VI: El Ahijado de la muerte
"No es adorable mirar al abismo, tan profundo, tan reconfortante, te hace desear que despoje tu alma de tu cuerpo y te hagas uno con él, pero mi tiempo aún no ha llegado. Llegará el día que me una al abismo."
"pero será bajo mis términos"
—Douglas T. Butcher
Ante los ojos de AJ solo había destrucción, su garganta estaba llena de sangre, tenía una costilla rota y la muñeca dislocada, eso sin contar el hecho de que la tierra a su alrededor se estaba partiendo por la mitad.
Eso solo significaba que o alguien por fin acabo con Piper o ella se aburrió y los dejo ahí para morir.
Su visión empezaba a volverse borrosa, mientras percibía a alguien acercarse, no podía ver su rostro, pero su aura le era bastante familiar, esa persona se le acercó y le habló.
—Entonces es cierto —exclamó la persona —Me temo que es poco lo que puedo hacer por ti, pero sé que eres capaz de mucho más que esto, levántate AJ, ¡Levántate!
AJ se levantó abruptamente mientras un escalofrió recorría su cuerpo.
Al recuperar su conciencia Winnyfer yacía sentada a su lado, junto a ella estaban Roxanne y una mujer que no había visto antes; era una vista reconfortante pero no había tiempo para relajarse, con cada segundo que pasaba, estaban más cerca de una muerte segura.
—¿Qué ocurrió con la agente White? —pregunta AJ.
—No tenemos idea, en un momento estaba frente a nosotros y después ella junto con Olivia simplemente desaparecieron —responde Winnyfer.
—¿Cuánto tiempo han estado desaparecidas? —pregunta AJ alarmado.
—Alrededor de unos 2 o 3 minutos —espeta Velma —Parece que incluso con la ausencia de Piper no estamos en caída libre, quizás tengamos unos 9 minutos antes de llegar a tierra, pero aun con esta velocidad esta estructura y todo lo que este debajo serán simples escombros.
El suelo empezó a estremecerse conforme el lugar se derrumbaba a su alrededor.
Un enorme fragmento de roca se había desprendido sobre AJ y los demás, pero antes de golpearlos el fragmento es destruido en cientos de pedazos que fueron lanzados al aire.
Entre los escombros emergió Dexter que tras haber enfrentado a la agente White, aún se encontraba en mal estado, pero su aura no se había debilitado ni un poco.
—¿Dónde demonios está Olivia? —pregunta el agente Dox con un tono fuerte y hostil.
—La señorita Ortega ingresó al velo llevando a la Grimm con ella —responde Velma.
—¿El velo? Esto es malo —espeta Dexter mostrando una mirada de preocupación —Velma, debes sacarlos de aquí, si esto cae a la tierra al menos ellos deben sobrevivir
Con esas palabras Dexter invoca a un mal herido Sleipnir al lugar.
—¿Qué harás tú? —pregunta Velma mientras subía a los chicos al caballo.
—Voy a ingresar a las fauces de la bestia —aclama antes de que Sleipnir los sacase de prisa del lugar.
En un instante todo el lugar quedó inerte, como si se detuviese el tiempo a su alrededor, conforme una expresión de angustia se dibujaba en el rostro de Dexter.
—Esto no fue lo que acordamos —espeta el agente
A su espalda una aparición con el rostro de Olivia empezó acercarse, con una mirada cruel y satisfecha en sus ojos verdes, pero incluso frente a su aplastante aura Dexter no titubeó, pues no era la primera vez que veía a esta criatura.
Hace 2 días...
Con el consentimiento de Olivia, Dexter se ofreció a adiestrarla en la manipulación del aura.
Él sabía que no sería una tarea fácil, pero era sumamente necesaria.
En el interior del velo observaba como, la joven lentamente le daba forma a su habilidad, mientras este contenía a la presencia de Sekhmet quien trataba de hacerse con el control , ignorante de a lo que se enfrentaba en realidad.
—No creí que llegaría a verte otra vez —exclama la entidad de ojos verdes con un rostro de regocijo.
Dexter retrocedió sorprendido << ¿Qué o quién estaba frente a él? >> en el momento en que la vio, poseía una apariencia casi humana como Olivia, pero con un par de brillantes ojos verdes además de una pronunciada capa negra cubriendo su cuerpo.
—No seas tímida, sal de ahí, nena —exclama la entidad, mirando a los pies de Dexter.
Sin quererlo Dexter había invocado a Sleipnir al lugar, pero y aunque este normalmente poseyese un actitud terca y hostil ante las personas, al ver a esta entidad ella fue capaz de tocarlo sin ningún problema, como si la tuviese completamente dominada.
—¿Quién eres tú? —pregunta la entidad mirando directamente a Dexter.
—Yo podría hacerte la misma pregunta... —responde Dexter justo antes de percibir la aplastante presión del aura de la entidad, dejándolo paralizado.
—Arrodíllate estorbo. —Al escuchar esas palabras Dexter cae al suelo incapaz de moverse —Veo que posees una cantidad considerable de Quintaesencia, lo que significa que debes ser un hechicero competente.
—¿Hechicero...? —pregunta por un segundo bajo una gran presión.
—Silencio—exclamó la entidad —Quiero que me digas, ¿quién eres tú?
El ente enterró una de sus garras en la frente del agente, mientras que del corte una basta cantidad de caracteres empezaron a emerger de la herida en forma de tatuajes rojos al cuerpo de la entidad.
Cuando lo soltó, la expresión en el rostro del ente era de rabia pura, y el deseo de asesinar lenta y dolorosamente al agente le desbordaba.
Los dedos de sus manos se convirtieron en navajas con el objetivo de rebanarlo como un pez, pero antes de hacerle algo, Sleipnir la detuvo, haciéndola recuperar el sentido.
La entidad empezó a caminar hasta el espectro equino, quien parecía estar comunicándose con ella.
—Lo conoces... —responde al espectro —Un ¿pacto de sangre... entonces confías en él.
La entidad se tranquiliza...
—Has sabido elegir a tus jinetes con sabiduría, aun con todo lo que ha hecho, seguro viste potencial en él.
La presión que aplastaba el cuerpo de Dexter se detiene mientras la entidad le extendía su mano disculpándose en el proceso.
Aquella entidad que lo veía era sumamente extraña; nunca se había sabido de algo como esto.
Existen algunos chamanes capaces de escuchar las voces de sus antepasados en el interior del velo, pero ella claramente era algo diferente, no era humana ni parece haberlo sido alguna vez.
—Tu nombre es Dexter, ¿no? —pregunta intrigada —No sé exactamente lo que pretendes, pero en este momento velas por la seguridad de esa joven, así que por el momento compartimos intereses, así que te ayudaré.
—¿Ayudarme? ¿De qué estás...? —Es interrumpido cuando el ente se acerca y le da un leve golpecito en la frente.
Aunque el golpe fue leve, generó una poderosa onda expansiva a las espaldas del agente, agrietando el suelo del velo con una energía similar a la de un misil balístico.
—¿Cómo hiciste eso? —preguntó el agente asombrado.
—Únicamente empujé un poco de tu aura al exterior, si practicas lo suficiente podrás hacer eso y más, siento claramente que posees un potencial ilimitado —responde la entidad.
—¿Quién eres tú? —pregunta el agente.
—Ustedes los humanos y su insufrible curiosidad, puedes llamarme "Noir", si lo deseas —responde con desagrado —Y sobre la chica también puedo ayudarte.
—¿Te refieres a Olivia? —pregunta el agente.
—Llámala como gustes, pero ¿estás interesado? —pregunta.
De regreso al presente...
En aquel entonces Noir se había presentado como una persona llena de respuestas, su sabiduría desbordaba, pero lo único más grande que su sabiduría era su gran y retorcido egoísmo hacia Olivia.
Daba la impresión de temer por su seguridad, o quizás esta la estaba utilizando para algo.
Esa bruja era un enigma, es imposible confiar en ella, incluso para el agente Dox quien posee "los ojos de Midas".
Una arte Chamánica muy conocida, que había presentado una rara mutación en el agente, permitiéndole ver el mapa de la fortuna de los alrededores, pero además de eso también posee la capacidad de desvelar el mayor deseo de las personas.
Con él era capaz de Reaccionar a las acciones de sus adversarios incluso antes de que estos piensen en actuar, pero con Noir todo lo que veía era un yermo negro y sin vida.
Como si independientemente si es aliado o enemigo de esa entidad, el simple hecho de estar junto a ella ere un mal augurio, si se llevó a Olivia ha de estar planeando algo.
—¿No estás desperdiciando tu aura tratando de bloquear mi paso al velo? —pregunta Dexter mirándola a sus ojos verdes —Sabes que la intensidad de mi aura es superior a la tuya, así que puedo entrar, aunque deba pasar por encima de ti.
—Pero si lo haces entonces no podrás detener la caída del laberinto —responde Noir con una sonrisa en su rostro —Que dilema, señor Dox.
—¿Qué es lo que quieres? Antes estabas dispuesta a cooperar —pregunta el agente Dox —¿Por qué hacer esto ahora?, ¿por ella?
—Agente Dox, ¿usted ha sido padre? —pregunta con soberbia —Yo soy madre, mis hijos recorren la tierra junto a los humanos, es por eso que me lastima ver como mis hijos han sido cazados, marginados y diezmados, por ustedes los humanos, marcándolos con nombres insultantes, demonios, espectros, adefesios, monstruos, Wraiths, ella es solo otra de mis hijas.
—¿Quién eres exactamente? —pregunta el agente —¿Por qué llegar tan lejos por...?
—...por alguien que no es una persona de verdad —exclama Noir interrumpiendo al agente —Entiendo las circunstancias que la rodean, pero esas circunstancias no cambian el hecho de que ella es a quien había estado esperando.
—¿Esperando? ¿Para qué?
—Para...—se detiene repentinamente —Oh, entiendo lo que hace, estás usando esos ojos en mí, me haces hablar, buscando mis deseos, Vidas se encuentran en peligro en este momento, debería preocuparle eso, en lugar de estar aquí, discutiendo conmigo.
—El tiempo sobra —responde aparentando despreocupación —Y en el tiempo que te he conocido he aprendido algunas cosas de ti; primero, aborreces a la humanidad, segundo tú proteges a Olivia, pero no porque lo quieras, tú la necesitas, pero en el fondo la aborreces también, y tercero para alguien que nunca da su nombre real presumes mucho de quien fuiste, así que te tengo una propuesta, si lo siguiente que digo resulta ser cierto, liberarás a Olivia y detendrás la caída del laberinto.
—Siento intriga —Señala —¿Y qué gano yo de todo esto?
—Si resulta que tengo razón, te diré la ubicación del cuerpo de Nora Waller —al decir eso los ojos de Dexter reaccionaron revelando el deseo de la entidad.
—Eres muy divertido humano, no será necesario, te ayudaré —responde con mucho optimismo para cambiar su rostro por uno más maquiavélico —Además, no sería divertido si me lo dices solo así, quiero disfrutar esa búsqueda tanto como pueda.
—¿Entonces...?
—Pero tengo una condición —espeta Noir al agente —Detendré la caída, pero a cambio, le dirás toda la verdad a Olivia, le dirás quién y que es en realidad. ¿Trato? —pregunta, extendiendo su mano.
El tiempo se agotaba y el agente aparentaba calma, sin más opciones aceptó el trato, tomó la mano de la entidad y una fuerte presencia inundó su cuerpo.
En su brazo se manifestó un tatuaje que reptaba bajo su piel como si fuese una serpiente; hasta llegar al corazón del agente.
—Debe saber agente Dox, no es sensato romper un acuerdo con una bruja —Espeto Noir con una mirada de regocijo.
—Puedo preguntar, ¿qué ocurrió con la capitana White? —pregunta el agente. Noir no respondió, solamente sonrió mientras miraba al horizonte. —Eso pensé.
Lentamente el tiempo empezó a moverse, Noir cerró los ojos por un momento, su cuerpo empezó a desvanecerse transformándose de nuevo en Olivia, cuando volvió a abrir sus ojos estos expedían un fuerte brillo purpúreo.
Sin decir una palabra, la Joven caminó hacia el centro de la plataforma posando una de sus manos en el suelo.
En un principio no ocurrió nada, pero después un brillo violeta empezó a emerger de las paredes y el suelo, exceptuando únicamente el área alrededor de los pies de la joven.
—Será mejor que se acerque humano, si no quiere ser reducido a átomos —exclama la joven ortega con una voz nueva, diferente a la de Noir.
Simultáneamente en la superficie...
Cerca de unos asentamientos y con mucho esfuerzo Sleipnir había sido capaz de llevar a los jóvenes hasta el suelo.
Pero al llegar la invocación se desintegró en el aire, tras todo lo que había pasado, Sleipnir estaba al límite y no pudo sostener su forma física más tiempo.
En tierra la agente y los jóvenes no pudieron evitar ver el cielo, tratando de identificar la posición de laberinto, pero en el lugar solo alcanzaron a ver una gran nube negra cayendo a la tierra a gran velocidad.
Al impactar contra la tierra, una enorme tormenta de cenizas se levantó en el lugar, en un movimiento rápido, Winnyfer tomó toda la nieve de los alrededores y formó un domo cubriendo todo el asentamiento.
La tormenta de ceniza arremetió con tal fuerza, que la gruesa capa de hielo empezó a agrietarse, durante los siguientes instantes los llenaba la incertidumbre de si el hielo sería capaz de soportarlo.
Cuando la nube de ceniza se despejó una fracción del domo había colapsado, dejando ingresar una gran cantidad de ceniza en su interior.
Para las personas en el interior del asentamiento no sería peligroso pero para ellos en el exterior sí.
Al despejarse el humo en el interior del domo, una estructura roja y metálica con la forma de un Buey se erguía, la estructura se abrió revelando ser un constructo de Roxanne, que los había resguardado en su interior.
Por los pelos la agente y los jóvenes habían superado seguros y a salvo el azote de la tormenta.
Cuando se despejaron los últimos vestigios de ceniza trataron de ver que lo había generado, pero lo único que encontraron fue un gigantesco pilar de piedra que se erguía hasta el cielo y en su cima se encontraban Olivia y Dexter.
Dexter con una mirada de alivio miraba al horizonte, pero algo andaba mal con Olivia, una fuerte energía empezó a atacar su cuerpo de la nada, haciéndola caer de rodillas.
—Oh no —dice Olivia con la Voz de la nueva entidad —Se ha descuidado... no, eso es imposible.
—¿De qué estás hablando? —pregunta Dexter.
—¡Humano! —exclama la entidad sujetando la camisa de Dexter con una mirada aterrada—No sé cuánto tiempo tengo..., Olivia no es lo que cree, no somos ni uno ni dos, somos cientos ahí dentro..., si la madre de todas las calamidades toma el control total sobre ella, en especial en este momento, será el fin de todo..., agente no debe... dejar que pase... por... favor...
—¿Hmm? ¿Dexter?
La conciencia de Olivia había regresado, estaba confundida, pero no parecía tener ningún problema, eso justo antes de darse cuenta que sujetaba la camisa de Dexter, separándose de él de inmediato
—¡De verdad lo lamento, no sé qué fue lo que pasó! —exclamó justo antes de dar descuidadamente un par de pasos en reversa y casi caer al vacío.
—Oye, ten un poco más de cuidado —Reclama el agente sujetando su camisa evitando su caída.
—¿Como terminamos tan arriba? —pregunta ya habiendo olvidado todo lo ocurrido.
—Es una historia complicada, mejor te la cuento luego, de preferencia en el suelo —responde el agente.
Mientras tanto en alguna parte de los bosques cubiertos de ceniza... Una figura cuasi humanoide caminaba entre la niebla levantada.
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