Capítulo 25
ODELIA
Toqué a la puerta de Erwin, escuchando un pase del otro lado, a lo que yo obedecí.
—Toma asiento —indicó el rubio, hice caso al momento y comenzó a hablar—. Te agradezco la ayuda que nos has dado, ha sido demasiado buena, es por eso que quiero proponerte que asciendas a subcapitana de escuadrón —quería protestar, pero el sonido de la silla moviéndose y él colocando su cuerpo al lado de la ventana me hizo inquietarme—. Sé que no deseas hacerlo y tienes razones para negarte, pero yo tengo más razones para que aceptes este trabajo y lo sabes perfectamente. Por favor, acepta mi propuesta.
Suspiré pesadamente—. Está bien —respondí—. ¿Algo más que debas decirme o imponeme?
—Sí. Alista tus cosas, viajaremos al antiguo cuartel central del Cuerpo, debemos resguardarnos. Te encargarás de ayudar a Levi en el entrenamiento de Eren —iba a decir algo, nos conocíamos tan bien que me interrumpió—. Lo he decidido y es una orden, ¿entendido?
—Está bien —respondí desganada, no tenía deseos de pelear.
Salí de su oficina y me encargué de alistar mis ropas, tomé una hoja y un bolígrafo cuando terminé de guardar lo importante y comencé a escribir a Nedlay, tardaría tiempo en volver a contactarlos y debía avisarles de mi partida.
Llamaron a la puerta, era la soldado Petra, tan linda y amable como siempre, le permití pasar a la habitación.
—Buenos días —saludó alegre mientras la dejaba entrar—. Dentro de un rato partiremos al cuartel antiguo, me indicaron avisarle.
—Muchas gracias, Petra —sonreí—. Antes de que te vayas, ¿puedes entregar esto al correo, por favor? —le pedí entregándole la hoja que ahora estaba sellada.
—Por supuesto —tomó el sobre y salió de la habitación despidiéndose.
Espero que todos estén bien; pensé al ver cómo la pelinaranja se alejaba. Tomé mis cosas y me dirigí al establo por mi caballo para alistarlo para el viaje.
—¡Pequeña! —me saludó Hange uniéndose a su caballo también— ¡¿Lista para hoy?!
—¿Lo estás tú? —asentí ante su pregunta y ella hizo lo mismo.
—¡Aunque no es justo! Tú verás más a Eren que yo, me dices qué tal come y todo lo que haga —comenzó a hablar emocionada, yo reí ante sus acciones y le prometí anotar todo lo que viera.
Todos los demás soldados se reunieron para sacar a sus caballos, pude divisar a Eren junto al escuadrón de Levi. Finalmente lo habían acomodado ahí para que el capitán estuviera cerca de él. Mientras se acercaban me fueron saludando, respondí de la misma manera y todos nos montamos sobre nuestros caballos, incline la cabeza como saludo cuando pasó Levi.
—¡Capitán! —saludaron los demás chicos quienes hicieron lo mismo que su superior.
Erwin inició la marcha y comenzamos a cabalgar, en esta ocasión no era necesario ir en formación, sin darme cuenta me coloqué junto al equipo de Levi, exactamente Petra.
—Subcapitanana Baumeister, buenos días —saludó de nuevo Petra, yo le sonreí de vuelta.
—¿Cómo te sientes?
—Estoy solo un poco nerviosa, pero creo que todo saldrá bien —respondió mirando a su equino—. Deseo volver a casa pronto, mi padre me estará esperando con un gran sermón —bromeó la pelinaranja, la miré un poco confundida.
—¿Te escapaste de casa para unirte a la Legión? —ella rio un poco y me avergoncé, ¿por qué le pedía explicaciones?— ¡Lo siento! No era mi intención indagar.
—Está bien, no es por eso —dirigió su mirada hacia Levi, quien se encontraba al frente de todos, volvió a dirigirse a mí—. Le conté a mi padre en una carta que deseaba casarme —respondió en susurró, yo casi grito de la impresión—. Conociendo a mi padre, me dirá que soy muy joven para hacerlo.
—Oh, quisiera a tu padre como mi madre, o que al menos ella pensara lo mismo —bromee—. Me parece bien que desees casarte, pero por experiencia, te digo que también es bueno mantenerte soltera, bueno, no tienes que quedarte así toda la vida, pero también es bueno que disfrutes tu juventud como soltera. No creo necesario tener que casarse para ser feliz.
—Subcapitana, ¿cuántos años tiene?
Dudé un poco en responderle, estaba a punto de hacerlo pero la voz de Levi me interrumpió:
—Ya hemos llegado —frente a nosotros estaba el gran castillo, a leguas se veía que tendríamos que limpiar a fondo si no queríamos a un Levi de malas, avanzamos en nuestros caballos—. Dejen de hablar de tonterías y pónganse a trabajar, hoy mismo empezaremos con la limpieza —se dirigió a nosotras, noté en Petra un leve sonrojo, seguramente le avergonzó la charla que tuvimos.
—No encuentro nada de malo tener una amena conversación, más si el capitán se rehúsa a charlar —hablé mientras avanzaba sobre mi caballo.
—Créeme, soy un gran hablador, pero sé cuándo mantener la boca cerrada y no hablar sobre tonterías —respondió, estaba a punto de replicar, pero la mano de Petra sobre mi hombro me pedía detenerme, solté un suspiro y me mordí la lengua para no responderle.
Petra y yo seguimos el mismo camino, así que continué la conversación:
—Si no es indiscreción, ¿por qué deseas casarte?
Me gustaba saber la opinión de los demás acerca de diferentes temas. En este, me importaba saber la opinión de una chica menor, había pasado tiempo desde que recibí una propuesta de matrimonio, tampoco es que fuera a aprobar si me volvieran a proponer algo así, pero era un tanto extraño ver cómo mis compañeras se retiraban para contraer matrimonio, hasta ahora, Hange y yo éramos las solteras más veteranas y sin ninguna relación, Nanaba, quien se había unido hace unos años, ahora salía con Mike, por lo que se salió de nuestro club de solteronas. Hasta ahora, no había pensado en lo que era tener que contraer matrimonio.
—Creo que es porque deseo estar junto a la persona que quiero, es bueno estar acompañada en esta vida —respondió después de pensarlo—. ¿Usted por qué no se ha casado? —preguntó nerviosa.
—También creo en el fuerte lazo del matrimonio, sin embargo, creo que aún no he encontrado a la persona que me haga sentir amor profundamente. Al igual que tú, me gustaría casarme por amor y no por otras circunstancias, como la edad o el temor a quedarme sola. Creo que el matrimonio es un lazo fuerte, no me gustaría compartirlo con cualquier persona.
Recordé con tristeza el caso de mi hermana Wanda, ella se había casado con un tipo que apenas conocía, jamás vi que se quejara de su relación, pero conocía a mi hermana y estaba segura de que algo andaba mal con Wickham, pero nunca pude comprobarlo.
—Ya veo. Entonces, ¿le gusta alguien?
Sonreí ante su pregunta y respondí—: No. Creo que cuando me enamore, lo sabré al instante. ¿Y tú tienes a un candidato en mente? —inquirí bromeando, ambas reímos.
—¡Hola chicas! —saludó Hange uniéndose a nosotras—. ¿De qué están hablando?
—Hablamos acerca del matrimonio —respondí—. ¿Tú qué piensas, Hange, te casarías con alguien?
Un leve sonrojo se apareció en ella, pero lo cubrió con su rosa jocosa— ¡Si pudiera, me casaba con un titán! —todas reímos, sí creíamos capaz a la castaña de hacerlo—. ¡Oh vamos, no me creerán capaz de eso! ¡También tengo mi corazoncito!
—¿Eso significa que sí hay alguien? —preguntó esta vez Petra, ella y yo miramos con atención a Hange, quien levemente se sonrojó.
—Habrá que esperar a que tenga un buen puesto, le enseñaría todo acerca de los titanes.
Ambas soltamos un chillido de emoción, comenzamos a preguntar acerca de quién era, pero ella ya no respondió y decidió irse. Ambas nos quedamos un rato de silencio, hasta que Petra decidió hablar.
—¿Usted tiene algún pretendiente?
Lo pensé por un momento, nadie me había dicho nada en todo este tiempo.
—La verdad es que no, alguna vez tuve una propuesta —el grito de emoción de la pelinaranja me hizo soltar una risa silenciosa—. Pero la rechacé, creo que él tenía razón al decirme que sería la única propuesta de matrimonio que recibiría en mi vida, pero no me arrepiento. Pero dime, ¿tú has recibido alguna propuesta, o tienes algún pretendiente? —su cara enrojeció.
—Auruo siempre está bromeando con eso pero...
Dirigió su mirada donde estaban los demás chicos, Levi, Erd, Gunther y Auruo, parecía que posó sus ojos sobre el último, quien se dio cuenta de que lo observabamos.
—¿Te gusta el soldado Brossard?
—¡N-no! N-no lo creo —respondió notablemente nerviosa y sonrojada, algo que me hizo sonreír—. Auruo es un buen chico pero solo siento respeto y admiración por él.
Medité en sus palabras por unos instantes, también pensaba lo mismo acerca de Levi.
»Subcapitana —llamó la pelinaranja sacándome de mis pensamientos—. Si no tiene ningún pretendiente ahora, me gustaría decirle que se rumorea que... —miró alrededor y se acercó a mí para susurrar lo que fuera a decir—. Dicen que usted sale con el Comandante Erwin.
Me ahogue con mi propia saliva al escuchar eso, luego comencé a reír ante tal chisme.
—Para nada, solo somos muy buenos amigos de hace años, nos tenemos mucha confianza.
Jamás podría fijarme en el hombre que se enamoró de mi hermana y ella de él, ambos teníamos el mismo sentimiento de amor fraternal y de lealtad, como cualquier otro amigo. Debía admitir que esta no era la primera vez que corrían ese tipo de rumores, sin embargo, nosotros ya estábamos acostumbrados e incluso, solíamos fingir ser pareja cuando teníamos que salir a algún lugar y tanto hombres como mujeres se acercaban a nosotros, por lo que nos ayudamos fingiendo tener una relación para sacarnos a los desconocidos de encima.
Ella rio nerviosa por mi respuesta, se rascó la mejilla nerviosamente y continuó hablando:
—¿Pero no siente nada por él, entonces?
Medite por un instante y respondí a lo que pensaba sobre el cejotas.
—Creo que es un hombre atractivo y muy inteligente, pero no es mi tipo.
—Entonces, ¿cuál es su tipo?
Estaba a punto de responder, cuando una voz detrás de Petra me interrumpió:
—Oigan, dejen de hablar tonterías y pónganse a trabajar —la tortuosa voz de Levi resonó, aunque me dio un poco de miedo su ronca voz y la mirada más seria que le he visto, no era como las normales que siempre ponía, era como si estuviera molesto de verdad.
—¡S-sí! —respondió Petra alejándose y yendo con sus demás compañeros.
—Deja de interferir en los pensamientos de mis soldados, no debes hacer que piensen sentimentalmente en sus superiores, mucho menos de Erwin.
Espera, ¿qué?
—Se ve que te gusta mucho el cotilleo y escuchar conversaciones ajenas, pero deberías aprender a escuchar bien para saber que no estaba haciendo lo que tu crees que estaba diciendo —respondí molesta, era obvio que no entendía nuestra conversación.
—Tch. Como sea —se dio la vuelta para retirarse, pero volvió a hablar antes de hacerlo—. Erwin te llama, pero no te librarás de limpiar con los demás.
Bufé molesta y me dirigí hacia donde estarían los líderes de escuadrones junto a los titanes de prueba. Hange se había conseguido traer los titanes con ella, por lo que debíamos estar al pendiente de todo lo que nos entregara como resultado de sus experimentos.
—Comandante —saludé colocandome a su lado, hablaba junto a otros soldados, entre ellos Mike y Hange—. ¿Me llamaba?
—Sí, comenzaremos viendo las pruebas de Hange —al mencionarla, la chica comenzó a llorar de felicidad, no hicimos mucho caso a ello y comenzamos a caminar hasta donde estaban los sujetos de prueba.
—¡Bean, Sawney! ¡¿Me han extrañado, bebés?! —reí cuando se ponía sentimental con ellos, siempre se exaltaba al hablar con ellos, y su emoción aumentó cuando conocimos al "titán de Ilse", pero eso es otra historia— ¡Les contaré lo que he descubierto sobre ellos!
Y así comenzó un discurso emocional sobre sus conjeturas personales y las que ya teníamos acerca de los gigantes, creo que nos llevó hasta la tarde que ella finalizara.
—¿Qué pasa si le corto un dedo de los pies? —pregunté entre susurros acercándome al titán de cuatro metros, Sawney.
—¡No! ¡Qué le piensas hacer a mi bebé! —se colocó entre el gigante y yo, con lágrimas en los ojos— Ya-ya he practicado con él, ¡no es necesario!
—Vale, no intentaré nada —alcé las manos en señal de inocencia, solté una pequeña risa y abracé a la castaña para que no se enojara conmigo, finalmente funcionó.
—Debemos ver la estrategia de la siguiente expedición, será dentro de un mes y tenemos que apresurarnos para presentarla —indicó Erwin, por lo que le seguimos el camino hasta llegar a un cuarto algo sucio, nada que no pudiera arreglar Levi.
Concurrió una hora para decidir lo que finalmente haríamos, sería salir desde el distrito Karanesse para comenzar la expedición más allá de las murallas.
Estábamos todos a punto de salir, pero la voz de Erwin me indicó a quedarme.
—¿Qué ocurre? —tomé asiento preocupada.
—¿Sabes? He pensado mucho en la situación de Eren y tengo una teoría —susurró, como si no quisiera que alguien más escuchara o hubiera personas que quisieran hacerlo—. Creo que existe la posibilidad de que haya más titanes como Eren, mejor dicho, humanos cambiantes.
Dejé de respirar por unos segundos, no me había pasado por la mente aquello.
—¿P-por qué lo dices?
—Piénsalo un poco.
Medite en lo que había pasado hace días y el ataque de hace cinco años, ahora que lo pensaba, era bastante obvio tener una suposición así si lo meditabas bastante.
—¿Crees que el titán acorazado y colosal son humanos?
Erwin asintió—. A diferencia de los demás titanes, estos estaban conscientes de lo que hacían al destruir las murallas, y al igual que Eren, aparecieron y desaparecieron repentinamente.
—Esto me da mucho miedo, Erwin —declaré, mis manos temblaban de solo pensarlo—. Pero, ¿por qué la propia humanidad querría destruirse a sí misma? Es ilógico.
—Tampoco puedo entenderlo —recargo todo su peso en el respaldo de la silla, tratando de pensar.
—Erwin... —susurre también, mi mirada estaba hacia el suelo, no quería creer lo que diría— ¿Recuerdas la teoría de tu padre?
🌸
Y hasta aquí termina este capítulo ✨ espero que les haya gustado y me gustaría darle mis agradecimientos a miss_sav4ge quien ha apoyado mucho a esta historia lo cual agradezco y que espero les continúe gustando esta historia ♡'・ᴗ・'♡.
Espero que se encuentren bien y nos vemos el viernes. ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro