Intermedio 2
Precoro...
Sir Artur Conan Doyle dijo una vez, "cuando descartas todas las respuestas lógicas a una incógnita, solo significa que la respuesta tiene que ser ilógica".
En criminología ha sido una hipótesis usada en la mayoría de casos donde ni siquiera un pleno entendimiento de la mente criminal puede encontrar la respuesta.
Pero lo que Sir Arthur realmente trataba de decir era...
En un mundo donde todo es infinito y toda posibilidad real o lógica ya ha ocurrido, por muy absurda y descabellada que sea, la siguiente será una posibilidad ilógica.
Egipto, hace muchos años...
La noche había caído y en kilómetros a la redonda solamente había desierto exceptuando a unas rocallosas.
En el horizonte de la noche dos luces se acercaban al lugar a gran velocidad, mientras el sonido de los motores empezaba a viciar la una vez silenciosa atmosfera del desierto.
El primero en llegar al lugar fue un hombre anciano, vistiendo una camisa negra que daba a relucir un alzacuello eclesiástico, un cura.
Sangre brotaba de su frente, mientras que entre sus brazos cargaba a un bebe llorando a todo pulmón, corriendo hasta un acantilado en las rocallosas.
El segundo automóvil se acerca con velocidad, de este emerge una mujer bastante agotada usando una túnica blanca llena de sangre, corriendo desesperada, siguiendo los gritos de gran necesidad del bebé que se alejaban cada vez mas de ella.
-¡Deténgase, padre, por favor! -grita la mujer al cura quien ni siquiera voltea para responder
El sacerdote continúa su camino mientras el llanto del infante aumentaba con cada paso que daba, hasta el punto de que los gritos de la mujer se volvieron inaudibles.
Repentinamente el cura se detiene en seco al ver como el proyectil de un arma impactaba contra las rocas junto a él.
-¡Le dije que se detuviera! -espeta la mujer apuntando un arma al sacerdote, mientras él extiende su brazo hacia el acantilado, sosteniendo al bebé únicamente con sus dedos.
-No trates de resistirte mi niña, tu bebé es un elegido por dios, destinado a más de lo que tú y yo llegaremos a comprender o a ver -exclama con un tono fanático y tétrico.
-Por favor.... -ruega con lágrimas en los ojos -Al menos déjeme verlo, ni siquiera sé si es niño o niña, tan solo déjeme ver su rostro, solamente pido eso.
-He escuchado la voz de Dios mi niña.. -responde mientras un fuego blanco empieza a formarse en su retina izquierda -Dejarte verlo, sería lo mismo a ver el rostro de dios y ni tú ni yo somos dignos de estar en su presencia... aun no...
Sin más dilación el Cura deja caer el bebe al vacío, mientras la mujer dispara al hombre frente a ella, matándolo en el acto, pero incapaz de salvar a su bebé.
Cargada en llanto la inocente criatura, envuelta en unas toallas, cae en dirección a unas afiladas rocas.
El cuerpo del bebé no es capaz de evadir los filosos riscos y es golpeado en más de una ocasión por las mortales rocas hasta caer rodando al suelo, mientras las limpias toallas que lo cubrían empezaban a teñirse con sangre.
El llanto del bebe se volvió débil y ahogado en su propia sangre, con forme la vida abandonaba su cuerpo.
En el cielo nocturno nubes empezaron a tapar el brillo de la luna cubriendo las tierras en total oscuridad, Hasta que el ahogado llanto del bebe acallo despejando las nubes.
La mujer bajo con gran rapidez al pie de las rocas, pero no había rastro de la criatura; pero lo que encontró, nunca dejaría su mente.
Una estatua de una diosa tallada al pie del acantilado, sus ojos de piedra casi parecían apuntar en su dirección mientras sangre brotaba de su boca, la perturbadora imagen hiso huir a la mujer.
Después de esa noche ella regresó, pero la estatua había desaparecido, junto con todo rastro de un alma cuyo nombre ni rostro fueron conocidos, pues porque nunca se le fueron dados.
Pero quien definitivamente existió... y sigue existiendo.
Coro...
Renee descartes en sus tiempos donde la religión era ley y orden, se hizo una pregunta que nadie más se había hecho.
"Los humanos estamos hechos ha la imagen y semejanza de dios, pero la humanidad en si es malvada, en ese contexto ¿significa que la propia naturaleza de dios es malvada?"
¿Qué es lo que determina el bien y el mal?, ¿la luz y la oscuridad?, el orden y el caos.
La respuesta es que no hay respuesta, todo es una ilusión, no obstante, eso no significa que todo sea perdonado.
Isla Portsea, a unos días del presente..
El ruido de las olas llenaba de tranquilidad el ambiente, y en silencio una persona se hacía presente.
Una joven de cabello corto y erizado de un tono rubio pálido, auriculares y lentes de sol que caminaba junto a la costa.
Frente a ella, una vieja y derruida cabaña de dos pisos se deja ver, al llegar a la entrada la puerta estaba bloqueada, pero después de un fuerte empujón la derribó.
El polvo se levanta para revelar el interior, una casa con tres habitaciones una sala pequeña con un comedor, juguetes viejos en todo el suelo y una televisión antigua guiada por antena.
La joven camino por el lugar como si se tratase de su propia casa, el refrigerador no funcionaba y su interior estaba lleno de comida podrida.
Marcas de cortes y arañazos estaban dibujadas en las paredes, subió al segundo piso y vio las habitaciones, dos de ellas estaban bloqueadas, mientras que en la tercera una imagen de película de terror se hacía relucir.
Las paredes y el suelo estaban cubiertos de sangre como si una persona hubiese explotado en pedazos, y en el epicentro del lugar un mensaje tallado en la madera del suelo.
-"Por favor, déjenme morir"
Las manchas de sangre indicaban que lo que hubiese pasado ocurrió hace muchos años, la joven siguió de largo por la habitación acercándose a una puerta al fondo de esta, revelando un baño.
Había una mancha de sangre al borde del lavabo, había un urinal que estaba limpio y un retrete que parecía haber sido usado hace muchos años, por lo que se podía especular que ahí vivió una mujer.
La joven se acerco al fondo de la habitación donde había una tina, y tras tirar de la llave, un agua clara pero ligeramente amarillenta salió.
La joven empezó a desvestirse en el lugar, revelando en su espalda una serie de cicatrices contundentes bastante antiguas, ingreso dentro de la bañera y se sumergió completamente.
-Blanco, negro, rojo, sangre, miedo, dolor, desesperación, este lugar esta lleno de eso -medita la joven internamente -ira, remordimiento, cólera, una persona fue víctima de estos sentimientos, muerte, ¿murió alguien?, no aquí no murió nadie, la muerte de un animal es solo un sacrificio; los muros de esta casa están cargados de sentimientos negativos, este lugar es perfecto.
La joven emerge del agua de la tina, cuya superficie se había congelado, a su alrededor la deteriorada casa había tomado una imagen particular, el polvo y la sangre habían desaparecido y todo estaba como nuevo, pero por alguna razón un miasma helado lo cubría todo.
La joven se puso en pie y salió del baño, tras la puerta vio un grupo de siluetas humanas traslúcidas, similares a fantasmas, atados en el centro de la habitación, siendo azotados y desangrados por una fuerza invisible.
La joven los ignoro pues sabia que no había nada que pudiese hacer por ellos, tras cruzar la puerta de la habitación ella llega hasta un muelle, donde un hombre atado de pies y manos es empujado al océano.
La joven siguió adelante, viendo escenas similares una y otra vez, hasta llegar al lugar que deseaba.
Un hombre joven arrodillado en un callejón, que en un instante desaparece, reapareciendo muerto segundos después, una escena que por mucho que lo intente la joven no es capaz de entender, pero aun así sigue observando una y otra vez.
Abruptamente algo ocurre, la imagen se oscurece trasladando a la joven a otro lugar, el pie de un acantilado donde un bebé caía a su muerte, con cada golpe las cicatrices en la espalda de la joven empezaban a arder.
El bebé rueda a los pies de la joven, pero lo que llega a ella solo es una toalla vacía.
Ella levanta la mirada, y observa a la pequeña criatura en manos de un ente de luz, con un par de ojos esmeralda.
-Madre... -Espeta la joven sorprendida de su repentina aparición.
Ella se muestra humilde pero la mirada de aquel ente no reflejaba esto, era seria y fría, y al mismo tiempo hostil, la joven pensó que esa mirada era dirigida a su persona, pero en realidad era dirigída a alguien más.
A su espalda una escena similar se dio a relucir, un ente de oscuridad pura con ojos esmeralda quien cargaba un segundo niño entre sus brazos, y tras esta, un laboratorio lleno de sangre y un hombre de bata blanca con un rostro familiar.
-¿Qué significa esto...? -trato de preguntar, pero algo la paralizo.
Justo tras de ella, una sombra se hiso presente, con un brillo esmeralda en su ojo izquierdo.
Ella trato de retroceder, pero él la atrapo del cuello con suma facilidad, la joven no podía hablar ni defenderse de ninguna manera, mientras la sombra apretaba más y más hasta por fin romper su cuello.
La joven nuevamente sale de la tina, en esta ocasión de regreso en el plano terrenal, mientras retiraba sus manos de su cuello, ella estuvo a punto de estrangularse a sí misma.
Algo malo impensable estaba pasando en estos momentos, y lo que había visto era una clara advertencia de ello.
Conforme se reincorporaba y se vestía, seguía meditando lo que vio, e incluso entonces solo había una cosa que ella no podía entender: "Porque esa sombra, tenía sus mismos ojos".
Réquiem...
Nostradamus dijo:
"Los que dan dolor, reciben dolor, los que dan amor reciben amor, los que dan odio solo reciben odio de vuelta".
"Pero los que lo dan todo, inevitablemente recibirán nada; pues nada es infinito todo tiene un límite, el mar del océano, el aire de la atmosfera, el tiempo de una vida, una idea, una fe, un legado, todo tiene un tiempo de expiración, solo existe una cosa infinita en este mundo..."
Continuará...
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