No eres normal para mí, y eso esta bien
Sus ojos se abrieron de golpe y se sentó rápidamente respirando frenéticamente. Miro a los lados de su entorno en estado de alerta y cuando se percato de que estaba en una habitación de madera con una sola ventana, su respiración comenzó a calmarse y dio un suspiro de alivio.
-Solo un sueño -murmuro con alivio-
Un rayo de luz se reflejo en las sabanas y su mirada se dirigió a la ventana con las cortinas que ya estaban mostrándose mas claras con la luz del amanecer.
-Es de día… No sería bueno volver a dormir en este momento -reflexionando en voz baja, se quito las sabanas y se levantó estirándose unos momentos para luego caminar hacia su cajonera para cambiarse-
Mientras ponía sus manos en la perilla del cajón, el inconscientemente levanto la vista para encontrarse con su reflejo en el espejo.
Cabello lila claro con mechas violetas, ojos purpuras con una pupila blanca y piel canela.
El llevo una mano a su oreja, al mechón de cabello que cubría en su mayor parte sus orejas.
"Un ser sin magia como tú no debería tener orejas puntiagudas"
El se quedo mirando en blanco su reflejo, pero su mente estaba recordando cosas del pasado.
Cosas muy dolorosas que desearía poder olvidar.
Excepto que lo hizo, realmente olvido quien era por semanas.
Estaría mintiendo si dijera que no disfruto no saber quien era en ese tiempo, incluso despues de recordar, el realmente disfruto no saber quién era.
No saber su nombre.
No saber su raza.
No saber quién era su padre.
No saber el desprecio que sufría por nacer sin magia.
Sus pupilas blancas y sus orejas eran un recordatorio de que era un elfo defectuoso.
¿De que sirve ser un elfo sin naces sin magia?
Su padre se lo recordó repetidamente por toda su vida, el no descanso, aprovecho cada oportunidad.
Incluso de manera indiferente lo hizo.
Amado por todo un reino, sirvientes, madre y hermana, excepto por su propio padre.
Era tan irónico, que debería ser gracioso.
El ya estaba consiente de que era inútil.
Un recuerdo reciente golpeo su mente de repente.
…
-Es tan suave -el acaricio el rodete de Haruka-
Mientras Haruka dormitaba en su regazo, despues de un muy buen trabajo para hacer que tomara una merecida siesta (enserio, Haruka no puede tomar un descanso por el bien de su vida) el no pudo evitar comenzar a acariciar su cabello, su rodete en específico, y era tan suave y sedoso, ni siquiera sabia que un cabello podría ser tan suave, tan suave que dan ganas de dormir en él.
-Vas despeinarme -su voz le hablo de repente-
Él se erizo un segundo por la sorpresa, se distrajo demasiado y Haruka se despertó, sintió unas ganas terribles de sonrojarse, pero rápidamente se controló.
-Lo siento, no pude evitarlo, tu cabello es realmente muy suave, Haruka.
-No es tan suave -ella se levanto de su regazo gimiendo un poco- No puedo creerlo, primero Pafu, luego Aroma, las chicas y Miss Shamour y ahora tu.
- ¿Despues de esa cantidad de personas aun niegas el hecho te que es suave? -el enarco una ceja hacia ella-
-No es tan suave -ella entrecerró los ojos un poco-
-Bueno, no te molesto mas -el levanto las manos en renuncia, y ella suspiro aliviada- Pero lo es.
Haruka le dio una mirada seca y el se rio un poco, en respuesta ella hizo un puchero y lo hizo reír más.
-Hmhp -ella se cruzó de brazos, pero sonrió un poco mirándolo de reojo- Si te estas riendo por acariciar mi cabello mientras estaba dormida, creo que tengo el derecho de que pueda acariciar el tuyo.
El rápidamente dejo de reír y casi se vuelve a sonrojar, pero logro controlarse, y puso su mano cerca de su boca para recordarse a sí mismo no tartamudear.
-Bueno, eso es lo justo.
Haruka lo miro sorprendida y sus mejillas estaban rosadas, oh bien, ella estaba bromeando, claramente no espero que el aceptara.
- ¿E-enserio?
Le dio una pequeña sonrisa.
-Claro, no me importa, mientras no me despeines.
Haruka bufo un poco por la línea que le robo, pero ella se sentó a su lado y levanto sus manos hacia su cabello, era una fortuna que estuvieran sentados, de lo contrario sería un poco incómodo.
Viendo su incomodidad rápidamente, el no dudo en alentarla.
Luego las manos de Haruka tocaron su cabello y comenzó a acariciarlo cuidadosamente.
El cerro los ojos apenas comenzó, se sentía bien, no le preguntes por qué, pero de alguna manera era…reconfortante que lo acariciaran así.
Su cuerpo comenzó a relajarse por las caricias de Haruka en su cabello. Era simplemente muy tranquilizador.
-Tu cabello es suave, y es más lacio y sedoso de lo que creí.
-No se puede comparar con el tuyo, es esponjoso y suave -respondió inmediatamente-
Ella soltó una ligera risita.
-Si, pero no es tan bueno en la mañana, de no ser por que lo ato antes de dormir sería un infierno desenredarlo.
El tarareo ante lo dicho al no tener nada que decir y simplemente disfruto de las caricias en su cabello.
Los delgados dedos de Haruka estaban acariciando su cabello de una manera tranquila y gentil, el estaba contemplando pedirle si podía acostarse en su regazo para estar más cómodo…
Dos manos tocaron sus orejas debajo de sus mechones.
El abrió los ojos de golpe e inmediatamente se alejo ocultando sus orejas con sus manos.
Haruka tenia sus manos extendidas con una mirada sorprendida en su rostro.
Oh no…No quería que ella las viera.
-L-Lo siento ¿Te incomode? Es que tenía curiosidad de si eran como las de Towa-san -ella bajo sus manos con una mirada arrepentida-
El miro sus gestos y sus movimientos, muy dentro de el estaba esperando una reacción de desprecio y asco, pero los ojos de Haruka solo estaban mirándolo preocupada y un poco de arrepentimiento por "incomodarlo" sin querer.
El bajo sus manos de sus orejas con lentitud.
-…No, esta bien, solo me sorprendió -el dijo lentamente con cuidado en sus palabras-
No quería revelarle cosas de más, él ya estaba dándole suficientes cargas y preocupaciones a Haruka con la guerra contra Dyspear como para darle las suya.
Ella no se merecía eso. Ella se merecía algo mejor.
- Um, ¿Es algún tipo de costumbre o algo en Hope Kingdom? Por qué tu nunca mostraste tus orejas completamente.
El suspiro internamente, por supuesto que ella notaria que ocultaba sus orejas desde la primera vez que se conocieron.
Solo su suerte, aunque eso no lo detenía de maravillarse cada vez que mostraba sus habilidades de observación y memoria.
-No, es mas propio de mi que una costumbre, realmente no es nada malo así que no te preocupes -el le dio una sonrisa suave-
Estaba rezando internamente para que ella no viera el doble sentido de lo que dijo.
Afortunadamente no lo noto, o decidio que ese no era el momento para abordarlo sobre el tema, ya que ella lo miro con curiosidad.
-Entonces…Si no te molesta, ¿Puedo verlas? Está bien si no quieres -ella hizo ademanes con sus manos para mostrarle que no le molestaba si no quería-
Y él estaba tentado de decirle que no, pero…
-Haruka no es el -se recordó a así mismo, y reprendiéndose un poco por pensar en comparar a Haruka con su padre-
Porque eso, era ridículo.
-Claro, no hay problema.
- ¿Enserio, estas seguro? -ella lo miro seriamente-
-Por supuesto -él le sonrió- Solo no tires de ellas.
-Bueno, si estas seguro -ella se acerco y estiro sus manos nuevamente-
El estaba mirando los ojos de Haruka mientras ella estaba a punto de poner sus manos, estaba nervioso y ni siquiera podía explicar si era bueno o malo.
Antes de que pudiera profundizar mas en eso, los dedos de Haruka tocaron sus orejas y él se tensó.
-Mmh se siente mas firme que las orejas de los humanos, aunque dado la forma eso tiene sentido -ella murmuro sin ninguna emoción de desprecio o asco, solo simple curiosidad-
El relajo su cuerpo cuando los dedos de Haruka acariciaron los bordes de sus orejas con cuidado y suavidad.
Estaba comportándose como un tonto, lo reconoció, Haruka nunca lo juzgaría por cómo se verían sus orejas.
Teniendo en cuenta las muchas otras razones por las que debería juzgarlo, y no la culparía si lo hiciera.
Pero ella aun no lo hizo, y sabe a ciencia cierta que ella es consiente de esas razones, pero aún no lo hace.
Esto solo hace que sienta que deba preguntarle.
Y lo hace.
-Haruka.
- ¿Sí? -ella pregunto sin dejar de analizar sus orejas, pero prestándole atención-
- ¿Tú no tienes problemas con que sea diferente a ti?
Las caricias de Haruka se detuvieron y ella le dio una mirada confundida.
- ¿Por qué debería tener problemas?
-Quiero decir, soy muy diferente a ti, en mas de un aspecto, mi color de piel es diferente, mi raza lo es, mi cultura, mi idioma, ni siquiera soy de este mundo, ¿No deberías tener problemas con una persona tan diferente a lo que es normal? -el bajo los ojos al decir eso-
Haruka tarareo y alejo sus manos de sus orejas, despues de acomodarle sus mechones en su lugar original.
- Eres diferente si, pero también eres bastante parecido a mí.
El levanto lo ojos, sorprendido por lo que acaba de decir, pero ella continuo sin dejar que hablara.
-Nadie es igual, creo que eso ya lo sabes bastante bien -ella le dio una mirada enarcando una ceja por un segundo, para luego sonreírle tranquilamente y comenzó a contar con sus dedos- Somos parecidos en, estamos luchando y trabajando para evitar que una bruja de la desesperación se apodere de nuestros mundos, protegemos a nuestra familia, tanto de nacimiento como de lazos que creamos, ambos tenemos dudas con respecto a lo que hacemos y nuestras decisiones, pero sobre todo -ella bajo los dedos y le sonrió más brillantemente que antes- Ambos estamos haciendo todo lo posible para alcanzar nuestros sueños.
El abrió los ojos sorprendido y simplemente se tomo un momento para procesar todo lo que acaba de decir, hasta que soltó una risa sin advertencia alguna.
-Esas son solo acciones, Haruka -el llevo una mano a su boca calmando la risa-
-ella también soltó una risa- ¡Por supuesto! Yo no voy a juzgar a nadie solo por como se ve o las diferencias culturales, solo por acciones, y nada de lo que dije es mentira ¿O sí?
Kanata miro a Haruka mientras ella le sonría con total tranquilidad, pero al mismo tiempo con mucha energía.
"Eres increíble, no, eres mejor que eso, eres grandiosa"
-Realmente eres asombrosa -dijo sin darse cuenta, pero no se arrepintió en absoluto-
Tampoco se arrepintió de ver como las mejillas de Haruka se volvían rosadas.
Si, ella necesitaba más mimos.
-N-No soy-
-Eres. No te atrevas a negarlo.
Ella hizo un puchero y desvió la mirada avergonzada. El no puedo tolerarlo mas y soltó la risa mas sincera que ha hecho en muchos años.
…
El sonrió ante el recuerdo, estaba bastante seguro que Haruka quería tirarle del cabello, pero termino riendo con él al final.
Tal vez no tenga magia y sea inútil. Y ciertamente es muy diferente a los humanos.
Pero si Haruka lo necesitaba el iba a hacer todo lo posible y más allá para ayudarla.
Ni siquiera su padre podría detenerlo.
Abrió el cajón para sacar su ropa.
Inconsciente de que su reflejo mostraba que estaba sonriendo más vívidamente que cuando despertó.
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