21
Babe.
Algunas cosas dan miedo y otras terror y a Babe le aterrorizaba perder a su papá.
— ¿Señorita Bae? —Preguntó la enfermera del mostrador.
Ella asintió nerviosamente mientras Taehyung la tomaba por los hombros en un intento por mantenerla de pie.
Cuando recibió aquella llamada del hospital diciendo que su papá había tenido un infarto casi se cayó de bruces al suelo de no ser porque Taehyung la sostuvo entre sus brazos.
— ¿Está él bien? —Preguntó el castaño.
— El doctor se encargará de darle la información detallada —La enfermera miró el rostro angustiado de Babe y le regaló una expresión de consuelo —No se preocupe, el paciente está estable.
Babe no entendía mucho de medicina así que no sabía lo que significaba esa palabra en estas condiciones.
— Síganme.
Ambos fueron conducidos hasta el área de emergencia donde estaban los cubículos con los pacientes. A Babe nunca le habían gustado los hospitales ni nada que tuviera que ver con el ámbito de la medicina así que pasó de largo sin ver a los pacientes que estaban por allí y se detuvo frente a uno de los cubículos.
— Es aquí —Señaló la enfermera —Buscaré el doctor que lo atendió.
Cuando Babe dio un paso al frente se encontró con que su padre estaba acostado en la camilla con una vía en el brazo mientras charlaba con...
— ¿Baekkie?
Baekhyun se levantó de prisa de la silla y abrazó a su prima.
— Babe —Llamó su padre.
Ella se zafó de los brazos de Baekhyun y fue a parar a la camilla donde abrazó con todas sus fuerzas a su papá.
— Estoy bien no te preocupes, los doctores lograron manejar bien el infarto.
A la chica se le escaparon unas lágrimas de los ojos.
— Vine tan pronto como pude —Dijo ella —Me avisaron hace muy poco.
— Culpa mía, preferí que te llamaran cuando todo se hubiese calmado —Admitió Baekhyun y Babe lo miró con desaprobación.
— ¿Taehyung? —El padre de Babe notó la presencia del chico quien estaba en la entrada del cubículo con el rostro escondido bajo su flequillo y la mirada enterrada en el suelo.
— Hola señor Baek —Dijo tímidamente —Me alegra que esté bien.
Baekhyun se mordió la lengua por no sacarlo a patadas de allí, ¿qué demonios hacía con su querida prima?
— Y a mí me alegra verte, ya no vienes a la casa —Respondió el señor con una amable sonrisa —No sabes el humor de perro que ha tenido Babe y todos los desayuno tipo americano que le he preparado para que se le quite —Bromeó.
Las mejillas de Babe se encendieron y por ello evitó mirar a Taehyung.
— ¿Llegó la señorita Bae? —Dijo un médico asomándose al cubículo con unas hojas en la mano.
Ella se levantó de la cama y asintió.
— Bien, castañito. Tú y yo nos salimos aquí —Dijo Baekhyun dejando a su prima con su tío para hablar sobre la condición médica del señor y qué era lo que había ocurrido.
Castañito...
A Babe le pareció gracioso el apodo pero no dijo nada, se limitó a escuchar lo que el médico venía a decirle.
***
Taehyung.
— Bien... —Baekhyun se cruzó de brazos una vez fuera del área de emergencia, llevó a Taehyung hacia la salida y le regaló una mirada recelosa cuando por fin el castaño le prestó atención —Te lo voy a preguntar de la forma más amable que conozco.
Taehyung lo miraba inmutable.
— ¿Qué demonios haces con Babe? —Baekhyun aún no podía evitar sentir un rencor considerable por el castaño luego de haber hecho sufrir a Babe pero con suerte, Taehyung esperaba que algo entre ellos dos cambiara luego de que le intentara explicar un par de cosas.
— Gracias por cuidar de tu prima —Tae hizo una profunda reverencia que sostuvo unos segundos y Byun entreabrió los labios sorprendido.
— Así que ya lo sabes, ¿te pasó por el cerebro preguntarle finalmente quién era yo?
Tae negó con la cabeza.
— Me he enterado de otra forma. Igualmente... quería agradecerte por estar con ella.
Baekhyun chistó y rodó los ojos ante la disculpa del castaño que muy poco le importaba.
— Bien luego de tu gran disculpa ya puedes contestarme la pregunta, ¿qué hacías con mi prima? ¿quién te dio el permiso de volver siquiera a hablarle?
La saliva se le atascó en la garganta de la rabia que sentía el castaño, no le gustaba la forma en la que Byun le hablaba pero sabía que se lo merecía.
— Esta noche le he pedido perdón por ser un idiota con ella con el tema de Sunmi y tú. Necesitaba hacerlo.
— Creo que se te ha ido el tren ¿no? Te disculpaste muy tarde, Kim —Dijo con amargura mientras lo escudriñaba con la mirada.
Y ese tonto es el que le había robado el corazón a su prima.
— Pero al menos lo hice —Se defendió —Y quiero que tú también sepas que ya dejé el tema de Sunmi.
Baekhyun dio un aplauso.
— Bravo, ahora lárgate de su vida —Dio media vuelta para irse pero la voz gruesa y firme de Taehyung lo obligó a volverse.
— No.
— ¿Qué has dicho?
El corazón le latía desbocado de la rabia, ¿cómo se atrevía?
Byun se acercó peligrosamente a él y le tomó el cuello de la camisa para hablarle en tono amenazante muy cerca del rostro.
— ¿No te basta con lo que hiciste?
— Déjame explicarte —Pidió mirando hacia los lados —Necesito decirlo al menos una vez antes de que te vayas.
— ¿A qué te refieres? No te tengo mucha paciencia Kim así que mejor di la estupidez que vayas a decir y te largas de una buena vez.
A Baekhyun le costaba ser agresivo pero en este caso le estaba saliendo casi natural.
— Estoy enamorado de Babe.
Baekhyun soltó una risa irónica y lo miró amenazante.
— Cállate la boca.
— Estoy enamorado de tu prima y no puedo dejar de hacerlo —Baekhyun estaba perdiendo la paciencia cosa que se notaba en su colérico rostro.
— Si la amaras no la hubieses herido como hiciste.
— Y por ello me siento terrible. Me odio por eso... —Tae apretó los puños a cada lado y cerró los ojos —Y me arrepiento de haberle mentido.
¿Mentido?
— ¿De qué estás hablando, estúpido? —Baek arrugó el ceño.
— Te lo tengo que decir a ti porque eres una persona muy cercana a ella y porque antes de irte no quiero que tengas un peor concepto de mí.
— Pues ya lo tengo.
— Eso puede cambiar un poco.
— Claro... —Dijo desviando la mirada antes de que terminara por fulminar con ella al castaño que se debatía internamente con todos los pensamientos que se le cruzaban por la cabeza.
— Yo no fui el que contó lo de Babe y nosotros siete. No fui yo.
El silencio de ambos se hizo presente durante unos largos segundos en los que Baekhyun repasó en su cerebro varias veces las palabras de Taehyung.
— ¿Cómo has dicho? —Parpadeó lentamente y fijó la mirada en el rostro incómodo del muchacho.
Taehyung se mordió el labio inferior y volvió a encarar a Byun repitiéndole una vez más aquella frase.
— No fui yo. Fue uno de nosotros pero fue un accidente —Era la verdad, todo había sido un accidente —Uno de mis amigos se lo dijo a la persona equivocada mientras estaba borracho y esa persona regó todo por el instituto debido a los celos.
— A ver si entiendo... —Byun se frotó la frente —¿Todo este tiempo estuviste encubriendo a uno de tus amigos?
Tae asintió con vergüenza.
— Dios santo —Abrió los ojos como platos —No sé si eres la persona más estúpida del planeta o la más noble, Kim.
— Todo fue un accidente en el que Babe salió gravemente herida y yo... Yo no quería que ella odiara a esa persona porque lo quiere mucho, yo lo sé.
— Estás hablando de Jeon Jungkook ¿no es así?
La expresión de Taehyung le dejó claro que había adivinado.
— ¿Y él por qué no dijo nada tampoco?
— Tenía miedo.
— Jesús —Bufó —Ustedes dos son un par de idiotas cobardes.
Y en eso tenía razón.
— No me importa si lo dijiste tú o él, el hecho es que igual esa persona que tú dices dañó gravemente la reputación de mi prima y no se los voy a perdonar, ¿entiendes?
A Taehyung se le apagó la llamita de esperanza que tenía en su corazón cuando se le cruzó la idea de contarle todo a Baekhyun.
— Por favor, necesito que me des otra oportunidad. Como su primo tu opinión es muy importante.
— Y te la acabo de decir Kim, adiós.
— Espera —Le tomó un brazo y lo obligó a girarse —Por lo menos déjame decirte que estoy dispuesto a enmendar todo esto.
Baekhyun levantó una ceja y se zafó del agarre del castaño.
— Quiero volver a estar junto a ella y hacerla tan feliz que se le olvide todo este asunto —Sus ojos llenos de sinceridad convencieron por un segundo al chico pero aún así no dejó de mirarlo con esa expresión de desprecio que siempre se le dibujaba en el rostro cuando veía a Taehyung.
— No lo sé, Kim. Eso lo tendrás que hablar con Babe... Ahora, no me jodas más.
Y dentro de todo Baekhyun sabía que la única persona que podía hacer feliz a Babe era el idiota con cara de ángel que tenía enfrente pero aún así le costaría muchísimo perdonarlo y dejar que fácilmente le volviera a tocar un cabello.
Primero tendría que rogarle bastante y segundo hacerse merecedor del amor de Babe. Si no, él mismo lo castraría.
***
Babe.
Cuando llegaron a casa todas las luces estaban apagadas y la nieve había cesado. El mundo ya no estaba congelado para Babe y Taehyung como hacía unas horas. Por otro lado, el padre de la chica se encontraba mucho mejor y luego de que el doctor le diera algunas recomendaciones le dio de alta con la orden de que volviera al hospital si sentía algún síntoma extraño en su pecho.
Babe agradeció internamente al cielo de que su padre estuviera esa noche con ella y que Baekhyun hubiese llegado a tiempo a donde estaba para llevarlo a la emergencia. Por su parte, Byun no había vuelto con ellos a casa primero porque no soportaba estar bajo el mismo techo que Taehyung y segundo porque antes de irse de Seúl quería visitar a un viejo amigo.
— Voy a preparar algo para comer —Dijo Babe quitándose el suéter dejándolo en el sofá mientras su padre reposaba en este último mientras prendía la televisión.
— Taehyung hijo, ¿te quedas a cenar?
— No, no quiero molestar y hacer que Babe cocine demás señor Baek —Dijo el chico de pie.
— Vamos siéntate y quédate esta noche con nosotros, Baekhyun no estará y sospecho que a Babe se la van a comer los nervios. Por lo menos tú la distraerás un poco —Le dijo con una sonrisa mientras tomaba el control remoto.
Taehyung se mordió el labio inferior.
— Habría que preguntarle a Babe si quiere que me quede.
El señor largó la carcajada y tosió varias veces.
— Babe —Llamó su padre haciendo que la chica apareciera rápidamente en la sala con dos vasos de agua.
— ¿Te sientes mal? —Preguntó preocupada.
A Taehyung le pareció muy tierna la forma en la que su peli violeta cuidaba de su padre y apretó los labios para evitar sonreír cuando vio el ceño fruncido de la chica que la hacía lucir molesta aunque no lo estuviera.
— Taehyung quiere saber si quieres que se quede esta noche en nuestra casa.
— ¿Qué? —Ella miró incrédula al castaño y este último se sonrojó tanto que incluso sus orejas se tiñeron de ese color —¿Y dónde va a dormir?
— ¿En dónde más? Pues en tu habitación —Dijo su padre.
— ¿Estás bromeando, no?
Taehyung tenía las manos sudorosas y una gota le rodó desde la sien hasta la barbilla. Se estaba muriendo de la pena y los nervios, casi empezaba a castañear los dientes.
— No —Dijo su padre despreocupado viendo hacia el televisor.
— ¿Y dónde dormiré yo?
— En el suelo —Dijo aún sin mirarla —Una cobija te basta, primero los invitados —Le sonrió maliciosamente.
— Yo de verdad puedo irme a mi...
— Te quedas hoy Taehyung —Ordenó su padre con amabilidad —Ahora ve a la cocina y ayuda a Babe a cocinar, la labor tiene que ser de dos.
Y así fue como esa noche el tiempo prometía detenerse de nuevo con la nueva oportunidad que el destino le estaba brindando a Taehyung.
***
Luego de que prepararan la cena Babe ayudó a su padre a subir hasta su recámara y reposar en la cama. Taehyung lavaba los trastes sucios y no dejaba de pensar en una cosa que el señor Baek le había dicho en un descuido cuando Babe estaba en el baño.
— No sé qué pasó entre tu y mi hija pero lo cierto es que su separación la ha vuelto tan tosca que no soporto verla así. Si le has hecho daño no seré yo quién te castigue pues ella sabe defenderse sola, Taehyung. Lo que sí te digo es que si viniste dispuesto a reponer su corazón herido y a quererla una vez más tienes las puertas de esta casa abierta... Si no, te voy a pedir ahora mismo que te levantes y te vayas.
Pero Taehyung se quedó, no movió ni un pelo, ni un músculo, nada. Él estaba seguro de qué era lo que quería y eso era Babe.
Quería a su Babe de vuelta.
Cuando la casa se sumió en un profundo silencio y el padre de la chica ya reposaba en su habitación, sólo quedaban ella y el castaño de pie en el pasillo, cada uno al extremo del mismo mirándose a través del silencio y la poca claridad.
— Por aquí, ya conoces el camino —Le dijo ella haciéndole señas para que la siguiera hasta la habitación.
Taehyung no creyó que se iba a tomar en serio lo que su padre le había dicho pero allí estaba ella buscando una cobija para colocarla en el suelo y dormir ya que le cedió la cama al castaño.
— No vas a dormir en el suelo, Babe. Lo haré yo —Intentó quitarle la cobija de las manos pero no pudo.
— Mi papá dijo que dormías en mi cama y así será.
Él se quedó en silencio observándola hacer su cama improvisada pero luego las palabras se le atoraron en la garganta para salir segundos después torpemente a través de sus labios y dejar a Babe con el pecho agitado.
— Tu cama es bastante grande, entramos los dos...
Lo miró con una expresión de desconcierto y la cabeza le explotó cual fuego artificial de tan sólo pensar que podría volver a encerrarse en sus brazos bajo la tibia protección de las sábanas en una noche tan fría como esa.
La calidez de los recuerdos de hacía unas horas le invadió el pecho y quiso escuchar de nuevo que Taehyung le pidiera congelar el tiempo. Babe soltó las sábanas que tenía en la mano y Taehyung aprovechó de acercarse tanto hasta ella que tomó un mechón de su cabello entre sus dedos y lo colocó tras su oreja.
— Hay algo que quiero pedirte —La profunda voz del castaño se paseó por las paredes de su habitación y rebotó en sus oídos como el canto de un ángel.
— ¿Qué quieres? —Soltó un suspiro y cerró los ojos ya rendida ante la idea de que hoy no tenía las fuerzas necesarias para enfrentar a Taehyung.
Taehyung se quedó en silencio varios segundos y luego unió su frente débilmente con la de Babe para finalmente decir lo que tenía atorado en los labios.
— Continuemos lo que empezamos esta noche.
— ¿Y eso qué es? —Preguntó Babe escuchando la respiración de Taehyung muy cerca de su rostro.
— Las cientos de formas que tengo para hacer que regreses a mí, Babe .
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