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Capítulo 51: Demasiado.

Lucas abrió los ojos, lleno de estrés y fastidio, su teléfono sonaba sin parar.

- Demonios.- susurró molesto. Ya habían pasado un par de semanas desde el incidente del robo de la casa, varios de ellos estaban desaparecidos, Noah, Frank, Morgan, Félix y Phillip, ninguno de ellos aparecía, la policía los había buscado por todos los lugares, cada casa, y no había ningún rastro de ninguno, como si hubieran desaparecido, suponían que debían estar en cualquier lugar, secuestrados. Andy había tratado de encontrarlos, pero no había rastro de ellos cinco por ningún lado. Ya todos estaban en sus casas, con protección por parte del grupo de mafia, que había "prometido" vigilarlós para que no les pasará nada. Molesto, se estiró y lo agarró.

- ¿Que?- respondió la llamada con odio.

- Lucas... Debo decir que no tengo muy buenas noticias.

- ¿Que? ¿Que pasa?

- Los encontraron.- enseguida se enderezó.

- ¿Dónde?

- En la casa de Morgan. Todos están en el Dustand.

- Que bueno. Al menos ya todos están bien...

- Morgan está muerto.- a Lucas se le cortó la respiración cuando escuchó eso.- Frank dijo que cuando los llevaron él se resistió, comenzaron a golpearlo, y... Lo empujaron por las escaleras y se rompió el cuello... Frank dijo llevaba más de dieciséis días muerto. Deberías ir a verlos.

- Bien, iré.- colgó el teléfono. Hundió la cabeza en la almohada y resopló, se levantó de la cama y fue al baño, colocó el teléfono encima del lavabo y miro la hora, seis y cincuenta y dos. Se pasó las manos por la cara, frustrado. Otra vez no podía dormir hasta tarde. Se ducho, se vistió, hizo un rápido desayuno, y justo cuando iba a salir, la puerta del cuarto de Aby se abrió.

- ¿Papá?- susurró restregandóse los ojos. Lucas se acercó a ella.- ¿Te vas? ¿Vas a salir?

- Si, debo ir a un lugar.

- ¿Me llevas?

- Es que...- la miró.

- Ya comenzaron las vacaciones, y pues... Ya no tengo nada que hacer.

- ¿Quieres ir con mi papá?

- ¡Si!- dijo entusiasmada.

- Despierta a Jack y van los dos.- ella sin esperarse, abrió de forma brusca la puerta, entrando en el cuarto, tirándose encima de Jack.

...

Después de dejarlos en el instituto, se fue al hospital. Sabía que iban a estar seguros y encerrados en ese lugar, y su padre los cuidaría. Nada les pasaría. Llegó al hospital y busco a Royer.

- ¿Dónde están?

- Vamos.- lo guío por el hospital hasta uno de los pisos superiores. Llegaron a una habitación, habían dos policías custodiando la entrada, entraron y habían tres camillas adentro. Frank estaba sentado en una silla en una esquina del cuarto y los miro. Lucas pudo percibir esa mirada de tristeza que tenía. Y lo entendía, Félix, Morgan y Phillip eran como sus hijos, los había visto crecer, los había acompañado todo este tiempo, Morgan era el menor de los tres.

- Frank...- susurró Lucas.

- Le dije que se quedara tranquilo.- comenzó a decir, mirando un punto inexistente en la pared.- Le dije que todo estaría bien si no hacía nada. No me hizo caso y trató de protegernos...- sus ojos se llenaron de lágrimas.- Esos malditos comenzaron a golpearlo, los empujaron y cayó por las escaleras, y...- no pudo seguir hablando, se cubrió la cara con las manos, y comenzó a llorar. Hubo un silencio por un largo rato. Se pasó la manga de su bata por la cara, limpiando su rostro, respiro profundo y levantó la mirada.- Me dijeron que hiciera algo, pero ya no había nada que yo pudiera hacer. Se desangró en segundos. Ellos dos aún no lo saben y no sé cómo decirles.

- ¿Como están ellos?- preguntó Royer.

- Félix y Phillip están bien, solo tienen golpes y algunas quemaduras de cigarrillos en el pecho, supongo que los estaban torturando. Pero Noah... Está grave. A él lo maltratarón más, lo cortaron y lo drogaron, casi muere de sobredosis. Por suerte nos encontraron y logramos traerlo al hospital a tiempo.

- Debes quedarte tranquilo, Frank.- dijo Royer colocándole una mano en el hombro.- Aún debes cuidar de ellos dos. Eres lo único que tienen.

- Lo se.- suspiro y se levantó de la silla.- Iré a ver si ya están listos los resultados de los estudios de Noah.- dijo y salió de la habitación.

Lucas se acercó a la camilla en donde estaba Félix.

- Esto está mal, Royer. No tenía planeado que alguien muriera.- paso su mano por el cabello de Félix.

- ¿Q-quién murió?- una voz muy ronca se escuchó. Ambos voltearon y Phillip tenía los ojos entreabiertos, mirándolo fijamente.

- No es nada, debes descansar.- le dijo Royer acariciandolé el cabello.

- ¿Dónde estamos?- parecía muy desorientado.

- En el hospital. Ya todo está bien, ya salieron de esa casa. No te preocupes por lo demás, debes descansar y reponer fuerzas, sigue durmiendo.- Phillip lo miro con duda pero el cansancio le ganó y se volvió a dormir.

Duraron unos minutos en silencio, hasta que Lucas le planteó la pregunta.

- Royer...- el nombrado se extraño al escuchar el tono serio de su voz.- Voy a preguntarte algo, y quiero que me seas sincero.

- Ajá.

- Christian tiene hijos, ¿Cierto?- Lucas notó como la mirada de Royer cambiaba en el instante en el que lo escucho.- ¿Cierto?

- Este...- se rascó la nuca, y bajo la mirada.- Lucas...

- Respóndeme.- dijo con rudeza.

- Verás... Pues si. Es complicado. Él no quería que nadie lo supiera, así que... Lo mantuvo en secreto.

- ¿Quién lo sabe?

- Frank, Andy y yo.

- ¿Andy sabe de esto?

- Si pero...- suspiró.- Lucas, es complicado.

- ¿Sabes dónde viven?

- ¿Porque?

- Dime.

- En la urbanización privada del norte.

- Tu quedate aqui con ellos. Yo volveré en la tarde.- dijo de forma seca y salió del cuarto, dejando a Royer confundido.

...

Detuvo el auto al llegar a una bonita casa de color rosa pastel, con un jardín bastante cuidado al frente. Se bajó del auto y camino hasta llegar a la puerta. Tocó la puerta. Estaba nervioso. Segundos después se abrió la puerta y una señora que supuso que debía tener la misma edad de su padre, quizás menos, lo miro con una expresión nerviosa.

- Señor Willsom.

- Dígame Lucas.

- ¿Que hace aquí?

- Creo que usted sabe muy bien a qué vine.

- Si claro. Adelante.- lo dejo pasar. Lucas entró en la casa, era bastante amplia, y bien cuidada. Se había enterado que pocos días después de que se supiera acerca de la muerte de Christian, Carla se había suicidado.- ¡Sara, Steven, bajen!- se escucharon unos pasos apresurados en el piso de arriba, y después una niña bajo las escaleras.

- ¡Lucas!- lo saludó con alegría. Unos pasos más calmados y tardíos se escucharon bajando las escaleras. Lucas levantó la mirada hacia ese niño que bajaba ahora las escaleras, se cubrió la boca con la mano, conteniendo las miserables ganas que tenía de llorar. El niño llegó hasta donde estaban y fijo esas pequeñas perlitas azules en él.

- Steven, saluda.- el levantó la mirada hacia él.

- Hola.- dijo con voz suave. El mundo de Lucas parecía moverse. Sintió unas manos en sus brazos, ladeó la cabeza y vio a la mujer.

- Siéntate. Te ves mal.- lo dirigió a la sala y lo hizo sentarse en el sofá.- ¿Te sientes bien?

- Creo que voy a desmayarme.- susurró.

- Voy a traerte agua.- dijo y salió de la sala yendo a la cocina. Sus ojos se llenaron de lágrimas, en cuando volvió a mirarlo. Levantó la mano y le acarició el cabello, él lo miro con extrañeza.

- Te pareces tanto a él.- dijo. Él lo miro.- No. Eres igual a él. Cada parte de ti es igual a él. La misma cara, los mismos ojos, creo que eres del mismo tamaño que él cuando tenía tu edad. ¿Cuántos años tienes?- no le respondió.

- Tenemos siete años.- respondió la niña.- Él casi no habla.- se puso al lado de él, ella era más alta, por unos milímetros.- Mamá decía que no era normal.

- ¿Puedo preguntarte algo?- ella asintió.- ¿Pueden dormir en las noches?- él niño negó con la cabeza.

- Nos cuesta bastante dormirnos.

- ¿Sienten cosas raras de vez en cuando? Como si quisieran hacer cosas raras.- ella bajo la mirada pensando, después lo miro y asintió levemente. Lucas miró al niño. El también asintió.- Bien.- levantó la mirada y vio a la mujer en el marco de la puerta con un vaso en la mano, mirándolo. Entro lentamente en la sala y le dió el vaso de agua, el cual Lucas se bebió en un segundo.

- Vayan a jugar.- le dijo a los dos niños. Y ellos se fueron. Se sentó en un sofá al lado y lo miro con preocupación.- Christian tenía una enfermedad, ¿Cierto?

- Si. Ellos también tienen algo, ¿Verdad?

- Supongo que si. No sé cómo se diagnóstica eso. Pero mi hija aseguraba que esos niños estaban locos.

- ¿Porque?

- Ella decía que cuando eran más pequeños, tenían actitudes extrañas. Le dijeron que Sara tenía "hiperactividad", y que Steven tenía un leve retraso.

- Eso significa que la niña tiene bipolaridad, y el niño tiene esquizofrénia.- se levantó de golpe del sofá, quería irse, el estar en esa casa le enfermaba, la mujer se levantó seguido de él. Lucas se sacó una tarjeta del bolsillo del la chaqueta y se la dió.- Este es el número de mi padre. Era el psiquiatra de Christian, llámalo y dile que yo te mandé. El los examinará y te dirá lo que debes hacer.- camino hasta la puerta y la abrió, pero la voz de la mujer lo detuvo.

- ¿Algún consejo?- él se volteo y la miró.

- Con la niña... Debes hacer algo para que entrene la mente y se distraiga, sino será imposible controlarla. Y con el niño, yo te recomendaría que guardarás cualquier cosa que tenga filo.- la mujer lo miro de manera extraña.- Debes ser fuerte con ellos, no puedes tener ningún tipo de favoritismo con ninguno. ¿Duermen en cuartos separados?

- Si.

- Esas personas no duermen solas. Colócalos a dormir en un solo cuarto.... No creo que debas inscribirlos en una escuela, debes buscar un tutor, esas personas se ponen muy nerviosas cuando están rodeadas de mucha gente, y pueden volverse muy violentos. No debes mostrarle nervios o miedo, y no debes consentirlos, si lloran, déjalos llorar, no los consientás, podrían atacarte.

- Está bien...

- Y sobre todo... Te aconsejaría tener mucha paciencia.- dijo eso último y salió de la casa. Camino hasta su auto pero algo le agarro el brazo. Se volteo y vio al niño.

- ¿Quien eres tú?

- Mi nombre es Lucas. Y yo era la pareja de tu padre.

- ¿De Christian?- Lucas asintió. Lo miro por unos segundos, respiro profundo.- ¿Enserio me parezco a él?- se agachó hasta quedar a su altura.

- Eres exactamente igual a él.- le acarició el cabello.- El mismo color de cabello, los mismos ojos, el mismo tamaño, tienes hasta la misma voz que él tenía a tu edad. Tu piel es blanca, casi pálida, igual que él.- paso su pulgar por el contorno de su ojo.- Tienes las mismas pecas, y veo que tienes muchos lunares... Igual que él.- sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a llorar. Agarro el pequeño cuerpo del niño y lo abrazo. Él niño se quedó paralizado ante aquel acto. No entendía que pasaba pero tampoco quería alejarse. ¿Que estaba haciendo? ¿Lo estaba abrazando? Nunca nadie lo había abrazado antes. Segundos después se separó y lo miró.- Serás un excelente niño.- él le sonrió.- Ve a la casa.- asintió y se fue corriendo al interior de la casa.

Lucas se montó en el auto, y respiro profundo.

- Maldición.- susurró.- Es demasiado para mí pequeño cuerpo.

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(╥﹏╥) Pobre Lucas. Me da cosita lo mucho que lo torturó... Creo que soy muy mala con él ;-;

Pero ajá (☞ ಠ_ಠ)☞ pronto mejorará.... Quizás... Je 🙂✌️

Cuidense princesitas y princesitos.

Voten y Comenten.

Bye ❤️

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