Capítulo 92: Cumpliré mi promesa.
Esa mañana Royer despertó apenas amaneció. Fue a la cocina y se sirvió café, no había logrado dormir bien, Christian la noche anterior había estado llorando y gritando por Lucas. No entendía como algo así podría ayudarlos. Lucas estaba mal, Christian estaba mal, ambos sufrían sin la presencia del otro cerca, debía haber otra forma. Parecía que Jim solo los torturaba.
Tocó la puerta de su cuarto varias veces pero no obtuvo ninguna respuesta, abrió la puerta y el cuarto estaba vacío y oscuro. Busco en toda la casa y no estaba en ningún cuarto, lo llamaba pero no obtenía respuesta. Comenzó a ponerse nervioso, el desespero se apoderó de si en cuánto notó que el seguro de la puerta había sido quitado, vio las pisadas en la tierra que llegaban hasta la orilla del lago y desaparecían en el agua. En eso vió el cuerpo de Christian flotando casi en la mitad del lago.
- ¡¡Christian!!- gritó a la vez que se adentraba en el agua.
Lo sacó del agua y lo llevo hasta la orilla. No respiraba. Comenzó a hacerle RCP, el mismo sentía su cuerpo temblar, el agua estaba fría, Christian tenía el rostro pálido, su boca estaba morada. Lo miró con miedo, Christian iba a morirse estado a su cuidado, joder. No podía permitir que eso pasara, lo pensó demasiado hasta que hizo lo que no quería. Tapó su nariz y respiró en su boca unas cuantas veces hasta que el cuerpo de Christian tuvo un leve espasmo y escupió toda el agua que había tragado, tosió con desesperación buscando el aire faltante dentro de sus pulmones.
- Mierda.
Jamás había sentido tanto miedo en toda su vida. Cargó a Christian hasta dentro de la casa, le quitó toda la ropa y lo seco con una toalla, estaba temblando, debía ponerlo en un lugar caliente rápido para que no se resfriara. Le colocó ropa nueva y lo colocó en una pequeña colcha en la sala cubriéndolo con varias cobijas, fue directo a la chimenea colocando varios trozos de madera y la encendió para calentar la casa. Christian se acurrucó junto a Royer temblando agarrando con fuerza su brazo. Este detuvo unos segundos, para después suspirar y cubrirle la cabeza con una cobija.
- Tranquilo, ya estás bien.
...
Tres días después...
- Jim, enserio debo llevarlo a un hospital.
- Eso es lo que él quiere. Lo hizo a propósito. Sabe que es propenso a enfermarse al exponerse al frío.
- Su fiebre no ha bajado, su resfriado sigue empeorando. Joder, debo llevarlo al hospital.
- Ya te dije que no, Royer. Encuentra a alguien que te lleve la medicina, pero no lo traigas de nuevo a la cuidad.- le cortó.
Royer maldijo por lo bajo, pasándose la mano por su cabello estresado, tiró el teléfono encima de la mesa, volvió al cuarto donde estaba Christian, él aún seguía temblando, se preocupaba de que pudiera empeorar, algo malo podría pasarle. Christian lo miró.
- Royer...tengo frío...- susurró. Royer apretó la mandíbula. Había prometido cuidarlo en cualquier aspecto, debía pensar en el bienestar de Christian y si eso incluía ignorar lo que le había dicho Jim, lo haría. Solo pensaría en Christian.
- Voy a llevarte a un hospital.
Lo cargó hasta el auto y lo cubrió con una cobija, cerró todas las puertas y se subió. Colocó su cabeza encima de sus piernas y encendió el auto, comenzando a conducir lo más rápido que pudo hasta la ciudad.
...
- Félix.- lo llamó Frank. Llegó hasta el mostrador.- Un paciente con un resfriado en la habitación veinticuatro.- dijo dándole una carpeta. Félix asintió y se encaminó hasta ese cuarto mirando los exámenes. Fiebre alta, resfriado, tos, posible muerte por hipotermia. Joder, eso no parecía un "simple resfriado", si en los exámenes salía la palabra "muerte". Odiaba que le dieran pacientes de ese tipo, siempre que pedía trabajo lo mandaban a hacer esas cosas pequeñas.
Entró en la habitación saludando amablemente al hombre que estaba ahí, debajo de una gruesa cobija se encontraba su paciente, que por alguna razón no quería descubrir su cabeza.
- ¿Que es lo que pasó?
- Estuvo mucho tiempo en un lago, el agua estaba fría y se resfrío.
- Vale...- asintió sin creerse mucho eso.- ¿Puedes darme tu mano?- dijo tocando levemente su cabeza. Una mano apareció de debajo de la cobija, era pálida y estaba muy fría.- ¿Que fue lo que exactamente pasó?
- Pues...- suspiró.- Intentó suicidarse en el lago, cuando yo lo encontré no respiraba, no se cuanto tiempo estuvo ahí, pero cada día estaba peor.
- ¿Por qué no lo trajeron al hospital antes?- Félix frunció el seño al revisar esa mano, le parecía conocida, no sabía de dónde, era muy delicada y muy blanca, vió un pequeño lunar en el dedo índice. No podía ser él.
- Estábamos lejos de la cuidad.
- ¿Cuántos años tiene?- vió el tatuaje, había visto esos dados miles de veces, Royer notó como miraba de forma extraña su mano.
- Diecinueve.- mierda... Era demasiada coincidencia como para que no fuera él.
- De casualidad...- agarró con fuerza la cobija y le descubrió la cabeza encontrándose con Christian.- Maldición.- Royer notó ese cambio, ese acelero inesperado en él.- Christian... Oye...- el nombrado abrió los ojos lentamente.
- ¿Félix?- susurró. Félix lo examinó rápidamente con las manos temblando. Tenía fiebre, estaba frío y temblaba, sus labios estaban pálidos al igual que su rostro, y sus ojos se veían ligeramente opacos. Se acercó a un estante buscando de forma torpe entre algunos frascos, agarró cuatro de ellos y volvió a la camilla. Royer se quedó en blanco. ¿Cómo lo conocía?
Félix se colocó unos guantes, y le introdujo una aguja en la mano, ignorando los quejidos de Christian, terminó por administrarle el contenido de los cuatro frascos. Agarró su radio y le pidió a alguien algunos medicamentos.
Félix le apartó el cabello del rostro, Christian lo miró desorientado. ¿Por qué había intentado suicidarse? Conocía el carácter fuerte de Christian, pero jamás imaginó que haría algo así. La puerta se abrió y otro chico un poco más joven entró en la habitación.
- Una pregunta...- le habló directamente a Royer.- ¿Por qué él aparece sin derecho?- Royer tragó en seco.- ¿Tiene algún impedimento médico como para necesitar un tutor legal?- le dijo. Christian con una fuerza que parecía inexistente en ese momento, se enderezó en la camilla y agarró el cuello de la camisa de Morgan con rudeza mirándolo con odio.
- ¿Por qué no te metes en tu maldita vida y dejas de hacer tantas preguntas estúpidas, imbécil?- Félix vió sus pupilas dilatadas, esa manera de hablar apretando con fuerza la mandíbula. Suspiró y acercó la mano hacia el controlador y le administró un poco de sedante, quitándole fuerzas a Christian quien cayó en la camilla quedándose dormido.
- Mierda.- susurró Royer.
- ¿Y entonces?- está vez habló Félix quitándole la carpeta que tenía Morgan.- Es un tutor legal completo, física, médica y psicológicamente, así que... no podemos hacer nada ni administrarle nada sin la autorización completa del tutor.
- Christian tiene una enfermedad mental, tiene esquizofrenia y es bipolar.- Félix se frenó en seco.
El mundo de Félix pareció detenerse al igual que él, ¿Esquizofrenia? ¿Bipolaridad? Conocía de memoria lo que hacían ese tipo de personas? Bajó la mirada hasta la hoja, Lucas Willsom. El tal "Lucas" ese era su tutor, ahora entendía, esas pastillas justo antes de dormir, las constantes pesadilla, esos episodios de violencia, ese cambio de personalidad, su cambiante estado de ánimo. Ahora todo tenía sentido en su mente...
...
- No te confíes de mi, Félix.
- No suelo dormir con nadie. Deberías sentirte afortunado.
- ¡Cierra la maldita boca, Félix!
- Lo siento, no quise gritarte, es solo que estoy un poco cansado.
- Soy muy difícil de tratar, Félix.
- No me busques, porque no creo que te guste lo que puedas encontrar.
...
Félix soltó una risita ahogada agarrando su cabello, esas dos personas lo miraron confundidos. Eso debe ser una estupidez.
...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~..
Royer teniendo protagonismo me encanta.
:D weno ya me voy a dormir.
Disfruten princesitas y princesitos.
Los otros dos capítulos los público mañana :')
Voten y Comenten.
Bye ❤️
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