- Christian...- ya iba tarde, bastante tarde, ya no había manera de que llegara a tiempo, por alguna razón Christian se había despertado justo en el segundo en el que iba a salir.

- No te vayas...- Félix agarró su rostro dejando un beso en sus labios, limpió su rostro, viendo esas tristes perlitas azules, de nuevo iba a llorar.

- Volveré en la tarde.- Christian comenzó a negar desesperadamente.

- No quiero... Quédate aquí conmigo...

- Chris,- mordió el interior de su mejilla.- Escucha, iré al hospital..

- ¡No! ¡No quiero que vayas al hospital!

- ¡Christian!- le gritó.

- ¿Por qué me gritas?

- Lo siento, pero escúchame, iré al hospital a pedir días libres para quedarme aquí contigo.

- ¿Por qué no dices que no irás y ya?

- Debo ir para que me den días libres, debo ir a hablar con mi jefe.- los labios de Christian temblaron ligeramente vió como sus ojos se llenaban de lágrimas, suspiró, justo en eso recordó un juego que solía jugar con su madre antes de que muriera.- ¿Quieres que juguemos al juego de la confianza?- no podía creer que le estuviera sugiriendo eso, fue con ese mismo juego, esa promesa de siempre volver... Un día simplemente no volvió a casa y nunca la volvió a ver. Christian lo miró confundido.- El juego es así, tu prometes algo, y yo prometo algo. ¿Te parece? Así podemos desarrollar confianza hacia él otro.- Christian asintió.- Vale, tu prometes dormir mientras yo no estoy, y yo prometo volver antes de que despiertes,- los ojos de Christian lo miraban incrédulo, Félix sabía que eso era lo que necesitaba, una persona que le diera la confianza que quería. Sonrió.- Cuando despiertes yo ya estaré aquí preparando el desayuno para ti. Yo lo prometo... ¿Tu lo prometes?- Christian bajó la mirada y asintió.- Vale, recuestate. Me iré cuando te duermas.

Félix lo cubrió con la cobija y le acarició el cabello, Christian se acurrucó junto a Félix, y bajo las caricias que este le daba a su cabello rápidamente se quedó dormido por el cansancio que tenía. Félix besó su frente, apagó la luz y se fue de la casa prácticamente corriendo, si no llegaba antes de que se despertara Christian probablemente lo iba a odiar toda la vida.

...

- Llegas tarde, Félix.- le dijo Phillip, se detuvo al ver su rostro, era una expresión de cansancio, como si no hubiera dormido en toda la noche. Félix llegó hasta la oficina de Frank, este lo miró con el seño fruncido.

- ¿Que quieres? Estás llegando bastante tarde.

- Necesito que me des días libres.

- ¿Que?

- Es por una buena causa.

- ¿Cuál?

- No puedo decirte justo ahora.

- Me pides días libres, ¿Pero no me puedes decir para que los quieres? Genial.

- Frank realmente necesito estar libre.

- ¿Cuánto tiempo?

- Un mes.- Frank lo miró.

- Son demasiados, trabajas en un hospital, no en un bar donde te puedes desaparecer,- dijo organizando unas carpetas que tenía encima de su escritorio.- No creo que sea algo que se deba discutir...

- Papá...- Frank lo miró.- Realmente necesito estar libre. Sabes que siempre te cuento todo pero justo ahora no puedo. Prometo que te explicaré todo... después...

Frank bajó la mirada, ¿Por qué tenía tanto desespero? ¿Que se supone que iba a hacer?

- Dime una cosa.- Félix resopló con fastidio.

- Es por un chico que me gusta, no te diré nada más.- Frank no pudo evitar sonreír al escuchar eso, lo pensó un poco y asintió.

- ¿Un mes necesitas para conquistar a alguien?- Frank vió como el rostro Félix se tornaba de un color rojo, lleno de vergüenza por lo que acababa de decir.

- No digas esas estupideces.- dijo rascando su cabeza nervioso.

- Vale... El once de agosto te quiero aquí de vuelta.

Félix sonrió y le agradeció unas seis veces antes de irse del hospital corriendo hasta su casa, técnicamente ignorando el llamado de Morgan que se quedó en la mitad del pasillo con la mano levantada. Para Félix esos treinta minutos de regreso a su casa fueron eternos.

...

Christian abrió los ojos lentamente, acostumbrándose a la claridad del cuarto, se enderezó en la cama viendo que estaba solo, no recordaba como se había quedado dormido, simplemente pasó, se imaginaba que Félix ni siquiera había llegado, levantó la mirada al escuchar un ruido afuera del cuarto, se levantó de la cama y abrió la puerta, respiro profundo inhalando ese aroma que provenía de la cocina, incrédulo se acercó a la puerta de la cocina y vió a Félix, que estaba cocinando mientras tarareaba un canción desconocida para él. Félix se volteó, Christian se paralizó al ver que el que estaba ahí era Lucas.

- ¿Ya despertaste?- le dijo sonriendole.

- ¿Que haces aquí?

Félix lo miró confundido, su mirada denotaba miedo.

- Vine a buscarte.- Christian dirigió su mirada hasta una rincón y vió el cuerpo de Félix, cubierto de sangre con la cabeza hacia atrás, con sus ojos detenidos en dirección al techo, de su cuello sobresalían los huesos, todo el lugar estaba lleno de sangre, miró las manos de Lucas y estás estaban cubiertas de la sangre de Félix, un cuchillo lleno de sangre descansaba encima de unos pedazos de carne, pedazo faltante en las piernas de Félix.- Estoy preparándote el desayuno...

Christian retrocedió en sus pasos hasta que su espalda chocó contra la pared, estaba temblando, tenía miedo, Lucas lo había matado, ¡¿Y ahora pensaba dárselo de comer?!

Una fuerte bofetada que llegó a su cara lo hizo reaccionar bruscamente, esos ojos verdes cambiaron a un tono más oscuro, era Félix, Christian jaló su cabello dejándose caer en el piso temblando y comenzó a reír descontroladamente.

- Christian ¿Que estabas viendo?- le preguntó. Christian lo miró, nunca nadie le había preguntado eso, nunca nadie se había interesado por saber que era lo que estaba viendo.- Dime...

- Él te había matado... Estabas justo ahí,- señaló ese espacio de la cocina que Félix por simple reflejo miró.- Y había sangre, mucha sangre...- Félix hizo que lo mirara.

- Mírame, estoy bien, estoy aquí. ¿Lo ves? Todo fue mentira. Necesitas descansar. Después de desayunar nos dormimos juntos un rato, ¿Te parece?

- Vale.- Félix lo ayudo a qué se levantará.

Después del desayuno, ambos fueron a la habitación y se recostaron en la cama, vieron algo de televisión y Christian rato después se quedó dormido. Félix de quedó todo ese tiempo pasando canales hasta detenerse en un canal de cocina que se quedó mirando por horas, mientras Christian dormía plácidamente a su lado, acariciaba su cabello cada cierto tiempo. Para él era algo nuevo, estar así con alguien, tener un dia tranquilo, pasar tiempo juntos. Christian era simplemente perfecto.

...

Lucas miró el plato de comida frente a él, no tenía hambre, no quería comer nada. Fastidiado tiró los cubiertos encima del plato y tiró este al suelo antes de levantarse e irse al cuarto cerrando la puerta con rudeza encerrandose. Jim frunció el seño molesto.

Había perdido contacto con Royer, no sabía nada acerca de Christian, empezaba a pensar que quizás Christian hubiera matado a Royer y su cuerpo estuviera pudriendose en alguna parte de algún bosque, todo se ligaba en su mente, Lucas no hacía más que empeorar y fastidiar por cualquier cosa, no sabía nada de Christian, Royer no aparecía.

- Mierda.

...

Se acostó en la cama y se aferró a un abrigo de Christian, inhaló profundamente ese delicioso olor que aún conservaba de él, lo necesitaba. Bajó su mano hasta su entrepierna, desabrochó su pantalón y agarró su miembro soltando un débil jadeo, jamás se había tocado y menos pensando en alguien. Comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo, recuerdos de esa noche lo hicieron excitarse, gimió enterrando su rostro entre las almohadas, el movimiento de su mano se volvió más firme y rápido, Christian se apoderó de su mente, recordó su sonrisa traviesa, la tierna manera en la que pasaba su lengua por sus dientes mientras sonreía, necesitaba que volviera a sonreírle de esa forma, que lo mirara de esa forma, que volviera con él, quería que solo fuera de él, quería que lo tocase igual que esa noche...

- Christian...- gimió.

Soltó un largo gemido sintiendo que algo salía de su miembro. Trató de controlar su respiración, miró su mano sintiéndose asqueado de lo acababa de hacer, ¿Realmente acababa de masturbarse pensando en Christian? ¿La persona a la que había cuidado desde que tenía memoria?

- Eres un asco, Lucas...

...

- Vale, ahora coloca en chocolate dentro de la batidora.

- Chocolate en la batidora.- repitió mientras lo hacía. Félix sonrió.- ¿Y ahora?

- Coloca la harina... lentamente.

- La harina...- Félix miró como su mano técnicamente por accidente tropesaba un plato al cuál Christian volvió a tocar, comenzó a ponerle más atención a cada acción que hacía y era cierto, si lo tocaba o tropesaba, era como si estuviera programado, volvía a tocar eso mismo una segunda vez. Era muy extraño, le llamaba tanto la atención seguir descubriendo como se comportaba.

- ¿Y ahora?

- Nada, ahora esperamos.- no pasaron ni cinco segundos en silencio cuando Christian volvió a hablar.

- ¿Cuánto esperaremos?

- Cuarenta minutos.- Christian bajo la mirada y asintió.

- Esperaremos.

- Iba a preguntarte algo.- dijo Félix de repente agarrando la cara se Christian para que lo mirara.- ¿Puedes ver bien?

- Eh... Si, ¿Por qué?

- Porque este ojo me está mirando.- le dijo refiriéndose al derecho.- Y este ojo está aquí.- señaló el inicio de ojo izquierdo.

- ¿Enserio?

- Si, nunca me había percatado de eso. ¿Nunca has tenido problemas de visión?

- No.

- Quizás solo tienes lo torcido.- dijo riendo. Christian sonrió.

...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...

Wenas ._. sigo teniendo frío ⛄

Disfruten el capítulo chikistrikis.

Cuídense princesitas y princesitos.

Voten y Comenten.

Bye ❤️