Capítulo 104: La fiesta.
Un mes después.
- ¿Enserio debo ir?- reclamó Christian.
- Es una reunión importante con varias de las personas más importantes de este medio. No puedo cancelarla.- Christian se escurrió en la silla hasta casi caerse de esta. Lucas suspiró y lo miró seriamente. Christian se enderezó y sonrió.- Será la próxima semana. Quizás tengas oportunidad de conocer a alguien que quiera trabajar contigo. Si desperdicias está oportunidad me molestaré, no puedo hacer todo por ti.
Royer salió de la oficina dejándolos solos. Christian miró a Lucas y él le sonrió cálidamente. Se acercó a él y le acarició el cabello, arreglandolo con sus manos.
- Quédate tranquilo. Yo te acompañaré. Todo estará bien si estás conmigo.
- Creo que no.
- ¿De que hablas?
- Solo me dieron dos pases. Y uno tiene el nombre de Royer.- Lucas frunció el seño.
- Pero...- suspiró.- Vale. Estarás con Royer entonces. Estarás bien. Solo no te pongas nervioso, ¿vale?
- Vale.
...
- ¿Que te vas a poner?- le preguntó Malcom revisando unos documentos.
- No lo sé. Nunca he sido bueno con la ropa. Lucas siempre es el que me escoge la ropa.- Malcom sacó su teléfono y comenzó a buscar ropa.
- No es un evento tan casual pero no puedes ir tan elegante. Debe ser algo... Sencillo pero bonito. Yo te prepararé algo.
- Vale.
...
- Deberían buscar otro lugar para vivir.- ese comentario hizo que todos dejarán de comer al mismo tiempo, incluso Lucas.
- ¿Que?- dijo Nate enderezandose.
- ¿De que hablas?- soltó Sam con el seño fruncido.
- Ya te cansaste, ¿no es así?- dijo Lucas bebiendo de su vaso.
- Solo quiero tener algo de espacio.
Nate y Sam miraron a Lucas. Noah bajo la mirada un poco incómodo. Lucas ya lo sospechaba, había visto que su comportamiento había cambiado desde lo que había pasado, quizás era algo normal, quizás solo era un capricho, todo se quedaba en un quizás. Christian era muy predecible, y su comportamiento tendía a cambiar, y ser estúpidamente amargado.
- Lo siento. Solo... Olviden lo que dije.- se levantó de la mesa y fue a su habitación azotando la puerta. Lucas se quedó en blanco, bajó la mirada y suspiró.
- No sé preocupen.
Nate bajo la mirada, separarse de Christian lo ponía nervioso, quizás bastante desprotegido. No entendía lo que pasaba, su mente se iba y venía. Su mirada se fijó en Noah, era muy pequeño, desde el primer momento en el que lo vió le pareció lindo y tierno. Bajó la mirada de nuevo a su plato y siguió comiendo. Pero él estaba más pendiente de Sam y parecía no notarlo nunca.
...
- Te ves muy guapo.- dijo Malcom al ver salir a Christian del baño abrochando los botones.- Si que soy bueno para escoger ropa.
- ¿Si me queda bien?- dijo Christian un poco avergonzado. Malcom sonrió cuando vió que se sonrojaba.
- Te queda perfecto.
Christian se miró en el espejo se acomodó la chaqueta. Realmente se veía bastante bien.
- Es un conjunto bastante caro...
- Si, si, no lo dañaré.
- Es tuyo. Lo compré con tu dinero. Si lo quieres dañar es cosa tuya. Yo ya cumplí con mi parte.
Royer abrió la puerta y lo miró sonriendo. Christian bajó la mirada y acomodó su cabello nerviosamente.
- Pareces un muñequito de porcelana.- dijo Malcom sonriendo.
- Vamos. Mandaron una limusina, está esperando abajo.
Christian tragó en seco, debía darse de su lugar, era su obligación. Respiró profundo y asintió. Bajaron en el ascensor, un hombre le abrió la puerta y entró a la limusina temblando, Royer lo siguió sentadosé a su lado.
...
- ¿Estás nervioso?
- Demasiado. Estoy temblando. Nunca he ido a un lugar así.
- Está es a la primera fiesta importante a la que te acompaño. También es algo importante para mí. Solo debes mantenerte fuerte, frente en alto, no bebas mucho, come todo lo que quieras, no aceptes tragos ni bebidas ni comida de nadie, Christian. Lo digo enserio, no aceptes nada de nadie.
- Vale.
- Eres un invitado. No te acerques a nadie. Cuando me vean seguramente querrán venir a conocerte. Ahora estás representando a tu padre, ahora no solo eres su hijo, te convertiste en la primera imagen de la familia.
- Sin presiones.- dijo Christian soltando una risita ahogada. Royer sonrió.
- ¿Que podría salir mal? Solo conocerás gente que quizás quiera firmar alianzas contigo. Pero... No aceptes nada antes de consultarme. Sabes que aparte de ser tu representante soy tu secretario personal. Cualquier propuesta que te hagan tu solo contesta "puedes hablarlo con mi representante", y le das mi número. Así de sencillo.
- Hablar contigo y les doy tu número.- repitió en un susurro. Royer pasó su mano por la espalda de Christian.
- ¿Vale? Respira, inhala, exhala, todo estará bien. Yo estaré contigo y pendiente de ti. Tu solo trata de mezclarte y pasar desapercibido.
...
Al llegar al lugar era un club privado bastante grande, cuando entraron la música lo aturdió, el lugar era inmendo con tres pisos y había bastante gente. Royer se quedó a su lado todo el tiempo, hablaba de vez en cuando, diciéndole quien era cada quien, diciendo la profesión y puesto que tenían y que tan importante era su compañía.
Royer comenzó a hablarle de su padre, y él simplemente se quedó hipnotizado poniéndole demasiada atención a sus palabras. Su padre había sido el segundo hijo de la familia, y cuando cumplió los 18 comenzó a trabajar como modelo y se quedó a cargo de la empresa en Londres, solo había durado un año trabajando como modelo de la misma compañía todo ese tiempo. La empresa era otra historia, tenía mucha más audiencia y era más solicitada, de había vuelto bastante famoso por ser hijo de su abuelo, Thomas, que se había especializado en los autos durante toda su vida. Markus de había hecho cargo de la empresa de alarmas de seguridad, se volvió una persona muy importante en ese ámbito laboral al inventar maquinaria pequeña y extremadamente funcional. Cuando Christian nació la historia siempre fue la misma, lo habían dejado en un internado en Rusia, con el destino de ser el sucesor.
- No sigas los pasos de tu padre, Christian.- esas palabras lo despertaron de su trance.- Solo enfócate en ser el mejor, haz tu propio camino y haz lo que quieras ahora que puedes, no dejes que nadie te diga que debes hacer...- se interrumpió en cuanto vió a Christian estar al borde del llanto. Él simplemente limpió sus ojos bajando la cabeza.- ¿Estás bien?
- Si es solo que... Es la primera vez que alguien me habla de mi padre.
- Tranquilo.
- ¿Cómo es que sabes tanto?
- Es que cuando acepte trabajar contigo investigué todo acerca de tu familia. Pero lo de tu enfermedad lo tenían bien escondido.
- Si es...- se interrumpió cuando alguien comenzó a acercarse a su mesa. Royer colocó una mano en su pierna para que se calmara.
- Royer Park... Ya ni siquiera tienes la descencia de saludar a tu mejor amigo.- Royer se levantó y lo saludó alegremente a ese hombre.
- Nick, hace años que no te veía.
- ¿Y este es tu nuevo tesoro?
- Ah si, Nick él es Christian Evans...- Christian por simple reflejo de levantó y extendió su mano a modo de saludo.
- Soy Nicholas Brans.- le recibió el saludo dando un leve apretón a su mano.- Nick para los amigos.- dijo y miró a Royer.- ¿No me digas que él es el hijo de Markus?
- Ese mismo.
- Increíble. Es mucho más guapo que en las fotos.- Christian bajó la mirada apenado.- Siquiera déjale algo de trabajo a los pobres.- dijo acomodando su chaqueta.
- Sabes que nunca me confirmó con cosas pequeñas. Siempre busco lo mejor.- le dió una sonrisa a Christian.
...
- Toma mi tarjeta. Si te interesa mi propuesta puedes llamarme.
- Vale.- guardo la tarjeta junto con las otras veinte tarjetas que le habían dado en toda la noche. Un hombre se le acercó y le invito una cerveza.- No gracias. No me gusta la cerveza.
- Claro, si estás aquí no debes tener gustos baratos.
- No, no es eso.- sonrió.- Es que no me gusta.
- ¿Quieres que te invite un trago entonces?- le dijo señalando la barra. Christian le dió una última mirada a Royer que estaba muy distraído antes de aceptar.
...
- Ethan, dame un whisky fuerte, y algo suave para el muchacho. ¿Te gusta lo dulce?
- Si.
- Vale. Suave y dulce.
El barman le entrego lo que habían pedido y él ya bastante acostumbrado al sabor del vodka y licor de fresa, sintió esa explosión de sabor en su boca dejándolo en blanco por unos segundos.
- Creo que fue excelente elección.- le dijo con gracia.- ¿Cuál es tu nombre?
- Christian.- el hombre frente a él pareció pensárselo demasiado antes de negar con la cabeza sonriendo.
- Aquí no nos conocemos por los nombres, muchacho. Dime tú apellido.
- Evans Adish.- en eso asintió.
- Eres el hijo de Markus. Ese viejo amargado debían traerlo arrastrando hasta aquí para que al final de la noche no quisiera irse.- Christian sonrió.- Me enteré de lo que pasó.- su sonrisa se borró.
- ¿Que cosa?- preguntó un poco confundido.
- De... Eso. No debió ser fácil para ti que alguien te...- se detuvo al ver la expresión de horror que Christian tenía en su rostro.- Bueno, si.
- ¿Cómo sabes de eso? Jamás se lo dije a nadie.
- ¿No? ¿Entonces como...? Lo escuché de alguien hace rato. Estaban hablando de un vídeo.- sacó su teléfono y buscó en internet, se lo mostró dándole sus auriculares.- Yo pienso que sería mejor que usarás esto.
Christian nervioso, los agarró colocándoselos. Dió inicio al vídeo y no pudo ni escuchar diez segundos cuando se quitó los audífonos con prisa devolviéndole el teléfono.
- ¿Me podrías mandar el enlace de ese vídeo?
- Claro.
Después de unos tétricos segundos en silencio el hombre tomó aire antes de hablar.
- Me acerque a ti por... Varias razones debo admitir. En realidad tienes una cara bonita que me gustaría usar para muchas cosas,- le entregó una tarjeta que Christian guardó al instante en su bolsillo.- Llámame si te interesa. Y pues lo otro sería ofrecerte uno de nuestros servicios.
- ¿Servicios?
- Este lugar es mío. Y tengo unas habitaciones arriba, quizás quieras terminar la noche en compañía de alguien.- Christian tragó en seco, no supo cuando, ni como, ni porque, pero creía tener una debilidad por esa clase de proporciones.- Quizás una chica...
- No me acuesto con mujeres.
- Ah claro. Disculpa, tienes otros gustos. También tenemos chicos bonitos. Ya que quiero impresionarte para que aceptes trabajar conmigo te daré a uno de mis mejores adquisiciones.
Le sonrió antes de guiarlo hasta el tercer piso.
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Emmmm... Wenas :)
Recién salido del horno chikistrikis. Siempre me encanta darles capítulos nuevos y es lindo escribir así :3
Disfruten el capítulo beibis. Lo que se viene es brutal. Les tengo cositas bonitas para que se la fumen vencida conmigo jadkajadkajas.
Cuidense princesitas y princesitos.
Bye ❤️
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