Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 119: Solo quizás...

— La leucemia está aumentando.— al escuchar eso Jim se sentó en la silla, eso  era lo menos que quería.

— ¿Hay algo más que podamos hacer?— preguntó Frank. El otro doctor lo miró, esa mirada de preocupación por un paciente solo significaba una cosa, compromiso afectivo.

— Las quimios no están funcionando, su cuerpo rechaza las transfusiones, no le hacen nada los esteroides, y a cada segundo que pasa se va desgastando más. Lo más prudente sería esperar a que fallezca.— Jim lo miró.— Ya ha pasado una semana desde que lo internaron en UCI, y con todo pronóstico necesita un milagro para que sobreviva...— Jim se levantó de la silla y lo agarró con fuerza del cuello de la camisa.

— ¡Cállate, maldición! Christian no morirá.

— Morirá, señor. No es algo que esté en nuestras manos. Entiendo su posición como padre, pero debería dejarlo ir a tenerlo en una camilla sufriendo.— el doctor se deshizo de las manos de Jim que ya habían perdido toda fuerza, sin nada más que decir, se disculpó y salió de la habitación. Jim se acercó a la camilla y vió a Christian durmiendo, abrazando el peluche que le había comprado.

Las palabras del doctor lo hicieron pensar si estaría listo para su muerte, se podría decir que nadie está preparado para la muerte de nadie, pero...

— ¿Cómo está Lucas?— preguntó Jim sin mirarlo para que no lo viera llorando.

— Está bien. Todo lo que le hicimos salió bien, ahora solo estamos esperando a que despierte.

— Vale. ¿Puedes quedarte con él?

— Claro. Uno de los chicos puede quedarse con él toda la noche.

— Vale. Necesito ir a casa.

— Tranquilo, ve a descansar, aquí lo cuidaremos.

Después de que Jim se fuera del hospital, Félix se quedó en la habitación de Christian mirándolo mientras dormía, jamás imaginó verlo así, él se había dado cuenta desde un mes antes sobre que posiblemente tenía cáncer pero no dijo nada solo por dejarse llevar por los celos y pensar que podrían ser chupetones lo que tenía. Muy estúpido su pensamiento, si lo hubiera preguntado quizás... solo quizás, se hubiera llevado la sorpresa de que no era lo que pensaba y podría haberlo advertido desde antes. Aunque todo el diagnóstico que le habían dado en ese momento parecía certero, los desmayos y el cansancio simplemente los atribuyeron a qué no había comido y al trabajo excesivo que estaba haciendo. Parecía que con solo descansar y comer se le había pasado. No entendía como era que Lucas había podido bajar la guardia de esa manera. ¿No sé suponía que siempre lo vigilaba? ¿Por qué no se dió cuenta de eso antes? Una de las razones por las que Lucas siempre le pareció inútil. Si le hubiera prestado atención, se hubiera dado cuenta de las marcas, que había bajado de peso, había escuchado de Nate y Noora que a veces tenía sangrado nasal, pero siempre le echaron la culpa al frío que hacía en esa época del año por el invierno. Todo siempre tenía una explicación. Que iba a saber Christian, si prácticamente se enteró que era el cáncer cuando le dijeron que lo tenía. No sabía de síntomas, no conocía nada de las alertas que se le presentaban cada día, estaba completamente a la deriva.

— Si hubieras estado conmigo me habría dado cuenta a tiempo...— susurró pegando la cabeza a su cuerpo.

— Lo se...— esa voz lo espantó, se levantó de la silla mirando a Christian despierto.

— Lo siento, no quería que escucharas eso.

— No importa.— hizo para levantarse y Félix lo ayudó.

— Esa vez.... Dos meses antes de que te dijeran que tenías cáncer, ¿Eran chupetones lo que tenías en el cuello?— le preguntó al final. Christian lo miró algo confundido tratando de recordar.

— No.— dijo.

— ¿Cómo estás tan seguro?

— Lucas en esa época estaba fastidiado conmigo.

— ¿Por qué?

— No sé me paraba desde varias semanas atrás.— le dijo.

— ¿Cuánto duraste así?

— Un mes y poco más.— Félix notó como su voz  sonaba muy desgastada y cansada.— Después todo fue normal.

— Una persona como tú... con la excelente personalidad que tienes...— bromeó haciendo que Christian sonriera por primera vez en esos meses que habían pasado.— No sé te ocurrió venir al hospital a revisarte.

— ¿Querías revisarme, Félix?

— Joder.

— Hablando enserio... Creo que en ese momento estaba muy ocupado con la empresa y como Lucas estaba molesto conmigo no le preste atención a eso, y para cuando terminó el trabajo en la empresa ya había vuelto a la normalidad.

— ¿Si sabes que lo "normal" es que se te pare todas las mañanas?

— No lo sabía.

— Genial, ahora lo sabes. ¿Y ahora?

— ¿Quieres revisarme, Félix? Dame agua.— dijo dándole la botella vacía. Antes de que se fuera lo llamó.— ¿Puedes traerme comida?— Félix asintió y fue al pasillo a buscar agua viendo en el reflejo de una puerta su rostro completamente rojo, Morgan en ese instante salió de la habitación de Lucas y lo miró. Félix agachó la cabeza esperando a que el recipiente se llenará, pero no podía ocultar la vergüenza que se extentia por todo su cuello hasta las orejas.

— ¿Pasó algo?— le preguntó Morgan tocando su oreja.

— No. Todo está bien. Christian tiene hambre, ¿Podrías buscarle algo de comer?

— Claro.— Morgan se fue por el pasillo durmiendo, había evitado responderle. Sabía perfectamente lo que provocaba que las orejas se pusieran rojas y calientes. No quería imaginarse nada porque sabía que Félix era muy sencible a las palabras subidas de tono que Christian hacia a veces.

...

Christian bebió el agua casi desesperado había durado varios días inconsciente así que entendía su hambre y sed, cuando Morgan llegó con la comida vió como sus pupilas se dilataban.

Después de comer bien y beber agua hasta el cansancio se volvió a recostar en la camilla.

— Creo que más tarde vendrán a revisarte, o quizás me digan a mi, esperaremos.

— Admitelo Félix, quieres revisarme.— dijo sonriendo acomodando el poco cabello que le había crecido.— Pero no hay problema, no hay nada que no hayas visto ya.

— Christian cállate.— dijo algo fastidiado y nervioso mientras escuchaba a Christian reírse. Félix lo miró con molestia y resopló.— Eres un idiota.

Cerca de las tres de la mañana, Christian abrió los ojos ahogado, no podía respirar, el aire no entraba y tampoco salía, era como si algo obtruyera su garganta, todo comenzaba a nublarse, sus ojos se llenaron de lágrimas en cuanto sintió que su cuerpo perdía la fuerza.

Félix corría por los pasillos desesperado, apartando a gente con brusquedad. La alarma había sonado de repente, y lo sorprendió comiendo. Apenas entró en la habitación encontró a Christian con el rostro de un tono morado opaco, su corazón seguía latiendo, eso era bueno, le revisó la garganta con las manos temblorosas, estaba bloqueada con algo. Rodeó la camilla levantadolo, colocó sus manos en su estómago y lo presionó y par de veces hasta que escuchó que escupía algo. Y volvió a respirar cuando lo escuchó a Christian respirar de nuevo. La puerta se abrió y entraron Phillip y Morgan en su ayuda.

Después de estabilizar a Christian y de llamar a Frank, los cuatro se quedaron en la habitación en silencio por un rato mientras Frank revisaba lo que había escupido Christian.

— ¿Que es esa cosa?— preguntó Félix un poco asqueado.

— No lo sé. Parece carne y sangre coagulada. La pregunta es... ¿Cómo llego a la garganta? No le encuentro lógica a eso. La camilla estaba algo levantada como para decir que llegará a su garganta. No lo entiendo. Pero en fin, ¿Cómo está?

— Su pulso bajo, junto con su nivel de oxígeno y el flujo de la sangre es más lento.

— Phillip ve a las reservas y busca una bolsa de sangre que sea completamente compatible con la de Christian...— Phillip asintió recibiendo las llaves.— Que no tengo ni una milésima de más o menos de diferencia.

Phillip salió de la habitación dispuesto a pasar las próximas horas en un congelador. Mientras tanto Frank, Morgan y Félix se quedaron en el mismo lugar simplemente mirándose, ninguno lo decía, pero todos parecían estar pensando lo mismo, aunque era torturante pensar en eso se sabía a ciencia cierta que si Christian no fallecía debería ser un simple milagro, y Frank solo estaba buscando cualquier forma de mantenerlo con vida de alguna manera, aunque... Nadar contra la corriente era en este caso, doloroso.

...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...

Aquí ta otro capítulo :3

Disfruten.

Cuidense princesitas y princesitos.

Voten y Comenten.

Bye ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro