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Especial 𝙸𝚅: 🐰🔥Feliz cumpleaños a Félix🔥🐰

Félix Dinnit Roché.

"La vida era una montaña rusa, algunas veces sube y otras veces baja."

...

Los días en el orfanato eran difíciles, la comida algunas veces era escasa, los cuartos estaban algo deteriorados, pero era mejor que nada. Su madre al darse cuenta que no podía mantenerlo lo dejo ahí, solo tenía cinco años, pero era mejor que vivir debajo de un puente. Cierto día conoció a dos niños sin nombre al igual de él, eran llamados por números, se volvieron amigos demasiado rápido.

...

Cierto día un hombre llegó a ese lugar, sus ojos se cruzaron con los de él, esa tarde se quedó en el lugar mirando y conviviendo con todos los niños, quienes desesperados trataban de llamar la atención para que los adoptarán. El más pequeño de los tres se armó de valor y se acercó al hombre, le jaló un bolso que tenía. El hombre lo miró e ignorando a los demás niños, lo cargó. Habló torpemente con el pequeño, quien a base de tartamudeos los señaló, rato después lo bajo y se retiró del lugar.

...

Unos días después el hombre volvió, después de hacer un largo proceso, se los llevo a los tres. Después de un largo viaje en carretera de más de una hora, llegaron a una bonita casa un poco pequeña, en dónde los acomodó a los tres en una habitación. No había dicho ni una palabra, y así llegó la noche, después de una buena cena, se fueron a bañar mientras el hombre lavaba y secaba su ropa, los acompañó hasta la cama y solo dijo un "buenas noches" en baja voz y se fue al cuarto de al lado apagando las luces.

El mayor los miró y les sonrió cálidamente.

- Es una bonita casa, nos trata bien. Puede que no sea de hablar mucho o quizás tenga pena de hablar con nosotros. Solo hay que esperar, estaremos bien, yo los cuidaré.- dijo tratando de animarlos.

Se acurrucaron debajo de las cobijas, y se durmieron.

...

Al siguiente día, el primero en despertar fue el mayor, quien caminó por toda la casa explotando un poco su nuevo hogar. Entró en un cuarto que tenía la puerta abierta, vió varios cuadros enmarcados en las paredes, era una familia de cuatro personas, una mujer con dos niños y el hombre, justo debajo de esa foto habían tres cajas de madera, puso la mano encima de la mesa a la vez que sentía una mano en su hombro que lo sobresalto, se volteo encontrándose con el hombre mirándolo sin ninguna expresión.

- ¿Cómo te llamas?- preguntó de repente.

- Frank.

- ¿Puedo llamarte papá?

- No.- le respondió de forma ruda.- ¿Y tu como te llamas?

- No tengo nombre. En el orfanato no nos ponen nombre.

- ¿Te gusta Phillip? Es un bonito nombre.

- Me gusta.

- Vale. Ese será tu nombre de ahora en adelante.- le dijo Frank al pequeño rubio.

El del medio recibió por nombre Félix y el menor fue llamado Morgan. Vivieron en una tranquilidad inmensa al pasar de los días, ese hombre rápidamente cambió su actitud a una más relajada y era más hablador de lo que aparentaba. Los inscribió en una escuela a medida que cumplían la edad requerida. Phillip a pesar de tener solo un año más que Félix fue el que maduro y creció primero, tomando la autoridad en cuanto se quedaban solos en casa cuando Frank se iba a trabajar.

...

Félix fue creciendo más lento que los demás. Al cumplir los quince años comenzó a darse muchas libertades, con el permiso de Frank para cada una de sus tonterías. Cuando cumplió los dieciocho se perdió completamente, los bares y clubes, drogas y polvos para pasar el tiempo se volvieron diarios en su vida, llegando a casa de madrugada ebrio, y a veces hasta golpeado. Para después recibir los regaños de Phillip por su comportamiento. Confesándole a su familia su preferencia sexual, quienes lo aceptaron. Frank le dió su apoyo, como siempre lo hacía.

...

Al cumplir los veinte años, Frank le consiguió puestos en el hospital en el que trabajaba, gracias a sus buenas notas y buen rendimiento en los estudios los aceptaron con rapidez.

Desde ese punto Félix pudo centrar más su vida y aceptar su nueva vida. Aunque sin dejar completá su vida nocturna.

A los veintidós años, justo cuando pensaba que iba a aburrirse, se encontró en un bar a un chico que parecía bastante joven, que tomaba de manera descontrolada y parecía no embriagarse. Tenía unas facciones demasiado perfectas como para ser una persona real. Su radar nunca le fallaba, pero nunca había visto a una persona como él. Definitivamente debía probarlo al menos una vez. Se acercó a la barra pero se mantuvo lejos, por alguna razón su mirada lo intimidaba, estaba demasiado serio, su mirada parecía de asesino en serie.

Decidió acercarse con cautela, le pidió un trago suave que tenía un sabor fuerte a fresa y menta, después de unos minutos el barman le entregó el trago. Él con algo de extrañeza se lo bebió. Agarró valor y se acercó a él.

- ¿Te gustó la bebida?- le preguntó con una sonrisa juguetona.- Lo pedí para ti.

- Gracias. No era necesario.

- ¿No te gustaría acompañarme un rato?- colocó una mano en su muslo, una clara señal de insinuación. Él bajo la mirada hasta ese lugar y le apartó la mano, dándole una sonrisa.

- Busca a otra persona.- le dijo.

Terminó su bebida y después de pagar la cuenta se encaminó hasta la salida. Félix sentía la sangre hervir. Era la primera vez que lo rechazaban, no iba a dejarse ganar por un simple no. Se levantó de dónde estaba y lo siguió hasta llegar a un convertible negro que estaba estacionado afuera del bar. Caminó junto a él hasta llegar a la puerta del auto, el chico se freno antes de abrirla y se volteo hacia él.

- ¿Necesitas algo?

- Quizás si.- susurró cerca de su oreja y pasó la lengua por el borde de esta, notando como la piel de su cuello se erizaba.- Se hacer bastantes cosas que te podrían gustar.

- ¿Que tan seguro lo tieres? ¿Tan necesitado estás?- Félix lo miró. Eso había sido un golpe bajo, el chico sonrió y se volteo.- Vale, súbete, ¿Siquiera tienes casa o aún sigues viviendo con tus papis?- Félix sintió sus mejillas arder de vergüenza.

- ¡Si tengo casa!

- Vale, vale, no te enojes. Vamos a tu casa.

...

Al llegar a su casa, mientras subían en el ascensor Félix se sentía ansioso, sentia un intenso cosquilleo en su cuerpo, estaba demasiado excitado, era la primera vez que llevaba a alguien a su casa.

Entraron en la casa, y quiso empezar una conversación pero el chico no lo dejó, tomándolo del brazo lo jaló del brazo tirandoló en la cama, mientras se quitaba su chaqueta.

- ¿Quiere hablar ahora?

- No...no es eso... Ni siquiera sé tú nombre.

- Me llamo Christian.- susurró en su oído mientras tocaba la entrepierna de Félix arrancándole un agudo gemido a la vez que cerraba sus ojos. Christian desabrochó su pantalón, y se lo quitó junto con el boxer blanco que traía, agarró su miembro y comenzó a masturbarló.- ¿Cuál es tu nombre?- le preguntó dándole una suave mordida en el cuello. Félix estaba tan extasiado que ni siquiera logró contestar.- Dime tu nombre.

- Félix...- logró decir apenas, el movimiento de su mano se detuvo y le quitó la camisa dejándolo desnudo mirándolo con lujuria.

- Vale, Félix. ¿Que quieres que te haga?- dijo pasando su mano por su pecho.

- ¿Que?- preguntó desorientado.

- ¿Que quieres que te haga? Pidemelo.

Maldito aire de superioridad, pensó Félix. Pero le gustaba ese rol que estaba llevando la situación. Por lo general él era el que llevaba el control de todo, y que ahora, alguien llegaba y lo hacía caer rendido a sus órdenes sin posibilidad de oponerse.

- Fóllame.- gimió.

Christian sacó de su bolsillo un condón, desabrochó su pantalón y lo deslizó en su miembro.

- Abre las piernas.- ordenó. Félix obedeció, esa voz simplemente lo hacía estremecerse, lo tenía a sus órdenes realmente.

...

Félix despertó de un sobresalto al sentir un peso caer sobre su pecho, apartó las sábanas que los cubría y lo vió, durmiendo tranquilamente, sin intenciones de querer despertar. Se levantó de la cama con delicadeza para no despertarlo, se vistió y fue al baño mirando todas las marcas que tenía en el cuello y en su pecho, su espalda le dolía al igual que su cadera, nunca había tenido una experiencia sexual así de buena pero tan agresiva, había perdido la cuenta de cuántas veces lo habían hecho.

Escuchó un ruido en el cuarto, volvió hasta alli, y vio a Christian vistiendose.

- ¿Ya te vas?- preguntó recostandose del marco de la puerta del baño. Christian asintió.

- A diferencia de ti yo si debo trabajar.

- Yo si trabajo, solo que hoy es mi día libre.- Christian asintió levemente. Terminó de vestirse, agarró su chaqueta y fue hasta la salida pero la voz de Félix lo detuvo.- ¿Me podrías dar tú número?

Christian pareció pensarlo demasiado para después voltearse alzando la mano, Félix le dió su teléfono casi con desespero, y Christian le dió su número para irse de la casa después de despedirse. Félix guardo el número en su teléfono, mirando la pantalla sonriendo, nunca había conocido a una persona como Christian, algo lo atraía, y era seguro que no iba a dejarlo escapar tan fácilmente, con nervios marcó el número, solo para verificar, escuchó un teléfono sonar abajo, miró por la ventana y vió como Christian sacaba su propio teléfono y atendía la llamada.

- ¿Si?

- Solo quería verificar que no me hubieras dado un número falso.- dijo con gracia. Christian volteo la cabeza mirando el edificio y Félix le hizo una seña a modo de despedida.

- Que paranoico. ¿Ya te lo habían hecho antes?

- Si, varias veces.

- Que triste.

- ¿Cuando volverás?

- Joder. Apenas me estoy yendo, Félix.- que dijera su nombre lo hizo sonreír.

- Solo preguntaba.

- Vale.- susurró, hubo un silencio en el transcurso en el que Christian llegaba a su auto.- Yo te llamaré.- dijo simplemente y colgó la llamada, dejando a Félix completamente atontado con ese simple acto. Félix se tiró en la cama riendo, definitivamente debía seguir en contacto con él, parecía tener dinero y era bastante apuesto, majestuosidades así no se consiguian en cualquier lugar.

- No dejaré que te olvides mi, Christian.- susurró a la vez que inhalaba el delicioso aroma que la colonia de Christian había dejado en sus sábanas. Era simplemente perfecto.

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Jadkajadkajadkajaskajadk los emojis jadkajadkajad me reí pidoperdon espero que se entienda la referencia (☞゚∀゚)☞

:D era el 15 pero por motivos tercermundistas no se pudo publicar el día que era, je 🙂✌️

✨Bienvenidos sean al inicio de la parte en dónde Félix y Royer hacen cosas relevantes✨

Ya van a empezar las clases ._. goa llorar :'c

Me preguntaron algo así: ¿Veremos a Christian tendiendo una crisis real o estará en el instituto?

Pues......... ಥ‿ಥ Presten más atención chikibeibis, la mentalidad de Christian es frágil y desde que Lucas se fue -por culpa de Jim- a otro país, Christian a estado medio desequilibrado, y con todo los que ha pasado su mente se ha estado deteriorando -mas bien yo he estado de qlera torturando al bb :')

Así que la respuesta es claramente ✨Si✨

Jadjakadjakadjak pero después xd

Weno ya me voy.

Disfruten princesitas y princesitos.

Bye ❤️

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