de los especialistas de Ignis y mentor en la academia Alfea, tambien era uno de los guardias principales del ejercito Igniano- ¡Daeron!

Pero nuestro hermano no escucho, ya que se fue corriendo.

Daeron era el mas apegado a nuestra madre, siempre lo fue. El era el niñito de mama, el no podia vivir sin ella. Todos los dias antes de su desaparicion y desde siempre, el estaba pegado a nuestra madre. Y ella siempre lo veia con orgullo.

[...]

H A C E  U N  A Ñ O | I G N I S

Primero mama... ahora Daeron.

Hace tres años, mi madre habia desaparecido durante un mes y luego, fue encontrada... muerta.

Encontraron su cuerpo en el bosque, a varios kilometros de la academia Alfea, muerta, con varias heridas y su cuerpo quemado, ademas de cortes algo profundos y una herida en el estomado.

Desde ese dia, algo cambio dentro del Reino de Ignis. Algo se pudrio.

Mi padre, se encerro dentro de su soledad en su habitacion y jamas salio, nisiquiera podia verme, ya que decia que la hacia recordar a ella. Mi abuelo dirigia el Reino, mientras que Rhaegal lo ayudaba y de paso iba a Alfea a estudiar.

Y Daeron... no corrio la misma suerte.

Cuando se entero de la muerte de mi madre ese dia, se volvio completamente otro. Se aislo de nosotros, vivia entrenado para matar al quemado que asesino a su madre, el ya no era el Daeron con el que creci jugando y aprendiendo.

Daeron una noche se escapo de este castillo y salio de Ignis, por los tuneles subterraneos debajo del castillo, agarrando un auto para ir directo al bosque cerca de Alfea, para cazar a la criatura, rastreandola por unos hechizos que el mismo busco a travez de brujos antiguos.

Y como dije, no corrio su misma suerte.

El desaparecio, jamas encontraron su cuerpo o algo de el. Solamente su anillo, sobre una piedra, es por eso que pudieron rastrearlo: por el anillo de Ignis.

Mi madre tambien dejo su anillo. Solamente los dos anillos quedaron.

El anillo de mi madre paso a ser de Rhaegal, mientras que el de Daeron paso a ser de Azriel, dejandome a mi sin anillo ya que todavia no tenia edad para cargarlo.

Despedimos a mi madre en la ceremonia de fuego, quemando su cuerpo completamente hasta las cenizas. Pero no pudimos hacer eso con Daeron, ya que jamas se encontro algo.

-¿Papa? -estoy tocando la puerta de su habitacion varias veces desde hace minutos, pero el no me abre- Papa, por favor sal... tienes que comer.

No recibo respuesta nuevamente. Lo que provoque que suspire, colocando mis manos sobre mi cintura como jarron y agache la cabeza.

-El Consejo Real esta aqui... quieren verte para las decisiones del campo -le digo, porque parece haber olvido esta junta muy importante y que no puede faltar. Mi abuelo ya lo esta reemplanzando en todas las reuniones, no quiero que se siga cansando por mi padre- El abuelo necesita descansar.

Reina en silencio otra vez.

-Se que extrañas a mama... -le dije, con un hilo de voz y a punto de ponerme a llorar de tan solo decir esas palabras- Yo tambien, pero a ella no le gustaria verte asi... Ella quisiera que siguieras adelante... como siempre lo hicimos...

Yo solte un sollozo muy pequeño, cerrando mis ojos con fuerza mientras las lagrimas se me resbalan directo al suelo.

-Cuando hay fuego no miramos hacia atras, avanzamos... -recuerdo las palabras de mi madre cuando algo malo ocurria. Ahora si ya sollozo fuerte y tapo mi boca para que no sea tan fuerte.

-Annelisse.

Me giro rapido a mis espaldas, cuando nombraron mi nombre.

Ahi se encontraba Rhaegal, mirandome con una mueca mientras niega de lado a lado con su cabeza, en negacion.

-Es suficiente, yo hablare con el -dice acercandose a mi, pero pasando por alado mio para tocar la puerta de nuestro padre.

-Rhaegal...

-Yo hablare con el, Annelisse -me interrumpio mi hermano, mirandome de una manera fria- Puedes retirarte.

Ya no puedo hacer nada, el mayor siempre tiene la ultima palabra. 

[...]

A C T U A L I D A D

Observo a mi familia, todos inclinandose ante mio luego de verme renacer de las llamas, como un fenix. Levantandome de las cenizas.

Mi mente reproduce todos esos recuerdos, dejandome mareada y casi sin poder mantenerme de pie, con un impresionante dolor de cabeza.

-¿Ann? -pregunto Azriel al notar mi raro cambio.

Yo no respondi, ya que me desplome sobre el suelo, comenzando a ver oscuro y como manchas oscuras se acercaban a mi con preocupacion.

-¡Ann!

Escuche el grito de mi hermano Rhaegal, que parecia estar a miles de kilometros de mi.

Mama...









Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro