Capítulo 39: Visita Inesperada.
Había comenzado un nuevo año. Todo Londres estaba llena de nieve, el frío reinaba en las noches, los días eran más que fríos, casi todas las personas al salir de sus casas se llevaban abrigos. El sol no abrigaba en lo más mínimo, siempre pasaba una fría brisa que lograba erizar toda la piel.
Harri estaba en su casa mientras se estaba vistiendo en su cuarto, se puso una camisa, un suéter, y un abrigo grueso encima. Bajo a la cocina y desayuno, tomándose el tiempo del mundo para hacerlo. Lucas le había estado insistiendo demasiado para que fuera a ver a Christian, no le había tomado mucha importancia, unas dos semanas después de hablar con él, por fin había decidido ir. ¿Que tan mal podría estar? En una persona adulta, ya tenía 19 años, ya podía cuidarse solo. Pensó. Ajustó su abrigo, el frío que hacía esa mañana era horrible.
Fue a la parada de autobuses y se montó. Se sentó en un puesto, sacó sus audífonos y escucho música todo el trayecto hasta llegar.
Entro en la residencia.
- No se que hago aquí. Alguien que vive en una residencia privada de apartamentos no puede tener problemas.- se dijo.
Subió en el ascensor hasta el séptimo piso. Se acercó a la puerta y tocó el timbre. A la primera vez, nada paso. ¿Había ido muy temprano? ¿Estaba dormido? Volvió a tocar el timbre. Espero cerca de cinco minutos hasta que la puerta se abrió. Harri apenas lo vio se quedó en blanco.
Christian apareció frente a él con una expresión sombría, parecía un muerto, estaba pálido, tenía una barba ya bastante notable, unas ojeras demasiado marcadas, estaba un poco bajo de peso. ¿Cuánto tiempo lleva así? ¿Ha estado de esta manera por cuatro semanas?
Preocupado, nervioso, con algo de culpa por no haber venido antes, y sin siquiera pedirle permiso, entro en la casa, apartandólo del medio, Christian lo miro sin darle atención y cerró la puerta, fue a la cocina y se consiguió a Royer colocando comestibles dentro de los cajones.
- Hola Harri. Que te trae por aquí.
- Lo mismo me gustaría saber.- dijo Christian sin mucho ánimo entrando en la cocina.
Harri miró las cosas que traía Royer. Comidas preparadas, pizzas congeladas, comidas y café instantáneo, refrescos, bebidas energéticas, y unas pocas bebidas alcohólicas. ¿Que mierda esta haciendo con su vida?
Royer sin decir más nada, salió de la cocina, y se fue d la casa.
Harri lo miro.
- ¿Que es esto?- preguntó tomando una botella de refresco. Christian lo miro sin darle mucha importancia. Fue al refrigerador y saco un refresco de fresa, lo destapó y comenzó a tomarseló.- Te estás matando, ¿Sabes?
- ¿Y que?- dijo. Harri lo volvió a mirar detenidamente, parecía que le faltaba algo. Algo lo atormentaba.- ¿Te afecta en algo?
- No puedes hacer esto. No puedes vivir así. ¿Hace cuánto que no sales de la casa?
- No se...- dijo. Camino hacia la sala y se sentó en el sofá. Harri lo siguió.
- Contestame.- exigió.
- No lo sé... Casi un mes, o más, no sé. Desde que salí del hospital.- Harri lo miro estupefacto.
- Christian eso fue hace más de cinco meses.
- ¿Enserio?- no le dió importancia.- Ah bueno. Ni sabía que había pasado tanto tiempo.
- ¿Y tú teléfono?
- Lo tire por la ventana.- dijo y tomo un poco de refresco.
- ¿Comes?
- Si, de vez en cuando.
- ¿Cuántas veces al día es eso?
- Como dos veces. A veces una, creo.
- ¿Siquiera duermes?
- No lo sé.
- ¿Cuánto crees que duermes?
- Unas... Tres o cuatro horas.
- Eso es poco.
- Las pastillas ya no me hacen el mismo efecto.- susurró. Harri frunció el entrecejo.
- ¿Que pastillas? ¿Tomas pastillas?
- Si, pero ya no es igual.
- ¿Tomas café? Digo... ¿Bastante café?
- Si.
- Te haré algo para que comas.- informo levantándose del sofá y se fue a la cocina.
Entro en la cocina, y comenzó a cocinar. La verdad apenas lo vio se preocupo, ver a una persona en el estado en el que había encontrado a Christian, era lastimero. Demasiado descuidado, la casa estaba hecha un desastre, latas vacías de refresco por todos lados, papeles, envoltorios, toda el apartamento tenía un olor raro, como... A quemado. Se sentía culpable, había dejado pasar muchas semanas para venir a verlo, ¿Y si no hubiera venido? ¿Y si se hubiera tardado más? Quizás estaría peor, mucho peor. Por eso Lucas le insistía en que viniera, él lo conocía. Comenzó a pensar qu Christian era una de esas personas que cuando les pasa algo solamente se encierran y no quieren saber más del mundo.
Unos treinta minutos después llamo a Christian a la cocina y le sirvió. Él llegó a la cocina con una expresión de fastidio. Se sentó en la mesa. Harri puso el plato en la mesa.
- Toma, comida real.- le dijo. Christian lo miro.- Come.- él le volteo los ojos.
Pero su expresión cambio en el mismo instante que dió el primer bocado a la comida. Y como un niño que le daban un dulce, desapareció toda la comida del plato en unos pocos minutos. Harri lo miro con ternura. Recogió el plato de la mesa y lo lavo. Christian fue a la sala y se colocó a ver televisión. Cuando acabo, se seco las manos en una toalla de papel y la tiró en el cesto de la basura. Se detuvo en seco al ver una pequeña caja en el fondo.
- Christian...- fue al marco de la puerta y lo miró.- Christian...- él volteo a mirarlo.- ¿Fumas?- no le dijo nada, lo que hizo fue bajar la mirada, como un niño al cual descubrían haciendo una travesura.- ¿Tienes más?- lo miro pero no le contesto.- ¿Si tienes más?- Christian asintió. Harri se acerco a él, en el poco tiempo que había estado ahí, se había dado cuenta que Christian se comportaba como un niño pequeño. Esa tierna mirada inocente, ese comportamiento infantil, y esas actitudes. Era muy extraño, pero a la vez adorable.- ¿Me las puedes dar?- se quedó en espera durante unos segundos. Hasta que Christian se levantó del sofá y camino al cuarto. Harri lo siguió.
Christian abrió un cajón cerca de la puerta. Harri se quedó en blanco. Un cajón lleno de puras cajetillas de cigarrillos. Se pasó las manos por el cabello.
- Por favor.- susurró.- ¿Te estás matando Christian?
- Dime Chris...- dijo por lo bajo de repente. Harri lo miro, él tenía los ojos oscuros, creía haberlo recordado con los ojos azules.- No me gusta que me digan "Christian".- enfatizó en su nombre.
- Vale.- un poco extrañado por su actitud, le agarro la mano y lo jalo hasta la cama.- Debes dormir. Pareces un muerto.- le dijo. Christian lo miro por unos segundos. Por alguna razón se sentía bien con él. Ese instinto autoritario, esa manera de mandarlo, le recordaba a... A Lucas. Se puso las manos en la cara.- Chris, ¿Que te...?- se interrumpió al escuchar que estaba llorando. Se sentó al lado de él en la cama. Le agarro la cabeza y la apoyo en su hombro.
Unos minutos después había logrado que Christian se calmara, y se había quedado dormido. Fue a la sala y vio todo el desastre que había. Miró la hora, diez y veinticinco de la mañana. Comenzó a limpiar la casa, recogió todas las latas, envases. Como una persona podía vivir así. Era tan ilógico que alguien pudiera mantenerse vivo solo con cosas malas. Fue a la cocina, abrió el refrigerador, saco todas las bebidas alcohólicas y las tiró en el fregadero. No podía seguir alcoholizandóse, era malo. Tiró todas las cajas de cigarros que tenía guardadas. Tenía una colección, de diferentes marcas, diferentes países. Joder. Era como si se estuviera suicidando, pero... Lentamente...
Después de algunas horas logró poner la casa otra vez en orden. Su teléfono comenzó a sonar.
- ¿Si?- contesto sin siquiera ver quién era.
- ¿Como está?- reconoció la voz de Lucas.
- Mal. Lo encontré terrible. No entiendo como una persona normal puede vivir en estás condiciones.
- Él no es normal.
- Si me doy cuenta.- dijo con cierto tono de sarcasmo.
- ¿Y dónde está?
- Está dormido.
- Harri puedes... ¿Podrías quedarte con él?
- Quieres que me convierta en su niñera ¿no?
- Por favor, Harri. Ya lo viste por ti mismo. Chris no puede estar solo.- desvío sus ojos hacia la puerta del cuarto de Christian.
En cierto modo tenía razón. Lo había conseguido prácticamente en la mierda. En un bonito apartamento. Era como estar en el cielo. En un cielo del infierno. Sonrió al pensar eso. Pero... ¿Iba a aceptar? Christian parecía una buena persona... "Lo tire por la ventana" . Comenzó a pensar en todo. Esos intensos ojos negros mirándolo buscando algo. Parecía estar comiéndote el alma segundo por segundo. Esas actitudes de niño, con esas palabras infantiles y tiernas, pero esa mirada fría y sin emociones. Le daba algo de miedo...
- No lo sé... Christian actúa muy raro, me da algo de miedo.
- Christian no es así. No te haría nada.
... Cinco minutos antes ...
Christian despertó de golpe, sintiendo una ola de electricidad recorrerlo. Pensamientos comenzaban a invadirlo.
- Christian...- escucho un susurró a sus espaldas. Se dió la vuelta de golpe, viendo una habitación completamente vacía. Comenzó a escuchar voces y susurros. Cerró los ojos. Dejó caer sus brazos. Abrió los ojos sediento de sangre. Todo rastro de cordura que había en su interior desapareció. Abrió la puerta del cuarto, escucho una voz en la cocina. Camino torpemente hacia ahí, se sentía mareado. Vió a esa persona, de espaldas a él. Fue hasta donde estaban los cuchillos. Tomo uno y solo pensó en deslizar el filo por ese pálido cuello. Le dió la vuelta bruscamente. Harri lo miro petrificado.
- Chris... ¿Q-que haces?
- Déjame contarte.- su voz tenía un matiz psicópata. Y tenía una sonrisa de terror.- Solo un pequeño corte.
- N-no... Tranquilo, baja el cuchillo.
Lucas al otro lado de la línea se quedó helado al escuchar la palabra cuchillo. Mierda. Christian estaba en una crisis. Solo había una persona a la que podía llamar.
- Chris por favor, baja el cuchillo.- Christian lo acorraló en la pared. Paso el borde del cuchillo por el borde de su cara.
- ¿Por qué? ¿Tienes miedo?- dijo haciendo pucheros, poniendo una expresión tierna. Harri se estaba muriendo de miedo. La risa sádica que soltó él lo saco de sus pensamientos. Christian paso su lengua por el borde del cuchillo, el afilado filo cedió en su lengua sin problemas. Sangre comenzó a salir de su boca. Escucho a Lucas decir algo y el simplemente obedeció.
- Christian...- la expresión de Christian cambio. La puerta se abrió de golpe. Andy entro en la cocina, le apunto con una pistola y disparo. Christian cayó encima de Harri.
Harri lo miro con miedo, miró su cuello... ¿Un dardo tranquilizante? Soltó un largo suspiro. No está muerto. Andy llevo a Christian al cuarto y lo dejo en la cama. Fue a su antiguo cuarto, busco entre los cajones hasta que consiguió lo que buscaba. Unas esposas. Fue al cuarto en donde estaba Christian. Lo esposo a la cama, con tres esposas en cada mano y dos en cada pie.
- ¿Que estás haciendo? ¿Porque lo amarras?
- Es más seguro así.
- No puedes amarrarlo.
- ¿Quieres que te mate?- lo interrumpió. Se quedaron en silencio por unos minutos. Fueron a la cocina.- ¿Quien eres tú?
- ¿Quien eres tú? ¿Y cómo sabías que pasaba?
- Deberías agradecer que llegue a tiempo. Sino tendría que encargarme de un cadáver.- dijo, fue al refrigerador y saco un refresco.
- ¿Quien eres?
- Todos me dicen Andy.
- ¿Y tu nombre real?
- ¿Cuál nombre real? Será mejor que no lo sepas, sino tendría que matarte.- puso su arma en la mesa.
- ¿Quien eres?
- Soy un amigo de Christian.
- ¿Y disparas?
- Soy un francotirador especializado.
- Genial.
- ¡¡¡Andy!!!- ambos voltearon en dirección al cuarto.
- Ya despertó la princesita.- dijo, se levantó de la silla y fue al cuarto.- ¿Que pasa, princesa? Si sigues gritando así, asustáras a tus vecinos.- Harri se quedó en el marco de la puerta, observando. Andy saco un maletín plateado que estaba dentro del armario. La abrió y saco un pequeño frasco y una jeringa.- ¿Hace cuánto que no tomas tus pastillas?- lleno la jeringa con lo que contenía el frasco.
- ¡¡¡No te atrevas a ponerme eso!!! ¡¡Aleja esa mierda de mi!!
- Relájate. Sino lo hago yo, lo hará Frank.... En la sala de control.
- ¡¡No!! ¡Cállate! ¡¡No quiero ir a la sala de control!!
- Tranquilo. Será rápido.- clavo la jeringa en su brazo, escuchando los gritos de histeria de Christian.- ¿Ves? No fue tan difícil.
- ¡¡Imbécil!!- una de las esposas que contenía su mano derecha se rompió. Causándole un pequeño infarto a Harri. Pasaron unos segundos y la expresión de Christian cambio. Se veía adormilado, y en unos cuantos segundos después, se durmió.
Volvieron a la cocina. Andy tiró el frasco en la basura. Harri alcanzó a leer el nombre.
- ¿Que es lo que tiene Christian?
- Nada.
- Dime. ¿Antipsícoticos? ¿Antidepresivos?- Andy bajo la mirada. Saco dos refrescos, los abrió y le pasó uno a Harri. Que se lo tomó.
- Lo que le pasa a él no te concierne.- Harri se sacó el teléfono del bolsillo y deslizó en la mesa hasta dejarlo a la vista de Andy. Él lo miro y vio el nombre en una llamada. Lucas.
Sabía exactamente dónde estaba, le había seguido la pista desde que se fue del país. Cada paso, cada segundo de su vida en París la sabía. Tomo el teléfono.
- Hola Andy.
- Solo sacas 10 en tus exámenes. El mejor de tu clases en cinco meses. No sabía que podías ser así.
- ¿Tú... Sabes dónde estoy?
- Sus vidas son mis vidas. Les sigo la pista a todos lados. Soy una sombra recuerdas.
- ¿Aún te sigue persiguiendo la policía?
- ¿Cuando a dejado de hacerlo? Sabes que no puedo seguir hablando.
- ¿Cuánto queda?
- Treinta segundos.
- Cuida a Christian. Yo no puedo. No dejes que nada le pase. Recuerda lo que él ha hecho por ti. Por todos.
- Quince segundos.
- Solo... Manténlo a salvó.
- Siempre lo hago.- y colgó. Se levantó de la mesa.- Debo irme. Cuando se despierte, no lo sueltes. Déjalo así, el efecto del sedante regresará en unos veinte o treinta minutos. Si algo pasa, marca este número.- escribio el número en un papel y se lo dió.
- ¿Un número privado?
- No rastreable.- lo corrigió.
- ¿Quien mierda eras?
- ¿Quien soy?- saco su teléfono y busco algo. Se lo mostró a Harri.- Soy la sombra.- Harri se quedó en blanco.- Soy un experimento fallido de mi familia, francotirador de la liga élite, hacker profesional, especializado en no ser detectado, fui criado como una arma mortal, y supuestamente debería estar muerto.
- No puede ser...
- Será mejor que mantengas las boca cerrada. Harrison Danthel.
- ¿Como...?
- No trates de hacer o decir algo. En el refresco que te tomaste había un aparato, que probablemente en este momento se este compactando con tus entrañas. Tiene un micrófono de alta frecuencia y un rastreador. Así que...- tomo el arma y salió de la cocina.- Te estaré vigilando.- y con eso salió de la casa.
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Aquí otro lindo cap ❤️
Y por fin aparece Harri (ᵔᴥᵔ) al principio estaba pensando retrasar - aún más - la ida de Harri a la casa de Christian. Pero me comencé a dar cuenta de que no podía alargar - aún más - el pasado (╥﹏╥) ya que de por sí es largo. Así que por eso me salte de golpe cinco meses 😑✌️ para ser más exacta fueron cinco meses, y ocho días. Calculando que eran como las.... (-_-;) Siete o quizás ocho de la mañana.
Je, Lucas está desaparecido (・ัω・ั) pero relax (・∀・) está estudiando en una universidad de artes :3 ese siempre fue su sueño pero.... Ajá ಠ﹏ಠ
→_→ "Christian" ←_← este sujeto no lo había detenido muchas veces.
¡Ya! ¿Felices? Ya les dije quien chicha es Andy!!!! ಠ︵ಠ Esa no es la historia original de Andy 🙂✌️ la verdad sobre el vendrá en un especial en su cumpleaños. Así que... Esperenló.
𝕍𝕠𝕥𝕖𝕟 𝕪 ℂ𝕠𝕞𝕖𝕟𝕥𝕖𝕟.
𝙱𝚢𝚎 ♡︎
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