Los archivos que fueron extraviados años atrás con los informes de la Legión de Exploración, Tropa de Guarnición y Policía Militar fueron recuperados gracias a los comandantes de cada facción militar contemporánea, dando estos datos a la editorial del periódico en las murallas. Además de las declaraciones que los supérstites de un acontecimiento que ocurrió hace más de 50 años:

"Declarando la inocencia de vida a la que fue condenada el llamado "hijo de titán", Kyklo, tras haber sido sustraído del vientre de su madre muerta que fue devorada por un titán que atravesó la compuerta del Distrito Shiganshina. El hijo del soldado fallecido Heath Munsell había declarado vivir trece años en una celda como exhibición para las personas que podían pagar el suficiente dinero para verlo. En la edad de sus trece primaveras, el soldado Kyklo fue vendido a un miembro rico de las murallas, Darío Inocencio, que hizo entrega de este joven como un equipo de entrenamiento poco antes de entrar a las tropas de entrenamiento y ser ascendido a Policía Militar a su hijo mayor Xavi. Carla Inocencio se mostró la única en ser la que comprendió la inocencia de Kyklo como ser vivo al entender que era un humano más.

Dos años después, la casa Inocencio fue asaltada por un antiguo "Culto de los Titanes"   —mismo culto que dirigió la insurrección contra las Tropas de Guarnición y causó la catástrofe del 795³—, intentando recuperar al "Hijo del Titán", asesinando en el proceso a Darío Inocencio y dejando inconsciente a Xavi Inocencio, el primogénito de la casa, y en donde Kyklo impidió el asesinato de la miembro restante de la casa, escapando con Carla Inocencio hasta Shiganshina donde, en una de las excursiones de la Legión de Reconocimiento, Kyklo ayudó a la parcial lucha contra un titán de dimensiones no recuperadas, y que fue uno de los causantes de las muertes de los soldados fuera de las Murallas.
Junto al ex comandante Carlo Pikale, Kyklo impidió la muerte de más soldados en esa expedición y, tras su regreso a Shiganshina, se vio encontrado culpable de robo, asesinato y secuestro, siendo llevado preso por la miembro de la Policía Militar Gloria Bernhardt.
Durante su estadía en prisión, Kyklo conoció a Cardin Baumeister, quien su padre fue acusado por una revuelta política, quedando preso el último de los Baumeister. Gracias a la ayuda del ex comandante de la Legión de Reconocimiento y de las Tropas de Entrenamiento —y padre del Carlo—, Jorge Pikale, pudieron escapar de regreso hacia las murallas una vez que fueron exiliados fuera de Shiganshina, viéndose envueltos en una odisea contra los titanes en donde finalmente, ambos pudieron escapar y dirigirse hacia la ciudad industrial en el distrito Nedlay, al norte de la Muralla Rose. Ambos comenzaron entrenamiento como soldados de la Legión de Exploración y siendo Carla Inocencio la discípula de Xenophon Harkimo, antiguo herrero, y quien fue un participante menor para la invención del equipo tridimensional o EDM3 que se conoce hasta ahora, fundado por los herreros fallecidos Ángel Aaltonen y Corina Ilmari.

Sin embargo, gracias a los esfuerzos que hicieron estos participantes de la Legión de Reconocimiento, pudo ser posible el uso oficial del EDM3 como parte de los tres cuerpos militares contemporáneos y de generaciones anteriores con la aprobación de los miembros de la Policía Militar como Xavi Inocencio y la capitana Bernhardt, quien fue asesinada por su propio tío.

A pesar de sus múltiples esfuerzos, la Monarquía ordenó perseguir a todos los que estuvieron involucrados con el "Hijo del Titán" debido a los estragos que causó el titán que entró en las murallas hace más de 50 años, siendo obligados a firmar un documento donde juraban guardar silencio por una vida en paz o, decidir ser perseguidos por la policía militar con el fin de poder demostrar la verdad de lo que ocurría.

Y a cuarenta años de haber mantenido ese pacto o ser perseguidos por la policía, la familia Inocencio y Baumeister por fin pueden vivir con la sinceridad de sus vidas, relatando estos hechos a las generaciones contemporáneas con el fin de demostrar la verdad ocultada al pueblo".

Eso fue lo que informaron en la primera página del periódico, sucediendo la misma historia de cuando se reveló tiempo atrás la verdad sobre los titanes y las murallas. Algunos no le dieron importancia, otros tuvieron más razones para conspirar contra el Gobierno, otros se preguntaban la razón de que esa historia se revelara a todos los demás miembros de las murallas.

Después de todo, solo los que habían cargado con ese peso durante cuarenta años podían comprender lo que era tener que buscar la información de primera voz y presentarla ante su pequeño mundo, demostrando una vez más lo cruel que podría ser el mundo con los suyos.

—Aún me parece una gran estupidez el que hayas ido sola junto a ese estúpido también. Los dos son unos grandes idiotas al ir solos. ¡¿No pensaron en las consecuencias de sus actos?! —le reclamaba Levi a Odelia, observando con dolor cómo esta volvía a quedar en cama debido a las fracturas y quemaduras que recibió al estar dentro de un titán, además del gran corte que Kyklo le propinó y la cual terminó en una infección que casi la llevaba a perder su mano.

—Déjame sola... —le pidió Odelia bajando la mirada de aquellos orbes azules, que solo se enfurecieron más ante esa respuesta—.

—¡Maldición, Odelia! ¡¿Tienes idea de lo que es estar aquí cagándome de la preocupación de no encontrarte en tu maldito cuarto?! ¡Estuvimos buscándote por tres días para que a los dos siguientes llegaras con una maldita infección que casi te tenemos que cortar la mano, ¿y quieres que te deje sola?! ¡Estás mal, muy pero muy mal!

—¡Y qué quería que hiciera al ver a mi padre y a Darío sufriendo! ¡No puedes decirme que esto no lo debí hacer! ¡Jamás comprenderías el dolor que mi padre ha tenido todos estos años, ni lo difícil que tuvo que ser para Xavi Inocencio separarse de su familia y huir a un lugar lleno de titanes! ¡Yo tenía que ayudar a mi familia a como diera lugar, Levi! ¡Y nadie podrá cambiar eso!

Levi abrió los ojos desconcertado al ver las lágrimas que Odelia derramaba sobre la tela de su sábana, sintiéndose arrepentido por haberle insultado y gritado tanto. La castaña tensó su cuerpo cuando los escuchó los pasos de Levi crujir en la madera, acercándose a ella hasta alcanzar su mano lastimada, acariciando con su dedo pulgar el dorso de la mano de Odelia.

—No estoy discutiendo que no debieras ir, sino que no debiste haberlo hecho sola. Me tienes a mí... Nos tienes a todos para apoyarte —reiteró—. ¿Tienes la idea de lo preocupada que estaba Joelle cuando le dije que no estabas en tu habitación porque habías escapado? —separó su agarre pero mantuvo cerca su mano hasta quedar a menos de cinco centímetros para tomarla, esperando para que Odelia pudiera corresponderle—. M-me tenías demasiado preocupado, p-por favor, no me abandones. N-no tú.

Durante aquellos cinco días que Odelia había escapado, Levi sintió su cuerpo estar sin alientos ni para poder salir de su oficina, sintiéndose demasiado preocupado en cómo estaría ella. Además, tenía en claro sus sentimientos por la soldado Baumeister que desde hace tiempo habían resurgido en él, y pensando en las veces donde, la mayoría de ellas, Odelia correspondió en sus expresiones con sinceridad, aunque comprendía que ella era igual de inexperta en el amor como él pensó en sí mismo que nunca podría llegar a enamorarse. Y sin embargo, ahí estaba, suplicando por que la chica de la que estaba perdidamente enamorado volviera a corresponderle para estar seguro de lo que ella sentía y así, poder proponerle matrimonio.

Sin embargo, sus expectativas decayeron casi al momento de querer derramar lágrimas sobre la mano vendada de Odelia cuando esta se apartó, alejando con su mano, la idea de comenzar un nuevo capítulo en su vida, en donde esa decisión sería de la que nunca se arrepentiría. Incluso a pesar de los temores que le generaba el tomar esa decisión, empero, la elección ya estaba tomada.

—Todos en esta vida tenemos que morir. Nadie es imprescindible aquí —respondió Odelia con voz seria.

Sin creer lo que escuchaba, Levi alzó la mirada, temiendo al creer que en Odelia estaba viendo a Erwin. No obstante, podía observar que aquella mirada llena de seguridad también estaba acompañada e incluso superada por el sentimiento del enojo, observando en Odelia aquellos sentimientos conquistarla. Fruncio los labios sin saber qué decir. Le dolía verla así.

—Esta no eres tú... ¿Dónde está la Odelia que creía en la importancia de la vida a tal punto de arriesgar la suya por salvar a todos los que pueda? Tú no eres Odelia. ¿Quién... eres?

«¿Quién eres?» aquella pregunta resonó en la mente de Odelia.

—¿No te había dicho que te fueras? Eres tú el culpable de tu propio sufrimiento. Las personas cambian, Levi, deberías saber eso —fue lo último que le dedicó antes de que observara una lágrima caer del rostro de Levi mientras se levantaba de su asiento y se alejaba.

—Tienes razón, es mi culpa toda esta estupidez. Recuperese pronto, capitana Baumeister —con aquello salió de la habitación cerrando la puerta detrás de sí, mientras que Odelia abrazaba a sus piernas derramando lágrimas en silencio.

—Erwin... Haz que esto pare pronto.

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—El Comandante Pixis y la capitana Brenzska han llegado —avisó un soldado en el umbral de la puerta de Odelia, quien agradeció la notificación y pidió a que le dieran el paso al mayor y su amiga.

—Me alegra verla en mejor estado, señorita Odelia —saludó cortésmente entregándole un pequeño ramo de flores de begonias y crisantemos e iris blancos.

—Me alegra de verlo también, no pude agradecerle por su apoyo durante la reunión con los altos funcionarios —agradeció Odelia tomando el ramo—. Son muy hermosas, gracias.

—No tan lindas como usted. Le espero una pronta recuperación para ir a celebrar la retoma de la muralla —sonrió el mayor divertido, Odelia negó con la cabeza mientras soltaba una pequeña sonrisa—. Y... lamento mucho la pérdida de Erwin, debió ser difícil para usted los primeros días, aunque tengo la firmeza de que usted es muy fuerte como para dejarse caer por ello. Estoy seguro de que Erwin está muy orgulloso de usted al tomar un paso tan importante como el que hizo junto al joven Darío. Mire que traer a personas del exterior solo ustedes dos y enfrentarse usted sola a tres titanes y ser tragada por uno de ellos no es algo de todos los días. ¿No es cierto, Rico? —preguntó el mayor mientras bebía un sorbo de su petaca, ganándose las malas miradas de las dos chicas—. No se preocupen, es Ron, no me pasará nada con esto —ambas suspiraron—.

Durante la tarde, Odelia pudo soltar algunas risas por las bromas y anécdotas que contaba el mayor acerca de sus accidentadas borracheras, terminando la alegría con la necesaria partida del comandante de las Tropas debido a ciertos aspectos en su organización militar. Rico fue la única en quedarse junto a Odelia y manteniendo el silencio durante algunos minutos.

—Debes estar cansada. Mañana es fin de semana, supongo que puedes descansar, así que no te preocupes por mí y regresa a casa pronto —sonrió Odelia.

Rico soltó un gran suspiro y tomó sorbo de la bebida que tenía. —Ese hombre sí que tiene gran boca no sólo para beber —bromeó la peliplateada—, es un gran comandante... En fin, a pesar de que es un gran hombre y tiene un criterio sobre ti, yo vengo a hablar contigo como soldado y como amiga. En primera, quiero darte un gran golpe por la estupidez que hiciste de atacar a uno de mis compañeros, eso fue una gran insensatez de tu parte.

—Pero de no haberlo hecho, no habríamos podido regresar a Xavi-san —replicó Odelia tratando de defenderse—.

—Ahora viene mi consejo como amiga —interceptó la de menor estatura contra Odelia, levantándose de su silla hasta sentarse sobre la orilla de la cama de la castaña—: la Odelia que estoy viendo ahora y a la que le reclamo sus acciones, no es la misma Odelia amable y protectora que conocía.

—Las personas cambian con el tiempo y...

—Un cambio durante seis años habría estado bien. Las muertes en la Legión de Exploración a muchos provoca que su corazón se endurezca o ya vienen así. Sin embargo, tú solo cambiaste en menos de dos semanas tras la muerte de un casi hermano para tí.

Odelia enterró sus dedos sobre la tela que la cubría, y con voz tratando de sonar firme dijo: —"El mundo es muy cruel" —citó las palabras que vió en Eren.

—Tienes razón. El mundo puede muy cruel... Pero no tanto como lo puede ser uno consigo mismo. Odelia, no permitas que esto te afecte. Reconozco lo que es perder a las personas que amas, perdí a Ian y a Mitabi a pesar de que el peligro no se asomaba adonde estábamos, tú misma fuiste la que me dijo que debíamos seguir adelante para que sus muertes valieron la pena. ¿Qué harás tú al respecto con Erwin? —aquella pregunta hizo reaccionar a Odelia.

—Ya estoy en ello —declaró Odelia con dolor—. Todo lo que hago y haré será por él.

Sin comprender lo que su amiga decía, Rico soltó un suspiro y se despidió de su amiga, pero el llamado de esta de nuevo la detuvo de irse.

—¿Qué ocurre? —preguntó esperanzada de que Odelia pudiera desahogarse—.

—Es sólo que... quisiera pedirte que abandones la Tropa de Guarnición. Haz una vida normal fuera de las reglas de la militar. Sé feliz lejos de toda esta porquería de vida como soldado.

—Odelia —llamó con voz gruesa la peliplateada, la castaña giró en su dirección—. Jamás me pidas eso de nuevo. Mi vida estará aquí dentro incluso hasta el día en que muera o deje de ser útil para la humanidad. Mejor haz algo por ti que juzgarme. No mereces decirme eso con todo lo que has hecho en estos días —ralentizó su respiración y acomodó sus lentes para calmarse, las palabras de Odelia realmente la habían molestado—. Lo siento. Solo... no me digas qué hacer. No te atrevas a tomar decisiones en mi vida. Cuídate y recuperate pronto, de verdad lo necesitarás —con ello, abandonó la habitación dejando sola a Odelia.

Con aquella visita, Odelia pasó un mes en recuperación hasta que comenzó de nuevo sus labores al ser nombrada mayor junto a Armin, con quien no había podido dirigir palabra debido a las evasiones que este hacía cada vez que se encontraban, sin embargo, sabía que estaba sucediendo con él debido a las veces en que salía sin decir ninguna palabra en lo que restaba de las reuniones que se hacían por pedidos de Hange.

Acerca de Levi, ni se diga. No habían cruzado palabra desde aquella discusión acalorada que tuvieron y de la que todo el cuartel se enteró debido a sus gritos. No obstante, ninguno de ellos le dio importancia al asunto y continuaron sus trabajos, aunque con una mirada fugaz que alguna que otra vez el ojiazul grisáceo le mandaba a la capitana sin que se diera cuenta.

A pesar de la extraña relación que había entre todos en la Legión, parecía estar todo trabajando bien, a excepción de Odelia y Eren, quienes se veían en secreto para hablar.

Con ello, el primer mes con el invierno congelando sus pies llegó, junto a las das máquinas martilladoras que creó Hange con la ayuda del endurecimiento de Eren, enviandola a todos los distritos del Muro Rose, comenzando así con un gran número de eliminaciones de titanes incluso en los primeros meses y con la ayuda de Armin, comenzaron a crearse estrategias para los próximos años que no sabían lo que ocurriría.

Sasha, Artis, Samuel y Jean ayudaron a crear una protección para la madre de Connie quien, afligido por sentirse abandonado por Odelia respecto a su apoyo. Todos se sentían así por parte de la capitana. Especialmente Artis, quien guardó la prótesis que Connor y Ondine no pudieron terminar, quedando a solo detalles de aquel artefacto que nunca podría ocuparse.

Sin embargo, todo ello no le importó a Odelia ahora, al recibir una carta de urgencia de Nedlay.

"22 de Enero, 850. Querida Odelia:

Todos en casa las echamos de menos. Hace poco he ido a visitar a papá y mamá al enterarme de las circunstancias que ocurrieron hace poco. Lamentablemente, lejos de poder encontrarme un escenario lleno de felicidad por su logro, la única verdad es que he encontrado a papá gravemente enfermo y ningún doctor sabe ayudarlo. Es por eso que ruego su llegada a casa, ya que los doctores que hemos visto han conluido que papá ya no tiene mucho tiempo. Posiblemente, solo tenga tiempo de estar con nosotros hasta primavera.

No tengo las suficientes fuerzas para escribirle esto también a Joelle. Te ruego que le hagas llegar esta información y vengan lo más pronto posible a casa. Aunque sea, solo para despedirse.

Una hermana preocupada,

MARIE BAUMEISTER".

Tomándose de la cabeza, sollozó sobre la carta, pero una idea pasó por su mente.

—El mar...

🌸
¿Cómo se encuentran el día de hoy? Primero que nada, me gustaría agradecer a chiquistriquis- por su apoyo a la historia lo cual agradezco de corazón, espero que le siga gustando esta historia y continuar :3💗

Además, ¿qué creen que esté planeando Odelia? También casi se nos declaraba Levi aaaaaa. Me gustaría saber sus ideas y nos vemos pronto en un próximo capítulo. Cuídense 💗✨