
Capítulo 27: La Carta.
Aquí un cap para que no se enojen conmigo 🙁👉👈 ❣️
Disfruten princesitas y princesitos.
I love you ❤️
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Todos estaban reunidos en la sala, viendo televisión, comiendo la deliciosa comida que había cocinado Noah, se llevaron demasiado bien en muy poco tiempo. Ya era tarde, pasaban de las cinco.
- Oye Noah,- carraspeó ligeramente antes de hablar.- ¿No debes irte? ¿Tus padres no te regañaran si llegas tarde?- preguntó Lucas.
- No, no creo.- respondió bajando la mirada.
- Noah.- lo llamó Christian. El nombrado levantó la mirada.- ¿Volviste a escaparte?- Noah volvió a bajar la mirada.- ¿Te escapaste?- él asintió.
- Chris, joder. Ya no quiero estar en esa casa. ¿No puedo vivir aquí contigo?- Christian negó con la cabeza.- ¿Por qué no?
- Tienes quince.
- ¿Y eso que?
- ¿Y eso que?- repitió Nate.- Que aún eres menor de edad, y vas a estar con tres mayores.- Sam lo miró.- Cuatro.- tragó en seco. Realmente si eran tres. Solo que no se había contado a él mismo.- Nos pueden cargar de un secuestro.
- Pero yo soy el que se quiere ir.
- La opinión de los niños no cuenta en esos casos.- dijo Sam. Tocaron la puerta, Nate fue a abrir.
- Eso es cierto.- susurró Lucas.
- ¡Chris es para ti!- dijo Nate desde la puerta. Christian se levantó y fue a la puerta. Nate regreso a la sala.- Lo siento pero yo amo mi libertad. Cuando tengas más de 18, hablamos.
Christian fue a la puerta.
- ¿Christian Evans?
- Si.
- Esto es para usted.- dijo tendiéndole un pequeño sobre.- Necesito que firme esto.- le pasó una carpeta, él la firmo y el hombre se fue.
Christian cerró la puerta sin dejar de mirar el sobre. ¿Que es esto? Lo abrió y al mirar el principio sus pasos se frenaron. "Marcus Evans Adish." ¿Su padre? Desdobló la hoja con nerviosismo.
"Christian, si estás leyendo esto es porque algo pasó, y espero que algún día puedas perdonarme. Explicarte todo es muy complicado. Pero es algo que debes saber. Cuando llegaste estaba feliz de poder tener un hijo. Pero después nos enteramos de tu condición, y tu madre me obligó a dejarte en Rusia, en ese instituto. Y te abandone. Se que te convertirás en un buen hombre. Se que saldrás adelante. Melanie te ayudará en lo que necesites, no dejes que Mia te quite la empresa. Confío en que podrás sacarla adelante. Y espero que Lucas esté ahí contigo para apoyarte. Se lo que pasó entre ustedes dos..."
Se frenó en seco. ¿¡Que sabía que!? ¿Cómo? ¿Cuando se enteró? ¿Por qué no dijo nada? Demonios. Siempre habían sido muy discretos en el poco tiempo que estuvieron en esa casa.
"... No importa como lo supe, pero ten en cuenta que no me importa ese pequeño detalle, te apoye todo el tiempo. No merecías está vida, no te di la vida que merecías, no te di la vida que debías tener, la vida que había planeado para ti, junto a nosotros como una familia. Se que pude haber impedido que todo esto pasará, pero no lo hice. Estaba muy metido en el trabajo, en los compromisos de la empresa, que también cayó sobre mis hombros cuando tenía tu misma edad, y creo que no planeamos bien el tiempo en el que llegarías con nosotros. Que simplemente me deje llevar por el rumbo que tomaban las cosas. Se que esto no vale como excusa que compense el hecho de que te abandone. Pero espero que puedas perdonarme. Puede que ya haya abandonado por muchos años, pero siempre recuerda que te lleve en mi corazón. Te quiero mucho hijo."
Toda la fuerza que había acumulado en esas horas se desvanecía en segundos. Cerró los ojos conteniendo las ganas estúpidas que tenía de llorar que lo amenazaban, arrugó la hoja entre su mano, dió unos pasos hacia atrás chocando de lleno con una mesa que había cerca de la puerta, tirando al piso todo lo que tenía encima.
Ese sonido alertó a los cuatro chicos que estaban en la sala.
Todo a su alrededor parecía estarse consumiendo lentamente, toda su realidad estaba desvaneciendo dando paso a la verdadera realidad, estaba solo. Lucas se levantó del piso y fue hasta donde estaba Christian.
- Christian, ¿Que pasó?- no le respondió, le dió la hoja que tenía en su mano, se cubrió la cara con las manos y se deslizó por la pared hasta sentarse en el piso. Lucas agarró la hoja, la desdobló sin quitarle los ojos de encima. Comenzó a leer y entendió. Se agachó hasta quedar a su altura.- Oye, Chris...
- ¿Que hice?- lo interrumpió.- ¿Por qué... Por que me pasa esto a mí?- una pregunta sin respuesta.- ¿Que hice?- levantó la mirada. Lucas apretó la mandíbula al encontrarse con esos ojos azules llenos de lágrimas.- ¿Que hice?
Lucas no se aguanto más, se acercó completamente a él y lo abrazó. Christian correspondió a su abrazo con desesperación aún llorando.
Realmente Lucas nunca lo había visto llorar de esa manera, tan dolorosamente. Siempre mantenía a raya y mantenía sus sentimientos más que escondidos, por eso verlo así le partía el corazón.
...
Después de algunas horas, los cuatro habían podido calmar un poco a Christian, aunque no totalmente, estaba serio, sin hablar, tenía la mirada completamente perdida en ese punto inexistente en el televisor, mientras las lágrimas salían de sus ojos sin control.
El silencio era algo que reinaba completamente ese lugar, nadie había hablado en esas dos horas, un silencio incómodo. Cuando iban a hacer casi las ocho, Sam se ofreció a llevar a Noah a su casa. Nate decidió irse a dar una vuelta por el parque. Y quedaron ellos dos solos. Christian en un momento se levantó del sofá y fue directo al cuarto. Se cubrió con la cobija por encima de la cabeza y trato de dormir. Cosa que nunca funcionó porque pasaron unos largo minutos y no podía siquiera cerrar los ojos, sentía un gran vacío en su corazón. Un vacío que sentía que nadie iba a llenar nunca.
¿Que no quería abandonarme? ¿Y entonces porqué lo hizo? Pudo ir a buscarme, pero no lo hizo, prefirió dejarme allá y que me llevará la corriente, mientras pude haber estado con ellos. Y ahora pidiendo perdón. Eso no tenía perdón. Jamás, nunca. Ni siquiera sabía por qué lloraba por esas personas que no aportaron ni una pizca a su vida. Su teléfono sonó encima de la mesita de noche.
Harri:
-¿Cómo estás?
- Súper bien.
- ¿De verdad?
-No.
-Si quieres puedes hablar conmigo.
-Gracias, Harri.
Pero ahora no quiero hablar con nadie.
-Vale, pero si quieres hablar con alguien. Aquí estoy.
-Bien.
Volvió a dejar el teléfono en la mesita. Grandes ganas de llorar se volvieron a apoderar de él, y esta vez, simplemente no opuso resistencia y dejo que las lágrimas salieran de sus ojos. Sintió que algo se apoyaba en su cabeza. Se descubrió la cabeza y vio a Lucas. Él se sentó en el borde de la cama.
- ¿Estás bien?- le preguntó casi en un susurro. Christian negó.- ¿Quieres hablarlo?- volvió a negar.- A veces necesitas decir lo que sientes, Chris. No puedes guardarte todo.
- No sé... No sé que voy a hacer. Pensé que las cosas irían bien desde ahora. Pero pasa esto... ¿Porque?- cerró los ojos con fuerza. Se cubrió la cara con un brazo, odiaba que lo vieran así, tan débil, tan frágil.- ¿Que otra cosa me puede pasar?- se pasó la lengua por la boca. Unas intensas ganas de golpear algo se apoderaron de él. Quería golpear algo, cualquier cosa, golpearlo hasta que no quede nada de eso, hasta que sus nudillos sangren, hasta poder concentrarse en otra cosa que no fuera eso, hasta que pueda hacer que ese dolor que sentía desapareciera.
Lucas lo miró. Su mirada se había quedado justo en sus labios, no sabía porque, pero justo en ese momento se pregunto qué se sentiría probarlos, algo sumamente inadecuado para ese momento, pero así lo pensó. En los cuatro meses que habían estado "juntos", nunca se habían besado ni habían hecho nada, ni idea de porque. Quizás porque Christian aún no se sentía preparado y el tampoco quería presionarlo a hacer algo que no quería. Así que nunca sacaron el tema.
- ¿Que voy a hacer, Lucas?- esa pregunta lo saco de sus pensamientos.
- No pienses en esas cosas. Solo trata de relajarte, cálmate y concéntrate en las cosas que están pasando ahora.- para su mala suerte comenzó a desviarse completamente del tema inicial que era la muerte de sus padres. Un desvío malicioso y lleno de lujuria. Que al parecer Christian no pareció darse cuenta.
- Pero... No sé que hacer. Sin mis padres, como...- volvió a pasarse la lengua por la boca. ¡Suficiente! Realmente Lucas estaba comenzando a sentirse sumamente provocado por ese simple acto.- ¿Que voy a hacer ahora?- y otra vez con lo mismo, Lucas sabía que hacía eso por simple "reflejo" pero ese simple acto lo estaba descontrolando de una manera impensable.- No sé que hacer, Lucas. ¿Que hago?- y hasta hay llegó la cordura.
- Te diré que hacer.- dijo en un tono bajo y grave, provocandole a Christian un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo. Abrió los ojos con desconcierto mientras bajaba su brazo, encontrándose con esa mirada extraña, una que no había percibido en Lucas antes.- Deja de pensar.- y dicho eso, junto sus labios con los de Christian.
...
Hay veces que quieres algo con todas tus fuerzas, que quieres que pase, que ocurra desde un principio, lo ansias tanto que cuando llega no eres capaz de asimilar que de verdad está pasando. La situación te supera completamente. Tu mente se bloquea. No reaccionas. Cuando llevas mucho tiempo anhelando algo que crees que nunca ocurrirá y finalmente pasa, es difícil procesar que lo estás viviendo en ese preciso momento.
Que lo tienes en tus manos.
Que ya prácticamente no tienes que pensar en cómo sería ni como se sentiría, que ya no tienes que imaginar la situación o darlo de lleno a la fantasía de saberlo. Ahora puedes disfrutarlo. Pero tú cuerpo no reacciona. No se mueve. Tu mente se vuelve un enemigo en batalla. Te inmoviliza.
...
Pues eso fue lo que les pasó.
Fue una simple unión de labios que no duró más de dos segundos. Una pequeña presión y nada más. Lucas con los ojos cerrados con fuerza. Christian con los ojos bien abiertos, mirándolo fijamente, incapaz de moverse, en shock. No se esperaba eso de Lucas. Y menos en ese momento, que no era precisamente el indicado para hacer una cosa de esas. Lucas se separó con miedo, con la mirada baja, temblando. Después de unos segundos levantó la mirada y clavó sus ojos en los de Christian, él lo miraba aún en shock.
- L-lo siento. Yo... Me voy.- dijo tratando de ignorar toda la marea de emociones que se había dado el lujo de experimentar en ese momento.
Hizo para levantarse. Pero para su completa sorpresa, Christian lo agarró fuertemente del brazo y lo tiró en la cama, se montó encima de él, mirándolo de forma salvaje. Como un león mirando a su presa. Cada acción tiene su reacción. Un acto lleva a otro. Y para Christian también fue sumamente imposible ignorar ese momento.
Sin esperarse ni un segundo más, volvió a juntar sus labios, impaciente, marcando un ritmo violento y excitante. Arrancándole sin piedad la poca cordura que Lucas había mantenido con mucho esfuerzo dentro de él, y sin esperarse, le siguió el juego. Se separó unos segundos mirando fijamente esos desorientados ojos verdes. Sus respiraciones eran irregulares. Christian miró con detenimiento esa imagen que estaba frente a él, el acto que acababa de pasar, no lograba entender ese sentimiento, esas emociones tan intensas.
- ¿Que es lo que acaba de pasar?- murmuró Lucas.
- No tengo idea... Pero me gusta.
Volvió a besarlo, está vez con más calma pero con la intensidad puesta al doble. Sintió los dedos de Lucas enredándose en su cabello, atrayendoló. Era obvio que también le gustaba, él también quería.
Un calor comenzó a invadirlos rápidamente, aunque por fuera empezaba a a sentirse el fuerte frío de la noche, a ellos los rodeaba un aura cálida. Ambos estaban batallando con el otro por tomar el control, pero ninguno cedía. Todo comenzaba a descontrolarse cada vez más. Para Christian, era la primera vez que experimentaba una cosa así, y era la sensación más increíble, tanto así que él ya no quería parar, quería seguir hasta donde tuviera que llegar.
Lucas simplemente dejo de pensar, todo su cuerpo pareció entregarse a las emociones del momento. Le pareció demasiado adorable sentir esos labios inexpertos sobre los suyos, inexpertos en un sentido salvaje y dominante, y logró sentir algo raro en su lengua. Se sentía en el mismísimo cielo, sentía que estaba en otra galaxia, en otro universo. No creía que estuviera pasando. Aún creía que era una mentira.
Un portazo provoco que Lucas empujara a Christian a un lado. Ambos las respiraciones irregulares y pesadas. Mirando el techo tratando de calmarse. Lucas lo miró de reojo. Christian tenía una expresión que le dieron ganas de reír, él debía estar pensando lo mismo, debe estar tratado de asimilar lo que acabo de pasar. Lucas se levantó de repente.
- Y-yo voy a ir... A la cocina.- dijo nervioso, estaba temblando, parecía una hojita de papel siendo movida por el viento.
- S-si claro. Yo voy a... Dormir un rato.- le contestó con el mismo nerviosismo. Se volteó y se cubrió con la cobija por encima de la cabeza.
Lucas salió del cuarto y cerró la puerta detrás de él, pegó la espalda a la puerta, mirando el piso. ¿Enserio eso acabo de pasar? Parece que sí. Se sentía raro, y excitado. Bajo la mirada, se acomodo la camisa. Aún no lo creía, no creía que hubiera pasado y tampoco podía creer lo mucho que le había gustado. Lamió sus labios, aún con la sensación que le había dejado ese acto. Respiro profundo y después de unos segundos se tranquilizó.
Se enderezó y fue a la cocina. Sacó un vaso y fue a la nevera por agua. Bebió mucha agua. Se frenó en seco cuándo algo llegó a su mente. Frunció el ceño y dirigió su mirada a la puerta del cuarto de Christian.
- ¿Christian tiene un piercing en la lengua?- susurró entrecerrando los ojos.
...
Christian abrió los ojos apenas escucho la puerta cerrarse. Soltó un largo suspiró lleno de nerviosismo. ¿Que acabo de pasar? Nunca se imaginó hacer ese tipo de cosas, y menos con Lucas. Sentía una pequeña incomodidad en su pantalón, bajo la mirada y casi le da un infarto. ¿Se había excitado con eso? ¿Enserio? Era algo que en algún momento iba a experimentar, pero jamás imagino tener que sentir eso con Lucas. ¿Con que cara iba a mirarlo ahora? No sería capaz de mirarlo, sintió la sangre subir directo a sus mejillas.
- Que vergüenza.- susurró acurrucándose debajo de la cobija.
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