Capítulo 49: Reencuentro.
Habían pasado unos días, Christian había pasado dos días enteros durmiendo, en ese momento estaban en la cocina, desayunando, ese día era la inauguración de la empresa, y Christian se le notaba que estaba nervioso.
Salieron de la casa y fueron a la empresa, cada segundo que pasaba era más la presión, a medida que se acercaban sus nervios aumentaban. No sabía si estaba preparado para eso. Iban a asistir a la inauguración varios conocidos importantes de su padre, que también tenían empresas sumamente exitosas, era su única oportunidad para conseguir al menos un patrocinador que promocionará su carrera como modelo, y para completar todo iban a ir varias estaciones de televisión. Llegaron al edificio, Christian miro por la ventana, ya habían demasiadas personas esperando. Cosa que solamente hizo que sus nervios aumentaran. Definitivamente no estaba preparado para eso.
Entraron por el estacionamiento, la empresa estaba lista, todo estaba acomodado y todos estaban preparados para entrar. Pasaron unos cortos diez minutos, Christian estaba dando vueltas en círculos, nervioso. Royer le puso una mano en el hombro.
- Ya tenemos que salir.
Christian asintió. Fueron a la parte delantera de la empresa, apenas salió su corazón se detuvo, eran demasiadas personas, demasiadas. Respiro profundo tratando de relajarse, sin conseguirlo. Su crisis aún no pasaba del todo, su corazón estaba a punto de explotar. Nada estaba funcionando, sus dedos eran fuertemente apretados por sus manos. Comenzó a marearsé, sus ojos se paseaban por todas las personas, pidiendo auxilio, no quería estar ahí, quería salir, gritaba por dentro pero nadie lo escuchaba. No estaba listo para eso. Sus pasos comenzaron a retroceder lentamente. No estaba listo. No tardó mucho en empezar a hiperventilar. No estaba listo.
- No estoy listo.- susurró. Su respiración se cortó en cuanto vio a una persona salir de entre la gente y dirigirse hacia él, subió las escaleras hasta llegar a dónde estaba. Comenzó a temblar.- Lucas...- le tembló la voz.
- Respira.- dijo, le hizo una seña a Royer, la capto de inmediato.
El sin dudarlo comenzó a decir algunas cosas a las personas que estaban ahí, mientras Lucas se llevaba a Christian al interior de la empresa otra vez. Royer dentro de él sonrió, había regresado, se imaginaba a sus minis dentro de su mente haciendo una fiesta porque ya no tendría que hacerse cargo de Christian. Lucas jalo a Christian hasta llegar a la recepción. Se miraron.
- Chris yo...- se interrumpió. Christian lo agarro con fuerza, abrazándolo. Tardo unos segundos en reaccionar, hasta que se relajo y lo abrazo.- Oye... Tranquilo...- escucho como empezaba a llorar.
- ¿Dónde mierda estabas?- Lucas sonrió.- ¿Dónde estabas? ¿Porque me abandonaste?- se separó de él bruscamente. Christian lo miro con lágrimas en los ojos.- ¿¡Dónde mierda estabas maldición!? ¡Dijiste que no me dejarías!- se cubrió la cara con las manos. Lucas se acercó y lo volvió a abrazar.- Te odio.
- Lo sé.- le pasó la mano por el cabello. Lo abrazo con anhelo, lo extrañaba. Demasiado. En una exageración, extrañaba a ese niño tonto.
- Te odio.- se destapó la cara y lo abrazo con más calma.- Te odio, pero no vuelvas a irte. Por favor.- le tembló la voz.- No vuelvas a dejarme.
- Tranquilo.- se separó de él y lo miró. Paso la manga de su camisa por su rostro, limpiando sus lágrimas.- Ya estoy aquí. No volveré a irme.
...
Después de unos minutos, Lucas había hablado con Christian, una muy larga charla y lo tranquilizó. Volvieron afuera, Royer había dado una extensa explicación de cómo había sido la remodelación, el trabajo en la empresa, y cómo iban realizarse los nuevos trabajos y empleados, pero nada más era para ganar tiempo mientras Lucas tranquilizabá a Christian.
...
Apenas acabada la inauguración, la presentación, varias personas se le acercaron para presentarse y conocerlo. Malcom se le acercó.
- Joven Christian.
- Malcom.
- ¿En un mes lograste hacer esto? Aprobaste el exámen de director de proyectos. Me impresionas, tienes agallas, te propusiste algo y lo conseguiste. Te felicito.
- Gracias.
- Tienes mucha ambición y eres una persona con liderazgo. Me gustaría volverme tu director de marketing...- le dijo. Christian lo miro. No sé esperaba eso de Malcom.- Claro si quieres.
- Pues...- Christian miro a Lucas. Él simplemente asintió.- Estaría bien. No creo que haya problema con eso, y pues... Te especializas en eso.
-Tu padre estaría orgulloso de ti.
- Claro que lo estaría.- un hombre se acercó interrumpiendo la conversación.- Teniendo a un hijo tan ejemplar como tú.- le tendió la mano.- Gregory Portt.- Christian respondió a su saludo.- Me gustaría ser tu patrocinador, y cómo veo, soy el único.
- Claro que no.- otro hombre se acercó seguido se otro.- Marco Ronyss.
- Jhonatan Hernández.
- Royer Park...- intervino Royer al darse cuenta de que ya habían personas.- Soy su representante.
Christian bajo la mirada, "Tu padre estaría orgulloso de ti". ¿Su padre estaría orgulloso de él? Excelente pregunta. Sería una tontería preguntarse algo tan realmente estúpido. Se puso a pensar en que hubiera sido si sus padres no hubieran muerto.
- Bueno trabajo, Chris.- la voz de Lucas lo saco de sus pensamientos.- ¿Que pasa?
- No es nada. Solo pensaba.
- Vamos adentro.- dijo en un tono suave, le agarro la mano y lo llevo adentro.
Harri al verlos frunció el seño sin dejar de mirarlo. Sam lo notó, recordó las raras actitudes que había tenido Harri estos días, estaba muy cercano a Christian y se lo quedaba mirando de una manera que solo le hacía pensar que Christian lo había flechado. Y para él le fue sumamente imposible evitar molestarlo.
- ¿Celos?- le preguntó. Harri lo miro, enseguida cambio la mirada.- ¿Estás celoso de Lucas?
- ¿Que? ¡No estoy celoso! ¿De que hablas?
- No creas que no me di cuenta de la forma que has mirado a Christian estos días. Y es normal que tengas celos de Lucas, ellos son muy cercanos y siempre han sido mejores amigos. Oye... ¿Te gusta Chris?
- ¿¡Que!? ¡No!- Sam lo miro con sarcasmo. Harri bajo la mirada y volvió a mirar a Sam.- Pues... ¡Ah! No sé... Es complicado, aún no lo sé.- Sam comenzó a reír, más bien a burlarse de él.- ¡No te burles, joder!
- Lo siento.- dijo entre risas. Camino hacia él y le puso una mano en el hombro.- Buena suerte con eso.- y se fue.
...
- ¿Dónde habías estado?- le preguntó Christian. Ambos estaban en el último piso, en el balcón, mirando la ciudad.
- Estaba en París.
- Me enteré... De lo que pasó con Karol.
- Si.- dijo y bajo la mirada.
- Lo siento.
- No importa. Ya era tiempo de que... Descansará.
- Tu mamá me caía bien.
- Si, le caías bien. Decía que eras el niño ruso.
- ¿Y Laura?
- Se quedó en París. Le dije que se viniera a Londres conmigo pero no quería.- se acercó a Christian y apoyo su cabeza en su hombro, sonrió, lo tenía para él otra vez, y él actuaba como siempre. Cerró los ojos, inhalando su fantástico aroma, esa colonia nunca la cambiaba.- Te extrañe mucho.- susurró. Christian sonrió y miro hacia adelante. "Pronto toda esta cuidad te pertenecerá."
- Yo también te extrañé.
- ¿Me vas a recibir en tu casa?- dijo haciéndose el inocente.
- No.- dijo con rudeza. Lucas lo miro. Christian sonrió.- Claro que sí, Lucas. No creo que sobrevivas una semana con Jim.- Lucas estaba cada vez más cómodo. Paso sus brazos alrededor de su cintura, abrazándolo, atrayendoló cada vez más hacia él.
- No soporto a mi padre.
- Vamos a casa.- le dijo y volvieron a bajar. Fueron al estacionamiento y ahí estaban todos.- Royer nosotros nos vamos.- dijo. El asintió levemente, dándole una mirada cómplice. Lucas se montó en la camioneta de Christian.
Royer lo llamo, Christian se le acercó, él le dijo algo en el oído, acerca de Lucas y él, lo único que le pedía era discreción mientras estuvieran en público. Christian asintió y fue a la camioneta. La encendió y se fue. Harri lo miro mientras se iba, no podía evitar sentirse mal, pero no podía darse por vencido. Si Lucas quería estar con Christian, no se lo dejaría fácil, debería competir con él.
...
En el camino a casa Lucas y Christian estuvieron hablando de las cosas que habían hecho esos meses. Aunque fue Lucas el que habló más, ya que le comenzó a decir todo lo que había hecho en la universidad, y lo que había pasado en ese tiempo. Le contó sobre su trabajo en una cafetería del campus, y de su nuevo amigo y compañero de cuarto en la universidad. Christian lo escuchaba con atención. Escucharlo hablar era como su terapia, lo necesitaba, había olvidado lo que se sentía estar cerca de Lucas, podría escucharlo todo el día, todos los días.
Al llegar a la casa, Lucas dejo sus cosas en su cuarto, y comenzó a desempacar, mientras que Christian fue a su cuarto y se ducho, se cambió de ropa y fue a la cocina. Lucas cuando terminó fue a dónde él estaba.
- Creo que tengo que decirte algo importante.- dijo serio.
Lucas lo miro y asintió. Lo tomo del brazo y lo jalo hasta su cuarto. Abrió la puerta pero no encendió la luz. Lucas, después de que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad del cuarto, logró divisar un pequeño cuerpo encima de la cama. Se adentro en el cuarto y miro con más detenimiento lo que había en la cama. Después de unos segundos miro a Christian, en busca de una explicación. Volvieron a la cocina y se sentaron a conversar lo que había pasado. Lucas lo escuchaba con detenimiento, y después de varios minutos logró darse cuenta que Christian no estaba bien. Casi todo lo que salía de su boca eran tonterías, y hablaba de manera tardada y a veces llegaba a tartamudear, y lo que le dijo que estaba mal fue sus ojos... Fijo en el mesón, esa mirada, esa fría, oscura y profunda mirada de psicópata. Sin decir nada, se levantó de la silla, interrumpiendo lo que él le estaba diciendo y fue al cuarto, saco el maletín que había debajo de la mesa y lo llevo a la cocina. Christian bajo la mirada. Lucas contó los frascos y faltaba uno.
- ¿Cuando?
- Hace dos días.- lo miro.
- ¿Porque?- Christian volvió a bajar la mirada. "Mira al niño, es una copia tuya". Recordó esas palabras.
- No fue nada. Solo... No había podido dormir en varios meses y estaba comenzando a sentirme extraño. Y...- Lucas lo freno, colocándole una mano en el hombro.
- Tranquilo. Si lo creías necesario, está bien. ¿Le dijiste a mi padre?- Christian negó.- Bien. Será mejor que no lo sepa.- fue a dejar el maletín en el cuarto. Se quedó unos segundos mirando a esa pequeña e inocente niña que dormía tranquilamente. ¿Sería capaz de cuidarla? No. ¿Aguantaría? No le daba ni un mes. Iba a salir del cuarto cuando un pensamiento llegó a su mente. ¿Porque no la dejo en un orfanato? ¿La quería? No, no es eso. ¿Se siente responsable? ¡Vamos piensa Lucas! Quizás... Miro en dirección a la cama. ¿Abandono? ¿Culpa? ¿Quería hacer lo que sus padres no hicieron? Quería forzarse a hacer lo que ellos no tuvieron ni el más mínimo descaro de hacer. Abrió los ojos en grande cuando le llegó la respuesta. Él pensaba que un orfanato era algo igual al instituto. Estaba haciendo que esa niña pagara los platos sucios. Estaba dejándose llevar por sus emociones.
...
Ya de noche, todos estaban en la mesa cenando, todos menos Christian. Ese lugar tenía un ambiente tenso, Harri no lo había dicho ni una sola palabra desde que llegó, lo miraba con desprecio. Y Sam, había estado todo el tiempo pendiente de su teléfono, enviando y contestando mensajes. Al terminar, Harri se ofreció a lavar los platos, Sam se fue a su cuarto y no volvió a salir en toda la noche, Lucas fue al cuarto de Christian y lo miró.
Sentado en el piso, con la barbilla apoyada en el borde de la cama, mirando con atención cada movimiento por parte de la niña, que se movía por la cama, gateando encima de las cobijas, jugando con unos juguetes que estaban esparcidos encima de la cama, Christian la miraba de una manera muy extraña.
- ¿Seguro que no es tuya?
- Nunca me acosté con una mujer.- le respondió seriamente. Lucas se acercó y se sentó a su lado.
- Tiene el mismo color de tus ojos, su cabello es oscuro y su piel es blanca. Mucha casualidad.
- Mi papá no quería que yo diera mis genes a nadie.- Lucas lo miro confundido.
- ¿De que hablas?
- Una vez me dijo... Que no debía dañar la línea familiar con cualquiera que se me cruzará en el camino. Dijo que si iba a tener hijos debía buscar a un tipo de mujer específica para poder continuar con la línea familiar. Que no debía dañarla. Pero yo sé que es por mi condición, Jim dijo que era hereditario, y no me gustaría... Darle esa falla a alguien más. Pero no contaba con que su hijo le gustarán los hombres.- la última frase dejo a Lucas en blanco. No supo que decir al respecto. Nada. Su mente se quedó completamente vacía. Christian levantó el dedo índice y lo acercó hasta ella, la bebé lo miro y agarró su dedo con fuerza.- En ese aspecto no debe preocuparse. Creo que nunca tendré hijos propios.
- No te gustaría tener una familia, y tener hijos.
- Si eres capaz de darme uno... Quizás.- Lucas soltó una risita nerviosa sintiendo como se ruborizabá.
- Digo... Una familia con una mujer.
- Dos hombres no pueden hijos, Lucas. Y no me gustan las mujeres, sinceramente me sigues gustando mucho, Lucas.- dijo sin mirarlo. Lucas sentía la cara caliente. Nunca imagino que pudiera decirle ese tipo de cosas tan directamente.- Me gustas.- en un segundo ya tenía la mirada de Christian encima, inspeccionando su rostro, buscando cualquier pequeño rasgo de nerviosismo. Lucas no pudo levantar la cara, seguía mirando sus manos. Christian sabía exactamente cómo ponerlo nervioso. Lo sabía perfectamente. Todas sus palabras las decía estratégicamente para hacerlo sufrir, quería saber cuál era su reacción. Decía las cosas sin vergüenza, sin remordimiento alguno. Y eso solo significaba una cosa. Levantó la mirada. Estaba en medio de una crisis.
- Será mejor que duermas.- dijo serio. Christian lo miro, en su mente imagino una reacción diferente, bajo la mirada lleno de tristeza. Lucas se levantó seguido de Christian.- Debes descansar, aún no estás bien, debes dormir.
- Duerme conmigo.- Lucas suspiró.
- Christian...
- Antes dormías conmigo. ¿Porque tiene algo de diferente ahora?- le dijo. Lucas lo miro y termino accediendo a su petición. Christian colocó a la bebé en su cuna. Se acostaron en la cama y se miraron por varios minutos, ambos volvían a sentir ese especial calor del otro.
- Duerme.- le acarició suavemente la mejilla, Christian se acurrucó debajo de la cobija y se pegó a Lucas, pasándole una mano por la cintura. Y en poco tiempo ambos se quedaron dormidos.
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🙂 Volví. No sé sentirme mal por Christian, o por Aby, o por los otros dos niños, o por Harri... F por el Harri, llegó Lucas y dijo échele para fuera ಠ﹏ಠ
Total, haré un especial la otra semana. (☞ ͡° ͜ʖ ͡°)☞ Así que esperenló.
Cuídense princesitas y princesitos.
Voten y Comenten.
Bye ❤️
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