Capítulo 95: Comienzo.
Félix acomodó su camisa mientras se miraba en el espejo que tenía en su pared. Escuchó ruidos en el cuarto, suspiró y fue hacia la puerta, Christian aún seguía durmiendo, le tocó el hombro y él se quejó levemente, Félix sonrió, parecía un pequeño bebé, le acomodó la almohada y lo cubrió con la cobija. Dejo una nota en la mesa de la cocina diciéndole la hora en la que regresaba, agarró las llaves y fue a la entrada, al abrir la puerta se detuvo, miro en dirección a su cuarto dudando completamente si ir al trabajo o no. Respiro profundamente y salió de la casa, puso doble seguro y se encaminó a su trabajo.
...
— ¿Para que estás buscando esos exámenes, Félix?— le preguntó Phillip cruzándose de brazos.— ¿Quieres más problemas? Tu sabes que no podemos interferir mucho más. Las cuestiones de tutores legales es bastante seria, y si alguien se entera de esto...
— Ya lo sé Phillip...— bajo la mirada y suspiró.— Pero enserio necesito revisar esos archivos.
Phillip lo miró con el seño fruncido, le molestaba todo ese asunto, falsificar la firma del tutor, interferir con las reglas del hospital, esto sería un problema bastante serio si el hospital llegaba a enterarse, pero... El simple hecho de que Félix lo estuviera haciendo por un simple chico que le gustaba le parecía bastante tierno y tonto en el mismo nivel. Sacó las llaves de su bolsillo y se las dió.
— No más de diez minutos.— Félix sonrió y lo abrazo.
— Vale.— Phillip lo empujó y se fue.
...
Félix entró al cuarto de registros del hospital, necesitaba buscar.
Buscó en el estante que Phillip le había dicho, y consiguió bastante rápido el archivo completo de Christian.
"Internado en el Instituto Psiquiátrico para Menores de Moscú desde los siete años hasta los dieciséis, por esquizofrenia y un fuerte transtorno de bipolaridad. Quince crisis, cuarenta y ocho intestos de suicidio, tres homicidios involuntarios, diagnosticado con depresión a los catorce años, trastorno obsesivo compulsivo a los quince, al no poder tocar los objetos menos de dos veces, al no hacerlo puede tener un ataque de pánico, trastorno paranoico, altos niveles de estrés y ansiedad, rápidos niveles de apego emocional hacia las personas, dependencia, tres medicamentos estrictos, que debe consumir dos veces al día obligatoriamente, un tratamiento permanente para controlar sus ciclos inestables de sueño, y un sedante nervioso para los casos extremos de inestabilidad."
Félix salió del cuarto con el alma arrastrándose en el suelo, por alguna razón quería llorar, era algo que lo tomaba de sorpresa dándose cuenta que la persona que conocía no era la que pensaba. ¿Qur había leído? ¿No podía tocar menos de dos veces? ¿Menos de dos veces? Si había notado eso pero pensó que era un simple reflejo pero ahora se enteraba de la verdad.
...
— ¿Necesitas saber cómo tratar a una persona con problemas mentales? Es algo raro que me preguntes eso...
— Es que...
— Félix puedes hablarme con confianza, vengo conociéndote desde que tenías quince años, ¿Que es lo que te da vergüenza?
— Es que... Él chico que me gusta tiene eso, y es algo mas personal, ¿Sabes? Quiero entenderlo.
— Vale... Siéntate.— Félix se sentó en la silla, el hombre lo miró en silencio hasta asentir levemente.— ¿Cómo es él?
— Pues... Es increíblemente bueno.
— ¿Cómo te trata?
— Siempre me trata bien...
— ¿Ha intentado golpearte?— lo interrumpió. Félix tragó en seco, recordando esa vez.
— Si algunas veces.
— ¿Ha tenido episodios de cambios de humor?
— Si.
— Vale, escucha, no es algo fácil. Debes mantenerte fuerte y no darle la oportunidad de controlarte. Lo que me dices es bastante serio, normalmente se descontrolan por falta de sueño, llegan a dormir cuatro o cinco horas al día, a veces menos, sus pastillas para dormir son bastante fuertes, y hasta con eso logran resistir el sueño, si haces que duerma bien por lo menos cinco días seguidos se va notar como su actitud va a cambiar.
— ¿Entonces solo debo dejarlo dormir?
— Básicamente eso es lo único. Por la falta de sueño comienza a alucinar, escuchar voces, delirar, empieza a sentir paranoia y por esa misma razón tiene los ataques de violencia porque no logra razonar bien por tener bastante sueño.
— Vale... Eso parece demasiado sencillo.
— No es sencillo Félix, tratar con una persona con problemas mentales es bastante fuerte, desgasta más a la persona que lo cuida que a él mismo. Solo basta con estar unos diez días cuidandolo para que sientas que te estás volviendo loco junto con él.
— Igual quiero tratar de ayudarlo. Ni siquiera sabía que él fuera así... Siempre tenía esos cambios de humor pero siempre me decía que estaba cansado...
— ¿Sabes a qué edad dejo de crecer?
— ¿Que?
— ¿Alguna vez se a comportado como un niño o tenido alguna actitud infantil?
— ¿A qué viene eso? Él apenas tiene diecinueve, asi que...— su voz se fue apagando al ver la expresión que tenía.
— ¿Diecinueve? Es demasiado joven, probablemente tenga la mentalidad de catorce o quince años, depende de donde haya crecido, como haya sido su vida y como lo hayan tratado. Si lo consentían mucho podría ser un problema.
— ¿Por qué?
— Porque puede reaccionar de mala manera al buen trato. Quizás pueda tener una reacción violenta a las muestras de cariño.
— No lo sé... No le he prestado mucha atención a eso. No llevamos mucho conociéndonos así que no podría decirlo.
— Esto es algo peligroso, ¿Me dejarías conocerlo?
— No.— dijo firmemente.
— Félix solo lo estoy sugiriendo para tu protección.
— No quiero que nadie de aquí lo conozca. No quiero que Frank ni mis hermanos traten de hacer algo, sabes cómo se pone Phillip.
— Déjame conocerlo, solo con hablar con él por unos pocos minutos y puedo darte un diagnóstico completo.
— La cosa es que ahora el esta descansando y no puede salir de casa.
— Vale, entiendo. Solo piénsalo.
— Lo pensaré.
...
Félix salió junto a Phillip y Morgan, quienes lo invitaron a comer en la ciudad, y él sin mucha insistencia aceptó. Llegaron al restaurante y pidieron comida y algunas bebidas. Comenzaron a hablar de ciertas cosas sin mucha importancia, hace bastante tiempo que no salían los tres a comer.
— Así que Morgan tiene novia.— soltó Félix riendo.— Eso me parece trampa, yo a los dieciocho no había tenido ni una relación.
— Pero ahora tienes a ese amor ocultó, creo que vas bastante serio con él, ¿Cuando nos vas a dejar conocerlo? Ya ha pasado mucho tiempo.
— Aún debo ver si él va de la misma forma conmigo. No quisiera presentarlo y que dos días después termine conmigo.
— Vale, ¿Cuántos años tiene?
— Diecinueve.
— ¿Y que? ¿Te trata bien?— Félix bajo la mirada sintiendo una leve incomodidad con la conversación.
— Estoy bien con él, supongo que es lo que importa...— se interrumpió cuando su teléfono comenzó a sonar, lo sacó de su bolsillo y vio el nombre, Christian. Se disculpó con ellos y se alejo de la mesa llegando hasta la ventana para poder hablar con más comodidad.— ¿Christian?
— ¿Dónde estás?— su corazón se detuvo al escucharlo llorar.— ¿Dónde estás? ¿Ya no te importo, verdad? Ni siquiera has visto mis mensajes, te llamé muchas veces y no me contestaste, joder.— escuchó un ruido fuerte del otro lado de la línea y se despidió oficialmente de su espejo. No sabía que decirle, quería hablar y decirle que se calmara pero ninguna palabra lograba formularse dentro de su mente.— ¿Por qué no hablas?
— Es que...
— Tengo hambre...— escucho en un leve susurró.— No he comido nada...
— ¿No has...comido? Pero... Hay cosas en el refrigerador con las que puedes...
— No sé cocinar.— Félix se pasó la mano por su cabello y suspiró.— Félix vuelve...— lo escucho volver a llorar con más desesperación.
— Ya voy. Espérame, te llevaré algo para que comas.
— Vale.— la llamada terminó, Félix revisó su teléfono y mordió su labio inferior viendo el desastre que había. Cincuenta llamadas perdidas y más de ochenta mensajes, por lo general, cuando comenzaba su turno en el hospital, guardaba su teléfono en su cubículo y lo olvidaba hasta el final de la tarde. Quizás debió mencionarle ese pequeño detalle, ahora vivía con él, debía siquiera informarle de las cosas que hacía. Suspiró finalmente y volvió a la mesa.
— Debo irme.— dijo al llegar a la mesa, tomó su chaqueta y sin decir otra palabra salió del restaurante dejando a Morgan y a Phillip extrañados por esa repentina mirada de preocupación.
...
Antes de llegar a la casa compro comida, bebidas y algunos dulces para siquiera redimirse por haberlo dejado aguantando hambre todo el día. Al llegar a la casa todo estaba oscuro y silencioso, demasiado silencio para tratarse de Christian. Encendió la luz y se frenó en seco al ver el estado en el que se encontraba su casa.
— Mierda...— susurró.— ¡Christian ya llegué!
Dejó las cosas en la mesa de la cocina y fue directamente al cuarto, se detuvo con la mano en la perilla escuchándolo llorar, en ese instante se cuestionó lo que estaba haciendo, mantener a una persona que estaba mal de la cabeza en su casa, con más de veinte intentos de suicidio, y tres homicidios involuntarios, con mucha más fuerza que él, con un instinto asesino corriendo por sus venas, ni siquiera sabía que hacer o como tratarlo. Royer se lo había dejado para tratar de evitar su divorcio y simplemente aceptó por el estúpido sentimiento que sentía por Christian, y justo ese sentimiento ahora mismo lo estaba paralizando, sintió unas ganas inexplicables de llorar, ¿Sería capaz de lidiar con él? Se supone que solo debía mantenerse fuerte y no mostrar debilidad ante él, pero justo ahora estaba temblando...
— Joder.— murmuró.
Al final fue su corazón el que lo hizo entrar al cuarto, con una expresión neutral. Se encontró a Christian en un rincón del cuarto sin ropa, llorando desconsoladamente, con un pedazo de cristal del espejo en su mano apretándolo con fuerza, cortandolo, pero él parecía no prestarle atención a eso. Se acercó lentamente hasta donde él estaba, al tocar su hombro recibió un poco de lo que esperaba, un corte en su brazo lo hizo temblar ligeramente.
— Dame eso.— exigió. Christian lo miró, todo su cuerpo temblaba, seguía llorando a la vez que le mostraba el pedazo de cristal a modo de defensa, estaba dispuesto a cortarlo de nuevo. Acercó su mano sin dejar de mirarlo y agarró el cristal.— Dámelo.— los ojos de Christian volvieron a nublarse por las lágrimas y pareció resignarse cuando soltó el cristal, Félix lo lanzó lejos de donde estaban. Acarició su mejilla y lo tomó del brazo haciéndolo sentar en la cama, buscó entre su maleta algo de ropa y lo ayudó a vestirse.— Ven, te traje comida.— Christian lo miró, parecía molesto.— ¿Estás molesto?
— Me dejaste aquí, encerrado todo el jodido día estando solo. ¿Deberia estar feliz?
Contestar una pregunta con otra pregunta... Vale, ahora entendía.
— Pues si, te debo una disculpa, no te dije sobre mi trabajo, y no tenía idea de que no supieras cocinar, enserio lo siento. Pero apenas es el primer día viviendo juntos, debo conocerte más... ¿Me perdonas?
— No.
— ¿Por qué no?— sonrió y lo abrazo, sintió como Christian se tensaba ligeramente.— Yo sé que me quieres. No creo que serías capaz de molestarte conmigo. Anda, dame otra oportunidad y vamos a comer. Te traje pollo frito, y también papitas, te compré una jugo de manzana, y también un batido de chocolate del que te gusta.— sonrió al ver que Christian estaba aguantando una sonrisa.— También te compre dulces y una caja de cigarrillos.— dijo. Christian suspiró y sonrió asintió levemente.
— Vale...— Félix se levantó enérgico de la cama y lo arrastró hasta la cocina.
Christian notó como las manos de Félix temblaban ligeramente, y sus ojos se movían de forma extraña. Se acercó a él y lo agarró de los hombros, sacudiendo el mundo de Félix con brusquedad, él lo miró desorientado, le sonreía, acercó su nariz a su boca percibiendo el fuerte olor a alcohol.
— ¿Dónde estabas?
— Comiendo con mis hermanos.— le respondió con una boba sonrisa.
— ¿Cuánto bebiste?
— No lo sé...
La interrupción de Félix le siguió un sonido extraño, para después vomitar encima de él. Christian se quedó estático sintiendo algo húmedo bajar por su brazo, movió sus ojos al techo y suspiró. Si no lo miras no te da asco, pensó cerró los ojos y sonrió nerviosamente. Arrastró a Félix hasta el baño y lo dejo tirado en el piso, limpió su brazo, relajando su mente, se volteó y lo metió en la ducha. Le quitó la ropa y lo limpió, lo llevo de regreso al cuarto y lo dejo acostado en la cama, lo cubrió con una cobija dejándolo dormir.
— ¿Siempre son así las personas? ¿Beben hasta quedar así?— agarró un mechón de su cabello y sonrió.— Eres muy lindo, Félix.— se levantó de dónde estaba y fue a la cocina, limpió el desastre de Félix, y terminó por arreglar toda la casa, algo lo hacía sentir culpable pero igual lo hacía sentir seguro, Félix trataba de entenderlo, quería entenderlo. Sonrió. La primera persona que hacía el esfuerzo de entenderlo.
Se quedó bastante tiempo en la mesa de la cocina pensando, por su mente pasaron varios recuerdos de Lucas, no había vuelto a saber nada de él, tenía su teléfono pero no tenía el valor de llamarlo, sabía que Jim no sabía que estaba en la ciudad, era claro, lo habían dejado encerrado para que no saliera, y sino querían que saliera era para que no fuera a la casa. Le gustaría saber cómo estaba. El rugido de su estómago lo hizo reaccionar.
Agarró la bolsa que estaba encima de la mesa y sacó las cajas de comida. Comenzó a comer de manera desesperada terminando con todo el contenido de las dos cajas. Se había olvidado que había pasado todo el día sin comer, se tomó todo el jugo de manzana y fue hasta el balcón, se sentó y miró hacia la ciudad, giró el anillo que tenía en su dedo índice recordando otra vez a Lucas, solo se estaba tratando de engañar con que todo estaba bien, Lucas estaba bien, él estaba bien, no pasaría mucho tiempo hasta que Jim le diera permiso de volver.
— Eso es...— murmuró.— Síguete engañando...
...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...
Eh... Hola ._. tengo frío.
Por cierto, si quieren que algo salgan la historia, comentenlo y yo lo haré :D Ahora lo que queda es historia y pos incluir lo que me piden no es difícil. Y pos si quieren ser más específicos me pueden decir los personajes que salgan o tengan protagonismo y en qué tiempo quieren que lo incluya :D
Disfruten el capítulo beibis.
Cuidense princesitas y princesitos.
Voten y Comenten.
Bye ❤️
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