La Legión de Reconocimiento, quienes finalmente tuvieron una razón para castigar al viejo establecimiento derrotado en la guerra civil, fueron sin piedad hacia ellos. Fueron culpados por poner el futuro de la humanidad en peligro por sus propios intereses personales. Los concejales y su personal fueron despojados de sus títulos y enviados a varios campos de prisión. La clase noble quienes permanecieron divididos entre quienes cooperaron con la Legión y quienes se opusieron, y diferentes tasas de impuestos fueron impuestos a ellos, interrumpiendo su unión. El número de gobernantes que perdieron en la guerra civil fue más alto que el número de muertos... Pero se ganó más... La innovación tecnológica que se decía había sido destruida por la policía mlitar. Se descubrió que se conserva secretamente por algunos de los miembros, y esto permitió una mejora en las armas. Las piedras brillantes encontradas en el inmenso espacio subterráneo del territorio de la familia Reiss, las cuales se decían estaban hechas por los titanes y fueron tomadas por los ciudadanos como un recurso de luz que no consume energía. Y fueron tomadas usadas para iluminar áreas industriales ayudando a mejorar la productividad. Además, gracias al único sobreviviente del escuadrón de la policía interior, se desarrollaron avances en las armas y trajes que usaban durante su trabajo. La habilidad de endurecer dominado por Eren junto a la posibilidad de ser la llave para cerrar la puerta al distrito Shiganshina, podría también ser usado como arma contra otros titanes.

—Parece bastante dañado —comentó Ondine esperando resultados del trabajo que junto a Hange y Connor inventaron para eliminar titanes mientras observaba a un titán siendo golpeado en la nuca contra un tronco gigante.

—Quizás esta vez... —sostuvo el aire el castaño claro mientras tomaba de la mano a Ondine, esperando ambos un resultado positivo.

Al ver el vapor que emergía el titán al comenzar a descomponerse, los presentes comenzaron a celebrar con vitoreos y saltos de emoción ante una nueva arma de la humanidad contra los titanes.

—¡Lo hicimos! ¡Matamos a uno de 12 metros! —gritó su hazaña Hange junto a los demás.

—Lo hicimos —dijo con voz átona Eren, quien se sentía emocionado pero también débil, algo que notaron al instante Odelia y Levi.

—¡Como pensábamos! ¡Con esto no necesitamos que las personas peleen para matar titanes! ¡Es una fabulosa máquina de ejecución! ¡¡Podemos matar titanes todo el día, sin parar, sin usar cañones o recursos!! —saltaba y gritaba de alegría la castaña mientras alentaba a los reporteros a escribir para un nuevo artículo sobre la nueva hazaña— ¡¡Lo hicimos, Eren!! Podemos producirlo en masa y enviárselo a las otras murallas... ¡¿Eren?!

Todos se asustaron al ver al moreno sostenido por Odelia tomando el pañuelo que Levi le prestaba para detener el sangrado nasal de Eren, quien se encontraba arrodillado en el suelo y siendo sujetado con la otra mano de Odelia.

—Él probablemente también usó demasiado sus poderes de titán —comentó Odelia algo molesta, evitando la mirada de todos los presentes.

—Últimamente él ha estado entrenando todo el tiempo para hacer el endurecimiento. Será mejor que no tomemos por hecho que él puede ir creando rocas para siempre, o que su cuerpo vaya a durar para siempre —respaldó Levi a la castaña.

—Lo siento, Eren... —dijo apenada Hange mientras bajaba la cabeza mostrando su arrepentimiento— Estaba tan entusiasmada sobre mis ideas...

—Por favor no se disculpe, Hange-San —interrumpió Eren tomando el pañuelo y alejándolo de su nariz, permitiéndose hablar—. Solo estoy un poco cansado, eso es todo. ¡¡Hemos creado un arma maravillosa!! Vamos a crear más. Es tan genial que podamos matar titanes sin que nadie sea comido. Si cerramos la brecha de la Muralla María, podremos disminuir el número de titanes con esto y eventualmente exterminar a cada uno y vamos a Shiganshina.

—Sí. Pero primero deberás ir a descansar, jovencito —ordenó Odelia ayudando a Eren a levantarse—. No puedo permitir que en estas condiciones vayas a Shiganshina, debes reponerte hasta que puedas estar mejor —cruzó de brazos Odelia mientras buscaba la mirada del azabache—. Levi, necesito que le des permiso a Eren para descansar hasta que iniciemos el plan para el retorno a Shiganshina, después de todo, aún no hemos limpiado toda la ruta hasta el distrito, además que por ahora debemos ver primero la estrategia que tendremos para el retorno a Shiganshina, entonces...

—Ya entendí, Odelia —le interrumpió Levi al verla notablemente estresada—. Dejaré a Eren bajo supervisión médica unas horas y que después se retire a su habitación.

—Capitán, yo aún puedo...

—No lo estoy discutiendo, es una orden. La Capitana Odelia tiene razón al decir en que nos serías inútil al estar en un mal estado de salud. Todo por lo que has estado entrenando durante estos meses se iría al caño y nuestras posibilidades de encontrar una solución a todo este desastre de situación se verá más lejos de lo que ya hemos adelantado nuestros pasos.

«No es exactamente lo que dije, pero tiene razón» pensó Odelia mirando atenta la situación.

—Lo siento, Hange, pero los experimentos quedarán postergados hasta después de la reconquista a Shiganshina. De todos modos, han hecho un excelente trabajo hasta ahora —sonrió Odelia mientras animaba a la castaña, quien seguía mirando preocupada a Eren—. Ya no te mortifiques. Por mientras, ¿crees que puedas ayudar a Ondine y Connor en el proyecto que están haciendo?

—¡Oh, es verdad! Estaban creando la prótesis para Erwin, ¿no es así? —preguntó Hange comenzando a recobrar un poco los ánimos, mientras ahora se dirigía al par de chicos que sonrían nerviosos y no cubrían su sonrojo de lo felices que estaban.

—Gracias, Levi —susurró Odelia antes de acompañar a Eren a la enfermería—. Te entregaremos después tu pañuelo —hizo una despedida agitando en el aire el pedazo de tela ensangrentada como señal de despedida, Levi sonrió enternecido por ello pero después gesticulo un cara de asco al darse cuenta del pañuelo que estaba teñido de rojo.

—¿Y esa sonrisa? ¿O fue un gas? —canturreó Hange mientras se colocaba a un lado de su amigo, quien chasqueo la lengua, nervioso.

—Silencio, apestoso cuatro ojos —chasqueo de nuevo la lengua el azabache mientras giraba la cabeza, escondiendo su sonrojo, ganándose una carcajada de parte de la castaña.

Hange le pidió a Moblit que acompañara a Ondine y Connor, mientras ella hablaría con su amigo.

—Aunque no lo creas, me alegra mucho poder verte así de feliz —expresó la gafuda mientras colocaba sus brazos detrás de su nuca—, aunque es un problema que solo Odelia te haga sonreír.

—¿D-de qué hablas, cuatro ojos? Deja de decir banalidades y apura tu paso, estoy dispuesto a pateare tan fuerte que te mandaré volando hasta el cuartel de Sina —le trató de cambiar el tema, siendo mucho más evidente su nerviosismo.

—¿Crees que no me he dado cuenta de cómo la miras? ¡Tú mismo me has dicho que te gusta verla por sus bellos ojos! Y desde antes eras demasiado evidente...

—¡C-cállate antes de que te rompa esa apestosa boca! —gritó molesto el azabache, ganándose una gran carcajada por la gafuda— Como sea...

—¿Estás realmente interesado en ella? —preguntó esta vez con seriedad la castaña.

—P-puede ser —respondió Levi de la misma manera.

—En ese caso, te diré que es mejor que te acerques a ella antes de que sea la próxima expedición hacia Shiganshina, no puedes saber lo que pasará en este retorno. Debes aclarar tus sentimientos.

—Pero tengo miedo —declaró sinceramente el azabache— ¿y si ella no siente lo mismo? O peor aún... ¿si no sobrevivimos para poder responder a estos sentimiento que tengo? Hange, ella m-me... Ya sabes... Sin embargo, mi miedo por perderla es mucho mayor.

—Ella es muy fuerte, no le ocurrirá nada —sonrió Hange tratando de tranquilizar a su amigo.

—¿Entonces por qué me has dicho sobre d-decirle antes de que sea la expedición? —inquirió algo molesto Levi, Hange detuvo su paso, haciendo que el azabache se girara para verla.

—Porque no estamos seguros de lo que ocurrirá allí, y cómo nos afectará a cada uno de nosotros.

Observaron a lo lejos a Odelia hablando calmadamente con Eren, quien miraba arrepentido a la castaña tras su actitud. Lentamente regresó su mirada a la de lentes, observando su mirada perdida y distante, como si hablara algo que no sabía y que le molestara.

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Tras un camino dirigiéndose al cuartel del Generalísimo Zackly, la Legión de Reconocimiento explicó los progresos que tuvieron durante todo este lapso de tiempo, explicando la plataforma de titanes que crearon y usaron en Trost, más la noticia de que en al menos un mes, la estrategia de retorno a Shiganshina tomaría lugar en los soldados con las alas de la libertad.

—Haremos cualquier cosa que esté en nuestro poder para hacer esta estrategia exitosa, para que todos nuestros camaradas quienes han perdido sus vidas hasta el momento no hayan muerto en vano.

—Sí... es hora de que ellos obtengan su recompensa también —respondió Zackly—. Espero que el tesoro que estás buscando esté realmente en el sótano de Shiganshina —dijo el mayor antes de levantar la sesión—. Eh, esperen, Legión de Reconocimiento. También espera por nosotros, Pixis —pidió el viejo mientras esperaba que todos salieran de la sala para guiar a los requeridos en una pequeña oficina, esperando solo por el comandante de las tropas.

Ninguno se atrevió a romper el silencio a pesar de que era bastante incómodo. Solo veían con atención la inyección que Hange había colocado en la mesa al momento de llegar a la sala.

Al escuchar la puerta ser golpeada para poder entrar, Pixis se dejó ver detrás de la puerta el cual fue el único que pudo romper aquel silencio lúgubre.

—¿Fuiste capaz de averiguar el contenido de la botella? —preguntó Pixis a Hange al llegar junto a los demás.

—Parece que nuestra tecnología no es lo suficientemente avanzada para eso —respondió la castaña—. Como Eren e Historia dijeron, esto parecer contener un líquido procedente de la médula espinal humana, pero no es solo eso, este líquido se evapora tan pronto tiene contacto con el aire, así que es difícil de analizar. Es algo que definitivamente supera nuestra tecnología actual.  Si la familia Reiss realmenge hizo esto, ¿cómo lo hicieron? —se preguntó Hange.

—En ese caso, no debemos hacer nada precipitado, y solo usarlo para nuestra meta original —comentó Pixis.

—¿A quién le confiamos esto, entonces? —preguntó Zackly— ¿A ti, Erwin?

—No... Yo solo soy un soldado herido —respondió Erwin mientras dirigía su única mano hacia su herida—. Esta caja debería tenerla alguien que posee una alta probabilidad de supervivencia —expresó el rubio, mientras la mayoría de los presentes dirigieron su mirada al azabache.

—Levi, ¿vas a tenerlo? —pregunto preocupada Odelia, sabía que al tener aquella inyección consigo, significaba un gran peso en sus manos.

—Si es una misión, solo denme una orden —respondió el azabache— ¿por qué me preguntas eso? —Odelia lo miró atentamente sin poder responder.

—No sabemos bajo qué circunstancias debería ser usado —intervino esta vez Erwin—. También serás encomendado con el poder de decidir. Dependiendo de la situación, también tendrás que decidir en quién usarlo, ¿aceptas?

Levi no respondió nada, dejando que toda la atención se concentrara en él y la conversación que tendría con el comandante.

—Si eres capaz de realizar tu sueño, ¿qué harás después?

—Yo... Todavía no lo sé —mintió—. Hasta que me dé cuenta.

—Ok, entiendo —respondió el azabache mientras tomaba con lentitud la caja con el suero.

—También quiero presentarme pronto a mi trabajo... ¿No has pensado en ello? —habló Zackly, Pixis mostró una mueca de disgusto.

—¿No te has dado por vencido todavía? Si le muestras a los ciudadanos algo horripilante, ellos perderán toda su confianza en la Legión en un instante.

—No entiendes el arte —masculló el mayor Darius.

—Concuerdo en que deberíamos mostrarlo a los ciudadanos —intervino Odelia—. No deberíamos dejar secretos en ellos cuando recién salimos de un gobierno mentiroso y corrupto. Si dejamos sin decirle la verdad a la gente, ¡¿cómo podremos diferenciarnos de ellos?! Debemos... ¡revelar toda la información que tenemos a la humanidad! —finalizó la castaña.

Todos guardaron silencio en ese instante, confundidos, ya que los mayores se referían al artefacto que Darius tenía contra los nobles. Y no fue solo hasta que Odelia salió de la habitación, que los dos hombres de la Legión reaccionaron y caminaron detrás de ella.

—¿Qué ocurrió, Odelia? —preguntó preocupado el rubio.

—No es nada —soltó apenas audible para los otros dos—. Bueno, en realidad... pronto iré con Connie a visitar Ragako —dijo la castaña, girándose a ver a sus dos compañeros—. Quiero hacerlo antes de ir a Shiganshina, también hablar con mis padres sobre esto.

—¿Estás segura? —preguntó Levi, recibió una afirmación con la cabeza— Iré contigo.

—No. Está bien —respondió rápidamente Odelia—. Espero que no te moleste, pero es algo que quisiera que fuera solo de Connie y yo esto. Joelle irá con nosotros también. Esperamos por encontrar algo nuevo ahí...

La chispa de imágenes cruzando por su mente volvía a aparecer. Sabiendo ahora acerca del evento de hace algunos años, sabía ahora que los recuerdos que obtenía era acerca de aquel horrible suceso, pero no encontraba las razones de un porqué. Sin embargo, eso no solo cruzaba por su cabeza, sino también la imagen de aquel titán que irrumpió la ciudad y se llevó consigo a cientos de vidas inocentes, tal como también vió desde que se unió a la Legión. También a su mente regresaba la conversación que Erwin leyó sobre Ymir con Berthold.

»Realmente... ¿contra qué estamos luchando? —se preguntó la castaña— Simplemente, ya no podemos deducir que los titanes son nuestro único problema, ¿no es verdad?

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¡Hey, hey, hey! ¿Cómo se encuentran hoy? Espero que bien y que disfruten de estos días. El lunes se viene lo chidoooo y espero que pronto nos veamos de nuevo.

Cuídense mucho y nos vemos pronto. ❤