—¡Odelia-San! Por favor obligue a Mikasa a permanecer en cama, ni a Eren le ha hecho caso para descansar —pidieron Jean y Artis viendo a su compañera preocupada de la azabache que ahora se encontraba cargando la leña y que era interrumpida por Eren y Armin, sus mejores amigos.

—Ya veré que hago —suspiró Odelia observando algo cansada la situación, habían pasado unas horas tras el desayuno que tuvieron con el escuadrón de Hange, les brindó una cálida sonrisa a ambos soldados—. No se preocupen, hablaré con ella después.

—¿Cuánto a que a Jean aún le gusta Mikasa? —dijo Sasha a lo lejos en un intento de susurro a su amigo rapado, ambos comenzaron a reír entre ellos hasta que se les unieron los otros tres.

—¿De verdad le gustaba a Jean, Mikasa? —preguntó sorprendido Samuel mirando relajado hacia el techo—En realidad, creo que a Artis también le gustaba alguien de...

—¡Calla, idiota! —le dio un golpe Ondine en la cabeza del trigueño que se quejó del golpe—Debemos respetar los sentimientos de esos dos, lo hayan olvidado o no ¿verdad, Connor?

Ondine le dio un codazo en el costado del castaño, quien soltó un suspiro de dolor.

—S-sí, como sea —desvió la mirada de todos, Ondine lo miró preocupada.

—¿Qué tienes? —se alzó de puntillas para tocar la frente de su amigo, este se alejó algo sonrojado.

—Es solo que... ¿crees que la capitana le guste nuestra idea? —miró por unos segundos a su amiga bajando de nuevo la mirada, la morena soltó una risa nerviosa.

—Bobo, por supuesto que le gustará. Somos unos genios y estoy segura que incluso a todos les parecerá una buena idea, además, nuestra lindura e inocencia la convencerá —alzó su pulgar hacia ella orgullosa. Palmo el hombro de su amigo sobresaltandolo—. Es más, vamos ahora —el castaño trataba de oponerse—¡Capitana Odelia! Necesitamos hablar con usted.

—Debes descansar al menos hasta pasado mañana, ¿entendido? Eren, guía a Mikasa hasta su cuarto, por favor —se dirigía Odelia a Mikasa y Eren, quien rendida aceptó la orden de la castaña y el moreno aceptó con alivio su orden. Ahora se giró para ver a sus subordinados colocando sus manos sobre sus caderas—¿Chicos, todo bien?

—Por supuesto —respondió la morena arrastrando a Connor frente a ella—. Es que aquí mi bobito quiere decirle algo.

Odelia miró con atención al castaño quien tragó saliva y comenzó a hablar.

—T-tenemos un o-ofrecimiento que planeamos Ondine y yo —declaró nervioso el castaño.

—Más Connor que yo —especificó la morena asomándose detrás del alto.

—Lo siento Connor, pero eres demasiado pequeño para mí —rio Odelia bromeando, en Connor sus mejillas se ruborizaron.

—P-para nada es eso, yo la respeto mucho a usted. Me refiero a un ofrecimiento que tengo para el comandante Smith.

La castaña tomó asiento sobre una de las sillas para escuchar con atención al castaño, este suspiró antes de comenzar a hablar:

»Debido al accidente que tuvo durante la batalla contra el titán acorazado, Ilmari y yo estuvimos pensando en la posibilidad de crearle un brazo con el mismo material que tiene el equipo tridimensional, así podría continuar con una vida normal y sin la pérdida de un complemento vital para el cuerpo —finalizó el castaño soltando otro suspiro al terminar.

—¿Y qué piensa? —preguntó también nerviosa Ondine.

Odelia mantuvo su seria vista fija en ambos soldados hasta que soltó una sonrisa extensa.

—¡Estoy muy orgullosa de ambos! —se levantó para darles un abrazo— En cuanto pueda, hablaré con Erwin de esta idea. Si me lo permiten, creo que deberían ser recompensados por su gran compromiso como soldados, ¿qué les gustaría pedir?

Ambos chicos se miraron con complicidad y se dirigieron una vez más a la castaña— Solo necesitamos el reconocimiento de nuestro trabajo. Ser un Aaltonen es un gran orgullo y más ponerlo en alto —declaró Connor emocionado, Ondine sonrió.

—Es nuestro trabajo de descendientes de herreros continuar nuestro trabajo como lo fueron nuestros anteriores —habló emotiva la morena.

—Dijiste... ¿descendientes? —indagó atónita la castaña. Un dolor atravesó su mente dejándose llevar por las imágenes de tres jóvenes y un titán.

—Capitana ¿está bien? —preguntó preocupada Ondine ayudando a Odelia a tomar asiento—Le traeré un vaso con agua.

—Capitana Odelia ¿cómo puedo ayudarla?

—N-no se preocupen —los detuvo a ambos chicos—. Ya se me pasará esto, gracias a los dos. Ambos se miran preocupados y asienten inseguros, Odelia desvía el tema—¿Tienes alguna idea plasmada sobre tu propuesta? —le preguntó a Connor.

—Mocosos, ¿qué sucede? —llegó Levi junto a los tres soldados, poniendo a ambos nerviosos, mucho más a cierta castaña de quien él no despegaba la mirada, preocupado.

—M-me estaban hablando acerca de un proyecto que tienen pensado para Erwin. ¿No es verdad, chicos? —los miró nerviosa Odelia, ambos chicos afirmaron dubitativos.

—S-sí, iré por mis planos —corrió del lugar Connor.

—¡Yo lo acompañaré! —le siguió Ondine el paso dejando solos a ambos capitanes.

—¿Estás segura que estás bien? —preguntó preocupado Levi mirando a Odelia, quien afirmó nerviosa.

—¿Por qué no lo estaría? —sonrió la castaña colocando nervioso al azabache, desviando ambos la mirada.

—C-como sea, n-no hagas tonterías, ¿está bien? —agachó su cabeza cubriendo su rostro rojo.

—Claro, ¿cómo podría desobedecer al capitán Levi? —sonrió nuevamente la castaña, el solo bufo tomando asiento junto a ella.

Nadie se daba cuenta de la cercanía que tenían sus manos, nisiquiera ella prestaba atención a las tímidas intenciones del azabache por intentar tomar su mano, pero los pasos apresurados de los soldados lo hicieron de abortar su misión, alejando su mano de ella y quedándose molesto.

—¿Y bien? —preguntó molesto Levi al ver a ambos soldados nerviosos— No nos hagan perder el tiempo si se van a quedar ambos callados.

—Levi, dales tiempo —pidió la castaña mirándolo de reojo, este suspiró.

—B-bueno, esto es de lo que queríamos hablarles —introdujo Connor desenrrollando los papeles que tenía donde se veía de mejor manera la idea que ambos chicos tenían.

Ambos miraron a los capitanes con nerviosismo. Odelia sonrió y asintió para darles ánimo de continuar, los dos soldados se vieron y sonrieron convencidos de su trabajo.

—Lo que teníamos en mente era crear una prótesis de brazo para el Comandante Smith, de esta manera, puede llevar una mejor vida aunque no tenga su brazo —explicó Ondine.

Ambos capitanes miraron sorprendidos la astucia de los soldados, era algo que no se les había ocurrido pero que era una gran idea poder intentar.

—¿De qué materiales sería hecho esta prótesis? —inquirió Levi.

—Sería del mismo material con el que es hecho los artefactos EDM3D y piezas que se pueden crear con el mismo material: el bambú de hierro. Además del cuidado que deba de tener en la creación de la prótesis, el uso del material en el cliente, que en este caso sería el comandante, además de ligero, es fácil de usar gracias a los mecanismos que tendrán conexión con su cuerpo, teniendo movimientos como flexionar el brazo, mano y dedos y la posibilidad de tomar objetos, desde una pequeña piedra hasta poder tomar una espada sin ningún problema.

—¡Es una excelente idea! —expresó Odelia emocionada— ¿Tú qué crees, Levi?

—No está mal —respondió mirando con aprobación a ambos soldados—. Pero tengo dos preguntas: ¿Es posible conseguir ese material que dicen? Además, ¿qué tan acertados pueden ser los movimientos que haga su mano? De ser un material duro, sus movimientos pueden ser rígidos, ¿no?

Ondine respondió negando con la cabeza— Respondiendo a lo primero, el material para crear un equipo tridimensional se trata de extraer el hierro que absorbe el bambú, digamos que podemos extraer un cuarto de tallo de hierro del bambú para crear los cables y las cámaras de gas del equipo, y para el brazo postizo del comandante, se usaría un poco más de la mitad, incluyendo todos los materiales; de cualquier forma, es difícil que se acabe el bambú de hierro, ya que después de haber sido extraído del material, este vuelve a absorber las propiedades metálicas del suelo.

Levi y Odelia miraron con asombro la explicación de la morena, la castaña sonrió sintiendo como si ya la hubiera escuchado hablar.

—Y respondiendo a su segunda pregunta, la prótesis tendrá un pequeño control de movimientos, donde podrá ajustar a su disposición los tipos de movimientos que desee hacer, de esta manera, no tendrá complicaciones —explicó Connor.

—No está mal, mocosos —agregó Levi observando de reojo a su compañera, quien miraba con entusiasmo la idea de ambos chicos.

—Les prometo que en cuanto pueda viajar hasta Erwin, le explicaré sus propuestas. Gracias, chicos.

Ambos soldados se miraron entre sí emocionados y respondieron con el saludo militar hacia sus superiores.

—Si tienen otras cosas por hacer entonces ya no pierdan el tiempo y comiencen a trabajar —ordenó Levi con su típico tono de voz, levantándose de su asiento.

—¡Sí! —respondieron nerviosos ambos chicos corriendo de su lugar y buscando hacer cualquier cosa para que el capitán no los regañe, Odelia sonrió divertida.

—Todos son tan excepcionales que me conmueve mucho —suspiró mientras miraba a los chicos trabajando y discutiendo, volteó hacia Levi para mirarlo— ¿No lo crees?

—Esos mocosos no tardarán mucho en crecer —cruzó de brazos observando con nostalgia a sus nuevos miembros de escuadrón, era de esperarse que los soldados de la Legión de Reconocimiento iban y venían, pero sería doliendo cada una de sus partidas—. Habrá que cuidar de ellos.

—Sí, aun son muy jóvenes. Es casi un milagro que nosotros sigamos con vida, ¿no lo crees?

—No es un milagro, es por nuestros esfuerzos que seguimos aquí —respondió el azabache, Odelia concordó con él.

—Tienes razón, solo deseo que nuestros esfuerzos no sean en vano —bajó la mirada al suelo, era como si aquellas palabras vinieran de alguien más.

—Te aseguro que no lo serán, porque las voluntades de nuestros compañeros viven con nosotros, ellos son las razones por seguir aquí.

—Una vez más, tienes razón. Gracias por recordármelo, Levi.

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El día terminó pronto gracias al trabajo de los soldados por limpiar, pronto comenzarían con los experimentos de Hange con Eren, esto con el fin de poder desarrollar los poderes del titán de Eren.

Odelia notó a la rubia distraída y deprimida desde su llegada a su nuevo resguardo, se acercó a ella antes de ir a cenar, tomándola por sorpresa.

—¿Te encuentras bien? —preguntó la castaña acomodando los cabellos que cubrían el rostro de la menor, ella no respondió— ¿Quieres que te ayude en algo?

—¿Está segura que mi relación con ellos no cambiará? ¿Me verán como lo que siempre he sido al contarles mi historia? ¿Me creerán basura? —preguntó con la cabeza baja.

Tomó el mentón de la menor con delicadeza, brindándole una cálida sonrisa.

—Ven conmigo un momento —pidió la castaña tomando de la mano a Historia, quien se sujeto de su agarre indicándole su aprobación.

Caminaron fuera de la cabaña hasta toparse con un pequeño río, Odelia se separó de ella y se inclinó hacia el agua cristalina, incitando a la rubia a acercarse a ella, quien le siguió.

—¿Sabes qué es lo que veo yo? —preguntó Odelia— Yo veo ahí a una fuerte y valiente chica que ha superado un sinnúmero de obstáculos y que a pesar de ello, sigue avanzando hacia su destino. Historia, ¿de verdad solo tienes esa imagen de ti? Estoy segura que los demás difieren de tu creencia —ambas soldados sonrieron y caminaron de regreso a la cabaña.

—Gracias, Odelia-San —sonrió conmovida la rubia, Odelia la abrazó de lado caminando.

Un ruido proveniente de los arbustos se escuchó detrás de ellas, una punzada en su pecho la hizo detenerse de su andar.

—Camina de regreso, te alcanzo en un segundo.

La rubia obedeció y ella buscó entre la penunmbra de la oscuridad algo que la hiciera sospechar, encontrándose solo con un conejo, soltó un suspiro de alivio y continuó con su andar.

Entró a la cabaña encontrándose a todos a punto de cenar.

—¿Dónde estabas? —preguntó molesto el azabache.

—Fui a dar un pequeño paseo, perdí la noción del tiempo —se disculpó la castaña soltando una risa nerviosa.

Tomó asiento junto a la rubia dándole una sonrisa antes de comenzar a comer.

—Nací en una pequeña granja al norte de la muralla Sina —declaró Historia llamando la atención de todos los presentes, Odelia tomó su mano preocupada, Historia asintió para continuar—. Una granja perteneciente a la noble casa de los Reiss. Desde el momento en que aprendí a hablar, ayudé con la vida en la granja. Mamá siempre estaba leyendo libros, nunca la ví hacer alguna tarea. Era una mujer hermosa. De noche, un carruaje llegaba para llevar a mamá, bien vestida a la ciudad, parecía como si ella tuviese otra fuente de ingresos aparte de la granja. Para mí, ese fue un estilo de vida muy normal, pero una vez que empecé a ser capaz de leer y comencé a leer libros como mi madre entendí mi propia soledad. Sin importar lo que leyera, la madre se preocupaba mucho por su hija, yo nunca había sentido eso. El abuelo y la abuela simplemente me enseñaban que hacer y nunca los ví interactuando con mi madre. Por otro lado, me di cuenta de que los otros chicos eran libres de divertirse y jugar con otros de su misma edad, pero a mí, esos niños me lanzarían rocas u otras cosas peligrosas. No necesita que mi familia me dijera que jamás debía abandonar la granja.

»Un día mi curiosidad me llevó a tratar de abrazar a mi madre. ¿Qué expresión tendría mi madre?, yo realmente quería saber. Lo que obtuve por ella fue una bofetada, pero debido a que era la primera vez que mi madre interactuaban conmigo, incluso eso me bastó para hacerme muy feliz —Odelia miraba a la madera de la mesa sin soltar el agarre en la rubia que temblaba de nervios— "Si tan solo tuvira coraje para matar a este pedazo de basura...", esas fueron las primeras palabras que mi mamá me dijo. A partir de ese entonces, mamá se fue de la casa a vivir en otros lugares. Finalmente entendí que para mis abuelos, para los trabajadores de la granja, para todo aquel que viviera en este pedazo de tierra mi existencia como persona no era una cosa buena. ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué las personas eran así? No tenía a nadie a quién preguntar, así que mi mundo se redujo a este pedazo de tierra. Solo los animales eran mis amigos. Incluso trabajando todo el día en la granja, había ratos en que podía olvidarme de mi propia soledad. Cinco años después, un día luego de que la Muralla María cayera, conocí a mi padre por primera vez, el nombre de este hombre era el mismo del propietario del terreno sobre el que habitaba. La madre a la cual no había visto en varios años, se quedó ahí, a un lado. Se veía bastante asustada. Y con eso, mi padre me llevó afuera hacia el carruaje.

»En ese momento cuando mi madre dejó de gritar me di cuenta que estábamos rodeados por una gran multitud. "Si nunca te hubiera dado a luz..." esas fueron las últimas palabras que mi madre me dijo. Justo antes de que me mataran mi padre se acercó a mí con una propuesta. Si ocultaba mi nombre y huía muy lejos, el me dejaría vivir, tomaría el nombre de Christa Lenz. Después de eso viví oculta por dos años y, a los doce, me enlisté a la tropa de reclutas, y los conocí a ustedes.

Odelia tomó las manos de la castaña y las presionó con suavidad brindándole apoyo, la rubia agradeció sonriendo nerviosa.

—Gracias por contarnos esto, es muy valiente de tu parte poder decir algo tan personal —dijo Odelia acariciando la melena rubia de Historia.

—Ya no quiero comer más, muchas gracias y provecho —salió corriendo del comedor la rubia, Odelia miró a Levi buscando un permiso para seguirla, el asintió y observó como la castaña iba detrás de Historia hasta alcanzarla dentro de su habitación.

—¿Estás bien? —preguntó preocupada la castaña tomando asiento sobre su cama.

—S-sí, es solo que recordé la ausencia de mi madre —respondió abrazándose a sí misma—. No puedo creer que me conformé con un golpe de ella, si tan solo...

Fue interrumpida por el tierno abrazo que la castaña le brindaba, tardó unos segundos en corresponder su abrazo pero finalmente lo hizo, soltando algunas lágrimas.

—Lamento de verdad lo que tuviste que pasar, pero eso refuerza más mi visión de que eres una gran persona, incluso si tu no lo crees ahora mismo, trabajaremos todos en que lo entiendas.

La chica sollozo en silencio mientras era consolada con las caricias de Odelia sobre su rubio cabello.

—N-no sé cómo agradecerle esto —balbuceo Historia aún sin separarse de su abrazo, era demasiado cálido para romperlo.

—Solo sé tú misma, no tienes nada por agradecerme —ambas se separaron del abrazo y mirándose a los ojos Odelia lo pensó mejor—. Bueno, puedes pagarme siendo tú misma, pero también en cuanto necesites de alguien, puedes venir conmigo.

Historia asintió más animada, Odelia dio unas palmaditas sobre la cama para que ella se acercara.

—Gracias por estar aquí conmigo, es como si... usted fuera mi mamá —soltó Historia sonrojada.

Odelia rio levemente por su comentario, acariciando su cabello rubio, innecesariamente le recordaba al cabello de otra chica— En realidad es como si lo fuera para todos, me gusta conectar con mis compañeros como si fuéramos una familia, porque al final entre todos nos cuidamos, así que puedes verme de esa manera si así lo deseas. Estar lejos de los que amamos no es impedimento para seguir teniendo sentimientos humanos por otras personas.

Historia la observó admirando en silencio sus palabras, hubiera deseado poder escucharlo de pequeña para haber evitado sufrimientos en su pequeña vida, pero todo ahora se reducía a ese momento de felicidad por el que tanto esperó en su vida: ser realmente amada por alguien.

»Bueno, es hora de regresar con los demás, deben estar preocupados por nosotras.

Ambas se levantaron de la cama y continuaron hasta el comedor, donde todos estaban hablando acerca de lo ocurrido, todos callaron por la orden de Levi cuando las vio entrar.

—Es de mala educación irse de la mesa —dijo Levi con un notorio enojo y preocupación, pedía con la mirada explicaciones a la castaña quien solo sonrió y alzó las manos como disculpa.

—Sí, lo sentimos mucho. Pero todo está bien ahora mismo.

Los soldados del escuadrón de Levi se miraron entre sí preocupados para luego dirigir su mirada a la rubia, quien la desvió nerviosa.

Tras el resto de la cena y la limpieza de la cocina y comedor, todos se dispusieron ir a dormir. Odelia dormiría de nuevo junto a las chicas al igual que Levi con los soldados mientras que Hange y los demás en un cuarto pequeño, esto debido a la falta de espacio en la cabaña y la petición apresurada de la gafuda para estar juntos.

Odelia leyó una última página de su libro antes de ir a dormir, pero al sentir un peso sobre su estómago supo que estaba alguien sobre ella.

Entre la luz de la oscuridad divisó la pequeña y nerviosa cara de Historia abrazandola, Odelia sonrió enternecida y acarició su melena rubia para después abrazarla afectuosamente.

—¿Qué tal te ha ido en tus días? —preguntó en susurro la castaña puesto que todos ya estaban dormidos.

—Un poco mejor, es doloroso al principio pero con el tiempo se calma, es solo que... me siento algo incómoda de sentir que sangro.

—Es normal sentirse así, pero ya verás que pronto te acostumbraras. Creo que a mí me llegó mucho antes que a ti, así que llevo varios años con esto que reconozco que es algo cotidiano en mi vida.

—Ya veo —respondió la rubia bajando la mirada apenada—. ¿E-está bien si puedo dormir con usted hoy? Es solo que aún me siento nerviosa de estar con mis compañeras.

Odelia sonrió conmovida y asintió— Por supuesto —una sonrisa de Historia se divisó entre sus labios para luego acomodarse sobre la cama, la castaña abrazó a Historia dando pequeñas caricias sobre su cabello para que durmiera pronto, así fue, pero ella continuó despierta pensando en la comparación entre su vida y la de su pequeña soldado.

Los rostros de todos aquellos chicos inundó su mente, las lágrimas amenazaban por salir, pero Odelia fue fuerte para contenerse de no llorar y lamentarse.

«Yo... prometo protegerlos a todos» fue el último pensamiento que tuvo antes de dormir.

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¿Qué les pareció el capítulo? La verdad es que me sentí conmovida por la historia de Historia —lol— y no pude evitar no poner algún lazo con Oda, aunque probablemente lo haga con los demás, ojalá que sí. ¿Se dieron cuenta de que ya andan por ahí los otros? 👀 espero que les haya gustado este capítulo y nos vemos pronto. Cuídense 💗