— Christian, me sorprendió que me llamaras.— dijo Tony sentadosé frente a él. Un empleado llegó a la oficina con su desayuno y un café que había pedido para su invitado.

— No creo que después del favor que me hiciste debiera rechazar tu oferta.— le indico que podía beber del café y Tony aceptó encantado.

— Pues si. Aunque dejaste bastante maltratado a mi chico.— le comentó tomando la taza de café colocándole una cantidad exagerada de azúcar, Christian simplemente lo miró.— No he podido darle ningún trabajo desde que fuiste con él.

— Suelo ser bastante salvaje.

— Lo note. Pero hablemos de negocios. ¿Quieres ser mi modelo?

— No.— dijo firmemente. Tony se quedó atónito ante esa respuesta.

— ¿No?

— Hagamos algo. Yo trabajo para ti y tu me dejas a ese chico para mí.

— ¿Quieres que te dé a Nataniel?

— Exacto. Ambos ganamos.

— Él es uno de los mejores que tengo.

— Trabajaré para ti, ¿No es eso lo que querías?

Tony realmente estaba considerando dejar ir a Nataniel con él solo para tenerlo a su disposición. Necesitaba a Christian, estaba teniendo demasiada visibilidad en los medios y utilizar para su beneficio la fama que ahora estaba recibiendo le serviría. Nataniel solo sería un pequeño sacrificio de su otro negocio. Al final suspiró resignado.

— Vale. Trato hecho.— le tendió la mano y Christian la tomó cerrando así el acuerdo.

— Bastante razonable.

— Prepararé a Nataniel para ti y te lo enviaré.

— Habla con Royer para los detalles del trabajo.

...

Justo cuando Tony iba saliendo de la oficina de Christian Lucas apareció en el ascensor. Lucas al salir del ascensor vió a ese hombre que entraba. Caminó hasta la puerta de la oficina, entró y Christian levantó la mirada momentáneamente de su teléfono para mirarlo.

— ¿Quien era ese?— preguntó.

— Otro tipo que quiere mi cara bonita.

— Pensé que debían hablar con Royer.— Christian dejó de escribir en su teléfono viéndose casi acorralado.

— Si, pero él era algo diferente, quería hablar conmigo.

— ¿De que?

— Él dijo que me necesitaba como publicidad para un club nocturno.— Lucas entendió la referencia.

— Si te llegó a ver en una foto sin ropa... Es que... Joder, te entierro, Christian.

— Joder.— Lucas se dió cuenta de cómo parecía procesar demasiado lo que acababa de decir para después mirarlo riendo.— No haré nada de eso, Lucas, joder.

— Eso espero.

...

— Si me llegas a decepcionar, Nataniel, te juro que te mato, ¿Me oíste?

— Si, señor.

— Te eduque lo suficiente para que escuches órdenes y obedezcas. Si me dejas mal delante de él las consecuencias serán fatales para ti. ¿Quedó claro?

— Si.— respondió un tanto nervioso por su actitud. No era como siempre, está vez parecía torturarlo con la mirada. Lo estaba amenazando.

— Un auto llegará por ti a las tres, te llevará directo a su casa. Si arruinas el contrato que acabo de firmar te cortaré por partes y le daré de comer tus partes a los perros.

Jamás había sentido tanto miedo, era una advertencia, si escapaba lo matarían, aunque... Ahora que lo pensaba, estar afuera de ese club sería maravilloso, volvería a ver el mundo exterior, ya no estaría en las mismas cuatro paredes esperando a que alguien entrara por la puerta con ganas de follar. Dejó de verlo como algo malo, lo comenzó a ver cómo algo relacionado con la libertad.

...

— Su nombre, por favor.

— Nataniel Anderson.

— ¿Quien lo espera?

— Christian Evans.— las mujeres de la recepción se miraron mutuamente. Una de ellas suspiró y levantó el teléfono para llamar a su apartamento.

...

Lucas fue el que contestó el teléfono, escuchando con extrañeza lo que le decían. Christian le quitó el teléfono ordenando que lo dejarán subir de inmediato. A pesar de que Lucas quiso sacarle algún tipo de información acerca de lo que pasaba, Christian simplemente no le dijo nada.

Lucas fue el que abrió la puerta mirando con desprecio al que esperaba del otro lado de la puerta. Vió como la mirada del chico cambiaba, y pasó a mirarlo de manera desafiante. Podía imaginarse las intenciones de todo, y aunque no quería admitirlo de sintió realmente intimidado por ese sujeto, sentía esa vibra competitiva en el ambiente. Christian llegó a la puerta segundos después y le dijo a Nataniel que entrara, Lucas cerró la puerta y vió como entraban al cuarto.

...

Christian cerró la puerta con seguro y caminó hasta quedar frente a él. Miró al chico fijamente, se veía diferente, tenía algo distinto, podía oler a kilómetros de distancia su nerviosismo, notó como apretaba fuertemente sus dedos. Agarró una silla y la colocó cerca de él ordenándole que se sentará, Nataniel enseguida obedeció, Christian se sentó en el borde de la cama y suspiró.

— ¿Tony te dijo lo que yo quería?

— Si, haré lo que tú quieras.— le respondió sin titubear. Christian sonrió.

— Muy bien. ¿Quieres algo?

— ¿Algo de que?

— No lo sé. Algo para ti.

— Por ahora no.

— Si quieres algo o necesitas algo puedes pedírmelo. Debemos tener confianza para que esto funcione. Y no debes desobedecerme.

— Lo haré.

— Bien. Espero que esto funcione.

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Aquí otro capítulo chikibeibis

Disfruten.

Cuidense princesitas y princesitos.

Bye ❤️