16
Babe.
Babe estaba esperando a Jungkook en la entrada del cine con las manos escondidas en un gran suéter blanco que la cubría del frío de la noche, tenía el cabello suelto y poco peinado y sus labios estaban ligeramente rosados a causa de un bálsamo parecido al que usaba Jungkook.
Empezaba a sentirse impaciente cuando ya el peli negro tenía unos veinte minutos de retraso y por eso empezó a caminar de un lado hacia el otro para calentarse un poco y ocupar la mente en algo más que no fuera Taehyung.
Sí, porque aunque Babe estuviese a punto de ver una película con Jungkook, aunque tuviera exámenes la semana que viene y Baekhyun le alegrara todos los días, la chica siempre tenía en alguna parte de su cerebro un rincón reservado para su castaño.
O bueno, su antiguo castaño porque ahora eran las mejillas de Sunmi quienes recibían sus caricias.
— Noona —La conocida voz alegre de Jungkook la hizo espabilarse.
El chico había terminado ocultando su franela negra con un suéter holgado del mismo color.
— Ahora somos el Yin y el Yang —Bromeó Babe cuando notó que estaban vestidos contrastando y Jungkook empezó a reírse.
— Toma, para ti—Dijo con mucha vergüenza sacando una barra de chocolate de un bolsillo de su suéter—No sabía cuál te gustaba así que elegí el normal.
Babe se quedó mirando detenidamente el obsequio antes de cogerlo y luego le agradeció.
¿Por qué se sentía tan mal cuando no estaba haciendo nada malo? No es como si Babe quisiera enamorar a Jungkook o tener algo con él para herir a Taehyung, simplemente desea que el castaño sienta celos de que su amigo pueda hablarle con normalidad y sean cercanos pero...
¿Por qué de repente la forma en la que Kook la miraba con el chocolate en la mano la hacía sentir patética? Recapituló rápidamente en su cerebro que el menor en algún momento le había dicho que la amaba.
Aquella vez, aquella primera vez para él.
¿Seguía enamorado de ella? Si era así, no quería romperle el corazón. Tampoco era un monstruo.
— ¿Ya estás lista? —Preguntó el chico ofreciéndole su brazo para pasar al recinto. Babe asintió tímidamente y una ventisca hizo que el cabello le golpeara la cara.
La pronta cercanía de Jungkook en su rostro la hizo enmudecer.
— Este color es bonito—Dijo el chico poniéndose a la altura de ella para quitar los mechones extra.
Jungkook no pensaba en nada más que en Babe en ese momento y aunque siempre se le venía a la cabeza lo que había hecho decidió en ese momento arrancarse la culpabilidad y aprovechar este único momento que tenía con la chica.
Un momento a solas como siempre quiso donde ella pudiera verlo sólo a él.
— ¿Sí?—Babe se apartó nerviosa y se acomodó los mechones violeta tras las orejas—Fue un impulso, supongo que lo cambiaré luego.
Jungkook le sonrió.
— Bueno, como sea te verías bonita.
Babe sabía que todo estaba empezando a tornarse rojo... rojo de peligro. Jungkook sí seguía enamorado de ella.
— Jungkook.
El chico tenía la mirada clavada en el menú del cine. Quería comprar el cesto de palomitas más grande de todos.
— ¿Te gustan con mantequilla?
Babe sintió ganas de llorar de repente y en su rostro se dibujó una mueca de tristeza que le partió el corazón a Jungkook cuando la miró.
La chica no sonreía con él pero recordaba muy bien que siempre que estaba al lado de Taehyung no paraba de curvar sus lindos y rosados labios en miles de sonrisas. Entonces Jungkook recordó lo que hacía un rato su amigo le había dicho.
Y ojalá que cuando te sonría, piense en mí...
Pero Jungkook no quería que Taehyung fuera el único que la hiciera sonreír...
— Demonios—Soltó el chico enredándola en un abrazo brusco pero desesperado como si quisiera hacerle saber que él la quería tanto que dolía.
Le dolía haber herido a su mejor amigo por el amor de una chica que definitivamente no le correspondía.
— ¿Jungkook?
— ¿Por qué no sonríes, noona? ¿Por qué dejaste que se robara así tu sonrisa? —Dijo casi en un susurro lastimero.
Babe sabía a quien se refería y si no fuera porque su teléfono empezó a vibrar gracias a una llamada de Byun, la chica se hubiese puesto a llorar en los brazos de Jungkook mientras pensaba en Tae.
En su Tae, en su rana fea. En el mismo que le había dicho que ya no era su flor y que ahora estaba hiriéndola a propósito por Sunmi al tener celos de su propio...
— "Babe~" —Dijo Baekkie en el alta voz del teléfono ya que el auricular de la chica se le había dañado.
Jungkook retrocedió un poco para darle privacidad y sintió malestar en el estómago al recordar que además de Taehyung, Baekhyun tenía un espacio en el corazón de la chica.
Un espacio que para Jungkook y Taehyung tenía un título totalmente errado.
— "¿Qué pasa, Baekkie?" —Preguntó ella algo incómoda por lo que había pasado hace segundos con Jungkook.
— "¿Qué pasa con esa voz?" —Preguntó el chico algo confundido al notar el desanimo en Babe —"En fin, luego me cuentas... Llamo porque quería decirte que te encontré el álbum ese que tanto querías en vinilo."
— "¿El de Face Yourself?" —Los ojos de Babe se inundaron de un brillo que hacía tiempo no se asomaba en su mirada.
— "Sí~ ¿a que tienes el mejor primo del universo?"
— ¿Primo?
Babe levantó la mirada y sus ojos se fueron posando lentamente en el rostro sorprendido de Jeon Jungkook cuyos ojos parecían que podían salirse de sus órbitas de la sorpresa.
— "Te llamo luego, Baekkie."
— ¿Acaba de decir que...
— Jungkook, es de mala educación escuchar conversaciones ajenas —El menor hizo caso omiso al comentario.
— Noona, Baekhyun es...
— Mi primo—Dijo terminando la frase—Nunca intenté ocultarlo, Jungkook.
El chico seguía en un estado de shock casi rayando en lo gracioso por la expresión de su cara pero por dentro Jungkook estaba devastado.
¿Debería estar feliz, no? Si Byun y Babe no eran nada él podría tener una oportunidad pero al contrario de eso, Jungkook estaba devastado porque sabía que Taehyung estaba cometiendo un grandísimo error con Sunmi por culpa de los celos que le tenía a Baekhyun.
Y sólo eran primos. Primos.
— Dios... —Él se llevó las manos a la cabeza—Esto está muy mal.
Babe asintió lentamente.
— Si te refieres a lo que está haciendo Taehyung para herirme, sí.
Jungkook la miró aún en shock.
— Tienes que decirle, tienes que...—Ya no le importaba su cita con Babe, ahora sólo tenía la necesidad de que ella corriera a contarle a Taehyung que Byun no era su novio ni nada parecido.
Quizás así las cosas no andarían tan mal entre ellos y aunque a Jungkook se le viniera el mundo a los pies al pensar que podrían volver, prefería eso a que Taehyung se estuviera derrumbando por dentro por todas esas ideas inexistentes.
— No y no le vayas a decir—Dijo Babe con seriedad.
— ¿Por qué? No entiendo—Dijo confundido.
— Porque Taehyung nunca me preguntó sobre Baekhyun. Él sólo asumió cosas que no eran y ahora me hace pagar las consecuencias de su gran y creativa mente.
— Pero noona...
— Jungkook, no te atrevas.
Él la miró con los ojos llorosos y se acercó hasta Babe sólo para dejarla helada cuando le plantó un tibio beso en la frente mientras apretaba los ojos con fuerza.
— Lo siento tanto. Lo siento, noona.
Ahí estaba otra vez disculpándose por el error que aún no se atrevía a confesar.
— Pero me rindo. No puedo seguir... —Actuando como un idiota egoísta—Haciendo esto.
Babe no entendió.
¿Haciendo qué?
— ¿Jungkook? —Llamó la chica cuando lo vio irse —¿A dónde...
Pero el peli negro empezó a trotar lejos de ella sin mirar atrás.
No podía seguir fingiendo que nada pasaba y que las cosas podrían durar así para siempre. Taehyung y Babe se amaban y por culpa de él y Sanha se habían separado injustamente, ahora simplemente jugaban a los tontos por una guerra que desde el principio no debió existir.
Él tenía que hacer algo, tenía que llorar toda la noche en su cama pensando cuando sería el momento oportuno de decirle a Babe la verdad y acabar con todo esto.
Que volvieran, que lo destrozaran sí... pero necesitaba que aquellos dos volvieran.
Babe apretó los labios y frunció el ceño cuando vio al chico desaparecer en la multitud y pensó si sería idóneo entrar a ver esa película ella sola pero luego de analizar bien la situación le dio flojera volver a casa luego sola.
Podría llamar a Baekkie pero seguramente este estaba en pijama por la casa buscando alguna golosina para comer.
Un copo de nieve le golpeó la mejilla y la gota que formó se le derramó por la mejilla como si fuera una lágrima helada que le resbaló hasta el mentón. Se quedó de pie con la mirada clavada hacia el otro lado de la calle cuando salió del centro comercial y su cuerpo sintió la oleada de frío que la nieve había traído consigo.
Y con la nieve un paraguas rojo. Y con la nieve unos audífonos. Y con la nieve su ceño fruncido. Y con la nieve sus labios, su cabello castaño, sus ojos inocentes y la tragedia de su historia. Con la nieve vino Taehyung que ahora la miraba desde el otro lado de la calle.
Ambos se quedaron de pie mirándose sin hacer absolutamente nada y aunque Babe llegó a pensar que se estaba volviendo loca definitivamente Taehyung no era un espejismo cosa que verificó cuando el semáforo se puso en verde y el castaño cruzó la calle hasta donde estaba ella.
El castaño se posó frente a ella cubriéndola con su paraguas del resto de los copos que amenazaban con adornarle la ropa y mojarle hasta los huesos.
Babe estaba inmóvil, literalmente parecía que se hubiese congelado en el tiempo.
Lo cierto es que estaba congelada por la mirada triste e indescifrable de Taehyung.
¿En qué pensaba?
Taehyung levantó su mano lentamente la cual temblaba un poco como si tuviera miedo de acercarse mucho a la piel de Babe. Acarició la mejilla de la chica cuyo cerebro había dejado de funcionar cuando los dedos del castaño se posaron en ella y luego le tomó un mechón de su cabello violeta y lo jaló levemente hacia él.
Taehyung quería tantas y pocas cosas a la vez en ese momento pero ninguna de ellas era posible, si quiera una.
Se quitó un audífono del oído y se lo pasó con suavidad por la oreja a la chica sólo para dejarla escuchar un pequeño fragmento de la canción que quería dedicarle desde que se habían separado.
No lo olvides... no lo olvides.
Por favor, no me olvides.
No nos olvides, no olvides todo de mí.
— Sólo quería ver con mis propios ojos —Dijo con su gruesa y profunda voz —Como te pierdo una vez más.
Y para hacer llorar a Babe no hacía falta mucho, los ingredientes eran escasos y la receta sumamente rápida.
Sólo tenías que agregarle un Kim Taehyung en medio de la noche con un paraguas rojo y una canción donde le pedía que no lo olvidara.
Taehyung se giró sobre sus talones y se regresó en la dirección por donde había venido mientras que Babe volvía a estar a merced de los copos de nieve sólo que ahora lo que mojaba sus mejillas no eran ellos derritiéndose sino sus propias tibias y saladas lágrimas.
Sacó su móvil como pudo mientras intentaba calmarse y marcó el número de la única persona que durante el último mes había sido su consuelo además de Baekhyun. Sólo que esta persona tenía una particularidad.
Era un consuelo secreto.
— "Namjoon. ¿Podemos..."
— "En el mismo parque de siempre en media hora."
Babe sollozó levemente por el auricular.
— "Te llevo un jugo de manzana y tú mi cerveza de siempre."
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creo que les gustará este capítulo, quería decirles que en uno o dos capítulos más lxs voy a recompensar aunque todo lo que se me sigue ocurriendo es drama :( pero estoy como... stobit mi misma.
la canción que nombré es don't forget de ikon, es bellísima así que lloren conmigo mientras escribo esto. por último quería decirles que si tienen dudas o preguntas de la historia déjenmelas en los comentarios de este capítulo y así las aclararé y responderé todas.
lo de namjoon será explicado en los capítulos especiales. ¿qué planeta creen que le va?
lxs quiero muchísimo, trataré de actualizar más seguido pero es que mi pc está algo mala y se vuelve loca.
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