Había llegado el día del juicio, Odelia había ido una última vez a visitar a Eren, pero este parecía estar desconcentrado del mundo, seguramente el tampoco sabía lo que pasaba exactamente.

Acompañó a Erwin y Levi hasta la corte de Mitras, donde se llevaría a cabo el juicio.

—¿Están seguros de esto? —preguntó preocupada Odelia mientras se colocaba detrás de Erwin y Levi, estos asintieron.

Las puertas se abrieron dejando entrar a Eren Jaeger, ni siquiera pasaron dos minutos cuando Odelia se molestó al ver la forma en que trataban al chico.

A la sala también entró el Generalísimo Zackly, quien tomó asiento y comenzó el juicio.

—Eren Jaeger, ¿verdad? —comenzó el viejo—. Tú eres un soldado que juró ofrendar su vida por el bien común. ¿Es esto correcto?

—Sí —respondió Eren.

A su alrededor, Odelia notó la presencia de los amigos del castaño, observó la preocupación mayor en la pelinegra.

—Estas son condiciones excepcionales. Este es un juicio marcial en que las leyes ordinarias no aplicarán. El derecho de veredicto se me ha encargado por completo a mí, también tu vida o tu muerte seré yo quien la revise de una vez —explicó Zackly— ¿Alguna objeción?

—No la hay —respondió Eren.

—Nos ayuda que seas comprensivo en esto. Estas condiciones son realmente excepcionales. Sentimientos encontrados se apretujan en estas paredes: Algunos te llaman el demonio que nos induce a la destrucción, otros te llaman el salvador que nos conducirá a la esperanza. Como era de esperarse, era imposible mantener oculto al público tu existencia. Sea cual sea la figura que tomes públicamente, es inevitable que surja como una amenaza diferente a la de los titanes. Lo que decidiremos en esta ocasión, es a qué grupo le confiaremos tus movimientos. Dependiendo de esa división, se decidirá que trato se te dará. ¿Será a la Policía Militar o al Cuerpo de Exploración? —Nile Dok, Comandante de la Policía Militar fue el primero en levantar la mano—. Entonces, escuchemos la propuesta de la policía militar.

Odelia dirigió su mirada de sorpresa al otro lado del salón, la mirada seria de Nile se posó sobre ella y después en sus hojas para comenzar a hablar:

—Yo, Comandante de la Policía Militar, Nile Dok, me permito sugerir lo siguiente: Nosotros, tras haber investigado a detalle a Eren, el humano, consideramos que se debe disponer de él con toda celeridad. Es el resultado de considerar la gravedad del daño real de afirmar su existencia y llegamos a ficha conclusión —pauso el pelinegro para ver a la sala notando a una Odelia atenta y molesta, continuó hablando—. En Ciudad Central, los influyentes a cargo, lo perciben como una amenaza. Incluyendo entre estos a la familia real, no se les ve que vayan a aceptar las circunstancias de hace cinco años o las actuales. Están cumpliendo con el no intervencionismo en los asuntos fuera del Muros. Sin embargo, el pueblo acogió este asalto y ve a Eren como un héroe. Principalmente, son los habitantes de la Muralla Rose y los relacionados con la Casa de Comercio los que crecen en oposición. Como resultado, nos queda este territorio donde recorre una situación que puede dar pie a una guerra civil. La contribución de su fuerza de titán esta vez repelió el ataque que es un hecho, pero, también es un hecho que esa misma existencia llama a un daño real. Él se ha vuelto una existencia política en extremo alta. Por ello al menos, tras dejarnos tanta información como se pueda, se volverá un soldado caído en batalla por nosotros.

—No hay necesidad de eso —interfirió el Pastor Nick, quien estaba al lado de Dok, todos miraron con atención a lo que dijera el hombre—. Este tipo es un mero insecto nocivo que se escabulló por la Muralla que es la misma sabiduría divina.

—Pastor Nick, le pediré que guarde silencio —calmó la situación Darius—. A continuación, escucharemos la propuesta del Cuerpo de Exploración.

Odelia apretó las manos, esperando que las palabras del rubio convencieran al juez. Miró atentamente a Erwin.

—Señor —habló Erwin—. Permita a su servidor, el 13er Comandante del Cuerpo de Exploración, Erwin Smith, expresar su opinión: Nosotros, el Cuerpo de Exploración, recibiriamos a Eren como un miembro oficial y recuperaremos la Muralla María aprovechando su fuerza de titán. Eso es todo.

—¿Eh? ¿Solo dirá eso? —cuestionó Zackly mirando atento al rubio.

—Sí —contestó Erwin—. Si pudiéramos tomar prestada su fuerza, podríamos recuperar el Muro María. Tenemos en claro qué debe tener prioridad.

—Ya veo... a propósito, la próxima exploración más allá de los muros, ¿de dónde piensa partir? Pixis, la pared de la Muralla de Trost fue completamente sellada, ¿cierto?

—¡Ah! Ya no podremos volverla a abrir y cerrar otra vez —respondió el nombrado.

—Deseamos salir desde el distrito Karanese, en el este —intervino Erwin—. La ruta hasta Shiganshina tenemos que... buscarla de alguna manera desde cero.

—¡Un momento! —interrumpió un hombre desde los estrados de los espectadores. Probablemente era un comerciante conservador; pensó Odelia—. ¿No iban a ser selladas completamente todas las puertas justo esta misma vez? ¡Lo que puede destruir en titán colosal dentro de los muros es solo la sección de la puerta! ¡Tan solo con que eso fuera robustecido, ya no seríamos atacados más y con todo y eso, ustedes...! ¿Tanto así desean la tierra? ¡Ustedes perros del comercio! ¡Ustedes hablan de puros ideales irrealizables y solo nos harán caer en la ruina! ¡Ya no les podemos seguir acompañando jugando al héroe!

Odelia iba a replicar en contra de todas las acusaciones e insultos que les estaban lanzando, pero otra voz interfirió en ella:

—Tú sí que hablas mucho, cerdo asqueroso —habló Levi—. ¿Dónde está la garantía de que los titanes nos van a esperar a que las puertas se endurezcan tras separarlas? Lo que ustedes idean de nosotros, están hablando por sus amigos que los protegen para que ustedes se engorden, ¿cierto? Las personas con problemas para comer porque falta la tierra no entran dentro de su visión de cerdos, ¿o sí?

—¡No es así! —respondió el comerciante—. ¡Solo estamos diciendo que ayudaría mucho con que las puertas fueran bloqueadas!

—¡Para ahí mismo, insolente! —exclamó el Pastor Nick—. ¡¿Estás diciendo que un simple humano va a poner mano en la Muralla Rose, bendecida por los cielos?! Ustedes, a pesar de ver la pared... ¡esa gran proeza divina que el conocimiento humano no puede igualar! ¿Aún así no son capaces de entenderlo aún?

—Prosigamos —medió el Generalísimo—. Ahora, Eren: te tengo una pregunta.

—Sí —respondió el nombrado.

—Al parecer, aspiras a integrarte al Cuerpo de Exploración. Tal como hasta ahora, ¿puedes hacer uso de tu "fuerza de titán" para contribuir a la raza humana como un soldado?

El silencio inundó el lugar, Eren contestó balbuceando— S-sí, ¡puedo hacerlo!

—¿En serio? Esto dice en el reporte de esta ocasión de la estrategia de recuperación: Justo tras su transformación, apuntó hacia Mikasa Ackerman y sacudió sus puños contra ella en tres ocasiones —una cara de asombro y preocupación se dirigió directamente hacia el dúo de amigos del castaño, quienes lo observaron estoicos, la pelinegra dirigió algunas palabras hacia Rico, quien se encontraba ahí, pero la lejanía no permitió a Odelia escuchar—. ¿Quién es Mikasa Ackerman? —llamó Zackly.

—Sí, soy yo —respondió la pelinegra

—Entonces se trata de ti —continuó Zackly—. ¿Es verdad que Eren te atacó?

—Sí... es verdad.

Algunas voces de incertidumbre llenaron la sala, el rostro del castaño demostraba confusión. ¿Acaso no era consciente dentro del titán?; pensó Odelia. La pelinegra continuó hablando:

»Pero, previo a eso, dos veces fui salvada como Eren ya como titán —Odelia se cubrió la boca sorprendida—. Una vez fue justo un instante antes de caer en las manos de un gigante: se plantó ante él y me protegió. La segunda vez, nos protegió a Armin y a mí de las balas de los cañones. Deseo que se considere estos hechos igualmente —finalizó.

Erwin y Odelia se miraron, tratando de entender la situación y lo que esto conllevaba y cómo podrían usarlo a su favor.

—¿Y qué con eso? —preguntó Nile desde el otro lado—. En tu reporte eso también estaba escrito pero debido a que da la impresión de que hay muchas opiniones tuyas cl ciertos anhelos, juzgo que es un documento que carece de valor objetivo. Además, también sé de razones para que respaldes a Eren: Al investigar sobre sus orígenes, encontramos este registro de caso de hace seis años.

—¿De qué está hablando? —susurró Erwin a la castaña, ella recordaba aquel registro, pero no pensó que lo usarían en su contra.

—De una sucia trampa —aseguró Odelia.

—Para nuestra sorpresa, estos dos, teniendo nueve años, mataron acuchillando a tres ladrones adultos. De sus motivos, hay algo que puedo entender como legítima defensa, pero fundamentalmente, siento dudas humanamente. ¿Debemos confiarle a él el destino de la humanidad, con sus recursos humanos y económicos?

—Es cierto: no hay duda de que es un titán mezclado entre nosotros con una forma de niño —se escuchaban comentarios entre los presentes—. Sin embargo, por su carácter brutal innato no pudo ocultarse. Oigan, ¿es que este es el lugar para discutir eso con calma? El que está frente a nosotros es como una barril de pólvora que no sabemos cuándo explotará. Esas esposas que le pusieron no tienen ningún caso.

—¡Y ella también! —señalaron a Mikasa—. Es incierto si es una humana o no.

—¡Cierto! Por si las dudas, deberíamos diseccionarlos o algo.

—¡NO ES ASÍ! —alzó la voz Eren con tono alterado—. No, no... se equivocan. Puede que yo sea un monstruo, pero Mikasa no tiene nada que ver. Ella es inocente. Además, haciendo eso, solo siguen hablando de puras suposiciones que les convienen. Solo separándose de la realidad no harán algo que valga la pena.

—Mocoso... —trató de hablar Nile, pero fue interrumpido por un Eren molesto.

—Casi todos ustedes... encima de que nunca han visto a un titán, ¿qué es a lo que le temen tanto? ¿Qué harán si los que son fuertes no pelean? Si dicen que tienen miedo de pelear para vivir, entonces prestenme su fuerza. Ustedes, cobardes... ¡Solo callense! ¡Y pónganlo todo en mí!

El silencio inundó la sala, Odelia observaba con detenimiento y sin saber qué decir al castaño, había dicho todo para defender a Mikasa.

—¡Atento! —indicó Nile al soldado con el arma para apuntar al chico.

—¡Levi! —gritó en un susurro Odelia instintivamente y agachando la cabeza para no ver la sangrienta escena, era el fin de Eren.

El sonido de golpes inundaron el lugar, Odelia alzó la cabeza, jadeo al ver al azabache golpeando al chico titán. La fuerza del pelinegro incluso hizo que cayera uno de los dientes del chico. Todos quedaron en silencio sin saber qué hacer, esta era la jugada de apuesta de la Legión.

Odelia observó cómo Mikasa estaba a punto de detener al azabache, pero la mano del rubio sobre ella la hizo detenerse.

—¡Mikasa, para! —exhortó Armin, aun tomándola.

—Esta es mi opinión —habló Levi, tenía al castaño debajo de su pesada bota—. Pero para disciplinar, pienso que el dolor es lo más efectivo. Lo que es más necesario para ti ahora no es "enseñarte" con palabras, sino un "escarmiento". Como estabas agachado, estabas justo como para patearte fácilmente.

Eren no podía ni siquiera hablar, el dolor solo lo hacía poder soltar quejidos.

—Espera, Levi —llamó Nile petrificado.

—¿Qué quieres?

—Es peligroso. Si te atraes su rencor y se transforma, ¿qué harás?

—¿Qué estás diciendo? —tomó Levi de la maraña de cabello a Eren—. ¿Qué no iban ustedes a diseccionarlo? —todos guardaron silencio al no saber responder—. Cuando él se transformó, al parecer mató a veinte titanes antes de que se le agotaran sus fuerzas. Si él fuese el enemigo, su parte con inteligencia podría ser un fastidio. Sin embargo, no es mi enemigo. ¿Y ustedes qué harán? Será mejor que lo piensen aquellos que lo fastidiaron. Si es que de verdad lo pueden matar o no.

—General, le tengo una propuesta —alzó la mano Erwin, la palabra le fue concedida—. Tal vez la "fuerza de titán" de Eren incluya elementos no determinados. Ese peligro siempre estará latente. Es ahí donde si Eren queda a nuestro cuidado, como contramedida, actuará conforme a lo que diga el capitán Levi. Si se trata de alguien con su nivel de habilidad, podrá reaccionar en caso de emergencia.

—Ya veo —respondió Zackly—. ¿Puedes hacerlo, Levi?

—Tratándose de matarlo, no hay duda de eso —respondió el azabache—. Pero al contrario, el problema es que no hay una solución intermedia.

Tanto Mikasa como Odelia miraron molestas pelinegro, este solo ignoró las pesadas miradas de ambas chicas.

—Al parecer la discusión concluyó. Entonces, me presto a tomar el veredicto —habló Zackly a punto de finalizar.

—Momento, por favor —interrumpió Nile observando de reojo a Odelia y después al rubio que estaba a su lado—. Erwin, una pregunta: ¿Qué planeas hacer con los problemas del interior?

—Quiero que comprendas también que nuestra actividad consta de estabilizar a la raza humana fuera de los muros. Aunque nunca menospreciamos los problemas del interior. Les propongo algo sobre eso. Para medir la pacificación de estas circunstancias, en la próxima expedición más allá de los muros, demostraremos que Eren es benéfico para la raza humana. Debería juzgarse según por los resultados posteriormente.

Odelia dirigió su atención al rubio, analizando con impresión sus palabras.

—Oh, conque yendo fuera de los muros —analizó Darius pensativo—. Si sale de inmediato de aquí, con algo de suerte podría morirse por allá.

A pesar de la tensión de la situación, Odelia no pudo evitar sonreír reteniendo una carcajada, ¿a qué re se refería "con algo de suerte"?

»Lo he decidido. Confío a Eren Jaeger al Cuerpo de Exploración. Sin embargo, dependiendo de los siguientes resultados, nos volveremos a encontrar aquí.

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—¡Oye! —llamó Mikasa acercándose a Rico y Odelia, directamente a la primera, impulsandose hacia ella y brindándole un golpe en la cara, haciéndola caerse—. ¡¿Por qué contaste a ellos sobre lo que pasó?!

Se colocó sobre ella a punto de darle otro golpe alzando su puño al aire, pero una mano la hizo detenerse, jalandola hacia atrás y recibiendo una patada en las costillas.

—Te calmas o te calmo —habló casi ordenando la castaña, dolida por tener que pegarle a la chica que alguna vez la vio como una pequeña niña, aún lo era—. No tienes por qué reaccionar así. Piensa por un momento, si hubiera mentido en el registro, la Policía Militar lo habría usado a su favor, ¿querías que disecaran a Eren?

La dejó levantarse del suelo y soltarla, la pelinegra intentó golpearla, pero la castaña fue más rápida, tomó una de sus manos y colocándola sobre su espalda, la hizo caer con la cara al suelo. Mikasa la miraba molesta, pero reconoció la cara de Odelia, era la chica que tanto admiraba Eren, decidió ceder y Odelia la soltó. Ambas se miraron por unos instantes cuando un ligero golpe en la cabeza de la castaña la hizo quejarse.

—Ven ahora mismo —llamó Erwin, detrás de él estaba Levi, observando atento a los gestos de ella. Odelia hizo caso y comenzaron a caminar, dándole una última mirada a la pelinegra.

—Debes disculparte, que no vuelva a pasar —se despidió Odelia de la chica seriamente—. Lamento el espectáculo —habló a Erwin—. ¿Qué ocurre ahora?

—Veremos a Eren —habló Levi mirándola de reojo, Odelia sonrió.

Llegaron a una habitación donde se encontraba el castaño, aun estaba sucio de la sangre que le quedó. Odelia tomó un pañuelo de su chaqueta y se inclinó frente al castaño para limpiarlo.

—Debemos esperar a Hange —indicó Erwin mientras tomaba asiento frente a los dos castaños, la mayor asintió. Al poco tiempo llegó Mike pero no dijo nada.

—¿Cómo te sientes? —preguntó la castaña rompiendo el silencio.

—Duele un poco —declaró el castaño, Odelia acarició levemente su cara y un grito de dolor se escapó de Eren.

—Lo sentimos —se acercó Erwin al muchacho, Odelia se quitó y el rubio se acomodó como ella estaba antes—. Aunque logramos transmitirles al General y a los otros influyentes tus verdaderas intenciones y tu verdadero yo.

—Sí —replicó Eren.

—Aunque se nos habían acabado las cartas por jugar del momento justo para hacerlo, así que valió la pena tu dolor —Erwin estiró la mano para estrecharla—. Te admiro. Eren, contamos contigo de ahora en adelante.

—Sí —estrecharon sus manos—. Y yo con ustedes.

—Oye, Eren —tomó asiento el azabache ganándole el lugar a la castaña, quien infló las mejillas con molestia, colocándose en el otro extremo del asiento.

—Se-señor —respondió nervioso el chico.

—¿Me guardas rencor?

—No, no. Entiendo que era una actuación necesaria.

—Entonces estamos bien.

—Pero hay un límite para todo —intervino Odelia molesta.

—¡Sí! ¡Le tumbaste un diente! —defendió también Hange el punto de Odelia corriendo hacia donde estaba el moreno entrando a la habitación—. Mira —sacó de un pañuelo el diente del castaño.

—Sigo pensando que es preferible que haber sido disecado allá.

—Pudo haber sido de otra manera —habló Odelia, cruzándose de manos.

—¿Qué habrías hecho tú? Me llamaste porque a ti no, se te ocurrió otra cosa, ¿no es así? —inquirió el azabache, ella decidió no contestar.

—Eren, déjame ver tu boca —rompió el silencio la gafuda, dubitativo, Eren se giró a ver a Odelia, ella asintió para que lo hiciera—. Le está brotando el diente...

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Espero que les haya gustado este capítulo, lamento que le pegaran a Michoza pero creo que necesitaba algo de acción por parte de ambos azabaches.
Finalmente he regresado de mi viaje y todo bien jsjsjsjs pero debo decir que el viaje me puso en modo Isayama ((o(*>ω<*)o)) así que no prometo nada en lo que sigue del arco xD

Esperando que se encuentren bien, me despido (๑•ᴗ•๑)♡