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❖ 𝘌𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴 ❖

—Soy Armin Arlert, un eldiano de la isla Paradis y el hombre que mató a Eren Jaeger, el Titán de Ataque.

Esas fueron las últimas palabras que Mikasa escuchó de si mejor amigo, Armin, mientras ella regresaba a su hogar con aquel que tanto amó, aunque era claro que no podrían vivir felices juntos como hubieran querido que sucediera.

Entre el vapor del lugar, se formó la figura de dos personas frente a ella.

—Ustedes son... Tú eres quien siempre estuvo escondida en mi cabeza. —Observó a los ojos a la chica que por fin era libre junto a la persona que realmente amó, despidiendo y agradeciendo con la mirada a Mikasa por haberlos librado de su maldición—. Su amor se convirtió en una pesadilla interminable. Las vidas que reclamante no volverán, pero aún así, gracias a aquellas a quienes alumbraste, yo estoy aquí.

La imagen del primer emperador rey Fritz llegó a su muerte; él había muerto por decisión de aquella que creyó amarlo, pero gracias a la familia que siempre estuvo a su lado, prefirió realmente cuidar de sus hijas y terminar una era de guerra y muerte, mientras él estaba aún dispuesta a protegerlas para siempre.

«Descansen, Ymir y Bau»

Mientras ella seguía sus pasos de regreso a casa, el recuerdo y dolor de ambos seres desaparecieron entre el vapor de un poder que existió, y ahora desaparecía junto a ellos eternamente.

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“7 de Marzo, 857. A mis compañeros,

Han pasado tres años desde el día que fue llamado ‘La Batalla del Cielo y la Tierra’. Aquellos que sobrevivieron después de la enorme masacre continúan sufriendo por las heridas que no han sanado.

En medio de este mundo que lamenta sus pérdidas, la Facción Jeagerista del Reino de Eldia formó un nuevo ejercito y actualmente se enfoca en incrementar su poder militar. Temiendo la furia vengativa de los sobrevivientes del otro lado del océano, todos los habitantes levantan sus voces como una sola y claman: ‘Si ganamos, viviremos. Si perdemos, moriremos. Si no luchamos, no ganaremos’. ‘¡Pelea! ¡Pelea!’.

Esta batalla no terminará hasta que Eldia o el planeta entero sean reducidos a cenizas, así que Eren tal vez estaba en lo correcto.

No obstante, eligió encargarnos este mundo porque ahora nosotros vivimos en este mundo sin titanes.

Firmado,

HISTORIA REISS”.

Los chicos del barco bromeaba entre sí, la pelicobre dirigió su vista hasta la mayor entre ellos, quien observaba sigilosa por la ventana del barco.

—¿Odelia-san? —llamó Artis a la castaña sentándose con cuidado junto a ella cuidando de su vientre—, ¿por qué finalmente viajó usted en nombre de Hange-san? ¿Levi-san no quiso venir con usted? ¿Qué la llevó a querer regresar con nosotros a la isla?

Todos observaron expectantes a que la castaña hablara, quien sonrió al haber llamado la atención de todos en la sala.

—Hange está demasiado hasta para seguir haciendo trabajo que una vez le concernió, ahora quiere pasar tiempo junto a Joelle viajando por avión, y esta vez invitó a Onnyankopon, Levi con nuestro niños, a los hermanos Grice y a Gabi. Mientras que yo tengo aún cuentas pendientes dentro de la isla. Debo regresar con mi familia y  traerlos con nosotros a casa—contestó serena Odelia—; además, también debo hablar con un par de personas —dijo esta vez observando a Armin, quien entendió al momento a quién se refería—. En fin, Jean, no deberías peinarte para chicas inmaduras cuando tienes a tu esposa embarazada en la misma habitación. ¿Acaso no tienes vergüenza? —Todos comenzaron a reír al respecto, mientras el castaño se sonrojaba.

—Por supuesto que bromeaba. Yo todito estoy a mera disposición de mi querida esposa —contestó acercándose hasta el asiento de Artis llenándola de besos y abrazando su apenas abultada barriga—. Cuando crezca mi hijo o hija, verá lo guapos que eran sus padres de jóvenes y será la envidia de sus amigos.

—Sí, el mejor purasangre entre los caballos de los libros de equinos —intervino nuevamente Reiner causando la risa en todos, incluida en la pelicobre que fue reprendida en broma por su esposo.

—Armin, Odelia, ¿en verdad creen que esto es lo mejor? Destruimos las murallas, traicionamos a la isla, abandonamos a los eldianos y asesinamos a Eren... ¿En serio creen que debemos ser los embajadores de la paz en la negociación de las naciones aliadas? —preguntó preocupada Annie, cambiando drásticamente el humor de los presentes.

—Yo... no me sorprendería que intentaran hundir este barco —secundó Pieck a la rubia.

—Creamos en Historia —intervino esta vez Connie—. Su Majestad la Reina, quien aceptó de inmediato a mi madre, a los padres de Jean y a las familias de Odelia-san y Darío nos protegerá sin falta.

—Además, el mero propósito de esta reunión es para la afiliación a un mundo libre de guerras, donde las demás naciones realmente vean que somos conscientes de lo que ocurrió. Nosotros que seguimos aquí, estamos para que la historia no se repita, para que nadie más deba sacrificarse y sacrificar a otros por la búsqueda de la paz y libertad que todos las personas en este mundo merecen —mencionó Odelia, creando una atmósfera melancólica por sus palabras al recordar a Eren, aquel principal por la que ella proclamaba esas palabras.

—Annie... los conflictos entre la gente nunca cesarán —contestó Armin, dirigiendo su mirada monótona hasta Odelia—. Pero... si todos nos ven juntos, ellos querrán conocer nuestra historia. ¿Por qué aquellos que otrora intentamos matamos, ahora llegamos a la isla Paradis... para hablar sobre la paz? Es nuestro deber contarles la historia que contemplamos de frente.

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—

Eren, pronto todos vendrán a verte... ¿Te sientes feliz? —Mikasa acarició la lápida que llevaba el nombre del que más amó. Su vista que rodeaba todo lo que alguna vez vivieron y ahora se había ido, le hizo recordar a cuando eran niños; las veces que estuvieron juntos descansando debajo de aquel árbol que los observó crecer juntos. Ahora sólo el tiempo recorría para que él descansara para siempre debajo de aquel árbol, como si estuviera en un largo sueño.

Las lágrimas inundaron los ojos de Mikasa, impotente de poder regresar junto a él.

»Quiero volver a verte —pidió entre lágrimas mientras se dejaba recargar por completo en el tronco de su árbol. Sin importarle nada, ni siquiera la bufanda que él le entregó.

Su mirada en el suelo regresó hacia el frente, al observar sorprendida una paloma acomodar con tranquilidad su bufanda a su sitio.

Entre lágrimas se levantó de su lugar, aún sosteniendo entre los bordes de sus dedos el tejido rojo. Con unas sonrisa hacia el cielo, observó a aquella ave libre irse.

»Gracias. Por ponerme esta bufanda, Eren.

—¡Mikasa! —dos voces conocidas la hicieron ver hacia el frente, observando a Armin y Mikasa correr hacia ella.

Sin saber qué hacer, solo pudo recibir los abrazos que entre ambos le entregaron, mientras con lágrimas en los ojos volvían a saludarla.

—Ha pasado mucho, Mikasa —dijo con voz tremula Odelia mientras se separaba de la azabache, para luego estirar su mano y entregarle a ambos chicos dulces de los que les dió la primera vez que se conocieron junto a Eren—. Mikasa, yo... lamento tanto no haber traído a Eren de vuelta —pidió perdón cayendo a suelo—. Lo siento tanto a ambos.

Armin se apresuró en ayudarla a levantarse, mientras Mikasa esta vez decidió abrazarla.

—Gracias por haber estado con Eren. Por haberlo protegido; habernos protegido todos estos años. Eren siempre será una parte de mí en el mundo de mis recuerdos.

Todos los demás llegaron junto a ellos tres, dispuestos a pasar un rato con ella antes de regresar a Marley con todos los demás, incluidos las familias Springer, Kirschtein, Baumeister, Reiss e Inocencio.

—Mikasa, ven con nosotros —pidió Odelia tomando de las manos a la azabache—. Podremos venir cuando desees a visitar a Eren pero, por favor, permite que estés con nosotros.

Los ojos suplicante de Odelia conmovieron a Mikasa, por lo que en un abrazo nuevamente a la mayor aceptó su propuesta.

—Sí, vayamos a casa.

Mientras todos caminaban de regreso al puerto, Mikasa se detuvo para mirar una última vez la lápida de Eren y besarla con cariño. Odelia, quien esperó por ella, observó nostálgica la acción de Mikasa hacia su amado.

«Hasta luego, mi amado Eren. Encuéntrame aquí nuevamente»

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—¡Vamos, Levi-san! ¡Odelia-san llegará pronto! —Gabi sostenía a Charlotte mientras Falco y Colt jugaban con Erwin mientras avanzaban hacia el puerto de Marley, listos para esperar a todos.

El corazón de Levi latía con fuerza al querer ver de regreso a su amada esposa, quien permaneció tres días fuera de casa en la nación que fue su hogar pero ahora la odiaba. Sin embargo, tenía la certeza de que ella regresaría a él, confiaba en ella más que nada en este mundo, y ambos se prometieron no volver a separarse.

—Cálmate, enano. Ya verás que regresará con bien —trató Hange de calmarlo mientras caminaban hasta alcanzar a los demás niños.

—Lo sé, pero estoy aún nervioso cada vez que la veo —se sinceró ante su amiga, quien soltó una carcajada—. Calla, cuatro ojos.

El sonido del puerto avistados el descenso de los pasajero lo hizo apresurarse en su bastón a caminar entre la multitud.

Comos si todos hubieran desaparecido, solamenre observó a Odelia descender del barco. Ambos instantáneamente conectaron sus miradas y, como si nada más importara, ella corrió hasta él descansando en sus brazos en un fuerte abrazo.

—Ya regresé a casa, mi amado Levi.

—Bienvenida, mi amada Odelia.

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Ochenta años trasncurrieron desde la muerte de Eren Jaeger, quien se volvió un ejemplo para los residentes de Shiganshina.

«Fuerza. Valentía. Libertad. Pelea para ganar» era la frase para para conmemorar al héroe de Paradis. Pero eso no fue suficiente para proteger a los residentes de la isla.

Hace doce años, el último edificio dentro de la isla Paradis fue derrumbada por las fuerzas extranjeras una vez que el Tratado de Paz se abolió para Paradis por la búsqueda de extracción  de materiales de la isla, además de una venganza encubierta por parte de los que aún sufrían por la Hecatombe. Sin embargo, en ese mismo día, nació en carne viva la furia de la isla Paradis; el mismo día en que el la humanidad olvidó la historia del pasado, dos niños con fuerza, valentía y en busca de la libertad, nacieron para pelear

«¡Sigan corriendo y no miren atrás! ¡Deben vivir! ¡Eren, Odette!»

Dos niños con una pequeña espada en sus corazones corrían adentrándose en el bosque que quedaba cerca de su hogar que ahora era saqueado por criminales que quedaron dentro de la isla.

—¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldita sea! —con cada golpe que daba en la madera, creaba un pequeño hueco en él, hasta que su pie quedó atorado dentro de él.

Con la ayuda de la azabache, jalandolo hacia atrás, ambos cayeron mientras su perro los olfateaba para saber si estaban bien.

—Eren, detente —le pidió la azabache mientras soltaba un quejido, por lo que su amigo se acercó hasta ella preocupado por su queja—. No es nada, solo me corté un poco la mano —dijo mostrándose tranquila, mientras mostraba su mano derecha manchándose en un fino hilo de sangre cayendo por su brazo.

—Perdóname por alterarme. Encontraremos un lugar para escondernos antes que caiga la noche , y también curaremos tu herida, no hay que pasar nada desapercibido —dijo el castaño tratando de mostrarle seguridad a la azabache, quien se sonrojó ante la decisión del mayor.

—Confío en ti, Eren.

Ambos continuaron su camino entre los frondosos y fríos árboles que parecían observarlos, pero la vista de Odette fue capturada por la copa de un árbol que se distinguía entre los demás .

»¿Será bueno ese árbol para poder cubrirnos de la noche? —Señaló con mano herida hasta el árbol, embelesada de la belleza de aquel que parecía un gigante anormal árbol.

—Habrá que verificarlo por nosotros —dijo el castaño tomando de la mano a su amiga para avanzar ambos.

Afortunadamente, no se encontraba tan lejos de lo que parecía, por lo que llegaron a él antes de que anocheciera.

El gruñido del perro comenzó a alertarlos a ambos pensando en alguien cerca de ellos, sin observar la posición del can que se dirigía a aquel árbol.

—Vamos, será mejor que entremos antes de que alguien nos encuentre —se apresuró a tomarla y avanzar hasta él, mientras en su mente aún quedaban lomas memorias frescas de su aldea siendo destrozada por todos ellos.

—¿Eren, te encuentras bien? ¿Por qué estás llorando? —inquirió preocupada la azabache por su amigo.

—Es solo que aún no comprendo a mi madre al darme semejante nombre. ¿Cuál fue ese tan aclamado sacrificio que se supone que hizo, si ahora nostros estamos huyendo para que no nos asesinen? Nuestros padres fueron asesinados. Solo quedamos nosotros dos en esto. ¡Yo... prometo eliminar a cada enemigo que tenga fuera de este bosque, de esta isla y del continente! Eliminaré a cada uno de ellos... hasta que no quede ninguno sobre la faz de la tierra.

Odette observó preocupada a su amigo, pero ambos decidieron seguir avanzando hacia lo desconocido, en busca de la libertad que tanto añoraban desde que nacieron... No,  desde hace ochenta años.... Ellos buscaban su libertad hacia aquel árbol que guardaba la historia del mundo.

«Aquel que no sabe su historia, está condenado a repetirla».

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Hola... ¿Cómo se encuentran? Espero que estén muy bien y les haya gustado este epílogo. ¡Ah! Se siente tan extraños escribir esto porque siento que es una forma de despedirme.

De verdad agradezco sinceramente su apoyo en esta historia y haber llegado hasta aquí. Tanto si llegaron durante el tiempo que estuvo en curso o si llegaron después, no importa, espero que esta historia les haya hecho sentirse parte de esta historia y, más que nada, haber podido sentirse reflejada con  la protagonista.
La verdad es que es la primera vez que escribo a un personaje principal (y eso si de por si me daba por escribir) realmente diferente al menos en mi personalidad, y por supuesto que hay una gran gama de personalidades, pero espero que les haya gustado esta protagonista y se hayan sentido como ella en cualquier aspecto. O también hay otros personajes tanto que fueron desde un principio parte de Jane Austen y permanece su esencia.

En cualquier caso, espero que les haya gustado la historia tanto como a mí. Es la primera vez que realmente me emociono muchísimo al escribir una historia aunque haya sido un fanfic. En el futuro espero pronto escribir más, ya sea de SNK u otro proyecto un poco más personal. Si no es así, realmente agradezco desde ahora el apoyo que le dieron a la historia.
Espero que se hayan divertido, sentido quizás tristes o enojadas pero, sobre todo, que realmente disfrutaran de la historia tanto como yo lo hice al escribir.

No me despido porque estoy lejos de irme. En realidad, les deseaba preguntar si les gustaría unos especiales que aún no escribo xD pero que si gustan los haré, además tenía pensado en hacer unas pequeñas biografías de los personajes que "creé", añadiendo que también tenía pensado en escribir una pequeña guía por si algo en la historia no quedó completamente bien respondido. Sé que deben haber muchos huecos y espero poder responderlos si ustedes gustan.

Ahora mismo trataré de enfocarme en otros proyectos que no serán tan consecutivos como este y serán un poco más cortos, pero espero que les gusten.

Dependiendo de las respuestas que den, veremos si seguimos en esta historia o no. Pero, con la felicidad del mundo, me gustaría decir que oficialmente hemos terminado esta historia. De verdad muchas gracias por haber llegado hasta aquí y nos vemos pronto. Cuídense ❤✨.