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Capítulo 52: La Deuda.

- ¿Y Christian?- preguntó Harri a Sam.

- Salió en la mañana.- le respondió.- Era temprano. Quizás está en la empresa.

...

Christian detuvo el auto enfrente de la gran casa, agarro con fuerza el volante respirando profundamente, había estado evitando ese tema por semanas, pero ya no podía ignorarlo, puso el freno de mano y se bajó. Hace algunos días había recibido un mensaje en donde le decían que Nate estaba encerrado en la casa del jefe de Las Cobras, y lo tenían como un animal. Camino por todo el jardín hasta llegar a la puerta.

- Christian, buenos días.

- Buenos días. ¿Está el jefe?

- Si.

- ¿Puedo hablar con él?- Griffin lo miro por unos segundos y le abrió la puerta. Christian entro y camino por todo el pasillo hasta llegar a un cuarto. Griffin tocó suavemente la puerta.

- Jefe, Christian está aquí.- avisó.

- Adelante.- escucho desde adentro. Abrió la puerta y lo dejó entrar. Christian lo miró, sentado en el sofá mirando su teléfono. Él volteo a mirarlo.- Christian, ¿Que haces aquí tan temprano?- dijo.

- Solo... Quise venir. Estaba aburrido en mi casa... y solo vine.

- Interesante...- se levantó del sofá y fue hacia él.- Deberías peinarte.- Christian se pasó las manos por el cabello, en un intento de arreglarlo.- ¿A qué vienes realmente, Christian?

- Es que... ¿Sabes dónde está Nate?

- ¿Nate?- frunció el seño.- ¿Quien es Nate?

- El niño dorado, jefe.- dijo Griffin.

- Ah, claro. El niño dorado. Él... Tiene una deuda muy grande conmigo y ahora es el número más bajo en el estatus.

- ¿Y eso significa que...?

- Significa que es el objeto del clan y todos pueden hacer lo que quieran con él.- Christian frunció el seño.

- ¿Dónde está? ¿Está aquí en la casa?

- Christian...

- Soy "tu protegido" y supuesto sucesor... Así que estoy digamos en el segundo lugar. Así que yo debería tener más estatus que todos aquí. Deberías complacerme.- miro a Christian, después a Griffin, bajo la mirada y suspiro. Volvió a mirarlo.- Griffin te llevará.- dijo y saco una llave del cajón del escritorio, y se la dió a Griffin.

Salieron del cuarto y él lo llevo hasta el sótano. Griffin abrió una puerta y le dijo que entrara. Christian se adentro en la oscura habitación, como pudo encendió la luz, viendo a Nate en una cama, dormido. Se veía muy maltratado, tenía varias marcas en los brazos y en el pecho, parecía que hubieran forcejeado con él. Se acercó a la cama y le acarició el cabello. Ante aquel cálido tacto, Nate se despertó de golpe.

- ¡No! ¡No me toques!- gritó. Christian le agarró las manos.- ¡No! ¡S-sueltame asqueroso!

- Nate...- forcejeaba con él.

- ¡¡Suéltame degenerado!! ¡¡Pervertido!!

- Nate abre los ojos y mírame. Soy Christian, soy yo.- Nate se detuvo al instante en el que escucho su voz y abrió los ojos.

- ¿C-Chris?- susurró.

- Si soy yo.- Nate lo abrazo desesperado, estaba temblando.

- Chris... Chris sácame de aquí. Por favor, sácame. Llévame contigo. No me dejes aquí. Sácame de aquí, Christian. Por favor...- hablaba rápido y respiraba de manera descontrolada.

- Ya, tranquilo.- dijo pasándole la mano por la espalda tratando de calmarlo.- Hablaré con el jefe.- Nate comenzó a llorar, nervioso. Christian se separó y lo agarro de los hombros.- ¡Nate!- lo zarandeó. Se detuvo unos segundos, al ver esas oscuras perlas verdes, llenas de lágrimas. Una escena que jamás imagino ver. Nate parecía muy controlado, y nunca pensó verlo llorar, ni perder la razón de esa manera. Nate dejo de sollozar al instante en el que vió que Christian lo miraba de manera extraña.- Oye, escucha... Te sacaré de aquí.- dijo con voz calmada y suave. Nate asintió levemente.

Salió del cuarto, completamente molesto, lleno de irá, y volvió a la oficina, abriendo la puerta de forma brusca, sin siquiera pedir permiso o avisar. Griffin le agarro el brazo, impidiendo que siguiera caminando. El jefe miro a la puerta y frunció el seño, le hizo una seña a Griffin, este soltó el brazo de Christian y salió de la oficina.

- Debes avisar antes de entrar.

- ¿Por qué tienes a Nate de esa forma?

- ¿Escuchaste lo que dije?

- Si, si te escuché.

- Bien. Pues la próxima vez que entres a mi oficina de esa forma, tendrás muchos problemas. Y no tendré ningún tipo de consideración contigo. ¿Entendido?

- Si...- bajo la mirada y suspiro, volvió a mirarlo con la intención de continuar con el tema.- Es inhumano tener a una persona en esas condiciones.

- Él fue el que se metió en esto. Quiso volverse aspiradora y quería meterse todo el polvo que se conseguía. Terminó con una deuda hacia mi de más de 50 mil libras. Y cómo no tiene como pagarlos...

- ¿Lo conviertes en un animal? Esto es una locura.- abrió la puerta.- Me lo voy a llevar.- la silla en donde estaba el jefe termino en el piso, después de que él se levantará de forma brusca y apresurada de esta, hasta llegar a dónde estaba Christian. Cerró la puerta de un portazo, evitando que Christian saliera.

- No puedes hacer eso.

- Nate es mi amigo. No puedo permitir que le hagas ese tipo de cosas. ¿Dice que pueden hacer lo que quieran? ¿¡Acaso me dices que lo violaban!?

- Claro.- le respondió despreocupado.

- Maldición.- susurró. El jefe le agarro la barbilla y lo obligó a mirarlo. Fijando esos oscuros ojos color miel en los de Christian.

- ¿Porque te molestas tanto por un niño?- susurró cerca de su cara, tan cerca que Christian pudo percibir ese aroma a a café.- ¿Estás tan preocupado por su vida? Si tanto te preocupas por él... ¿Porque no cambias lugar con él? ¿O tienes el dinero para pagar su deuda?

...

- Búscalo.- ordenó el jefe. Griffin fue hasta el sótano y trajo a Nate prácticamente arrastrandólo hasta la oficina. Abrió la puerta y lo tiró dentro. El jefe lo llamo y Nate camino hasta él.- Abajo.- ordenó. Nate se arrodilló. Él le quitó un collar que tenía un pequeño colgante en forma de dado.- Ya no tienes deuda.- puso el collar encima de la mesa. Nate lo miro con sorpresa.- Christian pago tu deuda, ya puedes irte.- le dijo, mientras acarició suavemente su cabello.- Así que... Levántate, ve a recoger tus cosas... Y lárgate.

Nate se levantó y miro a Christian, él le hizo una seña para que se fuera. Nate salió dela oficina y fue a recoger su ropa y todo lo que tenía en el sótano. El jefe se levantó de la silla y agarró el collar, camino hasta Christian y lo miró.

- ¿Seguro que quieres hacer esto? Tomar el lugar de tu amigo es una decisión realmente estúpida. Al menos a mí parecer.

- Lo se.

- Bien. Como quieras.- dijo y le puso el collar.- Serás un animal, pero uno diferente... Creo que me divertiré mucho contigo. Solo yo podré tocarte, y podré hacer lo que yo quiera contigo...- agarro el dado que tenía el collar.- Hasta que pagues la deuda.

...

Christian salió de la casa, y se quedó afuera, apoyado en su auto, esperando a que Nate saliera. Se quitó el collar y lo miró. "Podré hacer lo que yo quiera contigo". Recordó esas palabras. Guardó e collar en su bolsillo y respiro profundo. Nate salió de la casa, llevando un bolso en su hombro. Christian lo agarro y lo guardo en la parte de atrás mientras Nate se subía en el auto.

- ¿Pagaste mi deuda?- le preguntó a Christian en cuanto se subió al auto.

- Si, Nate. Eres mi amigo, y no puedo dejar que te hagan daño. No iba a dejarte ahí.- encendió el motor y comenzó a conducir en dirección a la casa.- Si te preguntan algo acerca d dónde estabas... Solo di que te había ido de viaje y ya. No sea más explicaciones.

- Vale.

Llegaron a la casa, Christian dejo el bolso en el cuarto de Nate, él entro en la casa y las tres personas que estaban en la sala lo miraron de manera extraña. Nate no podía mostrarse débil, y tampoco podía llorar, y llorar era lo único que quería hacer en ese momento. Respiro profundo y los miro sin ninguna expresión.

- ¿Que miran? ¿Se les perdió uno igual?- Sam soltó una risita, al igual que Harri, pero había algo más... Nate sintió la mirada "detectora de mentiras" de Lucas, justo encima de él, inspeccionandólo, buscando cualquier rastro de mentira en su expresión, después de unos segundos volvió la mirada a su teléfono.

- Me alegro que volvieras, Nate.- dijo de forma despreocupada.- ¿Dónde estuviste?

- Estaba de viaje con un familiar.

- Vale.- dijo simplemente. Christian percibió en su voz que no se creía esa historia, y sabía que le pediría explicaciones más tarde, cuando estuvieran ellos dos solos.

...

Nate agarro el bolso y fue a su cuarto, entro y cerró la puerta pasando el seguro. Colocó el bolso encima de la mesa, y se dejó caer en la cama. No pasó ni un segundo, cuando las lágrimas bajaban por sus mejillas, solo estaba llorando por en silencio, no quería que nadie lo escuchará. Se acurrucó debajo de la cobija. Inhaló ese delicioso aroma que desprendía ese cuarto, esa cobija, que guardaba su antiguo olor. Estaba llorando de alivio, de felicidad, de alegría. Por fin estaba en un lugar familiar, dónde habían personas que lo conocían y se sentía cómodo estando con ellos. Miró sus brazos, lleno de marcas, marcas hechas en los múltiples forcejeos que había tenido con loa que iban al sótano a violarló y a hacer esas asquerosidadés con él. De solo recordarlo, lo hacía llenarse de odio y furia. Unos toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos. Se levantó de la cama y fue a la puerta.

- Nate...- escucho la voz de Christian. Decidió abrir y lo miró. Él entro en el cuarto y cerró la puerta detrás de él.- ¿Estás bien?- aunque trató de contenerse, una lágrima salió de sus ojos. Christian levantó su mano y la limpio. Nate lo abrazo con fuerza.

- Gracias.- susurró.- Pensé que te habías olvidado de mi.

- Jamás me olvidaría de ti, Nate.

- ¿Enserio?

- Claro que si. Perdón por tardar tanto, pero no sabía dónde estabas.

...

- ¿Dónde estaba Nate, Christian?- lo atacó unos minutos después, cuando estaban en ellos dos en el cuarto, mientras Christian se cambiaba de ropa.

- Dijo que estaba de viaje, yo fui a recogerlo al aeropuerto.- dijo desabrochado los botones de su camisa.

- Y... ¿Porque no me dijiste ayer?

- Me aviso que lo fuera a buscar en la noche. Ya estabas durmiendo, y no quería despertarte por algo tan simple.

- Vale.- dijo asintiendo levemente.- Y... ¿No le preguntaste porque tiene tantas marcas?

- ¿De que hablas?- lo miro.

- Ví que tenía marcas en el cuello, y en las manos.- Christian bajo la mirada. Que observador, pensó. Se quitó la camisa y lo miró.

- ¿Porque me preguntas tantas cosas a mi?- dijo y se sentó en la cama.- Si quieres saber que ha estado haciendo, o donde estaba, deberías preguntarle a Nate.

- Pero... Él se veía muy extraño, y casi no hablamos. Creo que no le caigo bien.

- ¿Y dónde está el Lucas mandón que no le importa nada? Si quieres preguntarle, hazlo. Eres el mayor, de ti dependemos todos.- Lucas sonrió.

- ¿Estás tratando de distraerme?

- Quizás. Búscame una camisa.- dijo y se acostó en la cama. Lucas volteo los ojos y fue al armario, buscó una de las camisas y se la tiró.

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(╥﹏╥) Ellos dos son tan lindos. No puedo con el amor que transmiten ❤️w❤️

Weno aquí tampoco tengo nada que decir así que me voy.

Cuídense princesitas y princesitos.

Voten y Comenten.

Bye ❤️.

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