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Capítulo 99: Lucas...

Lucas estaba en el sofá viendo la televisión, pasando canales sin saber que hacer, su mente ya no estaba en el mismo lugar que su cuerpo, sus pensamientos viajaban por todas partes buscando un lugar en el que no haya buscado aún para encontrar a Christian, era torturante que su padre los metiera a ambos en esta situación, no sabía que era lo que buscaba, decía que era por el bien de ambos pero se negaba a pensar que esto fuera bueno para alguno de los dos. Simplemente una tortura en su más claro esplendor.

—"Después de la revelación de las últimas fotografías de la marca Cesill, el joven Christian Evans de la empresa KPA, se posicionó en los rankings de belleza en las encuestas y caras mañaneras de las noticias locales, cautivando al equipo de trabajo con su sencilla personalidad y sus adorables facciones, llamando la atención de muchas mujeres y empresas pequeñas para promoción de marcas, pero hasta ahora su representante no ha aceptado ninguna de las proposiciones aunque tampoco ha dado un rechazó oficial, y solo queda la espera de saber si se llevará a cabo la petición. Hasta ahora ya ha pasado un mes desde que fue visto el joven aspirante a modelo que ha desaparecido completamente de todos los lugares..."

Lucas tiró el control en el sofá y respiró profundo tratando de calmar sus nervios.

— Un mes... Un mes...— susurraba inquieto.

Sam en ese momento salió de su cuarto y lo miró con el seño fruncido, se fue de la casa yendo hasta la empresa, Christian hace bastante tiempo le había sugerido la idea de trabajar en el área del taller de la empresa y si quería ganar dinero para irse de esa casa debía empezar a trabajar en algo así que aceptaría la oportunidad.

Entró por el lado del estacionamiento, pasando al frente de todos esos lujosos autos que tenían la marca "KPA", aún no sabía la razón para que una empresa de alarmas hacia autos, autos que Christian tenía de simple adorno, ya que utilizaba los tres de siempre. A lo lejos vió uno en particular que se le hacía bastante conocido, se fue acercando con cautela, y miró los números de la placa, era el auto que Royer se había llevado el día que Christian se fue. La ventanilla del conductor comenzó a bajar, rodeó el auto hasta ver a Christian con unos lentes oscuros sonriendole.

— Hola Sam, parece que hubieras visto a un fantasma.— el fuerte olor a cigarrillo no se hizo esperar, notó como el humo salía por la ventana lo que hizo que Sam frunciera el seño levemente.

— ¡¿Dónde mierda estabas?! ¡¿Tienes idea de lo asustado que estaba?! ¡¡Ya estaba pensando que algo había pasado!! Royer hace semanas que no habla con Jim, todos estábamos preocupados.— Christian rascó su cabeza sonriendo. Sam vió que tenía las manos con vendas.

— Solo me dieron permiso para salir una hora.

— ¿Y pierdes esa maldita hora fumando como desquiciado en el estacionamiento de tu empresa.— le dijo con gracia, Christian sonrió.

— No conozco lugares de aquí. Solo conozco mi casa, la empresa, una tienda de helados y una de pasteles que queda justo enfrente de aquí.

— Puedes simplemente pasear.

— Es que me da pena, y con "pasear" significa que en algún momento deberé de hablar con alguien y eso me da pánico de solo pensarlo.

— ¿Por qué no vas a casa?— Christian negó con la cabeza mientras hacia un ruido extraño con la lengua.

— No puedo. Jim cree que sigo fuera de la ciudad, Royer me dijo que no debía ir a casa.

— ¿Y con quién te estás quedando?

— Con Royer, en una casa.

— Royer te dijo que dijeras eso, ¿verdad?— le preguntó. Christian sonrió y ladeó la cabeza un poco y Sam logró ver sus ojos, el color negro predominaba en sus ojos.— ¿Y no hay manera de hacerte decir nada?

— No, normalmente soy bastante obediente, Sam.

— Tu excepción es Lucas.

— Si... ¿Cómo está Lucas?

"Es importante que ninguno se preocupe por el otro."

— Él ha estado bien. Al principio se molestaba bastante, pero después se adapto. Jim también tiene un carácter fuerte.

— ¿Lo ha golpeado?

— No.— mintió. Christian sonrió.

— Esa era una pregunta retórica, no estaba esperando que me dijeras la verdad pero no deberías mentirme Sam. Se que Jim cuando se molesta golpea a Lucas. Siempre le deja marcas...— bajo la mirada frunciendo el seño.— Preguntaré de nuevo... ¿Ha golpeado a Lucas?

— Si, algunas veces he visto que lo golpea, más cuando Lucas le contesta y eso.— dijo con la mirada baja.

— Vale, siempre he sabido que Jim tiene un carácter fuerte igual que Lucas, casi siempre recurre a los golpes para hacerlo entrar en razón. Nunca me ha gustado eso.

— Se nota que golpea fuerte. Pero Lucas parece no tomarle importancia.

— Si, pero casi siempre cuando Jim lo golpea, él llora en las noches.— su teléfono sonó dentro de su bolso. Royer.— Hola Royer.

— Ya pasó una hora, vuelve. Puedes comprar algo para que comas durante estos días, no vas a volver a salir hasta el sábado.

Vale.— colgó la llamada, y dejo el teléfono en el tablero, acomodó el asiento, y encendió el auto.— Dale esto a Lucas.— de su bolso sacó una barrita de chocolate con nueces.

— ¿Que es esto?

— Eso es lo que es. No tiene nada raro. Es solo un dulce. Solo dáselo. Debo irme.— puso en marcha el auto y se fue del estacionamiento. Sam se quedó en el mismo lugar por unos segundos. Tenía la breve sospecha de que no era un simple dulce, sino que quizás era el favorito de Lucas que Christian era el único que conocía y sabría que estuvo con Christian al dárselo. Quizás todo estaba en su mente.

Y eso era. Solo estaba en su mente. Lucas aceptó el dulce y lo dejo encima de la mesita de la sala, no tuvo ninguna reacción, sin prestarle mucha atención, quiso dárselo con un simple gesto para que se diera cuenta de algo, así fuera algo mínimo, pero Lucas no hizo nada.

...

Pero si era algo. Lucas dejó la barra de dulce encima de la cama y la miró durante casi una hora, quiso echarse a llorar en ese mismo momento, había notado la mirada de Sam al dárselo, no había manera de que alguien aparte de Christian supiera que le gustaba, y no había manera de que Sam eligiese ese dulce en específico. Agarró el dulce notando que uno de los lados estaba modificado, lo abrió y vió un pequeño papel con algo escrito con la letra muy pequeña.

"Hola Lucas, espero que estés bien, no te había podido contactar por obvias razones, pero quiero que sepas que estoy bien, solo debes calmarte y soportarlo por un tiempo más, sino, sabes dónde encontrarme. No dejes que Jim te golpee más, te quiero."

Lucas arrugó el papel en su mano, agarró el dulce y se lo comió mientras lloraba sin parar, se recostó en la cama abrazando el abrigo de Christian, esa colonia lo volvía loco, comenzó a retorcerse en la cama sintiendo ese cosquilleo en sus zonas bajas. En ese mes, auto complacerse se había vuelto muy cotidiano, pero quería que Christian fuera el que lo tocase, la sensación debía ser diferente.

...

Christian se quedó mirando sus manos que aún se mantenían vendadas. Había rasguñado sus manos cada vez que le daba ansiedad, le dolía hacerlo, pero en el momento no lograba sentir nada. La puerta se abrió y Félix entró con Royer yendo directamente a la cocina a dejar las compras de la semana, Royer miró hacia el balcón viendo a Christian, se acercó a Félix diciéndole algo en baja voz y se fue de la casa.

...

Félix lograba sentir ese miedo que Royer sentía de Christian, era evidente, no duraba mucho tiempo, lo veía, se iba para mantenerse lejos y tenía contacto con Christian solo por teléfono. ¿Eran así todas las personas con él? ¿Lo dejaban solo a su suerte? ¿Le tenían tanto miedo o era simple desinterés? Christian en las noches tenía pesadillas constantes, eran fuertes, su respiración se agitaba y despertaba asustado, esa expresión con la que despertaba era aterrorizada, siempre repetía cosas, "sala de control", "Lucas" y "No quiero ir"... Algunas veces decía otras cosas pero no lograba entenderlas, a veces hablaba en otros idiomas, para dormir era un procedimiento extenso y había que tener demasiada paciencia para soportarlo, era como si le aterrará quedarse dormido. Tenía conocimiento de cómo trataban a los enfermos mentales, se preocupaba de todo lo que girará en torno a Christian, no sabía de su vida, y no quería saber que clase de traumas se desarrollaban en su mente. Respiró profundo, buscó el pequeño botiquín y fue al balcón.

— Hola Chris.— él no lo miró, tampoco le respondió. Bajó la mirada y suspiró, había un lapso de tiempo que no quería hablarle, se quedaba mirando a un punto y no se movía, era inofensivo, pero no le gustaba cuando parecía ignorarlo. Se sentó junto a él y agarró su barbilla para que lo mirará, eran unos ojos vacíos, necesitaba algo, quería algo, se lo había pedido muchas veces, quería que lo amará, quería cariño, atención. Agarró su mano derecha y le fue quitando la venda lentamente viendo las marcas.— Te arrancaste la piel aquí.— le dijo. Christian seguía mirando hacia adelante sin prestarle atención. Al aplicar el alcohol tuvo un leve tirón de su mano.— ¿Te está ardiendo?— no le contestó.— Por favor dime algo. No vas a volver a durar sin hablarme cinco horas, ¿o si?— dijo. Vió como los ojos de Christian se movían hasta el suelo y después volvía la mirada hacia al frente. Volvió a vendar su mano e hizo lo mismo con la otra.

...

Christian estaba aguantando las ganas que tenía de llorar, no había nada en su mente que no fuera Lucas, seguía preguntándose si Sam le había dado lo que le mandó, eso lo torturaba, cuánto más tendría que esperar.

— Ve a ducharte, ¿vale? Yo prepararé la cena.— casi como si fuera un robot, se levantó y fue al baño. No supo más nada de Christian en casi una hora, se acercó al baño notando como pasaba el agua por debajo de la puerta. Abrió la puerta con desespero encontrando a Christian sumergido bajo el agua, cerró la llave del agua y lo sacó de la tina, comenzó a tocar su rostro con la esperanza de que reaccionará, pero no lo hacía, lo recostó en el piso y empezó a hacerle RCP, no había notado que sus labios estaban morados y su rostro pálido. Se había confiado demasiado. Pero Christian reaccionó escupiendo el agua que había tragado, Félix suspiró viendo cómo su acompañante volvía a respirar.

Las personas se podían ahogar en una tina, pensó Félix.

Lo secó con una toalla y lo recostó en la cama cubriéndolo con la cobija. Solo faltaban dos días para que su permiso terminará y sabía que Frank no le daría más días. Necesitaba que Christian por arte de magia se pusiera bien de un día para otro.

— Christian eres un idiota.

...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...

Después de varios días desaparecida volví, y es que me había trabado tanto que no sabía cómo continuar ;-; y dije fino solo miró la historia original y sigo. Y mi cara al ver lo que seguía fue 😦 que me lleve la pelona.

Esperen lo peor para el siguiente capítulo.

Disfruten este capítulo porque el siguiente no se podrá disfrutar.

Cuidense princesitas y princesitos.

Bye ❤️

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