Los experimentos con el titán de Eren comenzaron al día siguiente, obteniendo resultados que declinaron en la afectación de Eren, quien tras convertirse tres veces seguidas en titán sufrió un colapso definitivo, deteniéndose a seguir trabajando con él.

—¿Ha despertado ya? —preguntó preocupada la castaña entrando en la habitación del moreno. Mikasa, quien había cuidado de Eren negó con la cabeza— Entiendo, vine a despedirme.

—¿Despedirse? —preguntó preocupada la azabache.

—Sí, iré a Trost con Levi y Hange, debemos resolver algunas circunstancias con Erwin y me quedaré un tiempo con él. Hange y Levi regresarán después —sonrió Odelia tomando asiento junto a Mikasa, quien formó una mueca de inconformidad—. Sé que cuidarás de Eren, mientras tanto, tampoco olvides de cuidar de ti misma ¿o quién salvará a Eren? —soltó una risa Odelia— Evita pelear con tus compañeros, mucho más con tu capitán, aunque no lo creas, se preocupa por todos ustedes, tú también debes cuidar de él, últimamente no se queja pero estoy segura que aún le duele un poco su pierna.

—Parece que conoce muy bien al capitán.

—S-supongo que es por mi deber como capitana, así como nos fijamos en ustedes, también cuiden de nosotros, como una gran familia —repuso Odelia nerviosa.

Mikasa sonrió levemente cubriendo su sonrojo con su bufanda. Un toque en la puerta hizo responder a ambas chicas para que pasara quien fuera que estuviese detrás de la puerta.

Levi con su típico traje negro hizo aparición junto a Hange.

—¿Aún no se levanta el mocoso? —preguntó Levi recargandose en el marco de la puerta, sonrojando a Odelia levemente.

—No seas grosero —replicó Odelia algo molesta—. Deja descansar al chico aunque sea un poco.

—Tch. Como sea, apresurate, pronto saldremos de aquí y regresaremos a Trost —salió del lugar dejando solas ambas chicas.

—Entonces, ¿me prometes que cuidarás de todos mientras no esté? —se dirigió una última vez Odelia a Mikasa, ella asintió rendida— Gracias, Mikasa.

Se levantó de su lugar para acariciar la mejilla del moreno, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo sintiendo un cúmulo de escenarios invadir su mente, suspiró con pesadez al sentirse acostumbrada a estos cambios, era lo que obtenía al tener contacto con Eren o Historia.

—¿Se encuentra bien? —preguntó preocupada Mikasa.

—Todo como siempre —respondió con simpleza la castaña dando una última mirada a la azabache para salir de la habitación.

En la puerta los demás estaban esperando para despedirse. Odelia sonrió enternecida y comenzó a despedirse de cada uno de ellos.

—Artis, cuida de tus compañeros y evita que se metan en problemas, lamento tener que dejarte a cargo de ellos —dijo lo último en un susurro, Artis negó con la cabeza sonriente.

—Me encargaré de darle su merecido a todos, incluso si es alguien apegado —sonrió divertida al ver los semblantes pasmados de los demás—. Cuídese y vuelva pronto —dio un último abrazo para dirigirse hacia donde estaban Ondine y Connor, sonrientes.

—Les prometo que en cuanto pueda, hablaré con Erwin de sus excelentes ideas —tomó los planos de ambos soldados despidiéndose de ellos—. Samuel, sé un buen chico y cuida de tus compañeros.

—No la defraudaremos, Odelia-San —se despidió el trigueño con una sonrisa digna de él.

—Sasha y Connie, eviten dar problemas a los demás y no roben comida ni apuesten sobre sus compañeros —se despidió la castaña de ambos amigos.

—No prometemos nada —respondieron al unísono como si de gemelos se trataran.

—Jean, cuida de todos y evita pelear con Eren, quiero verlos como los buenos amigos que pueden ser —recibió un quejido de molestia acompañado de un "está bien"—. Armin, sé un buen chico y continúa cuidando de Mikasa y Eren, evita que se metan en problemas.

—Por supuesto, Odelia-San —sonrió nervioso el rubio mientras abrazaba como despedida a Oda.

—Jo... tendremos que hablar después, hermanita —se despidió también con un semblante triste en el rostro, ella afirmó como respuesta, dirigió sus pasos hacia la rubia que la miraba con tristeza—. Solo serán unos días que me vaya, lo prometo —alzó la mano Odelia, Historia sonrió.

—Sé que así será —se despidió en una abrazo la rubia.

Todos se acercaron a ambas chicas para fundirse en un abrazo.

«Tan cálido, como si fuera una despedida de que estemos juntos de nuevo» pensó Odelia separándose de los chicos quienes la llevaron hasta los caballos para despedirla.

Los chicos se despidieron de todos y Odelia subió a su equino junto a sus compañeros en sus respectivos animales, Levi quien iba cruzado de brazos continuó mirando de reojo a la castaña.

—Pareces su madre —burló el azabache, Odelia rio también.

—Ajá, y tú eres el papá, ¿no? —sonrió burlona la castaña mientras sacaba de su maleta su libro para leer, Levi no respondió de los nervios, solo se resignó a chasquear la lengua molesto.

—A-andando —ordenó Levi a los demás dando cabeza al recorrido hasta Trost. Pronto debían llegar con Erwin para dar resultados acerca de los experimentos de Eren y el informe sobre Historia Reiss.

El camino de regreso a Trost fue más rápido que al hacerlo en carreta, llegaron para la hora de la merienda para visitar a Erwin.

—¡Erwin! —saludó Odelia con un gran abrazo al rubio que la esperaba con brazos abiertos— ¿Cómo te has sentido? —preguntó alzando la mirada para ver el rostro del rubio.

—Ya estoy mucho mejor, gracias Oda —sonrió el rubio, acto que Odelia imitó.

Ambos se separaron de su agarre y Erwin saludó alegre a Levi quien no mostraba lo mismo.

—¿Qué tal vas con tu brazo? —preguntó Levi tomando asiento esperando al té.

—Ya es tolerable —asintió Erwin como respuesta hacia el azabache, se mantuvieron en silencio hasta que Erwin terminó de leer todo lo traído—. Y bueno, ¿qué tal van los experimentos con Eren? —preguntó esperando una respuesta positiva, pero las miradas decepcionadas de ambos soldados lo hizo desistir— Ya veo. Otro error más —bajó la mirada decepcionado también—. Si funcionara, solo necesitaríamos un día para sellar el agujero del distrito Shiganshina.

—Nos falta información —especificó Levi—. Si tuviéramos una guía sobre el endurecimiento...

—Pero la única persona que sabe está totalmente callada —respaldó Odelia mostrando cansancio.

—Tendremos que depender de Christa... Historia Reiss —corrigió Levi al sentir la pesada mirada de Odelia sobre él— quizá tenga información sobre la muralla.

—Leí el informe sobre su pasado —respondió Erwin— es la hija ilegítima de lord Reiss. No es un pasado envidiable. El misterio es que un noble regional conozca los secretos de la muralla.

—Después de todo seguimos en las mismas, ¿no es así? —rio amargamente la castaña—Erwin, ¿aún no se ha resuelto el caso del Pastor Nick? Hange debe estar preocupada por ello.

Erwin negó—Los únicos que saben son la policía militar y ellos no soltaran ninguna palabra acerca de lo ocurrido, lamento también decir que tampoco se ha dicho nada acerca del señor William Dok, lo lamento.

—Está bien —respondió Odelia decaída—. Es solo que me preocupa que no hubo rastros de él en la escena, me pregunto si pudo haber pasado otra cosa, esto no me da buena espina. En fin, debemos hablar con la policía militar antes de que ellos den con nosotros.

—Oye, ¿de qué hablas? —preguntó Levi confundido, Erwin de la misma manera veía a la castaña.

—Yo... no lo sé, es como si ya hubiera vivido esto.

Ambos hombres miraron con preocupación a la chica que indagaba en sus pensamientos, tratando de encontrar razones para haber sentido ese momento tan familiar.

—Bueno, ¿se quedan para la cena? —llamó la atención Erwin.

Levi se levantó de su asiento—No, yo debo regresar con Hange para cuidar de los mocosos, Odelia dijo que se quedaría aquí por un tiempo. Ambos miraron a la chica quien asintió.

—Sí, yo me quedaré con Erwin hasta que las cosas se calmen, si algo pasa, nosotros les enviaremos una señal...

—Mañana trae a alguien a informar oficialmente de la desaparición del señor William y sobre el caso del Pastor Nick.

El azabache asintió y a punto de salir de su habitación fue interceptado por Odelia.

—¿No quieres quedarte a cenar? —preguntó melancólica la castaña, Levi sintió un dolor en su pecho al dejarla sola, pero confiaba en que podría estar a salvo junto a Erwin.

—Confía en que regresaré. Mientras tanto, cuida de Erwin y evita meterte en líos, mocosa.

—Yo ya no soy una mocosa —sonrió con tristeza la castaña, Levi reprimió una sonrisa.

Su despedida no pasó desapercibida para el rubio, mucho menos cuando vio al azabache acariciar el cabello de la castaña con firmeza y ternura, sospechaba desde hace tiempo que algo había ahí, pero ninguno de los dos se daba cuenta realmente.

Presumió su sonrisa de burla a su amiga quien sonrojada cerró la puerta tras de sí.

—Odelia, ¿qué piensas de Levi? —inquirió con curiosidad el rubio.

—Y-yo lo veía como a un compañero muy molesto, pero ahora... me alegra que estamos acercándonos para ser buenos amigos —sonrió la castaña, Erwin rodó los ojos al ver la inocencia de su amiga en aspectos del romance.

«Me pregunto qué pensará Levi acerca de Odelia» reflexionó Erwin al ver por la ventana a Hange y Levi irse del cuartel hacia su resguardo secreto.

»Entonces... ¿vamos a cenar? —preguntó sonriente la castaña mientras tomaba del brazo izquierdo a Erwin para comenzar a caminar hacia su objetivo.

—¿Qué tal te fue allá? —preguntó el rubio caminado junto a Odelia, ella suspiro.

—El ambiente es tan hermoso... lástima que no tuve tiempo para disfrutarlo por completo.

Erwin soltó una carcajada por su enojo, ambos comenzaron a reír.

—Hay que ir cuando estemos descansando todos, como una... ¡excursión! —soltó de golpe al recordar sus palabras—¿Qué te parece?

—Es una excelente idea. Regresando al tema, ¿encontraste algo extraño durante tu estadía?

La castaña detuvo sus pasos, era como si estuviera conectada con su amigo para saber sus pensamientos, con pesadez asintió, Erwin observó a su amiga esperando una respuesta.

—No sé si esté loca, pero me sentí vigilada todo este tiempo —respondió casi en susurros la castaña—. Debí haberlo dicho en el momento, ¿no es así?

—Puede ser, pero recuerda que siempre es bueno mantener la atención en todos lados, nunca sabemos cuándo las situaciones imprevistas nos atacarán, mucho más en estas épocas de guerra humano contra humano —suspiro Erwin tomando de nuevo a Oda—. De hecho, quiero que mañana me acompañes a Mitras.

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—¿Cómo puede ser? He dormido un día entero —se preguntó Eren limpiando su cara liberando vapor de lo que restaba de recomposición de su cuerpo.

—Bien, has vuelto a la normalidad, no necesitarás ser cuidado por Mikasa —certificó Hange animada, su rostro pasó de calma a seriedad al volver a hablar—. Hablemos del experimento, ¿recuerdas lo que pasó? —Eren negó con la cabeza, confundido.

—No recuerdo nada después del experimento. ¿El proceso de endurecimiento funcionó? —preguntó esperanzado en una respuesta positiva, recibiendo la misma acción cómo respuesta.

—Lamento decirlo, después de que te convirtieras en titán, no apareció nada cómo eso —respondió Hange con el mismo semblante de decepción que Eren.

—¿De verdad? ¿Nada?

—Nada —respondió tajante Hange—. Estudiamos el cuerpo del titán y no pudimos encontrar lo que queríamos, poco después Hange comenzó a explicar—El experimento funcionó así: Ibas a intentar replicar el proceso de endurecimiento, que vamos a usar para cerrar el agujero en la Muralla María. Pero no pudiste producir nada, así que decidimos realizar pruebas de inteligencia y resistencia...

—Recuerdo el plan mental —interrumpió algo frustrado Eren—, pero el resultado... —dejó la palabra al aire en busca de alguna respuesta, Hange lo captó.

—Sip. La primera vez, te convertiste en un titán de 15 metros, el mismo tamaño que en el pasado. Te hicimos seguir instrucciones simples, como estar de pie con una pierna y mover tu mano —explicó la gafuda mostrando en su voz ternura de recordarlo— podías obedecer todas las órdenes de los demás ya que estabas claramente consciente. Entonces te pedimos hablar, pero no tenías la habilidad, la estructura de tu boca no estaba preparada para pronunciar las palabras. Fue que te preparé un proyecto usando palos y cuerdas, fuiste capaz de construir incluso sitios delicados. Como titán, serías capaz de construir un castillo. Pasó una hora así, pero luego cambiaste, es entonces cuando te pedimos que escribieras en el suelo, en lugar de intentar hablar, estabas escribiendo lo siguiente: "No sé cómo hacer el endurecimiento". Entonces de repente escribiste "Mi padre fue..." "por mí..." —Eren hizo un sonido de confusión, todos miraron con atención sus reacciones, Hange prosiguió—. Después escribiste algo muy difícil de leer. Luego parecías triste, ¿puedes recordar lo que fue?

—No puedo... —respondió apenado el moreno.

—Luego estuviste apenado durante treinta minutos y procediste a salir fuera del titán. Desde ese punto, tus recuerdos no son nada claros así como pasa con tu consciencia. Habiendo descansado durante media hora, intentaste una segunda transformación. Pero la segunda vez tampoco pudiste realizar el endurecimiento y lo que apareció fue un titán de 13 metros de altura. Intentamos los ejercicios anteriores pero no los pudiste completar, ignoraste nuestras órdenes. Hambriento como un monstruo, devoraste la casa que habías construido antes. Te desmayaste como si te hubieras quedado sin fuerzas y nos vimos forzados a intervenir para poder llegar a ti. Descansaste otros treinta minutos y procediste a transformarte por tercera vez tomando forma de un titán de 10 metros, no podía estar de pie y su cuerpo estaba incompleto. Además, empezaste a fusionarte con el cuerpo del titán, y requirió grandes esfuerzos el sacarte de allí.

—Al menos sabemos ahora: la operación para reclamar el Muro María, no sería posible ahora por mi culpa. No hay forma de hacer el endurecimiento —declaró Eren decepcionado.

—Correcto —habló Levi—, esa es la situación, estamos muy decepcionados. Por tu culpa, el aire del exterior está podrido una cisterna. Nos expusimos a grandes riesgos, para nada. ¿Qué pasará la próxima vez? ¿Qué pasa si un titán aparece del suelo o cae de los cielos? La humanidad estará prácticamente indefensa. Nuestra situación es un desastre.

—Eren lo intentó —defendió Mikasa.

—Lo sé, ¿pero por qué debería importar eso? Esta persona no puede cubrir el Muro María —replicó Levi.

—Pero que lo culpes...

—Mis palabras son duras pero no lo estoy culpando. Quejarse de que es inadecuado es parte de un proceso, ¿lo entiendes? Todo el mundo dentro de esos muros huele el aire como una cisterna. Si esto sigue así, el interior de los muros estará podrido. Esa es nuestra situación. Solo empecé a ver esto hace pocos años. Desde mi nacimiento, he estado alertado de ese pudrimiento, siempre pensando qué era el olor de las cosas normales. Pero el aire que olí fuera de los muros era distinto. A pesar de que el mundo exterior es como el infierno, hay una libertad allí que no se puede comparar con los muros que nos rodean. Por primera vez, descubrí mis incomprensiones.

A su mente llegaban sus primeros instantes al salir de aquellas murallas, esas que fueron su perdición, pero que también reafirmaba su esperanza misma, tal como lo hizo por sus amigos caídos en batalla aquel doloroso día.

—Lo que Levi está intentando decir es: a través de este experimento hemos aprendido que Eren no es capaz de realizar el endurecimiento —intervino Hange poniendo molesto al azabache— ¡Más que eso! La altura de las sucesivas transformaciones, y la efectividad, tenemos todas esas medidas. Este experimento nos conducirá a un reporte muy útil aunque quizá pagamos un precio por el humo del titán. Pero igualmente podemos hacer uso de lo que hemos aprendido. En resumen, tenemos que seguir trabajando duro, esto es lo que Levi intenta decir.

—Sí, has sido de mucha ayuda —añadió Levi sarcástico.

La decepción alumbraba el rostro de Eren, quien pensaba en el poco avance que tuvieron, preguntándose hasta cuándo podría vengar a sus seres queridos y preguntándose del paradero de su padre. Una imagen de una mujer vino a su mente junto a un dolor de cabeza, se tomó de la frente esperando que pasara el dolor al igual que nadie se diera cuenta, lo cual habría sido un éxito de no ser por cierto azabache que reconocía aquel rostro de dolor, el mismo que Odelia sufría.

—No te esfuerces, aún estás débil —auxilió Mikasa a Eren después de unos segundos de percatarse, Levi observó al moreno preguntándose la relación que Odelia y Eren podrían tener para sufrir de la misma manera, o si los dolores de ella era más antiguos que de él.

—Muy bien, lo siguiente —llamó la atención de todos Hange aunque Eren seguía en mal estado—, sabiendo que no podemos realizar el endurecimiento, solo queda una ruta. Investigar la iglesia y sus organizaciones relacionadas, respecto a está muralla creada por los titanes, quizás saben algo sobre sus orígenes. Quizá incluso como fue creada. Información sobre el proceso de este endurecimiento. Además, ¿por qué la respuesta a todos estos acertijos, no tiene que ver con la autoridad del rey, sino con la familia Reiss? Erwin y Odelia han ido a la capital, y seguramente encuentren algunas pistas.

—Por ahora toma el resto del día, Eren. Tienes que recuperarte para continuar con los experimentos, y esta vez deja de pensar en banalidades.

Ambos capitanes salieron de la habitación, el silencio del camino se vio interrumpido debido a las jocosas risas que la castaña soltaba, Levi hizo una mueca de desagrado.

—¿Qué ha sido eso, enano? No te creí capaz de darle el día a Eren, ¿acaso estás enfermo? —colocó su manera sobre la frente del azabache quien se alejó bruscamente.

—Tch. No serviría de nada volver a intentar con él si tengo que verle él trasero de nuevo.

—A que tu decisión se debe a la ausencia de alguien —burló la gafuda dando saltos alrededor de su amigo. Tomó seriedad de nuevo al hablar—. Sea como sea, ojalá las cosas pasen pronto, al menos así tú estarás con tu amada y no viendo el trasero de Eren.

—Q-qué cambio de actitud fue ese, cuatro ojos —inquirió Levi nervioso y preocupado por su amiga, sabía que desde la muerte del Pastor Nick había estado más seria de lo normal, incluso podía decir que extrañaba sus bromas y gritos eufóricos.

—Es solo que me preocupa esta situación, siento que somos vigilados desde que llegamos. Pero, siempre y cuando no ocurra nada malo, estaremos bien, ¿no es así?

—Es posible —respondió Levi tratando de calmarla—. Por ahora preocúpate por que todo salga bien y que las noticias que nos lleguen a dar Erwin y Odelia no sean malas.

—¿De qué noticias hablas, enano?

—Tú lo dijiste, de lo que nos entreguen tras su visita a la capital —respondió con obviedad—. Sin embargo, estoy seguro de que no estaremos por mucho tiempo aquí.

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Oficialmente estamos en el arco de monarquía aaaa espero que les haya gustado este capítulo y nos vemos pronto. Cuídense 💗