Miró hacia arriba, y tragó saliva.

-- Así que... Tú eres Valle, ¿no? --se aventuró a preguntar Metro, uno de los cárteles más bajitos que estaban presentes.

En cambio, Valle era el más alto de todos ahí en general, llegan casi a los dos metros.

-- Sí, soy yo --respondió con su típica expresión de enojo.

Como si le hiciera el feo a los 1.40 de Metro.

-- Mucho gusto --sonrió burlesco.

-- No pienso lo mismo.

-- ¡Valle! ¿Qué haces hablando con él? --Medellín llegó, con esa clásica molestia.

En sus tierras le dicen fresa, se dice Metro.

-- Él me habló, no yo a él.

-- ¡Pues deja de hablarle! --agitó las manos.

Valle bufó.

-- ¿Qué has hecho? --preguntó uno de piel completamente oscura hacia el de pelo café.

Zeta solo resopló.

-- Ps, ahí la llevamos.

-- ¡A ver! Esta no es una reunión de graduación de primaria --OL aplaudió para llamar la atención de todos.

Casi como si fuera una alerta, todos tomaron asiento.

-- Tenemos un asunto que tratar.

-- Para que nos cite a nosotros, y a todos, debe ser realmente importante --C.S. se cruzó de brazos, prestando toda la atención que podía.

-- Sí, especialmente porque ustedes son los que están involucrados con las mafias estadounidense e iniciaron todo ese complot.

No tenían tanto la culpa, o tal vez sí, pero ¿qué podían hacer? Toda la razón por la que existen es por el mal que causan.

Tal vez por eso, sus naciones no quieren aceptarlos.

C. Sinaloa se acomodó en su asiento, sintiéndose incómoda por la breve mirada de OL, que parecía casi un regaño.

-- Como sabrán, ha habido una leve guerra entre cárteles mexicanos y estadounidenses, y un poco los colombianos, pero sabemos que no están tan involucrados como los primeros --explicó, tomando asiento-- Siendo una constante de tener cuidado para que no sea secuestrada.

-- Te alargas mucho --Zeta cabezeó, cansado.

OL, algo molesto, aclaró su gargante.

-- Siendo directos, ayer por la madrugada, salimos a patrullar para ver si no detectábamos alguna actividad sospechosa, y terminamos por encontrarnos con un cártel.

-- ¡Oh! ¿Cómo era? --Medellín se inclinó un poco hacia adelante, interesada-- Nunca he visto a un cártel estadounidense, al menos no en su representación humana.

-- Es cierto, he llegado a pensar que simplemente no son tan poderosos o influyentes como para existir.

Cierto.

Contrario a las organizaciones, países o alguna otra cosa, los cárteles pueden sencillamente existir si son tan conocidos en su territorio, sin infringen terror, si tienen ramificaciones como si el país fuera un terreno de tierra y ellos un árbol tan viejo que sería imposible quitar la raíz.

Imposible deshacerse de un mal tan impregnado.

Así como también es sencillo deshacerse de su representación humana, no son tan "inmortales" como un país, estado, ciudad, organización...

Ningún cártel estadounidense nunca había entablado "contacto" o se había dejado ver, entonces aquello que OL aclamaba era una novedad.

-- No pensé que al primero que veríamos sería a ese cártel.

-- ¿Por qué? ¿Es algo de lo que deberíamos temer? --rio.

-- Sí.

-- Oh...

-- Su nombre es Murder Inc --soltó, haciendo memoria de todo lo que sabía gracias a alguna vez leer un "confiable" artículo en internet sobre ellos-- Una mafia que se supone desapareció en los años cuarenta.

-- Pues no estaba tan muerto entonces --Templarios rodó los ojos.

-- ¿Qué tan inútil era el que se encargó de matarlo? Porque ni para eso servía.

-- Supongo que no murió --dedujo la organización-- Tal vez solo se debilitó y se mantuvo oculto, pero ahora volvió más fuerte... Eso o capaz y en su tiempo no existió, y recién aparece.

-- Se escucha más chida la primera --bromeó Milenio, y Metro asintió.

-- Es la más probable, en su tiempo fue muy conocido.

-- Espera, en su tiempo fue conocido, dices.
¿Destacaba mucho por sus acciones o solo porque las mafias eran "novedad"?

-- Bueno, destacaban principalmente por la combinación nacional de países que lo formaban, ya que eran italianos y estadounidenses, cosa algo extraña porque, en el pasado, tuvieron una "pelea".

OL se detuvo por unos momentos, no quería agobiarlos con información, solo quería dejarles claro que aquello era otra guerra, y más seria de lo que pensó.

-- Pero fueron sus crímenes atroces los que los dieron más a conocer --terminó.

-- ¿Realmente eran más crudos que nosotros, o solo uno más?

Desvió la mirada.

-- Eran más crudos.

-- Mierda, ¿en qué nos metimos?

-- Exacto, así que evidentemente necesitaré más actividad de su parte.

-- Bueno, al menos no tenemos otra cosa que hacer, nuestra vida depende de lo malos que son nuesta gente, así que esto forma parte de las cosas que hacemos.

-- Habrá muchas cosas que hacer si queremos ganar esta guerra.

-- Como adentrar más a nuestra gente para que se centren en esto.

-- No puede ser que seamos latinos los que tenemos que solucionar un problema estadounidense --confesó Jalisco.

-- Cierto, pero ya sabes, se supone que yo no debería tener contacto con ustedes, ni los demás latinos, ni siquiera debería existir, pero aquí estamos.

-- Hay muchas cosas que no deberían ser lo que actualmente son.

-- Pero son mejores de lo que pudieron ser --complementó, tratando de hacer que el ambiente fuera más "positivo".

Anunció que pasaría a la cocina de aquel lugar, ya que necesitaba un pequeño descanso de aquella conversación algo corta, pero realmente tensa.

Claramente no le agradaba tener que recordarles que el mero hecho de existir implica que el país se ve dañado.

Es el primero y tal vez el único que conoce lo que implica para las mafias humanas el saber que tu nación no va a quererte porque verle solo le recuerda lo jodido que está, es consciente de la tristeza que sienten, y sabe que ellos no tienen la culpa de existir como tal.

Aunque entiende también que los países no quieran convivir con sus cárteles, al menos no abiertamente, sería como tener un recordatorio constante de lo corrupto y horrido que es su país.

-- ¡A LA MADRE!

Lanzó el agua de su vaso a quien estaba a su lado, ni siquiera vio o escuchó cuando llegó, ¿qué iba a hacer? ¿Tomarce con calma el ver que una silueta estaba a su lado mientras dibagaba en sus pensamientos?

-- ¡Templarios! Perdóname, me asustaste --se disculpó rápido, tratando de ver cómo podía arreglarlo.

Aunque no había ninguna servilleta con la que secarlo.

-- Está bien, tranquilo --sonriente, secó las gotas de su rostro con la manga de su camisa.

-- Intenta hacer ruido cuando vayas a entrar --rio.

-- Lo tendré en cuenta.

Volvió a tomar la jarra; se recargó en la barra.

-- ¿Qué se te ofrece o qué?

-- Nadap.

Se quedó pensando un momento.

-- Tienes algo que decir --puntualizó, mirándolo-- Es algo que te tiene emocionado, pero no sabes si decirlo o no.

Templarios quedó impresionado, adivinó tantas cosas con tan solo una expresión, esa organización era extraña.

-- Así es --dejó ver su sonrisa entusiasta.

Algo rara, porque nunca lo vio tan feliz o emocionado, a nadie en general presenye aquel día.

-- ¿Y qué pasa o qué?

-- México me puso un apodo --soltó.

Bien, ¿qué tenía de especial como para que el chico frente a él sonriera, en una mueca que hacia a sus mejillas recorrerse hacia arriba, y al final cerrar los ojos?

Es como si una chica de secundaria se emocionara porque el chico que le gusta la saludó y le dijo linda, era una comparación muy alejada, pero se asemejaban las reacciones.

-- Oh, que gusto por tí, pero...

-- ¡Sé que usted no entiende la relevancia de esto aún! --interrumpió-- Me puso un sobrenombre de la nada.

-- Eh...¿Y...?

-- Creo que nos hace un poco más cercanos --explicó.

-- Ah, pues, más o menos.

"¿En serio México hizo eso? ¿O solo lo insultó y Templarios lo malinterpretó? Porque es casi imposible que México cambie de opinión acerca de sus cárteles tan rápido".

-- ¿Cómo te dijo? --después de todo, tenía curiosidad por saber por qué tanto alboroto con eso.

Meneó el vaso en su mano, esperando una respuesta.

-- Ja, bueno, me dijo pelota de playa.

Escupió el agua acumulada en su paladar, aquello había sido muy fuera de lugar como para evitar reír.

-- ¿C-cómo? --secó los restantes del agua en la comisura de sus labios, expandiendo su sonrisa.

-- Pelota de playa.

-- E-es gracioso...

-- Me pregunto cuánto tiempo habrá pensado en eso.

-- No hace falta pensar mucho en eso cuando se ve tu rostro --rio.

Aunque, igual, le parecía raro que esa latina se haya dado el tiempo de llamarlo así, en lugar de simplemente dirigirse como siempre, "él".

-- Eso quiere decir que podemos ser más cercanos, me volvió a llamar así cuando me escondí en un arbusto --exclamó, feliz.

-- Supongo que podrían serlo más adelante.

-- Sí, ¿podría ayudarme?

-- ¿Eh?

-- ¡Yo también quiero que mamá me quiera!

Volteó hacia la puerta, era como si una multitud caminara hacia allí.

Eran solo Negro, E.P., Cártel de Sinaloa, Zeta, Metro y Milenio.

Al parecer, a los colombianos no les interesaba entrar.
Pero entiende, ni Medellín ni Valle querían ver a Templarios, menos cuando parecía ser el centro de atención.

-- Sigo creyendo que esto es una estupidez --aclamó Milenio.

-- También te interesa esto, no te hagas el mamón.

"Ay, ¿de verdad tengo que ayudarlos? Soy pésimo en estas vainas..."

-- ¿Cómo por qué los ayudaría? --cruzó los brazos.

-- Véelo como un intercambio --C. Sinaloa interferió, sonriendo.

-- Nosotros atendemos el asunto de los estadounidenses, y usted nos ayuda en eso --continuó Metro al entender el plan de la contraria.

Guardó silencio.

-- ¿Me están extorsionando?

Nah, este cap fue más corto y feo que los demás, disculpen por eso

Datos:

1- Como ya se explicó, los cárteles humanos existen debido al daño que hacen.
Imaginé que Templarios, con tal de hacerla feliz, se suicidaba y rogaba a su cártel que dejarán de hacer mal.
En fin; ahí me dicen si quieren un cap extra de eso a modo de historia alternativa.

2* Esto creo que no lo aclaré, pero México le regañó por estar escondido espiando -a templarios- y también por dejarle dinero, así que después se lo devolvió.

Bueno, hicieron un dibujo de Murder Inc AAAAAA

FBIagente001 es quien hizo el dibujo, te amo!

Y también MEX_201_Alex, que hizo uno de OL >u<
Te quedó precioso, muchas gracias <3

Como dije, este escrito terminó como la mierda, disculpen por eso

De todas formas

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