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Capítulo 11.- El cielo puede esperar...

El doctor me acaba de dar
la mala noticia...

He estado viviendo como una reina
en un castillo...

Oh, los espíritus oscuros corren a través de mí como un auto-servicio.

.

Tú serás mi música con la que todo el mundo se droga.

.

Si, lo sé, si, lo sé ahora,
El tiempo está corriendo,

El tiempo se está acabando.

~•~☆~•~

Varios soles se presentaron, varias lunas pasaron...

Mientras que el tiempo de los humanos en el mundo terrenal se escurría como el agua entre los dedos, el mundo celestial se mantenía detenido ante la incertidumbre por la ausencia de su próximo pilar.

Dos meses han pasado después de aquel fatídico día donde, a causa de un absurdo castigo impuesto a uno de los mejores guerreros, Dios llegó a intervenir ante el disturbio que se presentaba en el cielo, mandando en su representación a los ángeles más cercanos a él para poner en orden la tierra sagrada.

Dios es bondadoso... pero también severo.

Es severo con los que desobedecen, pero será bondadoso contigo si sigues confiando en su bondad. En cambio, si dejas de confiar... tú también serás arrancado por completo. (Romanos 11:22-36 NTV)

Después de aquel día, la gente del consejo no ha vuelto para desempeñar su papel como guía para todos los ángeles que aun residían en las tierras celestiales. Debido a esto, muchos vivían en conflicto al no saber el futuro que les depararía...

Su actual pilar se encontraba agotado, cansado, débil... pero aun así estaba al pie del cañón para mantener los rezos que eran destinados hacia el mundo terrenal y proteger su bienestar, sobre todo, al ser los seres humanos el blanco principal de los demonios al caer fácilmente en pecado.

Si el mundo terrenal caía... las tierras celestiales desaparecerían por completo, dejándole el camino libre para que el mal tomara el control de todos los planos.

Aun cuando el Ukuzi no haya tomado su posición como pilar, la presencia de este en las tierras celestiales influía considerablemente para apoyar los rezos del actual pilar.

Pero ahora, sin Ukuzi presente, todo el peso volvía a recaer sobre su símbolo de la paz... haciendo su existencia más corta de lo previsto.

~•~☆~•~

Tengo que vivir, Oh~
Tengo que amar, Oh~
Dijo que tengo que respirar, oh...

.

No, esto no es para mí.
No-no-no-no-no-no-oh-oh-oh

~•~☆~•~

.-"Él aun no despierta, hermano... y no sabemos si lo hará pronto".-

Desde ese día, en cada a amanecer... Ikustak se presentaba siempre a las orillas de las tierras celestiales para encontrarse con Amihsirik y saber sobre el estado del pequeño pecoso.

Pero lamentablemente para él en cada día, las noticias seguían siendo iguales.

"Ikustak, no te preocupes por mí"

Estaba molesto, furioso... en su mente aún estaba la imagen de aquel pequeño ángel que lo encontró cuando pisó aquel sagrado lugar lleno de cerezos... su lugar.

"es mi deber... debo protegerlos a todos"

Ya no aguantaba aquellos sentimientos que empezaba a arremeter violentamente su corazón al estar separados sin tener noticia alguna, necesitaba tenerlo nuevamente en sus brazos y tocar con sus manos bañadas en pecado su piel, ver sus constelaciones...

"Ikustak"

Ver aquellos ojos que le mostraban el secreto para ser feliz, aquellas esmeraldas que le traerían la salvación a su alma.

Un día no lo soportó más, intentó por todos los medios entrar a la barrera que protegían los límites a pesar de todas las advertencias que el pelirrojo le mencionó. Esa acción provocó que todos los guerreros estuvieran en alerta al escuchar en el cielo las tromperas de los arcángeles ante la presencia de demonios.

.-"Ante la ausencia de Ukuzi en las tierras celestiales y la debilidad de nuestro actual pilar, los más cercanos a Dios tomaron el control hasta su regreso".- explicó Amihsirik.- "esta barrera fue creado por ellos, así que cualquier contacto que tenga con algún ser exterior lo sabrán y alertaran a los demás".-

Sin más tuvo que resignarse y abandonar. Lleno de quemaduras, Ikustak regresó a la tierra infernal bajo la atenta mirada de los demás, especialmente de Arumot quien traía una sonrisa plasmada en su rostro.

~•~☆~•~

No, no será hoy cariño,
el cielo puede esperar.

.

No, hoy no cariño...
No, no será hoy.

~•~☆~•~

.-Por favor, debes de descansar... no tiene mucho que recuperaste tu forma física y...-

.-Sabes que mi deber es estar al pendiente de cualquier cosa que perturbe el bienestar del cielo Ikamat, no puedo quedarme sin hacer nada cuando todos andan preocupados sin saber lo que ocurrirá después.-

.-Pero los arcángeles están aquí, ellos pueden mantener la barrera y alertarnos con facilidad ante la presencia del enemigo.-

.-Están haciendo un trabajo que no deberían hacer.- detuvo sus pasos y agachó su cabeza.- si tan solo no me hubiera confiado...-

.-Oirim...-

.-El pilar, las tierras celestiales y terrenales.- suspiró.- mi hermano... muchas cosas se hubieran perdido ante mi error-

.- ¡Esto no fue tu culpa Oirim! , ¡Todo esto que ocurrió no fue tu cul...! -

.- ¿¡PERO ENTONCES PORQUE ME SIENTO ASÍ!?- gritó desesperado mientras se daba media vuelta y veía con sus ojos cristalizados al contrario.- ¡Dime!...¿¡porqué siento que arruiné todo!?- dijo con dolor.- ¿porque siento que por mi culpa? ... todo pende de un hilo.-

.-Oirim.-

.-Le prometí a mi hermano estar a su lado... le prometí protegerlo y cuidarlo para que la gente del consejo no estuviera siempre detrás de él acusándolo por su desempeño.- apretó sus puños con fuerza.- para que su pesada carga se aligerada un poco y pudiera disfrutar el poco tiempo que le queda con todos nosotros y...-

Lentamente el pelinegro se acercó, con cariño lo envolvió en sus brazos. Sintió el cuerpo del mayor temblar, sintió como su hombro empezaba humedecerse ante las lágrimas que el rubio no podía detener.

.-M-Mi hermano...- dijo en voz quebrada.- mi hermano no merece esto, Ikamat...- sorbió su nariz.- e-él debió ser un ángel como cualquiera, v-vivir su estancia en el cielo junto aquel ángel que conoció años atrás y... y disfrutar juntos hasta el final como cualquier ser en estas tierras.-

.-lo sé...-

.- Yo debí de tomar su lugar...- apretó su mandíbula.- yo debía ser seleccionado para que mi hermano estuviera fuera de esto y...-

.-Oirim.- llamó su atención.- sabes que no podemos ir en contra de las decisiones de nuestro señor.- colocó su mano en la mejilla del más alto.- a veces las cosas suceden por una razón, podemos no entenderlo al principio, pero a medida que el tiempo pasa...todo tendrá sentido.-

El silencio reinó, Oirim cerró sus ojos mientras sentía el cálido tacto de su compañero.

Aun si no estuviera presente físicamente en aquel entonces, sabe que Dios no lo culpa por lo que pasó... no lo juzga al haber perdido contra los demonios quienes eran la prueba para ganar nuevamente la confianza y el perdón de los del consejo.

Dios no lo culpa... y sabe que Ukuzi tampoco lo hará.

"Oirim, hermano..."

El próximo pilar es único, es maravilloso... nunca nadie en la historia de los pilares se había visto a un ser tan bondadoso y sentimental como él, alguien que no podía solo quedarse parado y mirar sin hacer nada ante cualquier injusticia y dolor...

Alguien quien al ver todo el sufrimiento que hay en el mundo terrenal, liberara un sin fin de sentimientos a través de sus ojos, ocasionando la desaprobación de aquellos quienes Dios mismo encargó a predicar su palabra.

Ukuzi es especial y Dios lo sabe... es por eso que está poniendo a prueba tanto a él como a su gente...

Suspiró agotado.

Solo espera que su Dios sepa lo que está haciendo.

*Bummmmmm

Las trompetas sonaron una vez más en las tierras celestiales, pero esta vez, el tono en el que sonaban era diferentes. Ambos ángeles se separaron, con atención escucharon el llamado mientras observaban el cielo teñirse de un color verdoso.

.-Él viene.- susurró Ikamat.- Ukuzi, despertó...-

.-Hermano...-

Sin esperar, ambos se encaminaron hasta la sala del consejo. En el camino, aquella incertidumbre que reinaba en el corazón de los demás ángeles cambió drásticamente por una llena de alivio y alegría al escuchar las trompetas que anunciaban la llegada de su próximo pilar.

.-Ukuzi.- Su corazón latía con emoción, por fin vería nuevamente a su pequeño hermano.

.- ¡OIRIM!- gritó el pelirrojo mientras volaba hacia él.- ¡ÉL VIENE!-

.- ¡LO SÉ, LO SÉ!-

Emocionados, los tres ángeles se encaminaron rápidamente ante aquellas enormes puertas doradas. Nerviosos esperaron y observaron cómo estás se abrían.

.-Ukuzi.- Oirim susurró. Después de dos meses de incertidumbre, al fin tendría nuevamente junto a él, a su peque...- ¿Pero qué...?.-sus pensamientos se cortaron. Todos quedaron sorprendidos al ver a aquel joven ángel salir de las grandes puertas doradas.

.-Amihsirik, Ikamat...- susurró el peliverde con una sonrisa.- Oirim, hermano...- Frente a ellos, la imagen del pequeño y dulce pecoso quedó atrás, reflejando ahora, a un joven alto, de facciones finas y hermoso.

Aquel terrible suceso trajo sus consecuencia, lamentablemente su cuerpo no pudo soportar aquellos terribles sentimientos que las almas oscuras traían reprimidas en su interior al momento de expiarlos todos a la vez. El sintió y vivió en carne propia su dolor, ocasionando que su crecimiento se desarrollara más pronto de lo que debía.

Un silencio se presentó en el lugar, las miradas pasaban de uno a otro ocasionando que las mejillas del recién llegado se coloraran ante la extraña bienvenida.

.-eh...-.

.- ¡Ukuzi!- Amihsirik gritó con alegría rompiendo así el silencio, se aventó hacia él para abrazarlo. Con más tranquilidad, Ikamat imitó su acción.

.- ¡Chicos, están bien!- comentó el peliverde con sus mejillas sonrojadas al sentir la cálida bienvenida de los dos.- me alegra tanto de volverlos a ver.-

.-Y nosotros a ti, Ukuzi.- dijo Ikamat mientras se separaba y lo veía a los ojos.

Mientras el pelirrojo hablaba animadamente con el peliverde, Ikamat dio media vuelta y miró a su compañero quien no se había acercado y dicho palabra alguna, al contrario, Oirim se encontraba un poco más alejado, mirando extrañado la situación.

No es que el rubio no estuviera feliz con su llegada, claro que no, pero...

La preocupación aún estaba ahí, rondando en su mente.

.- ¿Oirim?- Llamó Ukuzi al mayor para sacarlo así de sus pensamientos.- ¿estás bien?- preguntó inclinando un poco su cabeza.- ¿sucede algo?-

.-Yo....- bajó su mirada y cerró sus ojos.- no, no es nada Ukuzi.- suspiró antes de encaminarse y reunirse con él.- estoy feliz de que hayas vuelto.- lo envolvió en un cálido abrazo.

.-Yo también estoy feliz, Oirim.-susurró entre sus brazos correspondiendo el gesto.- Estoy feliz porque te encuentras bien, estas a salvo hermano.- unas lágrimas se deslizaron por sus mejillas.- doy gracias a Dios de que me haya permitido llegar a tiempo y que no fuera demasiado tarde.-

.-lo siento tanto...- su labio tembló, Oirim afirmó su agarre con el menor y enterró su rostro en los rizos suaves del peliverde.

.-No deberías...- le respondió mientras acariciaba con cariño su espalda.- tú no tuviste nada que ver con esto, Oirim.-

Amihsirik e Ikamat se miraron, ambos sonrieron ante aquella bonita escena frente a ellos. Vieron al rubio llorar mientras liberaba aquel peso que lo atormentaba desde el día que recuperó su forma física. El pecoso lo escuchó, con sus cálidas manos limpió sus lágrimas mientras le susurraba palabras de aliento.

.-Deberíamos avisarles a los demás sobre tu regreso.- comentó el pelinegro al verlos separarse.- creo que todos están ansiosos por verte nuevamente, Ukuzi.-

.- ¡Me parece una idea genial!, ¡vamos Ukuzi!- dijo el pelirrojo mientras tomaba su mano y lo llevaba hacia la salida.

.- ¡Si!-

.- ¡Oirim, vamos!-

.-...-.

Aun si Ukuzi haya vuelto aparentemente con bien a las tierras celestiales, eso no quitaba el hecho de que su cuerpo haya cambiado notoriamente en el transcurso de estos dos meses.

.-Ya voy, ya voy...-

No quitaba el hecho de que con su cuerpo desarrollado... su lapso de vida se acortaría notoriamente al momento de tomar su lugar como pilar.

•~•☆•~•

Tic toc y estoy orando por más tiempo,
Eres mi ángel, pon mi corazón a rebobinar.

.

Así que cariño, ¿podrías hacerme un favor?

Chica ¿serías mi salvadora?

.

Tic toc y estoy orando por más tiempo.

~•~☆~•~

.- ¿A dónde vas?-

.-Que te importa.-

.-Sabes que solo eres uno de los perros de nuestro señor, así que no te estés tomando libertades que no te corresponden Ikustak.- comentó Arumot mientras veía al cenizo caminar hacia los límites de las tierras infernales.- estás bajo mi mandato por órdenes de Lucifer y All for one está observando que esto se cumpla.-

.-bla, bla, bla...Tsk, metete en tus putos asuntos Arumot.- extendió sus alas para partir.

.- ¿Creíste que no me daría cuenta, Ikustak?- Con aquellas palabras se detuvo.- ¿Que no sabría que te escurres todos los días como una sucia sanguijuela para subir a los cielos?-

.-"¿pero qué?...".- el cenizo se quedó inmóvil, dándole aun la espalda mientras escuchaba la pregunta del peliceleste.-"mierda..."-

.- Habla de una vez ¿Qué asuntos tienes con esos malditos seres celestiales?- volvió a repetir.

.-"me lleva la puta mierda".- se recriminó por haberse marchado los días anteriores sin darse cuenta que levantaría sospechas ante su ausencia, sobre todo él al ser uno de los prometedores guerreros que podría igualar las habilidades de Arumot.

.- ¿Qué cosa tan importante hay en los cielos para que te haga ir en cada amanecer a las tierras prometidas y olvidarte así de tus malditas obligaciones?-

"Ikustak"

Tensó su mandíbula y apretó sus puños, cerró sus ojos al tener en su mente la imagen de aquel pequeño ángel. Tenía que pensar en algo rápido ahora que sus acciones fueron descubiertas...

.-"Maldita sea".- si tan solo hubiera sido un demonio común, Ikustak simplemente lo hubiera matado con facilidad para silenciarlo... pero lamentablemente para él, fue el mismísimo demonio que será sucesor de All for one para guiar completamente las tierras infernales el que lo descubrió.

Su tiempo se agota y no se va detener, debe de buscar una manera rápida para sacar a Ukuzi de los cielos antes de que tome su posesión como pilar. Sabe que faltan 500 años, pero él no esperará ni un minuto más solo para verlo sufrir en ese transcurso de tiempo...

Si tiene que sacarlo de los cielos a la fuerza, lo hará... pero ahora con Arumot en el camino, sabe que las cosas se complicaran bastante.

El lugar quedó en silencio, mientras Ikustak buscaba una solución, Arumot mantenía su mirada expectante en la espalda desnuda del cenizo.

.- ¿será acaso que buscas desesperadamente el perdón de Dios como una perra desesperada?- dijo el peliceleste para así romper el silencio.- ¿o será que hay alguien ahí que...?.-

.-JAJAJAJAJAJAJA.-

Aquella estruendosa risa hizo detener sus palabras, con un suspiro, Ikustak dio media vuelta para mirarlo a los ojos.

.- ¿Qué? ¿Preocupado por lo que pueda hacer para quitarte el puesto, Arumot?~.- respondió el cenizo con una sonrisa burlona, acción que le hizo enfadar.

.-Déjate de juegos Ikustak y habla.-

.-Mmm~ bueno...- empezó a caminar alrededor de él.- mientras tú te juntabas con los malditos extras para entrenar y perder el tiempo, yo ya hice mi primer movimiento.- comentó.- adivina a quien le darán tu lugar como sucesor al traer en bandeja de plata la cabeza del próximo pilar de los cielos.-

.- ¿Qué?-Arumot entrecerró sus ojos y miró detenidamente las facciones que aquel ángel caído que domesticó a su gusto. Si no fuera porque el cenizo estuvo bajo su tutela, podría adivinar fácilmente si lo que dicen sus palabras son verdaderas o no...

Solo le quedaba aguardar y esperar.

.-Já, parece que alguien se quedó como imbécil.- se burló Ikustak mientras veía al contrario rascar con insistencia su cuello.

.-"Maldito bastardo".-

.-vamos Arumot, ve y corre a llorarle a tu papá por lo que estoy logrando... ¡dile que estoy haciendo el trabajo que tú deberías hacer!-

.-Imbécil.-

.- ¿O qué? ¿No tienes el puto valor para decirle la verdad?... ¿tienes miedo que te pueda decir lo incompetente que eres al dejar que tu pupilo se te adelante?- lo encaró, pero al no recibir respuesta alguna se alejó.- tsk, Antes de venir como un perro sarnoso a ladrarle a los demás, deberías ocuparte primero en quitarte toda esa mierda que tienes en la cara y ver qué es lo que necesitas para sobrepasarme.- extendió nuevamente sus alas para así alejarse.

.- Mientras más alto vueles...- susurró con una sonrisa Arumot al verlo partir.- más dolorosa será tu caída.-

.-Lastima que el pequeño ángel caído no sabe que lo hemos estado siguiendo desde el principio~.- comentó alguien más en el lugar al ver que el cenizo desapareció entre los cielos.- me gustaría saber qué cara pondrá cuando hagamos que cumpla sus palabras y traigamos la cabeza de ese pequeño pilar pecoso con nosotros.-

.-Muy pronto lo sabremos.- Arumot dio media vuelta y miró al demonio con apariencia de mujer frente a él.- si lo que dices es verdad y el consejo está empezando a desfragmentarse... eso quiere decir que la caída de las tierras celestiales está pronto a suceder.-

.-Así es.- poco a poco la apariencia de la joven cambió, dejando ver ahora un ángel de hermosas alas blancas.- el actual pilar ya no le queda mucho tiempo, y Ukuzi sigue siendo muy ignorante e inocente para tomar su lugar.-

.- Mmm~, creo que al final fue buena idea que él haya sido escogido para ser el próximo pilar.- empezó a caminar de regreso.- solo así sabrán de la terrible decisión que tomó su Dios al seleccionarlo. - sonrió.- no les quedará de otra que ver su preciada tierra caer de poco a poco ante su inútil e inservible guía. -

.-Muchos empezarán a dudar.- sonrió el ángel.- sobre todo cuando vean a su pilar convivir y proteger a un ser infernal a escondidas, jajajajaja.-

.-Me es difícil admitirlo pero... debo de agradecerle al imbécil de Ikustak por todo lo que ha hecho hasta ahora.-cerró sus ojos.- definitivamente sus estúpidos sentimientos están sirviendo de algo... sin darse cuenta, nos está dejando el camino libre para conquistar los cielos.-

.- ¡QUÉ EMOCIONANTE!- dijo Agot con alegría mientras revoloteaba en el aire.- ¡quiero ver la cara de ambos llena de desesperación al ver que fueron descubiertos! ¡Quiero ver su rostro cuando el pequeño Ukuzi sepa que Ikustak jugó con él y lo traicionó!-

.-Juguemos su juego entonces...- susurró Arumot con una sonrisa macabra.- veamos cómo quedará al ver que sus planes empiezan a cambiar... solo así aprenderá cuál es su lugar en mis malditas tierras.-

Ambos demonios se separaron, uno regresó nuevamente al centro de las tierras infernales para seguir perfeccionando su plan. Y el otro, con aquella falsa apariencia que le otorgaba al beber la sangre de los ángeles, subió a los cielos para seguir los pasos de su pequeño y prometedor ángel caído.

~•~☆~•~

Si, lo sé, si, lo sé ahora,
El tiempo está corriendo,
El tiempo se está acabando.

.

Tengo que vivir, oh~
Tengo que amar, oh~
Dijo que tengo que respirar, oh~

.

No, esto no es para mí, no...

~•~☆~•~

Las barreras habían cambiado, aquellos colores dorados que alumbraban como un arcoíris ante la presencia de los tres arcángeles habían desaparecido.

.-Ukuzi...- Con el corazón a punto de salir de su pecho, Ikustak se encaminó con rapidez hasta la orilla de las tierras celestiales, ahí, donde ahora la barrera de color verde brillante predominaba con fuerza.

Suspiró fuertemente al poner el primer pie en tierra firme, asombrado vio el lugar que desprendía una energía nueva y diferente. Era nostálgico... pero sabía que había cambiado bastante en estos dos meses.

.-Vamos, no seas un puto cobarde.- se dijo.- has vivido cosas peores.- después de unos minutos de inspeccionar y dudar en atravesar nuevamente la barrera, Ikustak estiró con cautela su brazo.

.- ¿Pero qué?- impresionado vio cómo la punta de sus dedos pasaban con facilidad, no había dolor, quemazón u alguna otra molestia al tocar el campo protector del pilar.

Sin más lo atravesó.

Miró los alrededores esperando encontrarse con el idiota de dientes filosos que siempre estaba en el lugar para informarle sobre el estado del pecoso, pero en esta ocasión no había nadie.

"Ikustak"

.- ¿Ukuzi?- llamó, pero no recibió respuesta alguna.- Mierda, nuevamente estoy delirando.- comentó mientras pasaba una mano por sus cabellos y se rascaba.- que mierda hiciste conmigo, maldito Deku.-

Sin más avanzó, caminó entre los enormes árboles buscando algún rastro del pelirrojo...

O si era posible, encontrarse nuevamente con su pequeño Uku...

.- ¿Ikustak?-

Detuvo su andar, aquella voz lo hizo estremecer...

No era la misma voz de niño de siempre, era completamente diferente pero mantenía aun la dulce esencia de su portador.

Su corazón latió con más fuerza, sobre todo, al ver unos delgados brazos rodear su cintura y sentir en su espalda el cálido cuerpo que emanaba el contrario.

.-te extrañé tanto, Ikustak.- susurró el ser detrás de él.

.-Uku...-

.- ¡Espera!- lo detuvo antes de que diera la vuelta, afirmó su agarre para que este no se moviera.- yo... no me puedes ver así.-

.- ¿Qué?-

.-E-es difícil de explicar, sucedieron muchas cosas y...-

.- ¡Pedazo de mierda! ¡Ya me hiciste esperar por dos malditos meses!-

.- ¡IKUSTAK!- gritó al sentir que era apartado y tomado de los hombros, sus mejillas se sonrojaron al ver la penetrante mirada del cenizo sobre él.- Ikus...-

.- ¿Pero qué mierda te pasó?- comentó anonadado el cenizo mientras veía al hermoso joven de mejillas pecosas frente a él.

.-Bueno, yo... muchas cosas pasaron.- susurró con nerviosismo mientras jugueteaba con sus manos.-mi hermano Oirim peleó en el coliseo por mi culpa, así que fui directo hacia allá, pero no sabía que habrían muchos Nomus en el lugar, me desesperé al ver a mi hermano caer, entonces mi poder se liberó así que liberé a las almas y entonces...- empezó a murmurar.

Mientras que el pecoso hablaba sin parar, Ikustak se perdía nuevamente con cada detalle de su cuerpo...

Su pecho, sus brazos, su cuello, sus ojos, su nariz... sus labios, todo en él era diferente pero igual. Ukuzi dejó de ser aquel pequeño e inocente ángel molesto y de voz chillona que hablaba sin parar, para convertirse ahora en la nueva tentación que lo haría descender mil veces más al infierno y condenar más su ya miserable alma.

.- ¡Y entonces llegó All Might!, él vino a...-

Deslizó una mano por su cuello hasta llegar a su mejilla, sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo al tocar con la punta de los dedos su piel desnuda. La otra mano descendió con lentitud hasta posarse en su cintura, con delicadeza afirmó su agarre sin que el otro se diera cuenta.

.- ¡Entonces, con un solo movimiento logró expiar los pecados de todas esas almas!-

Fijó su dilatada pupila en aquellos rosados labios que no paraban de moverse.

.- ¿No crees que All Might es genial, Ikustak?- comentó el peliverde con emoción mientras lo veia a los ojos.- ¿será que logre ser como él al momento de tomar mi lugar como pilar y...? - detuvo sus palabras.- ¿Ikus...?-

.-Mierda, te vez malditamente delicioso.-

.- ¿D-Disculpa?- dijo nervioso el peliverde al sentir el pulgar del cenizo recorrer sus labios.- ¡¿P-pero que estás haciendo?!- balbuceó al ver que se acercaba lentamente a su rostro.

.-Solo déjame sentir como era vivir en el cielo de nuevo, Deku...- susurró Ikustak antes de unir sus labios con el peliverde.

Sus ojos se abrieron de par en par a medida que la sangre teñía sus mejillas. Muchas cosas pasaron por su mente y se desbordaron en su interior al sentir aquel cálido, pero prohibido contacto con el ser que un día fue un ángel como ellos...

.-I-Ikustak...~-

Con aquel ser que un día Dios puso en su camino y marcó significativamente su existencia...

Alguien por el cual dejaría su estadía en los cielos para vivir cómodamente a su lado sin importar las terribles consecuencias que pudiera generar al ser dos seres completamente diferentes.

.-Ukuzi...~-

Pero tenía que ser realista, él es el sucesor para ser el próximo pilar... solo faltaban 500 años para tomar su cargo y despedirse definitivamente de todos antes de ser confinado para siempre en el cuarto sagrado.

.-Mi Deku...-

Sus lágrimas cayeron ante aquella dolorosa realidad mientras sentía los labios del cenizo moverse sobre los suyos, así que de igual forma correspondió el gesto, abriendo con timidez su boca para que la lengua del contrario recorriera su interior.

.-Ikus...tak~.-

Por el momento dejaría sus preocupaciones atrás, Ikustak estaba aquí, frente a él y eso era lo único que le importaba...

.

.

.

así que...

.

.

.

El cielo puede esperar.

~•~☆~•~

No, no será hoy cariño, el cielo puede esperar.

.

No, hoy no cariño
No, no será hoy.

~•~☆~•~

🌟

Y aqui queridos lector@s, es donde todo se empieza a tambalear

🔥🔥🔥

Puedo decir que ya estamos aproximándonos al final de esta historia.

Aunque igual puedo decir eso porque en mi mente se ve mucho mas corto ( casi con lo que me pasó con "el recuerdo de un amor" 😥)...

Creo que mejor espero para ver como se desarrolla en el camino y no quedar asi 🤡 frente a ustedes.

Bueno, sin más me despido, no sin antes agradecer a todos los que siguen esta historia y me dejan sus lindos comentarios.

🌟🙇‍♀️🌟

Que tengan una bonita mañana, tarde o noche dependiendo en el lugar donde se encuentren 💗

¡Espero leerlos pronto!
🌟 BYE BYE 🌟

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