≪❈THE END. COMPLETELY, PERFECTLY AND INCANDESCENTLY HAPPY❈≫

—Ya casi llegamos. Por favor, aguanta un poco más —pidió preocupada mientras la ayudaba a continuar caminando.

En la distancia pudieron observar a Levi y Odelia acercarse para ayudarles. Habían logrado reconocerse incluso desde lo más lejano que estaban.

—Realmente no estoy tan herida, solo son algunas quemaduras que sanaron con el agua, mi llorona Jo —se burló encarecidamente de la chica que le ayudaba a sostenerse para caminar.

—Pues si tuvieras compasión de mis pobres nervios no te habrías ido en primer lugar contra los colosales, idiota. No vuelvas por favor a hacer eso, Hange, o realmente perderé la cordura.

—¿Lo ves? Comienzas a hablar como tu madre. —Divertida, plantó un beso en su mejilla mientras seguían avanzando hacia sus amigos y familia, quienes se re encontraban con ellos para no volver a separarse nunca más.

Odelia y Levi avanzaron lo más rápido que podían hacia ellas, abrazándose entre lágrimas de felicidad al saber que habían cumplido con su misión, y no murieron en el proceso. Cuando todo parecía perdido, lo mejor llegaba al final para todos.

—Cuatro ojos. —Abrazó Levi con delicadeza a la castaña, aliviado de estar junto a ella aún—. Me alegra poder volver a verte.

—Enano. —Correspondió al instante al abrazo de su amigo, sin querer separarse de él—. Sabía que lograrías hacerlo por todos nosotros.

Odelia y Joelle permanecieron observándose, incapaces de una de las dos dar el primer paso. Ambas caminaron hasta quedar juntas en un abrazo fraternal.

—Joelle, por fin todo ha terminado. Somos libres —dijo por fin aliviada Odelia hacia su hermana, quien sonrió feliz al ver a su querida y antigua hermana volviendo a ser ella misma.

—Lo sé, y me alegra estar junto a ti para ser libres de esto. Papá estaría muy orgulloso de nosotras. Estarías feliz de que lo hayas liberado por fin. —Ambas se separaron para abrazarse, mientras volvían a observar a los soldados más jóvenes tratar de celebrar entre sí.

La pérdida de Eren sería algo que perduraría mucho tiempo en ellos, pero más sería su gratitud al recordar el amor de aquel peleador que luchó hasta el final por la libertad de los que más amaba. Porque, al final de cuentas, Odelia estaba segura de que Eren sabía que siempre fue amado, y lo seguiría siendo mientras su recuerdo existiera.

—Por ahora no podemos regresar a casa, ¿qué será de nosotros? —Los cuatro veteranos mientras se acercaban escucharon a un Connie preocupado, pero todo mal pensamiento se disipó al ver a las dos soldados de regreso junto a ellos.

—¡Hange-san! ¡Jo-san! —exclamaron varios al mismo tiempo mientras se aglomeraban en las mencionadas, quienes sonreían al también encontrarse con sus compañeros.

Todos estaban tan ensimismados en sus conjeturas, mientras que Odelia como Levi tomaban en su interior una desesperada decisión como para poder hablar entre sí.

Tras todo lo ocurrido, Reiner junto a su madre y las familias Grice, Leonhart y Finger ofrecieron acompañarlos durante el tiempo en que fuera necesario para poder regresar a casa. Sin embargo, debido a los estragos del retumbar, era probable que el retumbar haya alcanzado casi toda la zona de Marley, por lo que ahora nadie tenía un hogar fijo. Empero, los soldados que permanecieron aliados a los eldianos una vez que demostraron la desaparición de la "maldición de Ymir", dieron asilo todos para poder sobrevivir entre sí, y regresar a lo que pudiera quedar de Marley y el mundo.

Mientras todos caminaban en calma y serenidad, Odelia y Levi quedaron detrás de los demás al andar, permaneciendo solos mientras disfrutaban de la compañía mutua.

La velada de la tarde fue larga y fría. No muchos hablaban y solo permanecían unidos entre sí, mientras la discordia en Odelia aumentaba cada minuto que ocurría.

—Quiero disculparme con todos ustedes por hablarles mentido. Eren junto con mi ayuda provocados un genocidio en masa. Miles de vidas perecieron en esta guerra, muchos de ellos sin saber la razón por la que morirían, y otros simplemente no eran parte de aquella decisión de exterminar a los civiles dentro de las murallas. —Frente a la fogata que había entre los soldados de Paradis y las familias de Liberio, observaban en silencio y escuchaban con atención cada palabra de dolor que salía de Odelia—. El odio creó con el paso del tiempo el detonante que terminó con esta guerra. Y, a pesar de que ambos quisimos buscar una alternativa a esta guerra, era demasiado difícil y tarde para poder resolverlo. Jamás buscamos eliminar las vidas simplemente porque lo merecían por nacer. Hablo por Eren y por mí al decir que las vidas que perecieron en estos días de la hecatombe, más que nunca sufrimos por esta decisión —por cada palabra que salía de la castaña, todos los que conocieron a Eren derramaban lágrimas junto a ella—. Me disculpo con todos por haberlos lastimado y mentido, sin embargo, creímos que sería por su bien, para que ustedes lograran detenernos sin ningún remordimiento.

Ninguno podía articular alguna palabra; todos permanecían en silencio derramando lágrimas con la vista clavada en el suelo, inútiles de observala a la cara.

—Nosotros creímos que la muerte de ustedes dentro de las murallas era lo mejor. Nadie fuera de la isla se atrevió a conocer los realmente, a dividir la realidad del primer emperador de Eldia con las personas que escaparon junto al rey Karl Fritz hace más de cien años. Por ello, decidimos que era buena idea asesinarlos enviando a personas inocentes convertidas en titanes puros y a cuatro titanes dispuestos a eliminar a personas de nuestra misma línea a la isla, todo porque decidimos permanecer ignorantes, apegados a la idea de que todos ustedes eran demonios de la isla y nosotros, "los eldianos buenos", éramos los indicados para desaparecerlos del mapa. Ambos nos defendimos, creyendo que era lo mejor. Ninguno queda limpio de todo esto. Ustedes solo pensaron en lo que era lo mejor para sus seres queridos, al igual que nosotros.

Odelia cruzó miradas con la dueña de aquella voz. Su mirada llena de arrepentimiento como la de ella misma, la hizo conmoverse por sus palabras. Aquella niña le recordaba tanto a Sasha que no pudo evitar derramar algunas lágrimas al recordarla.

—Gabi, ¿verdad? —Sonrió tiernamente Odelia a la menor, quien de manera tímida contestó el gesto de la misma manera.

Volvieron a permanecer en silencio, desapareciendo repentinamente la tensión dentro de los integrantes de aquella horda alrededor del fuego.

—No podemos corregir los errores del pasado, pero sí las decisiones del futuro —dijo esta vez Hange, sonriendo cálidamente a la castaña—. Odelia,e sentí enojada y triste cuando dicidiste rebelarte, pero hasta aquella vez que te encontré inconsciente junto a Levi cuando lo trataste de salvar fue quee puse a pensar en lo duro que debió haber sido para ti tener que elegir algo que iba en contra de tus propios principios: proteger las vidas de cualquier ser humano. En esta vida y en este mundo, cualquier decisión no será la mejor o la más moral. Sin embargo, no por ello quedas exenta de lo que las autoridades digan. Debemos asumir las responsabilidades de nuestras decisiones.

—Por supuesto. —Bajó la cabeza Odelia—. Lo acepto. Lo único que busco es su perdón hacia Eren y hacia mí. Me disculpo por ser tan egoísta al pedir su perdón. Es lo único que necesito para asumir mi responsabilidad en paz.

—Dudo que haya un crimen al cual dejarle a una persona —una tercera voz salió entre la oscuridad, observando al Secretario Müller escuchar atentamente la conversación detrás de Odelia—. Después de todo, no sólo nosotros provocados esto. Es algo que viene arrastrándose desde hace miles de años y una sola persona no puede asumirlo. De ser así, todos tendríamos que pagar por nuestros pecados; es lo que he comprendido hasta ahora. Además, usted ayudó al tratar de detener aquella cosa entre los titanes, a pesar de saber que corría el riesgo de ser atacada por estas personas convertidas en gigantes. Como Secretario del Ejército de Marley, tanto mis hombres como yo prometimos en un principio cambiar nuestra forma de ver la gran culpa que tuvo nuestra nación contra ustedes, el odio es algo que debemos erradicar de ahora en adelante para no repetir la historia. El poder de los titanes finalmente ha desaparecido, no hay crimen que podamos perseguir ahora. Esta es nuestra forma de expiar nuestros pecados de odio y miedo. Usted es libre.

Aquellas palabras aliviar on completamente a Odelia, aunque sabía que no podía ser así de fácil resolverlo, pero tener el perdón de las personas era lo suficiente para seguir adelante.

—Le agradezco mucho, Secretario Müller —aceptó Odelia de manera asertiva. Tras haberse ido el mayor de los presentes, la morena volvió a hablar—. Sé que no lo merezco, pero ojalá pueda obtener el perdón de todo ustedes. Incluso si no es ahora...

—Por mi parte, quiero comprenderla —interrumpió Artis a la castaña, dedicándole una pequeña sonrisa a su ex superior—. Creo que ya tiene suficiente con el dolor de su corazón, para no poder perdonarla. Hasta cierto punto, puedo entender sus razones para hacerlo.

—Supongo que yo también. —Rascó nervioso Jean su nuca, abrazando contra su pecho el cuerpo de la pelicobre—. Si la perdono a usted, es poder perdonar también a Eren. Después de todo, hizo esto por nosotros —continuó afligido al recordar a su amigo.

—¿Usted qué hizo... qué sintió cuando ocurrió la muerte de Sasha? ¿Usted sabe lo que hizo o pensó Eren al respecto? —preguntó Connie antes de que Odelia pudiera contestar a la respuesta de Jean, y a la par Gabi se encogía en su lugar.

Odelia permaneció callada por unos instantes luego de haber escuchado las preguntas del peligris. Después de soltar un pesado suspiro, contestó:
—Puedo decir por Eren que nos sentimos realmente frustrados por ello. Por todas las muertes que ocurrieron, y la muerte de Sasha claro que fue un golpe duro para todos. Yo no pude dejar de sentirme impotente por no haberlo evitado, eso es lo que vengo pensando desde que me uní a la Legión, y Eren... el más que nadie de nosotros dos debió sufrir su muerte. Fue su amiga desde años atrás y, si sabía que pasaría, debió ser frustrante para él no poder hacer algo al respecto. Aquella sensación jamás se fue de nosotros; jamás se ha ido de mí. —Observó de reojo a Levi, y ambos sabían de quiénes hablaba ella en ese momento—. Yo... jamás tendré el suficiente valor para superarla, porque no pude hacer nada al respecto. ¡Lo siento, Connie, por no haber podido salvarla!

El peligris atravesó entre los integrantes para correr a abrazar a la castaña, quien inmediatamente correspondió al abrazo de aquel chico que amaba profundamente al igual que a los demás.

—¡Si tan solo hubiera podido hablar con Eren, y entenderlo! —sollozó Connie en los brazos de Odelia, al igual que los demás procuraban llorar como ellos, aunque era realmente difícil.

Con la muerte de Sasha, la esperanza de la inocencia dentro de los presentes había muerto junto con ella, aunque su recuerdo implementaría la lucha eterna de ellos por no volver a cometer el mismo error de buscar pelea; regresar a la oscuridad de aquel bosque oscuro que solo implicaba la ignorancia y la guerra en el mundo. Su muerte junto a la de cientos de compañeros representaba un nuevo método de lucha fuera de la sangre y el dolor.

—Yo quisiera, pero aún no puedo perdonarla del todo —reaccionó esta vez Armin a la petición de la castaña. Su mirada de tristeza tras retratar aquellas palabras cavaron profundo en Odelia, pero debía comprenderlo—. No termino de asimilar lo que ambos hicieron.

—Está bien, no te obligaré. —Bajó la cabeza Odelia decaída.

—Sin embargo, no diré que la odio, porque no es así.

—De acuerdo. —Sonrió melancólica Odelia, mientras agradecía por ello—. Gracias, Armin.

—Entonces, deberíamos ir todos a dormir ahora, ¿no? —preguntó amablemente la madre de Reiner a los presentes al observar a las demás personas comenzar a descansar. Todos hicieron caso a la petición de la mayor, descansando en el rocoso suelo del lugar.

El silencio no era impedimento para Odelia y Levi de permanecer despiertos, cada uno con algo en la mente que no les permitía dormir. Sin saberlo, ambos se levantaron de sus lugares y terminaron encontrándose, por lo que ambos se sintieron nerviosos por ese hecho.

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—No podía dormir —comentó primero Odelia tras haber soltado un suspiro de sorpresa.

—Yo tampoco —se apresuró en contestar el azabache.

Ambos por inercia comenzaron a caminar alejándose moderadamente del resto.

—Levi —habló primero Odelia durante aquella caminata, decidida a ser clara de una vez por todas—, soy una criatura egoísta que no me preocupo más que de mis propios sentimientos, aún cuando sabía que lastimaría los tuyos y de los demás; pero ya no puedo pasar más tiempo sin darte las gracias por confiar y creer todo este tiempo en mí. Seguramente debieron haber sentido enojo y resentimiento por mi culpa, y sigo sintiéndome culpable de haberles dado la espalda.

—Todos sufrimos cuando ustedes se alejaron y continuaron sin nosotros, pero también comprendimos finalmente sus razones. Entendimos lo que querían hacer y finalmente nos dolió a todos, pero ahora ya no hay marcha atrás. Será cuestión de tiempo vivir con lo que hemos hecho.

—¿Qué hay de ti, Levi? ¿Qué piensas sobre lo que hice? —preguntó nerviosa la castaña esperando la respuesta del azabache. Levi tomó con delicadeza un mechón rebelde de la morena, colocándolo detrás de su oreja hasta quedar ambos cerca el uno del otro. Con la mirada que aquellos orbes grisáceos le dedicaban, podía sacar una absoluta respuesta—. Eres tan bueno, que no creo nunca poder pagarte mi gratitud.

Odelia no podía pronunciar ninguna palabra o realizar alguna acción, por lo que esta vez Levi tomó la iniciativa para hablar. Llenándose de valor, tomó con una mano su mentón, instándola a conectar su mirada con la de él.

—A pesar de lo que dices y piensas ahora mismo de ti, sé que eres demasiado generosa para burlarre de mí. Si tus sentimientos son aún los mismos que en el mes pasado, dilo de una vez. Mi cariño y mis deseos no han cambiado, pero con solo una palabra tuya no volveré a insistir más. —Nervioso, dió un paso adelante al ver el rostro de Odelia, quien le permitía seguir hablando esta vez—. Sin embargo, si tus sentimientos han cambiado, me gustaría decirte... que me has hechizado en cuerpo y alma y la... y la.. y la amo... No quiero estar separado de ti ahora en adelante.

Odelia, sintiéndose más torpe, vulnerable y más angustiada que nunca ante la situación de Levi, hizo un esfuerzo para hablar enseguida, aunque tampoco mostrándose abrumada. Con ambas manos tomó una de las de Levi y la acercó hasta sus labios, pero sin plasmar algún beso sobre su piel. Lista, expresó su interior:
—Mis sentimientos no han cambiado en absoluto, porque nunca fueron opuestos a los tuyos. Fueron más que nunca correspondientes a los tuyos todo este tiempo. Jamás podría alejarme de ti ahora que te sostengo, Levi —sus palabras golpearon la piel pálida del azabache, hasta que Odelia unió sus labios a los nudillos de su mano en una muestra de afecto y gratitud a sus proposiciones—. Tus manos... están frías.

La dicha que esta contestación proporcionó a Levi fue la mayor de su existencia, y se expresó con todo el calor y ternura que pueden suponerse de un hombre enamorado. Si Odelia hubiera sido capaz de mirarlo a los ojos en ese instante, habría visto cuán bien se reflejaba en ellos la dicha que inundaba su corazón; pero podía escucharlo, y los sentimientos que Darcy le confesaba y que le demostraban la importancia que ella tenía para él, hacían de su cariño cada vez más valioso del que ya era.

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—Papá, probablemente si estuvieras aquí para hablar con Levi acerca de tu matrimonio, seguramente te habrías opuesto debido a lo que dije de él en un pasado. ¿Sabes? Hasta ahora me doy a la tarea de ver lo injusta que fui con él en el pasado. En un principio, debo aceptar que no lo acepté apropiadamente cuando se unió a la Legión pero al conocerlo y pasar por alegrías y penas, algo dentro de mí hizo querer fijarme más en él y me hizo estar a su lado inconscientemente. Ahora, no puedo guardar la alegría que me da estar junto a él. Pues sí, me gusta —replicó con lágrimas en los ojos—, lo amo. Además no tiene ningún orgullo. Es un poco malhumorado, pero es lo más amable del mundo. Te habría divertido conocerlo. ¡Y en realidad somos bastante parecidos! Realmente lo amo... Y este afecto no ha sido de un día para otro. Realmente... Fueron casi diez años los que compartí estando junto a él y, para serte sincera, jamás pude descifrar el momento en que capturó mi corazón, pero debió ser al poco tiempo de conocerlo, solo que nunca lo noté. Es bastante limpio, se preocupa por los demás que por sí mismo. Fue proclamado el "soldado más fuerte de la humanidad" en su tiempo, y para mí seguirá siendo el mejor que haya existido. Realmente me siento tan afortunada de estar a su lado... y sería completamente feliz si tú estuvieras junto a mí, ojalá pudiera verte reír de la felicidad tras mis palabras. Gracias por haberme permitido conocerlo, papá.

Frente a ella se encontraba la lápida vacía de su padre, aún así, estaba llena de las flores más hermosas que pudo recolectar para él exclusivamente. En el pequeño jardín que habían creado como cementerio personal lleno de tumbas conmemorativas de sus personas más cercanas y amadas, como era el caso de la familia de Levi, la de Odelia y sus amigos íntimos fallecidos. A menudo solían visitarlos y hablaban con ellos cada que tenían tiempo luego de una larga jornada de trabajo para construir su nueva casa. Aquel jardín lleno de flores fue el que crearon primero de su nuevo y único hogar; ambos visitaban a solas sus respectivos conocidos y, solían juntarse para hablar con Erwin, Isabel Farlan. Levi, lo mismo que Odelia, los querían de veras; ambos sentían la más grande gratitud por las personas que, al hacemos hablar entre sí y cada vez conocerse más, habían sido los causantes de su unión.

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La boda fue un evento meramemte civil en lo posible y con las asistencias de sus amigos más cercanos y sus conocidos. Después de haber entablado amistad con las familias Braun, Finger y Leonhardt, también fueron invitados al pequeño evento, pues se esperaba que pronto la familia Baumeister pudiera reunirse de nuevo alguna y, así, celebrar abiertamente su matrimonio.

La noche cayó, y los invitados finalmente salieron del lugar con el propósito de darles privacidad a la recién avisada pareja, quienes celebraron a la luz de la Luna como testigo de su primera noche juntos como esposos.

—¿Cómo estás, querida? —preguntó Levi dejando que la castaña se sentara sobre su regazo al permanecer en su silla de ruedas como ayudante temporal a su recuperación.

—Muy bien. Aunque no desearía que me llames "querida" —respondió rápidamente Odelia mientras se acomodaba sobre su esposo.

—¿Por qué? —inquirió devuelta el azabache mientras acariciaba el cabello de su amada, esperando pacientemente por una respuesta.

—Así le decía mi papá a mi mamá cuando estaba enojado —sus respuesta causó risa en ambos, meciéndose en el asiento.

—¿Qué términos se me permiten entonces? —cuestionó atento a las palabras de su amada.

—Bueno, déjame pensar —alzó su mirada a la nada mientras emitía un sonido mostrando su esfuerzo por pensar—. Oda para todos los días. Mi amor para los domingos. Y divina diosa para ocasiones especiales —continuó mientras una carcajada se escapaba de sus labios y a Levi una risa nasal.

—¿Y cómo te diré cuando esté enojado? ¿Señora Ackerman? —preguntó de nuevo el azabache.

—No. No. —Negó rotundamente con la cabeza la azabache, jugando con al ropa de su esposo mientras hablaba—. Podrás decirme señora Ackerman cuando estés completamente, perfectamente e incandescentemente feliz —contestó con aún con esa sonrisa y la mirada que habían cautivado completamente a Levi, haciéndolo actuar en acercarse hasta su rostro.

—¿Cómo se encuentra hoy, señora Ackerman? —acercó sus labios hasta su frente uniendolo en un beso. Regreso su mirada hacia la de ella, acariciando con amor su rostro—. Señora Ackerman. —Posó nuevamente sus labios sobre su mejilla, dejando a flor de piel la sensación de ser tocada, besado y amada por Levi—. Señora Ackerman. —Se acercó de nuevo a su otra mejilla cariñosamente—. Señora Ackerman. —Sus labios húmedos se posaron con delicadeza sobre la punta de la nariz de Odelia, hasta que volvieron a separarse, observándose ardientemente a los ojos—. Señora Ackerman...

Con pasión y delicadeza acercó temeroso sus labios hasta los de ella, siendo finalmente correspondido cuando sintió aquel tacto suave contactar con los suyos. Ambos se movieron lentamente tras sentir los pedidos de sus cuerpos por amarse. Los dos, inexpertos amantes en aquellas nuevas sensaciones hermosas para ambos. Pero tenían toda la vida para amarse, conocerse y ser completamente, perfectamente e incandescentemente felices.

FIN.

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¡Holaaaa! ¿Cómo se encuentran? Lo publico a esta hora porque, si estaban dormidos a la hora que lo publiqué, quería que fuera sorpresa jaja. ¿Cómo están? Yo entre feliz y triste de acabar esta historia. Me siento satisfecha con el final aunque fue difícil la parte en que habla con los demás. Por supuesto que no lo dejaré en eso, van a venir más partes para completarlo y, como dije, también van a haber especiales.

Aún no diré nada sobre un discurso porque siento que me pondria muy emocional. Solo quiero agradecer a Isayama por haber creado a Levi aunque casi lo mata xD y a Jane Austen por haber creado a Darcy. Son mis más grandes crushes y realmente amé tratar de combinarlos. ¿A ustedes qué les pareció? Además, ¿se imaginaban la reaparición de Hange y Jo? Sé que en elanga mueren, pero la verdad creo que eso fue lo único que noe gusto del manga, por lo que decidí que al menos aquí si viviera:'). Espero en la siguiente parte que sería un capítulo final extra poner a todos los chicos y un reencuentro de la familia Baumeister. La verdad espero que pueda publicarlo como lo he hecho en este tiempo y espero que sea de su gusto.

Sin más qué decir, de verdad gracias por todo. Cuídense ❤✨.