Capítulo 86
≪❈DER GEGENWART Ⅻ. AUFTAUEN❈≫
—¿Qué fue eso? ¿Acaso fue un sueño?
—No, yo también lo observé —respondió Artis—. Tenemos que...
El ruido de escombros cayendo entre los edificios los obligó a observar por la ventana, notando una escena llena de colosales que salían de entre las rocas.
—¿¡Esto es el retumbar!?
Un escalofrío recorrió la espalda de ambos chicos al no saber qué hacer al respecto. Lo único que sabían es que debían salir de los edificios lo más pronto posible si no quería morir aplastados entre las rocas y edificios.
—¡Tengo que buscar a mi hermano! ¡No puedo dejar que nada de pase! —Se levantó del suelo y corrió hasta la salida, pero fue detenido al instante por la pelicobre.
—Es peligroso. Necesitamos primero limpiar la zona de titanes.
—¡Y yo tengo que saber si está bien mi hermano! —replicó el rubio furioso y desesperado.
—¡¿Y cómo quieres saberlo si no tenemos escape de este lugar?! ¡Estaremos rodeados de titanes y no podremos saber nada ni de tu hermano ni de lo que está pasando! ¡Trata de callarte y piensa un poco! —gritó alterada Artis mientas cerraba el lugar. El rostro afligido de Colt la hizo sentirse mal de nuevo—. Escucha, puede que se haya convertido en un titán, pero necesitamos despejar el área de los titanes si es que no nos alcanzan. Además, el titán bestia parecía preocupado por ti y tu hermano. Si es que queda algo de humanidad en él, tuvo que haber creado un plan para que tu hermano pudiera regresar a la normalidad.
—¿Y si no es como tú dices? —preguntó de nuevo.
Artis suspiró cansada, pensando en una alternativa.
—Tendremos que conseguir al titán bestia a como dé lugar. Pero, por ahora, necesito que confíes en mí y me dejes hacer mi trabajo.
Artis rodeó la habitación, buscando un lugar dónde esconder al rubio que miraba atento todos los pasos de la pelicobre. La mente de Colt hizo clic cuando recordó algo.
—Si encuentro mi arma contra titanes, podré al menos defenderme por mi cuenta —sugirió Colt, observando cómo la chica lo ignoraba mientras buscaba algo entre los cajones del lugar—. Gabi debe de tenerla. Si la encontramos, podemos...
—Antes de eso, primero debes quitarte tu uniforme de soldado de Marley para que no te atrapen —pidió la pelicobre tomando una prenda de vestir del ropero que había en la habitación—. Apresurate. —Cerró la puerta detrás de ella y salió apresurada del lugar, dejando nervioso al rubio de si hacerle caso o no.
«Pero debo regresar con Falco y mis padres. Debo hacer lo posible para que valga la pena que ella me haya salvado» Comenzó a cambiar sus ropas rápidamente tras observar su atuendo de una camisa blanca y pantalones oscuros. Una vez que esta guerra terminara, la familia Grice ya no iba a necesitar que sus miembros más jóvenes se unieran al ejército para poner en calma las cosas con la policía del país donde estaban atrapados. Sí, eso le quedaba de esperanza.
Salió de la habitación apresurado antes de que algo malo pudiera ocurrirles. A su mente llegaban las diferentes maneras en que su hermano estaría luchando por seguir. ¿Podría salvarlo de aquel infierno de isla? Y si lo hacía, ¿hacia dónde podría dirigirse? Esas preguntas provocaban que su cabeza doliera con fuerza. Sin embargo, decidió dejar de lado sus pensamientos y se dirigió hasta Artis, quien observaba por la ventana lo que ocurría.
—Dices que todo estará bien, ¿verdad? —consultó una vez más Colt tratando de convencerse a sí mismo buscando la afirmación de la pelicobre.
—Sí... Estará bien. Aún así, debemos apresurarnos —pidió la pelicobre tratando de calmar a Colt, aún sabiendo la posibilidad de que no fuera así.
Solo quedaban dos opciones para la situación de aquel niño Falco: si se había convertido en titán, no quedaba otra opción que matarlo para que no fuera una amenaza a para las personas que no se hayan convertido en titanes; por otro lado, cabía la posibilidad de que, si había logrado devorar al titán acorazado y volver a su forma normal, ahora sería un blanco importante para Armin, Mikasa y los demás. Incluso, podrían llegar a pesar en transformar a alguien, lo cual era peligroso para el niño y causaría otra revuelta tanto en su consciencia como en Colt. ¿Podrían hacer algo al respecto? Si se apuraban en llegar hasta los demás, quizás se podría hacer algo.
Todo aquello que Artis había pensado quedó de lado tras observar la persecución que había entre sus compañeros contra los titanes. Debía hacer algo al respecto, pero tampoco podía fallarle a Colt. Gruño desesperada al no saber qué hacer. Solo le quedaba una opción.
Tomó del torso al rubio mientras este se quejaba, comenzando a propulsionarse tras el apoyo de su equipo. Debían encontrar una forma de hallar a Falco antes de que se quedara sin gas.
—Busca entre la gente a Falco. —Avanzó de manera lenta con el equipo tridimensional mientras el rubio obedecía a su pedido.
—¡Allá se encuentra Gabi! ¡Ella debe saber algo! —Señaló el rubio entre los edificios, observando ambos la cabellera castaña de la pequeña que iba junto a otras personas.
«¡El señor Blouse!» pudo distinguir Artis por fin a los que se encontraban ahí, por lo que apresuró en llegar hasta donde ellos se encontraban.
Ambos aterrizaron rodando por el suelo, pero finalmente reencontrándose ambos chicos soldados.
—¡Colt! ¡Estaba tan preocupada por no haberte encontrado! Creí que habías muerto —sollozó de alivio Gabi una vez que se lanzó a los brazos del rubio que igual la atrajo hacia él.
—¡Me alegro que estés bien! —lloró de felicidad el rubio, para luego soltarse del abrazo ligeramente y tomar de los hombros a la menor—. Dime, Gabi, ¿dónde está Falco?
La menor agachó la cabeza, cambiando su semblante alegre a uno decaído.
—Falco devoró a Porco-san. Después no pude encontrarlo. —Dirigió su mirada a la chica que ahora hablaba con otros francotiradores de Eldia para decir que ella se encargaba de la familia Blouse en dirigirlos a un lugar seguro—. ¡Ella es compañera de la chica que...! ¡Maldición!
—¡¿De qué hablas?! —preguntó Colt preocupado.
—Ella iba en el mismo dirigible en el que maté a su amiga, Sasha —sollozó de nuevo al recordar su arrepentimiento.
—Tranquila, Gabi, fue ella quien me trajo hasta aquí. Ella no será capaz de hacerte daño.
Tanto la familia Blouse como Niccolo, Gabi y Colt observaron cómo la chica se dirigía de nuevo hasta ellos. Entonces, Artis cruzó su mirada con Gabi. El corazón de ambas latía con fuerza por los recuerdos del pasado. Dolor que debía ser olvidado para seguir adelante.
—Vamos, te llevaré con Armin. Quizás él sepa algo de Falco —expresó con voz seria la pelicobre antes de girarse y caminar de vuelta junto a los señores Blouse.
—¿No me odias por lo que hice? Soy un demonio por lo que hice —preguntó con voz temblorosa la castaña.
—Como te dije, todos tenemos un demonio dentro de nosotros. Kaya, tú, Artis, yo... Todos tenemos un demonio dentro de nosotros. Es por eso que estamos en esta situación —interrumpió Niccolo, dirigiendo su mirada triste hasta la pelicobre.
—Niccolo tiene razón, y es por eso mismo que no puedo odiarte. Ambos atacamos. Ahora debemos trabajar juntos para salir de este bosque. Eliminar este demonio que nos obliga a ser marginados y que provocó esta guerra —expresó Artis, suavizando su semblante—. Vamos.
Después de un largo camino, pudieron encontrarse con Armin y Mikasa, por lo que Artis presentó a Colt y Gabi al par de amigos de Shiganshina.
—¡¿Tú eres...?!
—Por favor, créeme. Ya no quiero pelear. Nosotros solo queremos que nos regreses a Falco. Entonces simplemente nosotros desapareceremos en alguna otra parte —pidió Gabi.
Sin embargo, la mirada de preocupación de la azabache y el rubio causó temor en los dos extranjeros, por lo que Colt se atrevió a hablar.
—Soy su hermano, díganme dónde está Falco. Se lo suplico. Nosotros no atacaremos y haremos nada. Solo queremos de vuelta a mi hermano —rogó Colt con la voz temblorosa.
El ambiente se sentía pesado en aquel instante. Artis temió por la mirada baja de Mikasa y Armin. Rodeó a los dos chicos y se plantó a un costado de ambos chicos.
—Vamos, ellos han dicho que no quieren pelear. ¿Saben dónde está Falco? Si él devoró al titán mandíbula, es posible que ustedes vieran hacia dónde se fue, ¿no es así? —preguntó Artis.
—No es que estemos a la defensiva —respondió por fin Armin—. Artis, aunque quisimos detenerlo, Connie se llevó a Falco hasta Ragako. No pudimos detenerlo —se disculpó el rubio.
Artis jadeo en sorpresa al entender al instante lo que ocurría. Se tomó de la cabeza preocupada y dirigió su mirada dolida hasta los dos chicos que no entendían lo que ocurría.
—Artis... ¿de qué están hablando?
—Colt... probablemente, Falco será devorado por la madre de Connie, un compañero nuestro.
—No puede ser... ¿entonces dices que fue secuestrado para que su titán fuera alimentado por su madre? —repitió Gabi aún sin poder creerlo.
—¿Es enserio? ¿Cómo? Para comenzar, ¿cómo es que su madre se convirtió en un titán? —preguntó esta vez Colt, tratando de guardar la compostura y escuchar atento.
—Eso pasó hace cuatro años —respondió Kaya detrás de Gabi.
—Así es... Hace cuatro años, las personas de la aldea natal de Connie se convirtieron en titanes. Debido a que las extremidades de la madre de Connie eran demasiado cortas, no pudo andar igual que los demás. Durante estos cuatro años, Connie la ha estado vigilando. Ella fue la única titán que sobrevivió.
—¡Gabi, Colt! —los auxilió Artis cuando ambos cayeron al suelo—. Lo siento...
—Incluso así, yo no puedo renunciar a Falco. ¡Cierto! —la castaña tomó de las manos a Armin—, ¡¿no puede Eren Jaeger volver a convertir a la madre de Connie en un humano?! El titán fundador debería poder hacer cualquier cosa que quiera, ¿verdad?
—Yo no lo sé, pero si Eren pudiera hacerlo, entonces creo que habría regresado a la normalidad a los soldados que fueron convertidos por Zeke —respondió con pesar Armin.
—¡Entonces pregúntale! ¡Si no lo sabes, pregunta a Eren! —exclamó Colt, desesperado—.
—Matar a todos fuera de la isla no es bueno, ¡¿verdad?! Él no necesitaba hacer algo así, ¿verdad? ¡¿Atacar las instalaciones en todo el mundo no fue suficiente?! ¡Intenta y pregunta! Incluso la armadura del titán acorazado se desprendió, ¡así que debería poder hacerlo!
—¿Dónde está Reiner? —preguntó Mikasa por Armin y Artis, quienes estaban en shock.
—¡¿A quién le importa eso ahora?! ¡Él ahora está herido gravemente y ni siquiera puede moverse! —respondió alterada Gabi, deteniéndose al ser tomada de los hombros por Armin.
—¡El momento en que la coraza del titán se removió, ¿cuándo fue eso?! ¡¿En qué momento pasó?! —preguntó esta vez alterado Armin.
—¡Oye, suéltala! —demandó Colt, quien fue también detenido por Artis.
—Espera —pidió Artis tratando de calmar al rubio.
—En el momento en que las murallas se cayeron —respondió Gabi. Al instante fue soltada por el rubio que se mostraba atónito.
—¿Armin? —llamó preocupada Mikasa por su amigo.
—Eren dijo que todo endurecimiento se desharía... ¡Entonces Annie debe haber salido de su cápsula también! —planteó Armin.
—¡Entonces qué haremos? —preguntó Colt.
Decidido, Armin se dirigió hasta el otro rubio.
—Iremos por tu hermano. Artis, necesito que me acompañes. Llevaremos a Gabi y Colt hasta Ragako y hablaremos con Connie.
—Iré a recargar mis tanques y sables, me los he gastado todo en el camino hacia aquí —respondió Artis dirigiéndole una mirada de confianza al rubio—. No tardaremos.
—Voy contigo. —Le siguió Armin mientras se dirigían a la habitación de reabastecimiento, seguidos por Mikasa quien, realmente, iba detrás de Armin, indecisa y dolida por lo vivido antes.
—Artis —llamó el rubio a la nombrada en susurros—, perdona si escuchas una discusión entre Mikasa y yo.
—¿Qué? —preguntó más para sí misma que a Armin, observándolo y notando su cuerpo tenso seguido por la azabache que mantenía su mirada decaída y algo distraída.
La soldado Bernhard se había sorprendido tras la advertencia de su compañero. Jamás lo había visto así de preocupado y no era imposible, ella también estaba muy tensa tras la situación de Connie y cientos de titanes saliendo de la isla dejando todo un desastre a su paso.
Artis escuchó nerviosa toda la conversación que mantenían aquellos dos, hasta el punto en que Armin explotó tras la indecisión de Mikasa en aquel momento, que incluso la pelicobre se sintió mal con su compañera, pero más cuando escuchó las palabras de Armin contra sí mismo:
—Si el comandante Erwin estuviera aquí, no estaríamos tan desorganizados y dispersos como lo estamos ahora. Ahora, la respuesta es clara. Aquel que debió haber sido revivido no era yo. —Un silencio se adentró en el lugar, que fue interrumpido con los pasos del rubio saliendo del lugar—. Te espero afuera, Artis —fue lo último que dijo Armin tras salir.
La pelicobre dirigió su mirada afligida a la azabache que lucía igual o peor que ella, pero su semblante cambió al observar la mirada de temor que Mikasa había mostrado.
—¿Mikasa, estás bien? —preguntó preocupada Artis al ver a su compañera atónita.
—La bufanda... no está... —respondió Mikasa.
—Tranquila. —Colocó una mano sobre el hombro de la azabache—. Estoy segura que podrás reencontrarla. Solo toma tu tiempo y, por favor, ayuda a Jean mientras regresamos.
Inesperadamente, Artis se despidió en un abrazo con la azabache; abrazo que fue correspondido al instante por su compañera.
—Armin no tiene razón. Él debió ser revivido desde el principio —sollozó Mikasa. Artis acarició su cabello.
—Lo sé.
—Y aunque Eren también deseaba que fuera revivido, me duele no haber podido detenerlo cuando golpeó a Armin. Fue mi culpa.
—No es así —afirmó Artis separándose ligeramente de la azabache—. Debe haber algo que podamos dialogar con Eren, tal como dijo Gabi. Aún queda esperanza. No te rindas, Mikasa. —Abrazó por última vez Artis a su compañera—. Debo irme. Confío en que sé que harás lo correcto porque eres libre, Mikasa, no eres una esclava.
Artis dejó sola a Mikasa en aquel lugar, aunque esperaba que sus palabras pudieran rendir efecto en ella.
—Eren, Odelia, detengan esto por favor.
🌸
¡Holaaa! ¿Cómo se encuentran el día de hoy? Espero que estén bien y les haya gustado este capítulo que va dedicado especialmente a sonDariHatake por su apoyo en la historia, la cual agradezco de verdad ❤ y espero que te su ha gustando como hasta ahora.
¿Qué les pareció el capítulo? Yo sé que va un poco lento pero prometo recompensar les pronto. La verdad es que se me dio otro bloqueo xD y pues hasta ahora apenas voy escribiendo el 88, pero ya andamos al 100 y ese capítulo se viene duro Jsjsjsjs espero que les guste como hasta ahora.
Lamento un poco la hora, tuve que salir y hasta apenas estuve desocupada por completo. Gracias por la espera y nos vemos pronto, cuídense ❤✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro