Un camino silencioso era lo que podría ayudarlos a llegar ilesos a su lugar destinado. Un movimiento en falso podría perjudicar la misión que con tanto esmero se había planeado desde hace meses. A pesar de que todos lo sabían, nadie podía evitar dejar de temblar. ¿Era miedo o el frío de la noche los consumía? Probablemente ambas, pero el mantemerse indefensos en medio de la oscuridad y rodeados de titanes era estar como en un pequeño cuarto privado de la luz, tal  y como unos pequeños ratones en espera de ser cazados por gatos salvajes, un pequeño error que podría llevarlos a la muerte.

El temor de Odelia creció mucho más cuando encontraron a un titán cerca de ellos. No fue que se dieron cuenta del gigante hasta que Jean por instinto giró su linterna hacia uno de sus costados. Hange y Jo habían explicado la razón por la que este no podría moverse, pero el entender que aún podían haber en titanes capaces de moverse aunque fuera con un poco de luz la asustaba.

Odelia se aferró a la correa de su equino al sentir cómo su mano temblaba. Mordió su labio inferior tratando de no hablar o soltar algún gemido de miedo y desesperación, viéndose sorprendida ante el repentino tacto de Erwin sobre la mano que sostenía su linterna, trataba de calmarla. Odelia suspiró tratando de calmarse, siendo un poco efectivo lo que Erwin le había tratado de ayudar. Giró su cabeza para observar a su escuadrón, todos ellos iban callados y realmente serios a como los conocía, sabía que necesitaban calmarse también.

Se separó del comandante para dirigirse a todos ellos y con unas cortas palabras de aliento, llamó la atención de todos los que estaban a su alrededor:

—Quizás no sea la mejor ahora para hablar, también tengo miedo, pero es mayor mi deseo por llegar a Shiganshina y poder recuperar las piezas rotas de mi vida. Todos ustedes ¿qué dicen? Esforcemonos por recuperar nuestro territorio perdido y dar sentido a nuestros muertos y a los nuevos en la vida que vendrán después de nosotros.

Todos asintieron a lo que dijo la castaña, sintiendo un poco más seguros de continuar su camino. Mientras que dos personas en especial escuchaban con alivio a la capitana.

El sonido del río corriendo cerca de ellos fue un modo de ayudar a Odelia a calmarse también, colocando toda su atención en aquella melodía natural guiaba el camino de regreso a casa.

Justo antes de salir del bosque, los colores azul es claros que sobresalían de la muralla que fue irrumpida, avisaba sobre su amanecer. Aquello significaba el peligro de los gigantes.

—¡El sol ya está saliendo! ¡Cuidado con los titanes que están escondidos! —avisó Erwin mientras comenzaban a correr en sus caballos entre los edificios que ahora eran ruinas— ¡Todos cambien al movimiento vertical! —ordenó Erwin siendo el primero en dar el ejemplo.

Subiendo a lo más alto de la muralla, Odelia y su escuadrón de apoyo se impulsó sobre sus equipos tridimensionales junto a sus demás compañeros para revisar el área de 50 metros, al mismo tiempo que el comandante y la capitana comenzaban a pensar la manera en que todo esto pudiera salir bien. Sin embargo, el llamado de Armin cerca de ellos interrumpió aquellos pensamientos llenos de preocupación.

Odelia no pudo evitar mirar el horizonte que sorprendió a todos. Aquellas casas donde vivía gente inocente, ahora se encontraba en ruinas junto a los esqueletos de aquellos que no pudieron escapar. Esa era la ciudad donde habían comenzado a perder su libertad.

El temor y la desesperación comenzaron a crecer al no avistaron ningún titán.

—Esto quiere decir que estamos justo en el lugar donde el enemigo nos quiere —declaró Levi. Ninguno pudo negar aquello, puesto que era lo más probable en ese momento.

—La operación debe continuar como se planeó —ordenó Odelia mientras rodeaban el lugar.

Con una mirada, aquellos dos capitanes se despidieron.

«Vuelve con vida» era lo que se decían el uno al otro intensamente mientras se dirigían a sus puestos.

La luz intensa que avisaba sobre Eren convirtiéndose en titán significaba que pronto daría comienzo la misión. Aún así, Odelia no podía evitar sentirse observada con intensidad, y eso era un pésimo presentimiento.

Observó cómo Mikasa se acercaba a ayudar a Eren a salir de su cuerpo gigante, al mismo tiempo, todos notaban que no había a la vista ningún titán. La brecha de la Muralla exterior había sido sellada exitosamente, y ahora solo quedaba cerrar aquel hoyo que dejó huella en todos aquellos que estuvieron presentes. Odelia pudo suspirar de alivio al saber que sus hermanas menores ahora recibían un poco de justicia.

Ahora se trataba de cerrar la abertura donde su mejor amiga murió. Aquella brecha que había dejado marca en su corazón y no permitiría cicatrizar hasta que rindiera justicia a todos sus caídos.

Observó a Armin ir junto a Erwin para hablar, preocupándose de lo que podría estar ocurriendo. Se dirigió sobre su equipo tridimensional hasta donde ambos soldados estaban, mirando los objetos que Armin tenía en manos.

—Parece que había más de dos personas en la cima del muro —las palabras de Armin hicieron detener en seco a la castaña, tratando de rebuscar alguna razón por la que el rubio dijera eso, pero no encontraba ninguna cosa por pensar, estaba demasiado tensa.

—¡¿Habían tres?! —preguntaron al mismo tiempo Odelia junto a su otro compañero.

—¿Había un jarro de hierro que estaba frío? —preguntó Erwin, obtuvo una afirmación de Armin como respuesta— Eso es raro. Hicimos uso del total de nuestros caballos y de equipo de maniobras para para llegar hasta aquí a toda velocidad. Ellos debieron tener unos dos minutos desde que nos vieron o escucharon por primera vez hasta que llegamos a nuestro destino. No hay manera de que un jarro recién usado se haya enfriado en solo dos minutos.

—Eso solo puede significar una cosa... —habló Odelia por fin entendiendo la situación, sintiendo una vez más repulsión en todo ese momento— Nuestros enemigos deben tener una manera de saber que nos estábamos aproximando desde hacía 5 minutos al menos...

—Lo que significa que tenían todo el tiempo para prepararse para nosotros —apoyó Erwin la teoría de Odelia.

—¿En-entonces quiere decir que tenían vigías aparte de estos tres que estaban aquí... Lo que significaría que deben haber muchísimo más escondidos...? —inquirió Armin perturbado.

—Debemos hacer que la localización de enemigos sea nuestra principal prioridad.

—Armin —llamó Odelia al rubio tomándolo por los hombros con suavidad—. Tu mente nos ha salvado de apuros una y otra vez. Ahora es cuando necesitamos de tus habilidades más que nunca. Lamento que tengas que cargar con todo esto —dijo Odelia, Armin asintió un poco seguro.

—Haré mi mayor esfuerzo en esto —Odelia sonrió ante su decisión.

—Tomen tantos hombres como puedan —llamó Erwin a los soldados que estaban alrededor para que se acercaran— y busquen enemigos en el área cerca de la puerta interior.

—¡No se descubrió nada inusual en esa área! —informó uno de los soldados al comandante.

—Continúen la búsqueda bajo las órdenes de Armin Arlet —ordenó el comandante, dejando consternados a los demás soldados, pero finalmente acatando a su orden.

Con el apoyo silencioso de Odelia, Armin se armó de valor para poder ordenar a los demás soldados lo que debían hacer, observando en silencio cómo ponían en marcha su plan.

—Otro gran riesgo —suspiró Dirk.

—No —respondieron al mismo tiempo ambos soldados.

—Hice una decisión basado en su talento. Él es una de nuestras mejores armas —declaró Erwin.

—El grupo de Eren se está acercando —avistó Odelia—, ¿qué hacemos?

—¿Dejamos la operación en pausa hasta que encontremos a nuestros enemigos?

Erwin cerró los ojos tratando de encontrar un camino para poder seguir adelante. Abrió sus orbes celestes al decidir qué hacer.

—Continuaremos —respondió el rubio—. No podemos quedarnos por mucho tiempo en territorio enemigo. No somos capaces de ganar un encuentro prolongado. Nuestra única opción es la de pelear una batalla rápida y decisiva.

—Y si todo eso es parte del plan del enemigo entonces nuestras voluntades deberán luchar con ello —Erwin asintió ante las palabras de Odelia.

—Obviamente, no son sólo ellos los únicos que tienen algo que ocultar.

Odelia bajó la mirada hasta encontrarse con el pequeño Armin. Sonrió un poco al verlo pensar, pero comenzó a preocuparse al notar que comenzaba a meterse en problemas, parecía que no encontraba una solución o una alternativa a su encomienda y la castaña sabía bien que el rubio comenzaría a pensar en el gran peso que se le había impuesto.

Sin embargo, todas sus preocupaciones se vieron acabados al notar cómo Armin llamaba la atención de todos con su pistola de bengala. Había encontrado un camino. Odelia junto a Erwin y los demás se acercaron hasta donde estaba el rubio, escuchando lo que decía.

—¡¡Todos busquen en el muro!! —ordenó Armin, ganándose la molestia de los demás soldados y la consternación de Erwin y Odelia.

—¡Te dije que ya lo hicimos! No hay lugar para ellos en dónde esconder...

—¡¡Están dentro de los muros!! —interrumpió Armin a una de los soldados

—¡¿Dentro de los muros?!

—¡Sí! Debe haber un espacio dentro donde los humanos pueden estar por periodos extendidos de tiempo —explicó Armin.

—¡¿Cómo sabes eso?! —preguntó otro soldado.

—Es una corazonada —respondió algo inseguro de lo que decía.

Uno de los soldados tomó de los hombros a Armin, comenzando a gritarle y reclamarle. Odelia estaba decidida a intervenir tomando del brazo al soladado, pero tras la explicación de Armin sobre su razón para pedir aquello, la bengala de Erwin presentaba la detención de la operación.

—Hay momentos para ser rígido y momentos para ser reflexivo —señaló Erwin, captando la atención de todos los soldados—. Sigan los principios que han aprendido como soldados para darlo todo en la misión. Observen la cadena de mando. Estamos aquí para ganar —Odelia sonrió ante las palabras finales del rubio, mirando cómo los demás obedecían las órdenes que daba Armin.

El tiempo parecía ralentizarse, observando desde la cima de las murallas cómo los soldados buscaban sin descanso el encuentro de un punto ciego de las murallas.

—¡Aquí! ¡Hay un punto hueco! —lanzó la bengala uno de los soldados.

Odelia suspiró pesadamente, pero sintió su corazón y su respiración detenerse al observar cómo aquella brecha se abría y una espada sobresalía de su lugar y se enterraba dentro del cuerpo de aquel soldado. De aquel hueco emergió el portador del titán acorazado.

—¡Reiner!

Sin embargo, la pesadilla parecía que no iba a durar cuando Levi se abalanzó contra el rubio, enterrando de igual manera su cuchilla sobre su nuca y otra en su pecho para luego dejarlo caer.

Odelia supo que aquella pesadilla no terminaba cuando observó el cuerpo de Reiner brillar sobre el suelo, dando la señal de que no había muerto.

—¡Revisen todos los alrededores! —ordenó Erwin— Capturen a cualquier otro enemigo y...

Inmensas luces y truenos dieron lugar detrás de todos ellos. En la muralla que los protegió durante 100 años se encontraba un titán diferente a todos los que se encontraban ahí, haciendo de su presencia el jugador principal de esa pelea de terror, también enfureciendo a todos los presentes. Aquella invasión a sus paredes que fueron profanadas los hacia sentir impotentes. Una vez más.

El titán de 17 metros tomó una piedra gigante para luego lanzarla directamente hacia la muralla.

—¡Proyectil en camino! —avisó Odelia a su Comandante— ¡¡A CUBIERTOOOOOO!!

El suelo tembló, indicando el impacto de la roca gigante dentro de su panorama, observando cómo este había quedado sobre la entrada de la muralla, dejando sin paso a los soldados.

—¡Falló!

—No. Tiene buena puntería —respondió Erwin.

—Bloqueó nuestra entrada lo suficiente para que nuestros caballos no puedan pasar —agregó Odelia, Erwin asintió ante sus palabras.

—Llevense a nuestra caballos, después reúnanse. Planean acabarnos aquí, cortando nuestras rutas de escape —ordenó Erwin—. Ambos estamos obteniendo la batalla que deseábamos,  pongamos un final a esto aquí. La humanidad contra estos malditos titanes.

—Solo uno de nosotros sobrevivirá y el otro morirá.

🌸
Holaaaa ¿cómo se encuentran hoy? Espero que les haya gustado este capítulo, lamento que sea tan cortito, pero es que sentí que el capítulo debía terminar ahí y no encontré algo más por agregar. ¿Qué les pareció? Estamos tan cerca de acabar esta lucha que me da nervioooos. Por cierto, ¿qué les pareció el primer capítulo de la segunda parte de la última temporada? Siendo sincera, lloré varias veces mientras lo veía, y qué decir de nuestro querido capitán y de nuestro sol Hange, sufren tanto los niños 😭 pero me da tristeza decir que espero que pueda ser mejor la cosa, pero muchos sabemos que no lo será 💔lamento ponerme depresiva, pero quería expresarlo XD. Aun así, me encantó todo del capítulo, ¿cuál fue su parte favorita?

Espero que se la pasen bien estos días y nos vemos pronto. Cuídense mucho ❤