20 años después

Controla su respiración desde el fondo de sus pulmones y deja salir el aire de poco en poco.
Alza su mano derecha y haciendo un enorme esfuerzo por no titubear, coloca el último cable.
Con la precisión exacta, el cable queda en la posición correcta y le hace entonar una sonrisa triunfante.

Despacio, da un paso hacia atrás y suelta el aire contenido en su pecho.
Pone sus manos en jarra mientras observa con orgullo su creación.

—¡Allen! —El joven escucha un grito fuerte a sus espaldas y salta en su sitio, llevándose la mano al pecho.
El cable vuelve a caerse y el castaño frunce el ceño y niega. Mierda, otra vez.
—Si, Señor. — Se gira en seco hacia el Comandante y se pone tan erguido como puede.

—¿Es eso a lo que dedica su tiempo? ¿Un juguete? —El Comandante señala a la torre metálica llena de cableado de detrás y el joven sonríe con nerviosismo.
—¿Juguete? Señor, eso de ahí es un meticuloso artilugio compuesto por cuatro cientos veintidós cables y microchips incorporados que permit-

—Callese de una vez, Allen. —El soldado le interrumpe y Barry se acomoda las gafas en un gesto de molestia.
—Ese "juguete" iba a servir para ralentizar a los metahumanos. —Vuelve a explicar.

El soldado, un hombre de alrededor de cuarenta años y cabello rubio, se acerca con decisión a él.
Y a pesar de ser bastante más bajo que el joven científico, le encara y provoca que Barry tema.

—Lo que quiero, Señor Allen, es exterminar a esos monstruos. Matarlos y acabar con ellos para siempre. No ralentizarlos. ¿Me ha entendido? —El ojiverde traga saliva y le retira la mirada, demasiado apabullado por su superior.
Pero a pesar de ello, no deja de hablar.

—No creo que matarlos sea la solución, Señor. —Dice, casi en un susurro.
El Comandante enrojece de la ira pero trata de calmar sus instintos para no soltar una sarta de maldiciones.
—¿Quién se cree que es para decirme como hacer mi trabajo? —Insiste con sus ojos, buscando los del ojiverde que se rehúsa por completo a mantenerle la mirada.

—Sólo digo que aunque sean nuestros enemigos, podríamos intentar negociar con ellos. —Prosigue.
El Comandante niega con incredulidad.

—Mientras Usted está aquí con sus juguetes y cachivaches, mis valientes soldados están ahí fuera, manteniéndole seguro.
¿Qué le parece que otros mantengan la Ciudad segura por Usted mientras pierde el tiempo? —Hace una pausa larga y repleta de incomodidad.

Se aleja varios pasos y le deja espacio al muchacho.

—Empiece a trabajar en algo que mate a esos monstruos o preparese para convertirse en un soldado más y salir a la batalla. —Le advierte con el dedo índice.

Barry mantiene la vista en el suelo y el soldado se da media vuelta para marcharse. Pero antes de hacerlo, el castaño alza la voz una última vez.

—Si pudieran mantener la Ciudad segura, no necesitaríamos una máquina que mate a miles de personas.

Y al hombre le encantaría dar media vuelta y mandar a ese chaval a la guerra.
Pero sabe que no serviría de nada.

Porque Barry Allen no ha librado una sola batalla en toda su vida, nunca se ha enfrentado a un metahumano y mucho menos ha empuñado un arma.
Pero aún así, es incapaz de mantener la boca cerrada. Incluso cuando su vida peligra, no tiene ni idea de cuando callarse.

El Comandante abandona finalmente la sala y el ojiverde se queda sólo.

Frustrado y harto de una larga guerra que ha durado demasiado y se ha llevado muchas vidas, Barry se deja caer en el suelo.
Se quita las gafas y las deposita a un lado.
Pasa sus manos por su bien acomodado cabello y lo despeina con sus dedos.
Sus manos acaban en su cara y con ellas ahoga un largo suspiro.

Tiene que haber otra solución. Algo que no incluya matar y cobrarse más vidas de las que ya se ha cobrado esta guerra.
Pero ¿Qué? ¿Qué solución que no implique matar podría haber?

Hellooo
¿Qué tal están mis Snowbarries?

Bueno, os voy a hacer la pregunta del día 😂💖

¿Qué os parece esta versión de Barry? Un científico que trabaja para el ejército, pacifista y miedoso pero MUY bocazas 😂.

Pd: Flash no aparecerá en esta historia. Sólo Barry Allen como tal.