05
4 meses atrás.
Babe.
— "Entonces ¿vuelves en cuánto tiempo?" —Babe había estado un poco deprimida gracias a que tenía una semana y media sin ver a Taehyung.
— "Déjame ver... eh" —Taehyung pegó unos cuántos gritos lejos del auricular del teléfono y una voz conocida para Babe le respondió el griterío — "En unos cuatro días según Jimin"
— "Está bien, te estaré esperando en casa cuando vuelvas"
Habían acabado un lapso de estudio y por ello les habían otorgado casi quince días de vacaciones para que pudieran descansar, sin embargo, Babe no los pudo disfrutar junto a Tae debido a que la familia de Yoongi había invitado a todos los chicos a pasar esos días por Daegu y celebrar la boda de un pariente de Yoongi.
Claro que Babe no estaba invitada pues aquella familia no la conocía, además de que tenía que ayudar a su papá con la casa y ponerse al día con sus cosas personales como por ejemplo sus clases de Taekwondo con las cuáles había sido muy irregular últimamente gracias a que los exámenes de la secundaria le quitaban mucho tiempo.
— "Lamento que no hayas podido venir, te hubieses divertido muchísimo"
— "No importa, ya habrá otras oportunidades para pasar las vacaciones juntos" —Dijo Babe intentando hacer sentir bien a Tae. Este suspiró a través de la línea y la castaña supo que estaba triste.
— "¿Mañana ya retoman las clases?"
— "Sí, el tiempo pasó volando"
— "Bueno en cuatro días estoy contigo" —Dijo jugando con un mechón de su flequillo.
— "Está bien. Te quiero muchísimo Tae" —Dijo antes de colgar.
Por supuesto que Babe también estaba triste, era algo inevitable cuando adoraba pasar el tiempo con su castaño de cejas gruesas y amplia sonrisa pero no iba a arruinarle el viaje a Tae cuando sabía que él ya se sentía por culpable por no llevársela.
— Hija, ¿estás ocupada? —Preguntó su padre tocando la puerta de su habitación.
— No, ¿qué sucede papá?
— ¿Me acompañas a hacer el mercado? —Dijo levantando una hoja con una lista de cosas anotadas en ella.
— ¡Claro! Deja me coloco el suéter y vamos.
***
— ¡Listo! —Dijo su padre cuando estaban saliendo —Gracias por acompañarme, pequeña.
— De nada papá, sabes que sin mí no puedes diferenciar bien los vegetales verdes —Bromeó ella.
— Tienes razón, ¿le has enseñado a Taehyung a hacerlo?
— No hizo falta, él sabe mucho de vegetales —Sonrió dulcemente recordando las veces que Taehyung le explica sobre la vida en el campo.
— Ya veo... Y ¿cómo le está yendo en Daegu con sus amigos?
— Muy bien, hasta parece que aumentó unos kilos más —Dijo emocionada. Su padre la miraba con ternura pues sabía que desde que Babe conoció a Taehyung la chica era más feliz.
— Me alegra —Le acarició el cabello —Cuando regrese invítalo a casa.
— Claro papá, muchas gracias por quererlo tanto.
— No hay de qué pequeña, mientras no te haga daño seguirá siendo mi yerno ideal —Le dijo mientras caminaban de regreso a casa y pasaban cerca de Hongdae —Oh, ¿no es esa una de tus amigas Babe? La de cabello negro —Dijo el señor señalando hacia unos chicos.
— ¿Quién? —Babe giró el rostro e indiscutiblemente era su compañera Sunmi en compañía de Hansol y otros del colegio de diferentes años.
— ¿Quieres pasar a saludar mientras compro unos dulces para llevar?
— Sí, déjame... —Babe levantó la mano para saludar mientras su padre se metía a una pastelería pero le pareció ver que Sunmi y Hansol se giraban para evitar el contacto visual con ella —¡Sunmi! —Llamó para asegurarse de que la escuchara pero la distancia era un poco grande y el ruido de la gente interfería.
Ambos chicos se levantaron de donde estaban y empezaron a caminar en dirección contraria en la que se encontraba Babe. Pensó en seguirlos para saludarlos pero cargaba las bolsas del mercado y le dio flojera caminar más con ellas.
— ¿Fuiste a saludar? —Su padre ya estaba de regreso con una caja blanca decorada con rosa en las manos.
— No me vieron desde aquí —Dijo ella convenciéndose de que eso era lo que había ocurrido —De todas formas mañana los veré en el instituto.
— Está bien, ¿nos vamos? —Babe asintió y empezó a caminar de nuevo al lado de su padre mientras miraba sobre su hombro por última vez a ver si Sunmi y Hansol se le cruzaban por el camino.
***
A Babe le gustaba su instituto así como estudiar las materias que más le llamaban la atención, si embargo, le parecía que todo era muy monótono, muy restrictivo y aburrido de vez en cuando. Pensaba en que la universidad seguramente sería más divertida y podría vestirse como ella quisiera.
Por eso hoy cuando la regañaron por llevar las uñas pintadas de negro con morado se molestó muchísimo y deseó con todas sus fuerzas ya estar en la universidad para no tener que aguantar más ese tipo de tonterías.
— ¿De verdad? ¿Por unas estúpidas uñas? —Dijo tirando el papel con la amonestación sobre su escritorio —Por Dios...
Cuando entró al salón el ruido que había cesó de inmediato y vio que sus compañeros la miraron curiosos.
— Una estúpida amonestación por esto —Dijo levantando su mano derecha para mostrar sus uñas.
Sabía que todos estaban al tanto de su regaño pues la sub-directora la había interceptado en el pasillo para reprenderla delante de todo el mundo.
Nadie hizo comentario alguno, ni siquiera Sunmi quien siempre se quejaba de las tontas reglas del instituto. Todos retomaron lo que estaban haciendo antes de que Babe entrara al salón y esta última se dispuso a sacar su desayuno del morral. Abrió el jugo y las bolas de arroz estilo japonesas que le había preparado su padre y se acercó hasta donde estaban los chicos para comer con ellos.
— ¿De verdad te fuiste a la playa todos estos días? —Escuchó preguntar a Jeonghan.
— ¿Crees que este color tostado se hizo solo? —Respondió Mingyu señalándose la cara.
— Pareces un calamar tostado —Intervino Babe sentándose sobre el escritorio de Hansol y los chicos se giraron a mirarla.
— Hola Babe —Dijo Jeonghan para luego dirigir su mirada hasta Sunmi.
— Hola chicos, ayer me pareció verlos en Hongdae —Dijo mirando a Sunmi, ésta última no le dirigía la mirada a Babe porque estaba concentrada en su móvil.
— Ah ¿sí? Estábamos dando una vuelta —Dijo Hansol —¿Verdad, Sun... —Se vio interrumpido cuando de pronto la nombrada cerró de golpe la tapa de su móvil y miró a Babe furiosa.
— Les dije que comiéramos hoy en el comedor, vamos —Dijo la chica tirando de Hansol y Jeonghan —Tengo hambre —Ambos chicos se dejaron arrastrar por Sunmi mientras dejaban a Babe muy confundida en su asiento con una bola de arroz a medio comer.
— ¿Qué le pasa? —Preguntó la castaña a Mingyu pero este tan pronto como se quedó a solas con Babe se levantó de su asiento.
— Quién sabe —Se encogió de hombros y la chica se quedó sola durante el resto del desayuno.
***
Babe nunca ha sido una chica paranoica ni exagerada pero la castaña podría jurar el todo el día había estado siendo evitada e ignorada por su grupo de amigos. Ya no era solamente Sanha quien no le hablaba ahora Sunmi también la estaba evitando y a ello se le sumaba Hansol y Jeonghan.
Ayer había pensado que no la habían visto en Hongdae y que lo de esta mañana había sido un poco raro cuando la dejaron sola en el desayuno pero sus sospechas terminaron por confirmarse cuando en la clase de gimnasia ninguno de ellos quiso hacer pareja con Babe para hacer los ejercicios.
— ¿Qué está pasando, Sunmi? —Encaró a la chica cuando terminaron la clase y se estaban cambiando en los vestidores.
— ¿A qué te refieres? —Dijo la otra sin darle mucha importancia.
— Ustedes me están evitando tal y como hizo Sanha hace unos meses.
— ¿Ah sí? —Dijo arreglándose el cabello —Si lo has notado es por algo.
Babe se quedó boquiabierta ante la respuesta de la chica, nunca creyó que de hecho le admitiera que la estaba ignorando.
— Entonces... ¿por qué lo hacen? —Dijo tocando su hombro para llamar la atención de Sunmi pero esta se removió bruscamente.
— Babe no quiero hablar contigo, lo siento —Dijo terminando de alistarse para irse casi corriendo de los vestidores dejando a Babe con una presión incómoda en el pecho y mil preguntas en su cabeza.
¿Ahora qué?
Cuando terminó de arreglarse para volver al salón de clases y recoger sus cosas todavía estaba pensando en lo que había pasado con Sunmi y no encontraba una razón por la cual su amiga y el resto estuvieran actuando de esa forma con ella.
Primero Sanha y ahora los demás, ¿qué clase de maldición tenía encima para que se estuviera quedando sin amigos? Babe lo pensó mil veces más y llegó a la conclusión de que desde que estaba saliendo con Taehyung y se juntaba con los bangtan boys las cosas habían cambiado.
¿Serían celos de que ella estuviera con ellos? Después de todo los siete chicos eran bastante codiciados y populares.
— Hola Sanha —Dijo cuando vio a la chica en el pasillo cuando se dirigía al salón por sus cosas. La nombrada le regaló una pequeña sonrisa y asintió.
— Hola Babe, ¿cómo estás? —A pesar de que ya no se hablaban como antes y mucho menos eran las amigas que solían hacer desde hacía unos dos o tres meses, Sanha no la había estado evitando con tanto ahínco las últimas semanas y por lo menos le respondía los saludos.
— Pues... —Estaba a punto de decirle que no muy bien cuando su teléfono empezó a vibrar y Taehyung le habló desde el otro lado de la línea —"Oh, Tae" —Dijo sorprendida.
Sanha se mordió el labio inferior y suspiró con frustración para alejarse de la castaña, ésta última no lo notó porque nada más ver el nombre de Taehyung alumbrando la pantalla de su celular se le olvidó todo lo que la rodeaba.
— "¿Cómo has estado hoy? Justo estaba camino a recoger mis cosas para ir a casa" —Dijo abriendo la puerta del salón y acercándose hasta su sitio. Su bolso estaba caído en el suelo y Babe se agachó a recogerlo para meter sus libros y cuaderno en él.
— "¿Regresarás sola? ¿Por qué no le dices a Jeonghan que te acompañe a casa? Viven cerca" —Dijo el castaño.
— "Ah, sí... Le diré" —Mintió mientras terminaba de meter los libros y la cartuchera, ya sólo le faltaba el cuaderno que tenía la flor que le había dado Tae plastificada en el frente —"No te preocupes".
— "Eso me tranquiliza" —Suspiró aliviado —"Oye Babe, ¡adivina qué hice hoy... —Pero la castaña había dejado de escuchar lo que Tae tenía que contarle cuando abrió su cuaderno antes de guardarlo y vio con horror lo rayado que estaba.
En casi todas las páginas, en diferentes tipos de letras y distintos colores de lapicera se leían frases horribles, todas acompañadas de la misma palabra.
"Puta"
"Eres una perra asquerosa"
"Muérete maldita perra"
"¿Por qué no te mueres? ¡Das asco!"
"Púdrete"
"¡Zorra!"
— "Babe, bebé. ¿Me estás escuchando...?"
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