04
Babe.
Taehyung estaba preocupado por Jungkook al igual que todos los demás. El menor se había quedado dormido abrazado a la almohada y fue entonces cuando Tae constató que estaba realmente en el mundo de los sueños que le apagó la luz de la habitación y lo dejó tranquilo.
— ¿Crees que estará bien? —Le preguntó Tae a Babe tomando su mano para llevarla hasta otra de las habitaciones de la casa de Jimin.
La chica conocía a Taehyung y sabía que algo le pasaba, tenía el ceño arrugado y se mordía el labio inferior. Esas eran las dos cosas que Tae hacía cuando tenía algo rumiando su cabeza.
— Lo estará, es sólo su primera borrachera —Le dijo para intentar calmarlo —Sólo tenemos que darle mucha agua cuando despierte y decirle a Yoongi que lo regañe por esto.
— Es verdad pero... —Tae recordó las palabras de Jungkook hacía un rato cuando le confesó bajo el efecto del alcohol que aún estaba enamorado de Babe —Ven aquí —Le dijo a la castaña para tomar entre sus brazos y apretarla contra su pecho.
Tae sintió ganas de llorar y Babe pensó que lo de Jungkook le estaba afectando más de lo que debería.
— Tae, ¿estás seguro que sólo estás así porque Jungkook bebió o te pasa algo más?
Él sonrió y negó con la cabeza, no quería preocuparla diciéndole que su amigo estaba enamorada de ella y que por eso había bebido hasta quedar inconsciente. Tenía tanto miedo de que Babe se sintiera culpable y se alejara para que la amistad de ambos no se viera afectada.
Tampoco quiso decirle que Jungkook bebió con Sanha y que esta no hizo nada para detenerlo, no quería crear más drama entre ellas.
— Es sólo eso, discúlpame. Es que Kookie es tan pequeño aún...
— Tae, ya está grande —Le acarició la mejilla y Taehyung se dejó llevar por el tacto de la chica hacia otro mundo, uno más suave y calmado donde Jungkook no sufría por culpa de ambos —Cuando tenga resaca verás que más nunca intenta beber.
— ¿Y cómo sabes tú qué es la resaca, señorita? —Fingió estar molesto con los brazos cruzados mirando fijamente a Babe.
— Porque me han dicho que es realmente mala.
— ¿No me mientes? —Levantó una de sus gruesas cejas y Babe rió.
— No te miento.
— Está bien, te creo —Sonrió ampliamente y se volvió a abrazar a Babe —Si llegas a emborracharte algún día quiero que sea a mi lado. Así podré darte toda el agua que necesites y tomar tu cabello mientras vomitas.
— ¡Ew, Tae! —Babe lo empujó ligeramente y el castaño empezó a reír —Si bebo será contigo para que me lleves cargada en tu espalda hasta mi casa.
— ¿¡Hasta tu casa!? ¿Quieres que tu papá me ahorque con una de sus corbatas por llevarte borracha? No señor —Se abrazó así mismo con una expresión de miedo que le causó gracia a Babe.
— Él no haría eso, te quiere mucho.
— Y yo te quiero mucho a ti —La tomó por sorpresa aplastando las mejillas de Babe entre sus manos haciendo que sus labios tomaran una forma graciosa —Y a tus besos también los quiero mucho —Dijo depositando uno de ellos suavemente en los labios de la chica.
Babe se aclaró la voz mientras intentaba disimular el calor de sus mejillas luego de que Tae las liberara de su agarre.
— Ven, vamos a la habitación de Jimin —Dijo Tae sacando la llave que previamente le había dado su amigo de su bolsillo.
— ¿Eso es una insinuación? —Bromeó la chica.
— Quisiera que lo fuera pero no pienso ponerte un dedo encima con el montón de curiosos que hay alrededor —Dijo dándole un beso en la frente —Sólo recostémonos —La tomó de la mano y la adentró en la habitación para luego pasar el seguro de la puerta.
— Ah... la cama de Jimin es suave —Dijo Babe tirándose en el colchón —Podría quedarme dormida en menos de cinco minutos si me acuesto aquí.
Taehyung siguió la acción y se echó a su lado, Babe se acomodó montando una pierna en el abdomen del castaño y recostó su cabeza en el brazo de él.
— Aquí no se escucha tan fuerte la música.
— Menos mal, necesitaba que mis oídos descasaran un poco.
— Y yo necesitaba unos minutos a solas contigo —Le dijo él besando su frente —Es mi momento del día favorito.
— Y el mío... —Murmuró ella cerrando los ojos dejándose invadir por la calma de la respiración de Taehyung.
Taehyung siempre la hacía sentir en paz. No había forma de que el chico le transmitiera otra cosa que no fuera amor, deseo y paz.
— Babe, ¿tú crees en la reencarnación? —Preguntó el chico con la mirada clavada en el techo.
Babe sonrió porque le encantaba cuando Taehyung sacaba un tema de la nada y que por lo general era sobre cosas interesantes o graciosas.
— Me gusta pensar que reencarnamos así que sí, creo en eso. ¿Por qué?
Tae meditó.
— Es que estaba pensando en que si reencarnamos me gustaría volver a encontrarme contigo en mi próxima vida. ¿Tú qué piensas?
Babe se reincorporó un poco y se apoyó de su brazo izquierdo para que su rostro quedara a la altura del de Taehyung.
— Yo también te quiero encontrar en mi próxima vida, Tae.
— ¿Sí? Pero hay un problema —Dijo preocupado.
— ¿Cuál?
— En que si reencarnamos en cosas distintas será difícil encontrarte —El comentario hizo que Babe sonriera enternecida —Si tú te conviertes en una flor y yo en una rana, ¡imagínate! ¿cómo te voy a poder besar?
— ¡Tienes razón! —Babe se unió a la preocupación del castaño —Pero algo más importante, ¿cómo me vas a reconocer entre tantas flores?
— Fácil, no habría ninguna que oliera tan bien como Bae noona.
— Y no habría otra rana tan verde y bonita como tú —Le dijo para besar la comisura de los labios de Tae —Pero no te preocupes, estoy segura en que nos encontraremos.
— ¿Entonces crees en el destino?
Babe asintió mientras rozaba la nariz de Tae con la suya.
— Algunas cosas están destinadas a ser y otras que no, ¿cuál crees que sea nuestro caso Taehyung? —Le dijo suavemente haciendo que su aliento chocara con el rostro de Taehyung.
El castaño cerró los ojos y se dejó besar con delicadeza por la chica que ahora exploraba su boca con parsimonia y ahínco como si los labios de Taehyung fueran lo más adictivo que hubiese probado en su vida.
— Estoy seguro que tú y yo estamos destinados a ser, Babe.
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