Capítulo 32: La Propuesta.
- ¿Todavía está dormido?- se dijo Lucas para si mismo, mirando a Christian que estaba acostado de espaldas a él. Totalmente ausente de lo que estaba pasando.
Christian abrió los ojos lentamente, de sus ojos salían lágrimas a cada segundo, pero él ya no sentía nada, el dolor lo había consumido, ya no lo dejaba pensar con claridad. En esos momentos solo quería darle paso a su otra personalidad, para que tomara el control de si, y hacer una locura.
Cerró los ojos, las lágrimas dejaron de salir de repente. ¿Realmente estaba haciendo eso? Abrió los ojos y todo rastro de cordura que había mantenido dentro de él hasta ese momento desapareció.
Se volteó y clavó sus ojos en Lucas, este levantó la mirada de su teléfono y lo miro. Una mirada sería y fría, con ganas de sangre. Se enderezó en la silla en dónde estaba sentado y lo miro serio.
- ¿Por qué me miras así?- le dijo imponente.
Christian no le contestó, se limito a mirarlo con odio, realmente dentro de su mente quería matarlo, arrancar cada parte de su cuerpo, despedazarlo, hasta que no quedará nada de él y tirar sus restos a una hoguera.
Pasaba por sus pensamientos esa típica frase de las películas: Si no eres mío, no serás de nadie. Si en verdad Lucas estaba con alguien, se veía muy capaz de matarlo a él y a esa persona.
- ¿Que te pasa?- insistió Lucas al ver que su mirada se oscurecía. Comenzó a preocuparse al notar como Christian ponía tensa la mandíbula.
- Lárgate.- pronunció esas palabras con tanto odio que logró dañar sin mucho esfuerzo el frágil corazón de su acompañante.
Lucas lo miró por unos segundos, se levantó de la silla y salió del cuarto. En esos momentos era mejor dejarlo solo, para no empeorar las cosas con su mal humor. Caminó por el hospital sintiendo las miradas de desprecio de todas las personas existentes en ese lugar. No entendía nada.
Llegó hasta la planta baja y antes poder razonar, un fuerte golpe llegó a su cara. Se echó hacia atrás aturdido y confundido, mirando a la persona que lo había golpeado con tanta fuerza. Se quedó en blanco. Royer.
- ¿Que mierdas haces?- preguntó estupefacto, colocando su mano en la parte de su cara golpeada.
- ¿¡Todavía preguntas!?- le gritó causando un silencio completo en esa planta del hospital.- ¿Quien te crees? ¡Pensé eras una persona diferente!
- ¿¡De qué hablas!?
- ¿De que hablo? Hablo de que no esperaste ni un segundo para estar con alguien más.
- N-no se de qué hablas.
- No te hagas. Todos en este lugar lo saben. Ya no lo escondas más.
Lucas miro a toda la gente del hospital, lo miraban como si fuera la peor escoria de toda la tierra. Era una mirada de una total y rotunda desaprobación.
Ya todos lo sabían, ya no lo podía esconder, así que se limitó a bajar la cabeza con suprema vergüenza.
- Lárgate.- dijo Royer con frialdad.
Lucas salió del hospital con los ojos llenos de lágrimas. Se sentó en la calle, sintiéndose la peor persona de este mundo. Alguien se sentó al lado de él, obligándolo a levantar la cabeza un poco asustado, encontrándose con Noah, que lo miraba con tristeza.
- Es verdad eso.- le preguntó, con un leve temblor en su voz. Lucas solo pudo bajar la cabeza.
- Lo siento.
- Entonces... Vas a dejarlo, ¿Cierto?- Lucas cerró los ojos al escuchar esas palabras salir de la boca de Noah con una pizca de rencor y enojo.- No puedes estar con los dos. Eso sería todavía peor...
- Vale ya, Noah.- lo interrumpió.- ¿No crees que ya me siento lo bastante mal como para que sigas reclamando?
- Vale. Ya no te diré nada. ¿Y ahora qué? ¿Chris ya no te importa?
- Claro que me importa, es solo que... Ya no es lo mismo.- Noah lo miro por unos segundos.
- ¿Hablas enserio? ¿Después de todo lo que hiciste? Eres un imbécil. No puedo entenderte. Espero que... Seas feliz con ella.- le dijo con novio dejándolo solo al volver a entrar al hospital. Lucas lo miro irse, se quedó sentado en dónde estaba en el piso.
- Es lo justo.
...
- Ya no sé qué hacer. Ya pasó más de una hora y sigue igual.- dijo Frank.
Había pasado mucho tiempo, y Christian, adentro del cuarto lo único que había hecho hasta el momento, había sido llorar, llorar de una forma que lo único que hacía era romperles el corazón a todas las personas que estaban ahí. Una escena realmente torturadora.
- ¿Y Lucas?- preguntó.
- Aún sigue afuera.- le respondió Morgan.
- Bien, ¿Alguien tiene alguna idea?
- No sé si sea una buena idea...- dijo Noah. Todos lo miraron.
- ¿Qué planea esa extraña cabecita tuya?- dijo Philip cruzándose de brazos.
- Es que... Christian siempre trata de disimular con los menores.
- No estarás pensando en hacerlo ver a Aby, ¿O si?
- Sea lo que sea. Yo no entraré, Jack está estudiando. Es la única opción que consigo, A menos que tengas algo más.- Frank bajo la mirada pensando. Soltó un corto suspiro y levantó la vista.
- Bien. Llamen a Maddi.- dijo. Todos lo miraron.- ¿Que? No pienso meter a una niña de 7 años en un cuarto con ese. Maddi al menos sabe cómo defenderse si algo sale mal.
...
Había pasado otro largo rato hasta que por fin Maddi se encontraba a punto de entrar al cuarto.
- Suerte.- le dijo Sam.
- Cualquier cosa, grita.- dijo Nate. Todos voltearon a verlo.- ¿Que?
Maddi lo miro divertido y abrió la puerta del cuarto, cerrándola detrás de ella silenciosamente. Miro hacia la camilla En dónde estaba Christian debajo de la cobija, se escuchaba un poco como sorbía por la nariz de vez en cuando. Se acercó cautelosamente. Odiaba a verlo así, odiaba que le hicieran daño, y odiaba aún más a Lucas Por hacerlo pasar por esto, lo que estaba haciéndole a Christian era algo a su parecer, inhumano.
Acercó su mano y la puso lentamente sobre la cabeza de Christian, percibió como se detenían todas sus acciones completamente.
- Christian...- susurró. Todos sus músculos se relajan al instante que escuchó la voz de ella. Se quita la cobija de la cabeza y la miró. La imagen que vio Maddi hizo que su corazón se detuviera de golpe.- Hola, hermanito. ¿Cómo estás?
- B-bien, ¿Q-que haces aquí?- dijo limpiándose la cara de inmediato.
- Me llamaron. Me dijeron que estabas mal y por eso vine.
- Pero... Yo estoy bien.- dijo con una falsa confianza.
- ¿Seguro?- dijo con el tono exacto.
Apenas escuchó esa voz todas sus fuerzas se desaparecieron. Maddi había logrado atacar ese punto débil dentro de él, que lo primero que hizo fue recordarle de lleno a Lucas. Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas en segundos. Maddi se acercó a él, y Christian sólo pudo refugiarse en su hombro.
- Tranquilo.- susurró acariciándole el cabello.
Escucharlo llorar era algo doloroso, momento que había tenido que soportar ya muchas veces, acto que provoca una sola persona. Lucas. Justo en ese momento quería ir a donde estaba el Lucas y desaparecerlo de la faz de la tierra. Odiaba ver a Christian así. Y lo peor, es que esa no era la primera vez que Lucas hacía eso. Ya había pasado demasiadas veces, esta vez se había pasado de la raya.
- Él prometió que no me iba a hacer daño...- esas palabras la sacaron de sus pensamientos.
- Tranquilo. Lucas es un imbécil.
- Me volvío mierda. Lo hizo de nuevo.
- Él no te merece.
- ¿Que hice?
- No, escúchame.- se separó de él y lo miró.- No es tu culpa. Nada de esto es tu culpa. Ya diste todo, él fue quien fallo.
- Pero es que...- Maddi lo hizo callar. Típico. Siempre trataba de excusarlo. Porque no le sorprendía.
- Nada. No es tu culpa. Le diste todo, le diste atención, le diste cariño, le diste todo lo que pidió, y si él no valora eso pues él se lo pierde.
- ¿Y ahora que hago?
- Ahora, lo que vas a hacer es seguir adelante.
- Sin Lucas lo soy nada.- dijo y bajo la mirada. Maddi cerró los ojos recordando cómo había terminado las veces que decía esa frase. No era un final bueno. Y no era algo que quería que volviera a pasar.
- No, no digas eso.
- Pero es la verdad.
...
10:25pm
- Ya por fin logré que se durmiera.- aviso Maddi saliendo de la habitación. Había logrado medio calmarlo, al menos, para que pasará tranquilo esa noche. Aunque ella lo conocía. No dormiría, las pesadillas era algo que le pasaba todas las noches, y eso no sería una excepción.
- Yo me quedaré con él.- dijo alguien detrás de ellos. Todos voltearon hacia atrás y vieron a un chico. Javi.
- ¿Y tú quien eres?- preguntó Frank.
- Soy Javi.- contestó. Después de un breve interrogatorio al nuevo por parte de Frank. Al final lo dejaron quedarse porque no había más nadie que se quedará con Christian.
...
Cerca de las 3 de la mañana, como era de costumbre, Christian se despertó de una pesadilla más intensa de lo habitual, la misma de siempre pero aún más pesada y con más detalles, seguramente ese cambio se debía lo que había pasado ese día con Lucas.
Apenas pudo distinguir algunos pocos detalles de lo que había soñado, antes de que se borrará de su mente y tenía razón, la mayoría era de Lucas. Levantó la mirada y vio a Javi.
- Hola...
- ¿Qué haces aquí?- se acomodó en la camilla, conocía esa mirada de parte de Javi, algo tramaba.
- Solo quería ver a mi amigo.
- Joder.- dijo sonriendo.- Si claro. Dime, ¿Qué quieres?
- Vengo a proponerte algo.
- ¿Que cosa?
- Las cobras se van a ir de Londres... preguntarte ¿Qué si te interesaría venir?
- Tengo cáncer. Sólo te lo recuerdo por si lo olvidaste.
- ¿Y eso que? El jefe puedo conseguirte un mejor hospital, mejores doctores, y lo sabes. Mucho mejor es que esté decrépito hospital.- le dijo. Christian bajo la mirada.
- ¿Y a dónde iría? Todo el mundo me conoce.
- Solo hay una opción.
- ¿Cuál?
- Finge tu muerte, cómo hice yo. Y deja de "existir". Sólo es cuestión de que lo digas y te sacamos de aquí.
Christian frunció el ceño al imaginarse ese momento. Una propuesta realmente tentadora, teniendo en cuenta que la persona que más quería estaba ahora con alguien más.
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Feliz Navidad tututu. Feliz Navidad tututu. Yeiiii
Wey si súper tarde vengo a publicar un capítulo, paro ajá 🙄🙄🙄 así soy.
Weno bye ❣️
Cuidense princesitas y princesitos.
Bye ❣️
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