Léanlo con discreción, plis. No me funen gracias :)

- Después de la producción de la última semana, la empresa se ha estancando demasiado.- Christian volteó los ojos fastidiado de la voz de Marco.- La ausencia de Christian aquí ha causado muchos problemas, pero ahora que piensas reincorporarte todo marchará bien.

- Vale.- dijo simplemente. Malcom contuvo una risita en cuanto escucho a Christian responder, este lo miró y sonrió. Royer negó con la cabeza al borde de la risa. Marco salió de la oficina dejándolos a ellos tres solos.

- Christian, ¿Quieres algo para almorzar?- dijo Malcom, Christian asintió levemente.- Justo iba a salir a comprar. ¿Quieres algo?

- Quiero pollo.- Malcom asintió. Agarró una de las llaves de la gaveta y fue a la puerta.- Ese es del convertible azul.

- Vale.

Royer lo miró, algo parecía extraño, sentía que todo iba a salir mal, debía ir a revisar algunos trámites para conseguirle algún trabajo a Christian pero realmente no quería dejarlo solo.

- Llámame si necesitas algo, ¿Vale? Iré rápido, no tardaré mucho.

- Vale.- dijo sin tomarle importancia mientras jugaba con un lápiz. Royer le tocó la cabeza levemente queriendo quedarse.

...

Christian se quedó en la oficina por mucho rato, tenía hambre, quería comida. Malcom dijo "almuerzo", quizás tardaría mucho para volver, apenas iban a ser las once. Tocaron la puerta de la oficina unas cuantas veces, un hombre entró disculpándose, se suponía que era él que venía a revisar las tuberías y el aire acondicionado.

Tenía una ganas increíbles de llamar a Lucas. No quería hacer nada y hacer todo. No quería dejar que los pensamientos controlarán su mente, pero era algo imposible.

...

Escuchaba el hombre moverse por la oficina, pero no le tomaba importancia. Gran error.

Un pinchazo en su cuello lo hizo levantarse espantado, el hombre lo miraba sonriendo, quiso salir de la oficina, corrió a la puerta pero estaba cerrada, justo en eso recordó que se había quedado unos segundos más de lo usual, lo había encerrado, no tenía las llaves, su cabeza se estrelló con fuerza en la puerta, estaba jodido, el hombre lo agarró del cabello y lo tiró al suelo, Christian se levantó con desespero, el hombre lo empujó varias veces hasta que sus piernas simplemente dejaron de servirle y cayó al suelo golpeando su cabeza fuertemente contra el escritorio dejándolo completamente aturdido.

- ¿Que.... estás... haciendo...?- su voz sonaba lenta y débil.- ¿Que... me... diste?- su cabeza dolía, un zumbido se instaló en su oreja derecha.

- Es un paralizante muscular.- le respondió, agarró un rollo de cinta que había encima del escritorio. Agarró sus brazos y fue amarrando estos con cinta.- Dentro de unas horas volverás a sentir el cuerpo. Mientras tanto...- agarró un pedazo de cinta y le tapó la boca.- Me divertire un rato contigo.

Después de eso, todo se nubló, no podía concentrarse en nada, el dolor era insoportable, quería gritar, varios golpes llegaron a su rostro mientras el hombre lo embestía sin ningún rastro de piedad.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al darse cuenta por completo de lo que estaba pasando. Cerró los ojos con las ganas de morirse más altas del mundo.

Royer... ¿Dónde estás?

Fue su último pensamiento antes de perder la razón.

- ¿Apenas vas llegando?- le preguntó Noora.

- Fui a buscar comida para Christian. Tarde bastante porque fui algo lejos. ¿Está arriba?

- Si, no ha bajado.

Malcom fue hasta el ascensor y subió en este hasta el último piso tarareando una canción mientras miraba su teléfono. Cuando el pitido del ascensor sonó indicándole que había llegado, salió de este y caminó hasta la oficina, tocó la puerta y la abrió después de unos segundos al no obtener respuesta. La oficina estaba vacía, las llaves de Christian seguían en la recepción así que no se había ido.

Dejó la comida en la mesa y vió una mancha extraña en el escritorio, justo en el borde, era sangre, miró toda la oficina y que había un rastro de gotas de sangre que desaparecían debajo del sofá. Se agachó y vió a Christian, lo arrastró hasta sacarlo de debajo del sofá, y simplemente se quedó en shock.

Varios recuerdos de cuando era niño estando con su madre lo atormentaron, varios recuerdos lo hicieron retroceder, su ropa desordenada, su rostro golpeado, sus manos fríamente amarradas, la cinta en su boca para que no gritará.

La puerta de la oficina se abrió espantandoló, para cuando reaccionó, la expresión ensombrecida de Royer lo estaba esperando, lo miraba buscando alguna explicación.

- ¿Que pasó?- fue lo único que de atrevió a pronunciar.

- No lo sé.

...

Royer acomodó una silla al frente del aún inconsciente Christian, lo tenía cubierto con una manta, quería imaginar que no había pasado lo que creía, no había manera, como algo así pudo haber pasado en una hora. Simplemente era ilógico. Agarró unas tijeras y desató sus manos, también quitó la cinta de su boca de la que salió bastante sangre dejándolo petrificado. El sonido de su teléfono lo espantó. Al ver el nombre en la pantalla quiso echarse a llorar.

- No es buen momento, Jim.

- ¿Cómo está Christian?- le preguntó. Simplemente no pudo contestar, pasó su mano libre por su cabello jalandolo ligeramente lleno de frustración. ¿Que iba a decirle? ¿Cómo iba a explicarle esto?- ¿Royer?

- Jim te llamo más tarde.

- Si llegas a colgarme llamaré a la policía, ¿Lo entiendes?

- Lo se, pero realmente no es buen momento.

- ¿Por qué no es buen momento? Explícate.

- Ese es el problema... No sé cómo explicarte esto, Jim.

...

Jim frunció el seño al escucharlo, no entendía nada.

- Royer no estoy para acertijos. Dime qué mierda pasa...

Los gritos de Christian interrumpieron abruptamente la llamada.

- ¡¡Déjame!! ¡¡No me toques!! ¡¡Eres un asqueroso!!

- ¡¡Christian, cálmate!!- le gritó dejando en blanco a Christian y a Jim, que jamás imagino que Christian se dejará gritar por otra persona que no fuera Lucas y él.- Jim, te diré lo que pasó.- y colgó.

Jim iba a decir algo más pero la llamada simplemente se cortó. Respiro profundamente molesto, jamás le había perdido la pista a Christian por tanto tiempo, y ya estaba harto del comportamiento de Royer, parecía estar de parte de Christian y eso era peligroso, en cualquier momento la carta se daría vuelta y no sabía si Royer estuviera preparado para lo que podría pasar. Sus pensamientos se detuvieron en cuanto mensajes de Royer llegaron a su teléfono.

-"No sé que hacer, Jim".

-"Creo que Christian jamás superará esto."

-"Jim, violaron a Christian".

Al leer ese último mensaje se horrorizo. Y llamó a Andy.

- ¿Jim?

- ¿Dónde está Christian?

- Si, buenos días para ti también.

- ¡¡Dime dónde mierda esta Christian!!

- En la empresa.

Jim solo colgó la llamada antes de comenzar a insultar. Dejó el teléfono encima de la mesa y lo primero que pensó fue, ¿Y ahora que?

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Primero: gracias a esto, pasan muchas cosas en toda la historia, y sin esto nada de lo demás tiene sentido.

Segundo: no me peguen.

Christian bb te quiero.

Weno ya me voy, mañana vuelvo con otro cap :3

Cuidense princesitas y princesitos.

Bye ❤️