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OVA III - CONFIANZA (28.5)

—Chicos —llamó Odelia a su escuadrón—. Pueden quedarse con ellos a cuidar a Eren, yo iré a preparar unas cosas adentro.

—Pero capitana —habló Artis—. Se supone que ustedes debe cuidar de Eren y el escuadrón, no nosotros.

—No tardaré, tengo que hacer algo rápidamente. Te dejo a cargo, enseguida regresaré.

La pelicobre suspiró, observó a los chicos que estaban a su cargo y rodó los ojos al ver lo que estaban haciendo.

—¡¿Qué se supone que hacen?! ¡No es la hora de descansar para que se pongan a luchar! —gritó molesta al ver que Connor y Ondine jugaban a correr y atraparse.

Connor fue el primero en detenerse acercándose a la chica, alzó su mano contra ella para tocarla ligeramente, Artis no comprendió la situación hasta que vio la "tonta cara de titán" que solía hacer cuando realizaba alguna travesura o broma. El castaño acercó su boca a la altura de su oído, no era nada difícil ya que le llevaba varios centímetros a la pelicobre.

—Tú estás... —susurró el chico— ¡ATRAPADA!

La chica instintivamente lo tomó de los hombros de la camisa y desestabilizandolo de las piernas lo empujó hacia el suelo, dando un golpe seco en el lugar que fueron callados con las carcajadas de la morena que estaba a lo lejos de ellos.

—No te metas conmigo si no quieres morir —el miedo inundó el cuerpo del castaño al ver la seria y determinada mirada que le daba la chica, ella no estaba jugando.

—Bien, bien —se quejó el chico tratando de levantarse—. Es que... siempre estás tan enojada, quería que te rieras, debe ser aburrido que solo tu lo tomes demasiado serio.

La chica lo tomó del cuello de la camisa para levantarlo, Connor se sorprendió ante la facilidad que tuvo la chica para hacerlo, ella cruzó de brazos antes de comenzar a hablar.

—¿De verdad no quieres que me tome enserio esto? —preguntó con notable molestia—. Estamos aquí para pelear contra titanes, no ne tomaré a la ligera si a ustedes les llega a pasar algo, pero tampoco me expondré a morir por ustedes.

El ligero sonrojo y el drástico cambio de semblante a preocupación de la ojimiel hizo que el chico entendiera rápidamente a lo que se refería. Rascó su nuca antes de hablar:

—Yo... lo lamento. Sabes que puedes confiar en nosotros para lo que gustes, al final somos un equipo, ¿no?

—Quizás fui demasiado densa, aún no salimos de las murallas, solo no causen problemas, ¿de acuerdo? —comenzó a andar hacia la pequeña cabaña que había ahí, pero la mano del castaño y su amiga la detuvieron—. ¿Ahora qué ocurre? —preguntó molesta.

—¡Acompáñanos a comer! —dijeron al unísono antes de soltarla y hacer una ligera reverencia— ¡Por favor!

—Tch. Parecen gemelos —sonrió ligeramente la pelicobre sin que ellos lo notaran—. A todo esto, ¿dónde está Samuel?

—Se adelantó a comer junto con los demás —respondió Ondine.

—¿Los demás? ¿De quiénes hablan?

—Del escuadrón del capitán Levi —respondió con obviedad Connor.

Tras escuchar eso, ambos notaron el sonrojo que se hizo presente en las mejillas de Artis, ambos se miraron con picardía y la tomaron de los brazos uno a cada lado para cargarla y hacerla avanzar, a pesar de que ella trataba de liberarse, con dos compañeros que le ganaban en altura le era imposible, a lo que se resignó a esperar a que se descuidaran y ella escapara.

—¡Oh sí! Estarán presentes todos los miembros del escuadrón, también Auruo —aseguró Ondine.

—¡No puede ser! —balbuceo la pelicobre, el elevado color de sus mejillas hizo que se comenzaran a reír ambos chicos— ¡D-de qué se ríen! ¡Sueltenme!

Ninguno hizo caso y hasta que llegaron junto a ellos fue que tuvo que calmarse, eso sí, sin quitar su cara de odio sobre todos. Antes de llegar la soltaron, haciendo que estuviera obligada a quedarse junto a los demás.

—¡Chicos, me alegra que estén aquí! —saludó Petra.

—¡Quisimos pasar a saludar! —agitó la mano animadamente Connor.

—Y dígannos, ¿ya comieron algo? —preguntó Ondine.

La pelinaranja negó con la cabeza señalando a Hange y Levi que estaban experimentando con Eren dentro de un pozo.

—¿Eh? ¿Están practicando con él? —inquirió Artis mirando hacia donde estaban ambos capitanes.

—Sí, pero al parecer no está funcionando —entró a la conversación Eld—. Hey, Artis, ¿cómo has estado estos días?

—Bien, gracias —se alejó tomando asiento en una de las bancas del lugar.

—¿Y la capitana Baumeister? —preguntó Gunther tomando asiento frente a la pelicobre.

—Ha tenido que salir, dijo que no tardaría —respondió Artis digiriendo su mirada hacia el rubio oscuro—. ¿A qué hora servirán el maldito té.

—¡Hey! ¡Esas no son expresiones para una damita! —bromeó Gunther.

—Verás que tu opinión me la paso por el arco de Trost.

Los presentes comenzaron a reír, incluido Gunther, mientras que Auruo solo chasqueó la lengua tratando de contener la risa.

—Ten más respeto por tus superiores, mocosa, estás aquí por la capitana Baumeister, no es que seas muy excepcional —comentó Auruo.

—¿Quieres ver lo excepcional que soy? —alzó su puño hacia el rubio, quien observó asustado a la pelicobre, aún sentía las represalias de aquella vez que entrenaron.

—¡Eren! —saludó la morena acercándose al chico quien bajaba de su caballo—. ¿Qué tal te fue?

—Yo... no pude transformarme —tomó asiento junto a Artis, esta vez lo dejaría pasar al ver lo desanimado que estaba el chico.

Tras un rato llegaron Hange y Levi, del lado contrariacontrario de ellos también regresaba Odelia de quién sabe dónde, pero traía lo justo para la ocasión.

—Descansen, soldados —habló Odelia al ver que los chicos saludaban formalmente, se dirigió junto a Eren y tomó asiento, a lo lejos Levi observaba la escena antes de ir a dejar su caballo—. Oye, Eren ¿qué tal te fue? Hange abusó mucho de ti?

—Capitana Baumeister —saludó algo animado el moreno, bajó la mirada por sentir que la decepcionaria—. Ni siquiera pude transformarme en titán —apretó los puños por el enojo, pero se arrepintió instantáneamente al sentir el dolor de sus mordidas.

—Oh, déjame ayudarte —sacó de su maletín vendas—. Hice una apuesta con Mike y como perdió fui a reclamar mi mío, hoy se come, muchachos —habló animada mientras cubría las manos de Eren con las cintas blancas—. Evita que se infecten y quedarás como nuevo.

—Gracias, capitana.

—Vamos, vamos. Para ti soy Odelia, ¿bien? Come algo para que puedas reponerte, si necesitas algo, estaré allá —señaló las otras mesas donde sus subordinados iban a tomar asiento—. Artis, vamos —llamó la castaña, la menor hizo caso y colocó una mano sobre el chico antes de irse.

—¿No se te han cerrado las heridas que te hiciste al morderte? —se acercó Levi con su taza de té en mano.

—No —respondió Eren.

—Si resulta que no te puedes hacer un gigante, entonces el bloquear la puerta de la Muralla María también terminará siendo un gran fiasco. Esta es una orden: haz algo al respecto.

Eren agachó la cabeza, se sentía impotente de no poder hacer algo y tenían razón en sentirse molestos con él.

—Bueno... pero no te decaigas —trató de animarle Eld.

—Pe-pero —quiso hablar Eren.

—Ah, bueno. Resultaste ser más humano de lo que esperaba —agregó también Auruo, quien se encontraba al lado de Eren.

—Esto es mucho mejor por mejor de precipitarte y tirar tu vida a la basura —continuó Eld—. Entonces esto no es ningún desperdicio.

—Es cierto. No es como que esto sea demasiado grave —trató de convencerle Gunther.

Y aunque podían haberle mentido en que no pasaba nada y sentirse desanimados, lo que decían iba acorde con lo que sentían, no sabían mucho acerca del chico, pero debían confiar.

Con cuidado, Eren tomó una cuchara para comer, pero el dolor presente le hizo soltar el utensilio, dejándolo algo lejos de él.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado Eld al observar lo que había pasado.

—Sí —contestó Eren tratando de alcanzar la cuchara.

Una rayo atravesó el lugar, a lo lejos estaban Levi y Petra cuando la explosión los tomó por la espalda, por detrás cayeron los cuerpos de los demás soldados, incluidos Odelia y su escuadrón, que estaban a un metro de ellos.

—¿Qué pasó? —preguntaron otros soldados llegando al lugar, todo estaba lleno de vapor caliente que era difícil pasar ahí—. ¿¡Qué fue lo que explotó?!

Odelia abrió los ojos con dificultad tratando de recuperar la conciencia, su cara de dolor cambió a una de sorpresa cuando observó a través del vapor: la parte de un titán estaba ahí, Eren se había transformado.

Observó a su alrededor, Samuel se había desmayado y Connor y Ondine le ayudaban a despertar, mientras que Artis también observaba impresionada la escena, giró a ver a su superior esperando indicaciones, las dos rodearon al cuerpo gigante al ver que el escuadrón de Levi se ponía a la defensiva.

—¡Tranquilicense! —gritaron Levi y Odelia al unísono colocándose frente a Eren, Artis hizo lo mismo perpleja y asustada.

—¡Connor, Ondine, lleven a Samuel a que lo chequen! —ordenó Odelia.

—¡Capitán Levi! ¡Perdón! ¡Es que yo...! —exclamó Eren asustado, tras el humo, observó que todos querían arremeter contra él, descolocandolo más.

—Tranquilízate, Eren —habló calmadamente Odelia viéndolo por encima del hombro.

A lo lejos venía Hange demasiado emocionada y balbuceando y tocando el cuerpo titánico del moreno, a pesar de que era una situación divertida ver la capitana, era difícil poder bajar la tensión entre los otros siete soldados que estaban frente a Eren.

—¡Eren! ¡¿Qué significó eso?! —trató de preguntar calmadamente Eld, pero su voz sonaba frenética y comenzaba a acelerarse más, preocupando a Eren.

—¿Cómo? ¿Cómo dices? —balbuceba Eren.

—¿Por qué actuaste ahora y sin permiso? ¡Responde!

—Eld, aguarda —llamó Levi.

—¡Que respondas, Eren! —gritó angustiado Auruo—. ¿Qué pretendías hacer?

—Olviden eso —interfirió Gunther—. Que hable después. Prueba que no tenías intención de atacarnos a nosotros. No, ¡a la humanidad misma! Demuestranoslo ¡Y rápido! Tú tienes ese deber.

—¡Solo mueve aunque sea un poco ese brazo y verás cómo tu cuello vuela con él en ese mismo segundo! —amenazó Auruo— ¡Yo puedo hacer eso! ¡En serio que sí! ¿Quieres probarme?

—¡Auruo! ¡Te estoy diciendo que te calmes!

—¡Auruo! ¡Cállate o te corto esa lengua! —gritó molesta Artis.

—¡Capitán Levi, capitana Baumeister! —llamó ahora Petra— ¡Aléjense de Eren! ¡Están muy cerca!

—No, son ustedes los que deben alejarse —respondió Levi.

—Retrocedan —ordenó Odelia aún en posición de ataque.

—¿Por qué debemos? —preguntó Petra, aún bastante alterada.

—Una corazonada —respondieron al unísono.

Los cuatro soldados comenzaron a bombardear en preguntas al chico menor, haciéndolo entrar en un ataque de miedo y preocupación, era mucho para él y no sabía por qué se transformó.

—¡Paren! —pidió Eren a todos— ¡Callense, por favor.

—¡EREN! —gritó Hange acercándose a todos acompañada de Moblit—. ¿¡Puedo tocarte ese brazo!? ¿Verdad que puedo? ¡Solo quiero tocar un poco!

—Hange, aguarda —interfirió Odelia, la atención se volvió ahora hacia la capitana Zoë.

—¡Ah! ¡Me quemo! —alargó la "o" emocionada al tocar la piel del brazo titánico, se lanzó al suelo exaltada— ¡Esto está ardiendo! ¡Oye! ¿A ti no te quema, Eren? ¿Cómo se siente ese punto de unión con ti brazo derecho? ¡Quiero verlo de cerca!

Es verdad: Si me puedo deshacer rápido de este brazo... pensó Eren, mirando a su mano unida con la roja piel del brazo y tomándolo para zafarse de su unión.

—¡O-oye Eren! —gritó Auruo acercándose amenazante donde estaba el chico, Artis se interpuso con la espada en medio, dejando asustado al rubio— ¡No hagas movimientos raros!

—¡No! ¡Espera, Eren! —comenzó a chillar Hange al ver cómo se desintegraba aquel gigante brazo— ¡Aún es muy pronto! Hay cosas que quiero inv...

Cesó al ver cómo lo que quedaba de los dedos pulgar e índice sostenían entre ellos una cuchara.

—Capitán... —observó Eren a Levi a su lado, Odelia también se acercaba para agacharse frente a él y Artis del otro lado del moreno.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Levi.

Eren alzó la mirada encima de la preocupada Odelia para observar las siluetas del escuadrón de Levi aún tensos.

—No muy bien.

—Te llevaré a descansar —habló Odelia ayudando al chico a levantarse.

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—¿Estás mejor? —preguntó Odelia checando las manos de Eren—. Tus heridas ya están mejorando.

—Me siento mal por haberme convertido antes, no era mi intención.

—Lo sé. No te molestes con ellos, son buenos chicos.

Entró al lugar Levi, uniéndose a la plática de los dos jóvenes. Quedaron en un silencio incómodo que nadie sabía cómo romper, hasta que Eren decidió hablar:

—Yo... pienso que debería comprender que estando aquí me están dejando vivir. También que yo mismo alcanzo a ser una existencia que supone un enemigo natural para la especie humana. Solo que, el que pudiesen dirigirse a mí como un enemigo real... —pauso el chico dejando soltar un suspiro pesado, dejando en ello su sentir— simplemente no lo había notado, que no confiaran en mí a ese grado.

—Obvio: yo los escogí justo porque son así —replicó Levi.

—¿Así? ¿Así cómo? —inquirió Odelia.

Levi comenzó a describir a cada uno, las ejecuciones en solitario de cada uno y también sus asistencias en algunas, los otros dos escuchaban con atención y sorpresa la fuerza que tenían cada soldado del escuadrón de Levi.

—Aunque "serás un adulto solo cuando hayas regresado con vida" esa es la idea generalizada en el Cuerpo de Exploración, les ha rendido frutos a ellos de seguir con vida en infinidad de veces en esas situaciones infernales. Porque aprendieron cómo vivir —explicó Levi, ambos escuchaban con atención—. Al estar cara a cara con un titán en cualquier momento te quedas corto de información. Y por mucho que lo pienses, hay demasiadas circunstancias donde no sabes realmente nada, entonces debes realizar sin demoras tu deber. Estar desinformado es la peor situación imaginable. Y con todo eso, no es que ellos hayan dejado de sentir dolor ni sensaciones. No debería haber razón para que no sintieran nada cuando apuntaron sus espadas hacia ti. Pero, eso no les remorderá tampoco.

—Tiene razón —habló Eren—. Pero, la capitana Odelia y Artis me protegieron, no logro entenderlo aunque quisiera.

—Eren —intervino la nombrada—. Levi tiene razón, ellos tienen experiencia y saben lo que deben hacer, que es mantenerte vigilado por cualquier cosa. Yo... irónicamente debo protegerte de lo que pueda ocurrir —tomó asiento en la escalera junto a él y colocó una mano sobre el hombro del chico, haciendo alzar su vista para verla al igual que Levi agachó la mirada para observarla—. Pero no es que no confíe en ti, el trabajo no solo me hizo protegerte, y ese creo que fue mi error, sin embargo, no me arrepiento de haberlo hecho. Artis decidió seguirme porque ambas confiamos en ti, sabemos que no serías capaz de traicionarnos pero, sabes que tenemos que tomar precauciones. Lo entiendes, ¿verdad? Promete que no harás que me arrepienta de mi decisión.

Antes de que Eren pudiera contestar, Auruo llegó junto a ellos, algo incómodo.

—Capitán Levi —llamó el rubio—. La capitana Hange lo llama.

—Cierto. Ya la hicimos esperar mucho a esa cuatro ojos. Oigan, nos vamos —ordenó Levi.

Antes de irse, Odelia le dio un fugaz abrazo al chico, algo que no pasó desapercibido en el azabache y que considerablemente le molestó, pero no podía hacer nada para impedirlo.

—Buenas noches, chicos —saludó Odelia entrando al comedor del castillo—. ¿Cómo sigue Samuel?

—Aquí estoy, capitana. Estaré bien —agitó las manos en forma de saludo el trigüeño.

La castaña suspiró de alivio y tomó asiento junto a su escuadrón, dejando un espacio entre el escuadrón de Levi. Tras una amena y corta conversación entre Levi y Hange, la última se dirigió ahora a Eren, sacando de su pañuelo una cuchara.

—Eren, quiero que pongas atención a esto —acercó hasta Eren el utensilio.

—¿A esa cuchara? —preguntó confundido Eren.

—Sí. El brazo derecho que te salió tenía sujeto esto entre sus dedos —explicó Hange, recreando lo mismo—. Así, entre el pulgar y el índice.

—¿Y eso qué?

—Es algo difícil pensar que haya quedado atrapado por mera causalidad, ¿verdad? Lo que es más: No se puede ver que haya sido deformada ni por el calor ni por la presión en ella. ¿Se te ocurre por qué?

—Sí —respondió Eren—. Será porque quería recogerla y justo me transforme tras ello.

—Entiendo... justo ahí creo que yace la razón de por qué no pudiste transformarte en esta ocasión —todos le observaron confundidos, a lo que Hange continuó—: Matar gigantes, detener una bala, levantar una roca. Previamente a cada situación de su cambios, había una meta clara. Posiblemente el acto de auto dañarte por sí mismo no sea el disparador. Puede ser que ocupes alguna meta o no funcionará.

—Ciertamente la transformación de esta vez se parecía a las circunstancias de cuando estaba evitando la bala —observó Eren su mano, recordando aquel día— ¡Pero como sea! Que me transforme para "recoger una cuchara"... ¿Qué rayos pasa aquí?

Siendo ese el caso, ¿cuál sería el motivo de los titanes que solo comen gente?; pensó Odelia.

—No fui muy bastante precisa —continuó Hange—. Quisiera recordar también el método con el que regresas a ser un humano. Pero con el entrenamiento general para la formación hasta la próxima expedición extramuros tampoco tenemos tiempo.

—¿Estás diciendo que no hagamos un absurdo como de que hagamos fracasar la estrategia entera? —preguntó Levi sobre lo poco que le habían informado de la estrategia, miró de reojo a Odelia, quien se puso tensa al sentir su mirada sobre ella.

—Es decir, que no tú no tendrás razones para deliberadamente faltar a tus permisos, ¿cierto? —preguntó Gunther.

—No —respondió el moreno.

Los cadetes de ambos escuadrones se miraron y asintieron entre ellos, al momento, cada uno comenzó a morder sus manos, los capitanes y Eren les miraron sorprendidos.

—¿Qué hacen? —preguntó confundido Eren.

—Esto es muy duro de hacer —quejó Eld—. Eren, tú puedes cortarte seguido así, ¿no?

—Nosotros tuvimos un error de juicio —aclaró Gunther—. Esto es una pequeña compensación por eso.

—Nosotros tratamos de contenerte —comentó Auruo— ¡De por sí mismo eso no fue un error! Que no se te suban los humos, mocoso.

—Lo sentimos mucho, Eren. Nos pusimos nerviosos y por un error estúpido te decepcionaste de nosotros, ¿verdad? —habló desanimada Petra—. Pero a pesar de eso, a fuerza de solo uno no logra la gran cosa. Por eso mismo, nosotros trabajamos en equipo. Nosotros contamos contigo. Deseamos que tú cuentes con nosotros. Créenos, confía en nosotros.

🌸
No pude encontrar un gif del escuadrón de Levi, pero miren qué bonita imagen de nuestros niños. ♡

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