Hola, querido diario. Me presento, soy Ryker Pendejo Winston. Mamá cree que debo iniciar un nuevo diario para que plasme mi dolor. ¿Qué dolor? Soy demasiado fabuloso para sufrir, problema de quien se lo pierda. ¡Ahora estoy soltero! Me encanta dibujar y odio los otoños, la lluvia, los paraguas, el rojo, romper las reglas y las sonrisas que no son suyas. Quizás estoy jodido, pero tú debes aguantarme porque no tienes otra opción. Hoy es el día cero, el día donde encontré la maldita nota que volcó mi mundo ciento ochenta grados a la inversa.

Día 1
Huyó y una estúpida nota me dejó, parece chiste pero es anécdota. ¿Cuánto duele la ruptura de un corazón ilusionado? La mierda que duela me la merezco por creerle a una mentirosa.

Día 2
El rojo, los paraguas, los lienzos, el parque, la física, pueden haber miles, con disímiles significados, que yo todo lo reduzco a ella. Mi Rojita.

Día 3
Tres días desde que leí su nota. Todavía releo para entenderla, ¿cree que la Caperucita no domó al lobo? Si piensa que puedo lastimarla quizás sí es mejor que se haya ido, no me conoce en lo absoluto.

Día 4
Su ausencia no interferirá más en mis emociones. La mierda de sufrir por alguien no me sucederá, si ella no pensó en mí yo tampoco voy a pensar en ella otra vez.

Día 5
¿A dónde se fue la luz que sometía mi oscuridad?

Día 6
Todo con ella es tan caótico, detonante y arrasador que me cuesta incluso respirar cuando la recuerdo. Era tan mía que tenerla lejos pone en pausa mi mundo.

Día 7
El amor es magia, la magia una ilusión y yo un idiota. Me jodiste, Livi Dessen.

Día 8
8:34am
Puedo olvidarla, voy a olvidarla.
10:35am
Querido google tu qué lo sabes todo, ¿cómo me arranco la desazón del pecho y vuelvo a ser yo? ¿Será que me fui con ella?

Día 9
Mamá me aconseja y me da abrazos cuando más lo necesito. Las madres conocen el momento justo, son sabias y saben qué decir. Mamá es sabia, pero está loca si cree que iré a buscar a Livi, ella me dejó.

Día 10
¿Por qué la gente cree que la bebida cura un corazón roto? Al menos ahora me duele más la cabeza que el corazón, quizás esa es la respuesta a mi pregunta.

Día 11
Las promesas no se inventaron para romperse, entonces, ¿su promesa no fue real?

Día 12
Parezco una niña sufriendo por su primer corazón roto. Las niñas son fuertes, apenas se estrenan, ellas no cargan con mis heridas pretéritas. Yo no soy tan fuerte como ellas, ya no soy de piedra.

Día 13
Estoy sangrando, herido, aullándole a la luna llena, ¿dónde está mi luna?

Día 14
Así es esto, te encaprichas con lo que no debes y deshechas lo que tienes. ¿Cree la vida que disfruto de sus placeres cuando la oscuridad me carcome de vuelta?

Día 15
Tal vez, mamá tenía razón, pero no pienso hacérselo saber. Si la Caperucita no va al bosque, el lobo la encontrará en la civilización.