Capítulo 83: Marioneta 1/2
Para Royer fue como un balde agua fría, en cuanto Christian vio a Maddi, su expresión triste y desesperada desapareció, lograba verlo sonreír y tener una mirada serena, pero cuando la niña no lo miraba su expresión cambiaba y volvía a ser simplemente un cuerpo ambulante sin alma.
...
Christian ayudó a Francis a bajarse del auto. Habían pasado a buscarlo antes ir a su casa. Francis con algo de nervios había aceptado ir.
—¿Por qué me trajiste aquí? ¿Dónde estamos?
—Relájate, Francis. Solo quería compañía, y ahora estamos en mi casa.— ni siquiera el mismo sabía para que lo había traído, quizás solo quería compañía, estaba muy presente el miedo de quedar abandonado. Al menos ahora tenía a Royer.
—¿Y para que me trajiste a tu casa?— excelente pregunta.
—Hoy vamos a hacer algo aquí.
—Christian mira.— Maddi se acercó a él con Aby en sus brazos. Él la cargó con algo de miedo. La pequeña bebé pasó sus manos por toda su cara.
—Está más pesada. Se nota que le están dando de comer...— se interrumpió al escuchar un temeroso "papá", dicho casi en un susurró en un torpe intentó de hablar. Sus ojos se encontraron con los de Aby, esas pequeñas perlitas azules lo miraban con una boba sonrisa dibujada en sus labios. Algo dentro de él se revolvió, ¿Lo estaba llamando... papá...?
—¡Si lo dijo!— dijo. Francis se quedó estático al escuchar eso, ¿Papá? ¿Christian tenía una hija? Pero...— Pase todo el día enseñándole.
—Christian, ¿Cuántos años tienes?
—Diecinueve, ¿Por qué?— algo incómodo con la situación, volvió a darle la bebé a Maddi y ella se encargó de devolverla adentro de la casa.
—¿Y tienes una hija?— dijo. Christian lo miró, el tono de esa pregunta venía con otro pensamiento que logró descifrar rápidamente.
—No es mía. La adopte.— y con esa respuesta, el nudo que tenía en la garganta se liberó, dejándolo respirar de nuevo. Solo asintió levemente y bajo la mirada.
—¿Y quién es él?
—Él es Francis.— Maddi trato de darle la mano pero Christian volvió a hablar.— Él es ciego.— Maddi rió al darse cuenta de lo que Christian pensó.
—Mucho gusto, Francis.
—Igualmente.— dijo y sonrió.
...
—¡¡Maddi joder, deja de hacer eso!!— gritó Christian en cuando Maddi por quinta vez lo salpicaba con pintura.
Tres horas más tarde, varios trabajadores estaban en la casa, habían sacado a Andy de su cueva antes de que la casa se llenará de personas. No era algo muy grande, la mayor parte del trabajo se iba en la cueva, allí habían más cosas que hacer. El perro de Maddi, llamado Nilo, corría por todo el patio delantero de la casa, mientras que ellos trataban de pintar la cerca.
Royer se quedó apoyado en su auto, mirándolo. Era tan increíble cómo una de las personas más importantes de ese estado, que tenía en su poder millones de dinero, estaba pintando el mismo. Esa era una sensación extraña, Christian definitivamente era diferente en todos los aspectos. Algunas veces Christian era una persona seria y centrada, con aspecto de superioridad y demandante, aún más cuando se trataba de la empresa o algún asunto de relevancia. Pero...
...
Christian la miró de reojo, metió la mano dentro del bote de pintura y aprovechando que Maddi estaba distraída, sacó la mano y la pasó por toda su ropa riendo. Maddi hundió su mano en la pintura y se volteo, manchando de pintura azul claro toda la cara de su hermano, Christian queriendo venganza agarró el bote de pintura y se lo echó en la cabeza, dejándola cubierta de pintura, se levantó de dónde estaba aguantando la risa, escuchando los gritos de Maddi.
Royer sonrió negando con la cabeza. Después de todo, era un simple chico que apenas estaba comenzando a vivir.
...
—¡¡Christian!!— le gritó.— ¡¿Por qué hiciste eso?!— Christian se sentó al lado de Francis riendo, tratando de limpiar su cara con su camisa.— ¡¡Mira mi ropa!! ¡¡Tardaré años en sacar esto de mi cabello!!
-—¡Y si sigues ahí llorando tardarás más!
—¡¡No estoy llorando!!
—¿No?
Maddi comenzó a caminar hacia la casa haciendo pucheros. Fue hasta la sala y agarró un bote de pintura rosada que estaba abierto y volvió afuera. Sin darle tiempo a Christian para pensar, fue cuando sintió la pintura caer sobre él. Royer comenzó a reírse a carcajadas.
—Maldición.— se levantó histérico.— ¡¡Joder Maddi!! ¡¿Tenía que ser rosa?! ¡¿No había otro color?!— le gritó.— ¡¿De que te ríes, Royer?!— Royer fue conciente de como la mirada de Christian cambiaba y se quedó quieto mirando al frente. Volvió la vista y miró ese auto plateado del otro lado de la calle. Christian suspiró y se volteo.— Iré a ducharme.— dijo con desgana y subió a su habitación cerrando la puerta con seguro.
...
—¿Que haces aquí?
—Christian no contesta mis llamadas.
—No deberías estar aquí.
—No es algo que te concierna. Soy su tutor legal, no te metas en lo que no te llaman.
—¿Y ser el tutor legal involucra acostarte con él?— Lucas se frenó en seco al escucharlo, sintió su rostro arder de vergüenza. Recordar esa noche solo lo ponía nervioso.— ¿No crees que ya lo lastimaste mucho? Deberías al menos tratar de darle un poco de espacio.— dijo. Prometió protegerlo, de lo que sea... Y de quién sea.— Vete de aquí.
—No puedes ordenarme nada.
—Si, si puedo. Lárgate de aquí, solo lo lastimas.
—No.— lo corto con voz firmemente.— No me iré. Christian es mi prioridad, y si yo quisiera podría alejarte de él en este instante. Su vida depende de mi, y nadie puede meterse en las decisiones que tomo con respecto a Christian. Estarías metiéndote en algo que no debes.— Royer en contra de su voluntad, bajo la guardia. Algo que quería evitar sería problemas legales por intervenir en la autoridad que por desgracia la ley le otorgaba a Lucas.
...
Al ver que Royer ya no decía nada, caminó hasta la casa. Subió la escaleras y trató de abrir la puerta pero estaba con llave.
—Joder.
Retrocedió en sus pasos hasta el séptimo escalón. Siempre guardaba una copia de la llave de todos los cuartos en algún lugar secreto, fuera de la vista de Christian. Abrió la puerta escuchando ruido en el baño. Fue hasta un estante y movió unos libros hasta conseguir la llave. No imaginó que aún siguiera en el mismo lugar.
Abrió la puerta del baño y Christian se estaba duchando. Con una frialdad inimaginable, abrió la cortina, Christian espantado, lo miró con miedo. Lo inspeccionó ligeramente, no tenía marcas, ningún golpe, ninguna cortada. Volvió a cerrar la cortina.
—Termina rápido. Tengo ropa tuya en mi auto, la buscaré para que te la pongas, ¿Escuchaste?
—Si.— dijo por lo bajo. Lucas fue hasta su auto y buscó ropa. Volvió a la casa y Christian aún estaba tratando de sacar la pintura de su cabello. Lucas lo obligó a sentarse para ayudarlo. Christian tenía la mirada baja sintiendo la mano de Lucas en su cabello.
La situación se volvió diferente, algo le incomodaba, se negaba a pensar que fuera el hecho de que estuviera desnudo, Lucas lo había visto innumerables veces sin ropa, pero... Abrazó sus piernas y suspiró. Realmente le incomodaba que Lucas lo estuviera viendo. Lucas soltó la llave del agua y lo miró.
—Chris lo siento.
—No importa.
—Si importa.— dijo agarrándole la barbilla para obligarlo a qué lo mirara.— Ambos estamos mal con ese tema, más tu. Chris tu opinión si me importa.— le dijo. Christian maldijo internamente a Andy.— Escucha, no quiero arruinar todo con...
—Ya lo arruinaste.
—Christian...me gustas.— dijo. Él lo miró de reojo.— Me gustas mucho, también te quiero, eres una persona muy importante para mí, pero...
—Se que no podemos tener nada.
—Lo siento.
—No te preocupes.
—Christian... tú enserio me gustas.— lo agarró del cuello y lo besó.
Una simple unión corta, una presión y nada más. Christian simplemente se quedó en shock, Lucas notó esa mirada, sabía que estaba mal manipularlo, pero estar lejos de Christian lo hacía entrar en pánico y lo ponía nervioso. Quería tenerlo bajo su vigilancia y haría lo que fuera para tener su atención. Volvió a besarlo, está vez con más lentitud, lo agarró del cuello para que no se alejara, aunque no iba a hacerlo, Christian estaba demasiado extasiado con la situación que su mente simplemente dejo de pensar. Había esperado esas palabras desde mucho tiempo, quería escucharlas, de verdad le estaba volviendo a creer. Lucas abrió los ojos y lo miró, sus ojos estaban cerrados y tenían un lindo rubor en sus mejillas que le llegaba hasta las orejas. Se separó de él y acarició suavemente su mejilla, admirando esa boba mirada de Christian.
—Vale, ¿Vamos a casa?— dijo sonriendo mientras pasaba la lengua lentamente por sus labios sin dejar de mirarlo. Solo quería provocarlo.— ¿Vamos?— Christian asintió.— Vale, vístete y bajemos, iremos a casa mar tarde.
—Vale.— dijo por lo bajo.
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Lucas te amo :3
Weno disfruten el capítulo.
Cuidense princesitas y princesitos.
Voten y Comenten.
Bye ❤️
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