Capitulo 118: Rudo.
— Déjame verlo.— exigió Lucas.
— No.— respondió con rudeza.
— No me importa. De todos modos entraré.— caminó hasta la puerta del cuarto y al estar a punto de introducir el código la voz de Cornan lo frenó.
— Lo vas descontrolar. Lo sabes muy bien.— Lucas frunció el seño.— Todo estará bien hasta que tengas que irte. Le harás daño si entras, y no tendremos otra opción que dormirlo.
— Pero...
— Se que quieres entrar, Lucas. Puedo deducir que en este momento te está doliendo la cabeza. ¿Tu obsesión hacia Christian va tan lejos hasta el punto de enfermarte? Eres patético.
— ¡¡Ya cállate!!— gritó.— ¿¡Vas a decir algo más!?
— Eres tan despreciable, Lucas. Eres igual a Jim... Piensan primero en su bienestar que en el de Christian.
— Mi padre no hace eso.
— ¿No? Que yo recuerde te obligó a irte del país solo porque no acepto que a su hijos le van los hombres. Te obliga a mantener distancia con Christian a pesar de que sabe que se gustan, ¿Todo para que? Para que él se acostumbrara a medias a estar sin ti, quisiera estar con alguien más, te pusieras celoso, ¿Y sabes lo que pasó por eso? Lo que pasó es que Christian volvió a caer en el hospital. Y todo por la culpa de ustedes dos.
— Yo enserio quiero a Christian.— dijo sin pensar. Cornan soltó una risita.
— Pero lo lastimas.— ese había sido un puñal, directo al corazón. Vió que Lucas estaba al borde del llanto.— Ya vete de aquí, Lucas. Se cambió el código de las puertas el mes pasado...— Lucas apretó la mandíbula molesto.— Por si estabas pensando entrar.— se retiró de del lugar. Lucas bajó la mirada, pegó la cabeza a la puerta sintiendo unas cuántas lágrimas bajar por sus mejillas. Creo que sí sería mejor esperar, se retiró de la puerta y se fue.
— ¿No es una opción ir de nuevo a la cabaña?
— ¿A dónde casi lo dejas morir?— soltó Andy con gracia mientras le hacía colitas en el cabello a Christian. Royer sonrió.
— Si, esa misma.
— Quién sabe... Cornan realmente es un fastidio.
— ¿Quién es Cornan?
— El jefe de la administración. Y por lo que se el dueño de este psiquiátrico.
— Vale.
— Él también está desquiciado, por eso se le hace tan fácil entender a los internos. Debes estar igual de loco o más como para entrar a las habitaciones de los clase 10. Cuando Christian se descontrola él no tiene piedad.— ladeó la cabeza de Christian mostrándole la marca que Cornan le había dejado al golpearlo.
— ¿Que le hizo?
— No lo sé, no estaba aquí cuando entró.— Andy se detuvo cuando se dió cuenta que Christian se estaba quitando lo que él le estaba haciendo.— ¿Que le hiciste, Christian?— Royer se dió cuenta de cómo estaba procesando cada palabra que había escuchado, era muy extraño cómo repitió cada palabra para que su cerebro recibiera la información. Tardó casi tres minutos en contestar, Andy fue consiente de que se demoró más tiempo de lo normal.
— Le escupí.— dijo simplemente.— Y me golpeó.
— ¿Te dijo algo más?— le preguntó Royer. Christian lo miró, había escuchado otra cosa.
— ¿Que?
— ¿Que si Cornan te dijo algo más?— le repitió Andy enderezando su cabeza al ver la mirada asesina que le había dado a Royer.
— Dijo que... Me dijo que me llevaría a la sala de control.— murmuró.— Pero después no.— Christian apartó las manos de Andy y se arrastró hasta meterse debajo de la cama. Royer lo miró mientras él abría la bolsa y comenzaba a comer uno de los sandwiches de queso que le había traído. Era algo tétrico escucharlo comer debajo de la cama, junto con el sonido que hacía la bolsa.
— No te los comas todos.— se ladeó un poco y agarró la bolsa. Segundos después Christian sacó su cabeza de debajo de la cama y lo miró. Andy suspiró, realmente no podía resistirse cuando lo miraba así. Agarró otro sandwich y se lo dió, viendo cómo Christian lo agarraba y volvía a esconderse debajo de la cama.
— ¿Por qué siempre está debajo de la cama?
— Cuando era niño decía que habían monstruos debajo de su cama que no lo dejaban dormir en las noches, decía que si estaba ahí ya no podían asustarlo. Una manía que aún tiene.
La puerta se abrió, Royer y Cornan cruzaron miradas levemente antes de que esté último fijará su mirada en Christian.
— Sube a la cama, Christian.
— No.— murmuró. Cornan soltó una risita.
— ¿Me dijiste no, Christian?
— No.— volvió a murmurar mientras salía de debajo de la cama y subía en esta cubriéndose apresuradamente con la cobija.
— Bien.— dijo, de repente sintió que había olvidado la razón por la cual había venido. Miró detrás de él y vió a Royer.— Ya debe irse, ya pasó el horario de visita imaginario.
— Ni siquiera hay horario de visita.— soltó Christian sin descubrir su cabeza.
— Exacto, por eso digo imaginario.— dijo y se volteó mirando a Royer.— Debes irte enserio.
— Claro.
— Cornan, que posibilidad hay de...
— ¿Sacar a Christian y llevarlo a una cabaña en medio de la nada? No me jodas.
— ¿Cómo sabes eso?— Cornan sonrió. Y comenzó a caminar hacia la puerta.
— La cuarta pared, Andy. ¿La olvidaste?— dijo con gracia abriendo la puerta.
— Eres un psicópata.
— Por esa misma razón vivo aquí, Andy.— se volteó y le sonrió.— El hospital cerrará el portón en diez minutos, si él no se ha ido para entonces lo voy a encerrar en una habitación.— dijo y se fue.
— Será mejor que me vaya.
— Si.
Royer ya en su auto condujo por unas cuantas calles para después detenerse a causa de que su mente era atacada por miles de pensamientos, bajó la mirada regresando en su mente hasta cuándo ese hombre le había dicho a Christian que se acostara en la cama. La voz con la que se lo había ordenado era muy imponente, aunque había parecido que Christian trató de negarse, solo bastó con unas palabras más para que obedeciera. Algo que sabía era que Christian no le hacía caso a todo el mundo, a veces igualmente se negaba, aunque se notaba el cambio. A Lucas le obedecía por reflejo, a Andy le obedecía por cariño, a Jim le obedecía por autoridad, pero con ese tal Cornan parecía obedecerle por miedo. Recordó que al llegar se sorprendió bastante al ver el rostro de Christian, centrando su atención en esa marca roja viva en su mejilla izquierda. También se dió cuenta que le dolía, al comer lo había escuchado quejarse.
Royer respiro profundamente mirando al frente. Se sentía de alguna manera acorralado mentalmente, era como si algo le obligará a quedarse. Cuando Andy lo llamó para que le llevará comida, fue de inmediato, de solo escuchar de fondo a Christian gritando solo porque tenía hambre realmente lo había doblegado.
...
Mientras Christian dormía, le había parecido extraño que de durmiera después de cenar, aunque después recordó que a Christian por facilidad le daban la medicina en la comida. Quizás prestarle más atención a cuando comía sería buena idea.
Y de un momento a otro ya había pasado un mes internado, sin muestras de mejorar más bien parecía empeorar, hasta Cornan estaba preocupándose por su estado, lo medicaban tanto como para que pasará todo el día durmiendo, y cuando debía comer era un problema porque a veces ni despertaba por completo. Andy cada vez estaba más estresado, estar fuera de su cueva lo ponía nervioso. Algo era seguro, si Jim o Lucas no intervenian Christian estaría aquí por mucho más tiempo.
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Wenaaaaaaaaaaas cómo andan, aquí llegué.
Disfruten el capítulo.
Cuidense princesitas y princesitos.
Voten y Comenten.
Bye ❤️
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