30
Jimin & Hoseok.
— Si Seokjin se entera nos va a matar, hyung —Dijo Jimin cuando estaban saliendo a escondidas de la casa a eso de las once de la noche.
— Por favor —Hoseok juntó sus manos en una plegaria —Sólo esta noche, necesito hacer algo más que huir de los tiburones y tomar sol.
— Nunca has huido de tiburones, hyung... —Refunfuñó Jimin dejándose arrastrar hasta el club nocturno a donde Hoseok deseaba ir.
Como a esa hora ya no había autobuses tuvieron que tomar un taxi que salió lo suficientemente caro como para que a Jimin le dieran ganas de ahogar a su hyung en la playa.
— Bien, ahora tú y yo nos separamos aquí —Dijo Jimin cuando por fin después de esperar diez minutos para entrar al club, el hombre de seguridad los dejó pasar gracias a sus identificaciones falsas.
— ¿¡Qué!? —Hoseok lo tomó por los hombros —¿A dónde vas?
— Yo a sentarme en la barra a tomar agua porque dudo mucho que me vendan alcohol y tú... —Jimin miró por encima del hombro de Hoseok —Ve a hacer cosas de adulto, no sé.
— ¡Ya! Hablas como si fueras un niño angelical pero la verdad es que no Jiminie —Dijo Hoseok cruzándose de brazos —Estás tan corrompido como yo.
— Al menos yo no veo pornografía en la computadora de mi hermana.
— ¡Eso fue solo una vez! —Se quejó Hoseok —¡Me rindo! Iré a bailar y a pasarla bien, ve por tu agua.
Jimin se encogió de hombros y sin mucho ánimos caminó hasta la barra esquivando a la gente que intentaba aplastarlo gracias a que era un poco más bajito que el resto.
— Yo por qué me dejo convencer... —Se quejó cuando por fin se sentó aliviado en la barra y recostó su cabeza de ella.
Gracias a Dios había elegido un club bastante tranquilo que se salía de la cotidianidad y no ponía la música a todo volumen porque si no ya se hubiera ganado un buen dolor de cabeza.
— Disculpa, ¿vas a pedir? —Dijo el bartender y Jimin se sorprendió.
— ¿Yo?
— Obviamente. ¿Qué vas a pedir?
Jimin sonrió para sí mismo gracias a que el bartender no le pidió la identificación falsa.
— Bueno, dame un vaso de agua —Lo pensó mejor al imaginarse volviendo a la casa borracho junto a Hoseok tropezándose con todo.
— ¿En serio? —El hombre parecía incrédulo.
— En serio —Le hizo señas con la mano para que dejara de molestarlo y volvió a acostarse sobre la barra. Cerró los ojos y estuvo así unos minutos hasta que sintió que alguien le pegó algo frío al brazo —¿Qué demonios? —Dijo abriendo los ojos con el ceño fruncido.
— No te han traído tu agua —Dijo una voz femenina.
Jimin posó su mirada en unas hermosas piernas que tenía delante y fue subiendo poco a poco hasta encontrarse con el rostro de una chica de cabello negro y labios rosa.
— Creo que no le has caído bien el bartender —Bromeó haciendo que Jimin se enderezara en la silla y se pasara la mano por el cabello nervioso.
No había ido al club a flirtear pero si la vida le estaba dando la oportunidad...
— Me llamo Hyorin, ¿y tú?
La chica tenía un vaso lleno de lo que parecía vodka en la mano.
— Jimin —Respondió aclarándose la garganta —Park Jimin.
— Jimin no deberías estar durmiendo aquí, ¿por qué no te diviertes? —Dijo sonriéndole lascivamente y el chico se ruborizó.
Él se creía un rompe corazones pero lo cierto es que era más tímido de lo que los demás pensaban.
— ¿Y qué propones? —Respondió él intentando sonar sensual.
La chica enarcó una ceja y se relamió los labios.
Peligro.
Si Hoseok iba a buscarlo quizás no iba a encontrarlo si la tal Hyorin lo seguía provocando de esa forma.
— Hay un baño bastante cómodo allá atrás.
Qué atrevida.
— ¿Cuántos tragos tienes encima, Hyorin? —Le preguntó él dándole un sorbo al vodka que tenía ella en la mano.
— ¿2? ¿3? —Rió —¿A quién le importa?
— Es cierto —Dijo decidido a divertirse un poco esa noche, después de todo Hoseok no era el único con derecho, ¿o sí? —Vamos a ese baño entonces —Se levantó del asiento y tomó a la chica por la mano para luego dejarse guiar por ella al susodicho lugar donde no había mucha gente y suficiente espacio para que los dos cupieran en un cubículo.
Tan pronto como cerraron la puerta del cubículo Hyorin se lanzó sobre Jimin besándolo ferozmente y aunque el chico no estaba preparado físicamente para tanto salvajismo esa noche se dejó besar por la chica hasta que esta se encargó de deshacer el cierre de su pantalón y hacerse con su miembro.
— ¿Rápido o lento?
Jimin soltó una carcajada.
— Muñeca, haz lo tuyo y ya —Dijo tomando a Hyorin por el cabello y empujándola hacia él para que se encargara de resolver ávidamente el problema que tenía entre las piernas.
***
Hoseok tampoco se había quedado atrás y se había encargado de disfrutar la noche al máximo, no sólo porque había liberado todo el estrés bailando en la pista con desconocidas sino que además una de esas hermosas chicas que había conocido se le había ofrecido sin mucho problema cuando este le susurró al oído si quería hacer algo más esa noche.
Y la cosa terminó con una masturbada en el callejón trasero, varios chupones en el cuello y un número de teléfono anotado en su camisa blanca.
— ¿Dónde estará Jiminie? —Se preguntó el chico cuando ya estaba tan cansado que sólo quería llegar a la casa y echarse a dormir hasta el día siguiente.
Recordó entonces que su amigo le había dicho que iba a estar en la barra así que se abrió paso entre la multitud y cuando por fin llegó a su destino, efectivamente encontró a Jimin allí acostado sobre la barra dormido.
— Es increíble, ¿cómo se puede ser tan aburrido y dormir en un lugar así?
Claro que, Hoseok no sabía que Jimin había tenido su dosis de diversión esa noche también.
— ¡Eh, vámonos ya! —Le dijo el mayor jalándolo por un brazo para sacarlo del club.
— ¿Qué...? —El otro de verdad estaba medio dormido y para cuando estuvo lejos del club y notó que la música ya no estaba fue que terminó de entender que ya iban camino a casa en un taxi.
— Jimin, ¿estuviste bebiendo? Hueles a alcohol.
Gracias a Hyorin terminó bebiendo 5 vasos de vodka él solo casi a la fuerza porque no pudo decirle que no a la chica. Ahora mismo se estaba arrepintiendo de ello porque tenía ganas de vomitar.
— Un poco —Dijo recostando su cabeza sobre el hombro de Hoseok.
— Así que no la pasaste tan mal, ¿no?
Jimin sonrió.
— No, diminie no la pasó tan mal —Dijo torpemente extendiendo un papel con unos garabatos escritos en él.
— Definitivamente estás borracho —Se burló Hoseok tomando el papel que Jimin había extendido al aire.
— Una chica me lo ha mamado...
El conductor miró por el retrovisor a ambos chicos con gesto de desaprobación y Hoseok se murió de la vergüenza.
— No digas esas palabrotas, tonto —Le susurró al oído pero Jimin sólo sonreía como un bobo.
— ¿Uh? Tienes la camisa rayada con un número de tedéfono, hyung.
— Ah... sí —Hoseok se removió incómodo en el asiento.
— ¡Y chupones! —Jimin abrió los ojos sorprendido.
El conductor volvió a clavar la mirada en ellos.
— Cállate, vas a hacer que nos bajen.
— ¿¡A ti también te la chuparon!? —Gritó.
— Vale, basta —El conductor detuvo el auto de repente y como Hoseok había predicho, fueron echados del auto y obligados a caminar las siete cuadras que les quedaban para llegar a casa.
— Juro que voy a matarte —Dijo Hoseok cuando tuvo que cargar de regreso a Jimin en su espalda mientras este tarareaba una melodía felizmente —Toma tu papel, anda tómalo —Le dijo cuando Jimin volvió a extender su brazo con el papel en la mano.
— ¡Hyung, quiero dormir! —Chilló Jimin casi cayéndose hacia atrás a no ser porque Hoseok lo sostuvo a tiempo.
— Este niño...
Para cuando llegaron a la casa Hoseok estaba todo sudoroso y Jimin se había quedado dormido, lo bajó con cuidado y lo sentó en la a acera para esperar que reaccionara un poco antes de entrar en la casa sin hacer ruido.
— Jimin tenemos que entrar en silencio, ¿está bien?
Jimin hipó.
— Toma, llámala por mí —Dijo extendiendo el bendito papel otra vez y Hoseok casi se lo rompe en pedacitos hasta que vio algo extraño en el número de teléfono que estaba escrito en él.
— ¡Jimin! —Lo zarandeó por los hombros —¿Esta chica del nuevo de teléfono como era?
Jimin hipó de nuevo con una sonrisa boba en los labios.
— Normal... Tenía dos jojos, nadiz...
— ¿Cómo se llamaba? ¿Tenía el pelo negro y un vestido rojo de lentejuelas?
— Qué específico, hyung... pero sí, estás hablando de Hyorin ¿no?
Hoseok se quedó pasmado con una expresión indescifrable que hizo reír a Jimin.
— ¿Qué pasa contigo?
— Mira mi camisa un momento y luego mita tu papel, dime ¿qué ves de extraño?
Jimin afinó sus pequeños ojos y comparó ambos números para darse cuenta de que eran el mismo.
— Maldita sea —Dijo Hoseok mientras Jimin se empezaba a partir de la risa sentado en la acera.
— ¿La misma chica nos enganchó a los dos? —Se burló el menor sosteniéndose el estómago —Por Dios, no puede ser que la misma novela se repita.
— Oh no, no se va a repetir —Hoseok empezó a pasarse la mano por la camisa intentando limpiar el número y luego rompió el papelito de Jimin.
— Qué loca, ¿a cuánto más se lo habrá dado?
— No sé pero ahora tengo miedo de tener sífilis.
— ¡Hyung! —Jimin se volvió a partir de la risa —Qué exagerado.
Hoseok suspiró cansado y se sentó a un lado de Jimin riéndose suavemente ante la estupidez que les había pasado hoy.
— Oye, ¿alguna vez te enamoraste de Babe? —Le preguntó Jimin a Hoseok y este lo miró con curiosidad por el repentino cambio de conversación.
— ¿A qué viene la pregunta?
— Porque me acordé de ella con esto que nos pasó hoy.
— No compares a Babe con esa chica.
— Me refiero a que ambos estuvimos con esa chica hoy, lo mismo pasó con Babe y nosotros siete.
— Uh —Hoseok clavó la mirada en algún punto de la nada —No me enamoré, sólo me gustaba y quería estar con ella un par de veces pero de haberme enamorado no. ¿Y tú?
Jimin se abrazó de sus rodillas y cerró los ojos tratando de mantener bajo control el leve mareo que sentía gracias al alcohol.
— Estuve a punto de hacerlo —Admitió.
Hoseok casi pega la mandíbula al suelo.
— Después de que nos rechazara siempre me la conseguía en el instituto e intentaba hablarle, incluso le pedí sus apuntes un par de veces y le escribía los fines de semana por el teléfono. Creo que, si me lo hubiese permitido probablemente habría estado en la misma situación de Jungkook.
— ¿Me estás diciendo esto sinceramente o sólo estás borracho?
— Lo digo sinceramente, hyung.
Hoseok silbó sorprendido.
— Menos mal no te dejaste llevar por tus sentimientos, Jiminie.
— Sí, menos mal. La verdad es que cuando noté lo que pasaba con Taehyung y ella desistí de la idea y me di cuenta que valoro más a mis amigos antes que nada. Además... no quería estar enamorado unidireccionalmente.
— Qué valiente mi amigo —Dijo Hoseok orgulloso palmeándole el hombro.
— Nunca una chica estará sobre ustedes y por eso si quieres llamar a Hyorin, hazlo.
— Jimin por Dios, tampoco estoy tan desesperado para llamar a cualquiera —Dijo entre risas —Lo de hoy fue sólo un arranque de locura mío, ¿sí? No te sientas mal.
Jimin sonrió levemente.
— Ahora levántate y entremos sin que Seokjin... —Pero las palabras de Hoseok se le quedaron atascadas en la garganta cuando sintió el seguro de la puerta destrabarse y la puerta se abrió lentamente dejando ver el rostro del mayor de todos.
— Seokjin hyung... —Dijo Jimin nervioso levantándose del suelo.
Hoseok estaba pálido.
— Así que... Entremos sin que Seokjin se entere, ¿no? —El chico estaba de brazos cruzados con una ceja enarcada.
— Mierda, ahora sí danos por muertos —Dijo Hoseok mientras Jimin se quejaba y se reía al mismo tiempo gracias a que Seokjin lo tenía colgado por una oreja y lo obligaba a entrar a la casa a darse un baño.
Y Hoseok... bueno, el se había ganado como castigo lavar la ropa de todos durante los últimos días que estuvieran en Busán por haber arrastrado al pobre Jimin a semejante aventura nocturna.
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¡ahora sí le quedan dos capítulos! estos fueron los extra que me habían pedido y quise complacerlxs, la verdad me divertí haciéndolos.
quería invitarlxs a leer eden, es la nueva historia que estoy escribiendo y que me digan si les gusta porque me estoy enfocando mucho en ella.
¡lxs extraño mucho! estas semanas han sido una tortura para mí.
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